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Bandera de China Bandera del Tibet

CHINA / TÍBET

Relato de un viaje de 27 días a China y el Tíbet

Marc y Pilar
Published on Fecha viaje: 2004 | Publicado el 01/02/2005
2.8 de 5 (197 votos)

Introducción

China es un país inmenso con innumerables atractivos culturales y paisajísticos. Su apertura al exterior es imparable y poco a poco, dado el incremento de vuelos constante desde todo el mundo, todo hace pensar que se irá convirtiendo en uno de los países más visitados.

En un mes (27 días,en nuestro caso) pueden hacerse mil y un itinerarios, y todos ser un fantástico viaje. Nuestra intención era ver aspectos de la China Imperial, visitar el Tíbet (si era posible, dado que a veces hay problemas, sobretodo para viajeros independientes), alguno de los paisajes más conocidos, alguna ruta de minorías étnicas, y el contraste de la modernidad de Hong Kong como final de viaje.

Aspectos generales del viaje que destacaríamos especialmente son: el desconocimiento del inglés por la gran mayoría de la población (ayuda mucho un diccionario de bolsillo), la invasión del turismo chino en la gran mayoría de atracciones y, al menos por nuestra experiencia, la nula simpatía y ayuda por parte de los funcionarios chinos, no así por parte de la población, que, por lo general, sí que te ayudaban en la medida de lo posible.


Ficha técnica del viaje

Fecha del viaje

Del 6 de agosto al 1 de septiembre del 2004

Itinerario

Día 1: BCN - Frankfurt - ...
Día 2: ... - Beijing
Día 3: Beijing - Simatai (Gran Muralla) - Beijing
Días 4 y 5: Beijing
Día 6: ...Pingyao...
Día 7: Xi'an - Lintong (Guerreros de terracota) - Xi'an
Día 8: Xi'an...
Día 9: Chengdu - Leshan (Gran Buda) - Chengdu
Día 10: Chengdu
Día 11: Chengdu - Lhasa
Día 12: Lhasa
Día 13: Lhasa - Samye
Día 14: Samye - Lhasa
Día 15: Lhasa
Día 16: Lhasa - Chengdu....
Día 17: ...Kaili
Día 18: Kaili - Chong'an - Kaili - Conjiang
Día 19: Conjiang - Luoxiang - Zhaoxing
Día 20: Zhaoxing - Sanjiang - Chengyang
Día 21: Chenyang - Sanjiang - Longsheng - Guilin - Yangshuo
Día 22: Yangshuo - río Yulong norte - Yangshuo
Día 23: Yangshuo - río Yulong sur - Fuli - Yangshuo
Día 24: Yangshuo - Xingping - Fishing Village - Xingping - Yangshuo...
Día 25: ...Shenzen - Hong Kong
Día 26: Hong Kong
Día 27: Hong Kong - Frankfurt - BCN

Moneda

1 € = 10 Yuanes
1 € = 9,2 HK$

Transporte

Sobretodo, recomendamos comprar los billetes de tren para el próximo destino nada más llegar a la nueva ciudad, igual que el billete de salida del Tíbet.

Alojamiento

Sólo habíamos reservado con antelación las 2 primeras noches en Beijing y las 2 últimas en Hong Kong. El resto, sin problemas, al llegar a las diferentes ciudades. El precio expuesto en la recepción de los hoteles chinos, normalmente, se prestaba a la negociación.

Cuando en el texto muestre el precio de la habitación doble, añadiré los siguientes símbolos: b= con baño, v=ventilador, a=aire acondicionado, d=desayuno o TV=Televisión, si la habitación dispone de ellos, claro.

Clima

Excepto los 3 primeros días en Beijing , donde notamos un calor húmedo muy fuerte -el último día ya bajó un poco- en el resto del viaje fue un calor fuerte, pero muy llevadero, con alguna lluvia esporádica, sobretodo en el Sur. Normalmente, siempre había como una neblina que mitigaba y a menudo, ocultaba el sol. En las valles Tíbetanas, un frescor muy agradable.


DIARIO DE VIAJE

Días 1-2: Barcelona - Frankfurt - Beijing

Llegada sobre las 9'40 a.m., con más de 1 h. de retraso en el vuelo de Lufthansa, y con un jet lag más acusado de lo habitual.

En el aeropuerto cogemos el airport bus (16 Y pp) hasta el edificio de la CAAC -donde nos confirman lo que sospechábamos en los vuelos al Tíbet, que sólo pueden comprarse desde la ciudad que sale el vuelo-, y allí tomamos un taxi (16 Y) hasta el Feiying hostel (150 Y),-situado muy cerca de la estación de metro Changchunjie  que habíamos reservado en la web de Hostelling, pero primer contratiempo: debido al retraso de más de una hora del vuelo, la numerosa cola en el control de pasaportes, y lo que le costó al taxista (el airport bus fue bastante rápido) encontrar el hostel, llegamos a las 11.20 a.m., y como teníamos hora prevista de llegada las 11 a.m., nos dicen que hemos llegado tarde y ya está lleno. Le insistimos que teníamos reserva -además ya habíamos pagado un 10%-, y que son las 11'20 de la mañana y no las 6 de la tarde. Llaman a alguien que habla inglés y nos dice que nos pagan un taxi para llevarnos a otro que es mejor. Son 5 minutos en taxi hasta el Baita International Student's House (por tanto, 150 Y - b/a/TV), a 15 minutos a pie del metro Fuchengmen.

Inicialmente teníamos intención de visitar en este primer día la Ciudad Prohibida, pero tras pasear por la plaza de Tiannamen (era sábado por la tarde y estaba repleta de gente: paseando, jugando con cometas, haciéndose fotos delante del Mausoleo de Mao o simplemente descansando), el bochorno intenso que hacía y el jet lag acusado que teníamos, hicieron posponer la visita para otro día.

Comprobamos en un gran restaurante local cercano al hotel, -saliendo del pequeño hutong donde está el hotel, a la izquierda, y otra vez a la izquierda-, que el diccionario de chino era imprescindible para poder saber qué pedir : Un plato enorme de un pollo buenísimo -para 2 personas-, pan y refresco: (30 Y)


Día 3: Beijing - Simatai (Gran Muralla) - Beijing

La Gran Muralla: Dudamos entre hacer la caminata Jinshanling-Simatai o ir directamente a Simatai. Nos decide el calor bochornoso que estaba haciendo esos días. No es para tomárselo a broma, unas chicas que hicieron la caminata necesitaron ayuda de la Cruz Roja y no la acabaron. Algunos que la hicieron, en el bus de vuelta, nos comentaban lo durísimo que se les había hecho.

Simatai (30 Y) es una parte de la Muralla muy empinada (lo que le da más espectacularidad). Tras pagar la entrada hay que subir un buen trozo, por tanto, puede valorarse subir hasta la parte más alta en teleférico (pagando aparte, claro) y luego bajar por la muralla. La vista desde la parte alta es una gozada, puede verse como la Muralla serpentea entre las montañas y se pierde en el horizonte. También es de los pocos lugares donde encontramos más turismo occidental que chino.

La excursión dura todo el día, por lo que al volver ya es tarde para comprar los billetes de tren para la noche siguiente, que era inicialmente nuestra intención. Hoy cenaremos el famoso pato laqueado en el mismo restaurante (30 Y).


Día 4: Beijing (Templo del Cielo y Ciudad Prohibida)

Primero vamos a la Beijing Central Station a comprar los billetes de tren para la noche y ¡sorpresa!: no hay plazas para Pingyao ni, buscando una alternativa, para Datong. Para el día siguiente sólo quedan a Pingyao en asiento duro. Nos habían comentado que en estos casos era muy probable que si íbamos a una agencia probablemente habría plazas, pero no queríamos perder más tiempo (así también visitaríamos mañana el Palacio de Verano) y compramos los 2 hard seats (65 Y pp). Dejamos el equipaje en la estación y empezamos las visitas de hoy.

Empezamos visitando el Complejo y Parque del Templo del Cielo (30 Y), continuamos el paseo por algún hutong y calles comerciales, llegando hasta la ya conocida plaza de Tiannanmen, para acabar entrando en la Ciudad Prohibida (60 Y).

Hoy nos quedaremos en el Zhaolong International Hostel (160 Y - a), a 15 m. a pie del Metro de DongSiShiTia y cerca de la zona de bares de San Li Tun, y con buena combinación de bus para ir mañana al Palacio de Verano, y posteriormente, a la Beijing West Station.


Día 5: Beijing (Palacio de Verano) - Tren nocturno a Pingyao

Cogemos cerca del hotel un bus urbano (3 Y, 1 hora) hasta el Palacio de Verano (40 Y). Al igual que en las visitas de ayer, tomado por el turismo chino. Sus numerosos templos y pabellones rodeados por el lago Kunming le dan un gran encanto. Subiendo hasta lo alto de su monumento principal, la Pagoda del Perfume, hay una excelente vista de todo el complejo, con el lago a sus pies.

Al volver, recogemos el equipaje en el hotel, y tomamos el bus 703 (3 Y) hasta la West Station, de donde salen los trenes para Pingyao (676 km).


Día 6: Pingyao - Tren nocturno hacia Xi'an

Llegamos a Pingyao sobre las 6 a.m. no demasiado cansados (el asiento duro resultó más blando de lo que pensábamos). Pactamos en el Jinjinglou Binguan (Nan Dajie 27), una antigua casa Ming en el centro de la ciudad vieja, un precio de (100 Y - b/v) si nos quedábamos la noche y de (70 Y - b/v), si estábamos sólo de día.

Pingyao es posiblemente la ciudad de arquictetura Ming mejor conservada. Pasear por las calles de la ciudad vieja, completamente amurallada, es una delicia. A pesar de estar repletas -como es obvio- de tiendas, hoteles y restaurantes -muchos situados en antiguas casas Ming- el hecho de no estar la ciudad -todavía- en los circuítos internacionales a China y el poco turismo chino que había ese día, hizo que la disfrutáramos con relativa tranquilidad.

A 6 km (20 Y rickshaw) se encuentra el interesante Shuanglin Monastery (20 Y), con varios pabellones repletos de esculturas de diferentes dinastías -de los mejores de China en este apartado- y que encontramos muy interesante.

Como creímos que habíamos disfrutado Pingyao suficientemente fuimos a preguntar al hotel Tianyuankui Minfeng (en la estación de Pingyao no pueden comprarse billetes con literas, tiene que ser desde Taiyuan, y este hotel, situado a pocos metros del nuestro, era el agente de viajes). Nos confirman que había literas duras disponibles (135 Y, más tarde comprobamos que la comisión incluida en el precio eran 40 Y) en el tren nocturno de Taiyuan a Xian, y por tanto, salimos por la noche ese mismo día para Xian (571 km).


Día 7: Xi'an - Guerreros de Terracota - Xi'an

Llegando sobre las 8 a.m., nos instalamos en el Xian Railway hotel (180 Y - b/a/TV), saliendo de la estación -pero en el mismo edificio- a mano derecha. Primero aseguramos el tren nocturno a Chengdu para mañana (luego comentaré el tema del Tíbet). Preguntando en la estación: NO SEATS. Como en nuestro hotel no eran agentes vamos a otro cercano hotel que sale en la Lonely, el Shangde Binguan y , ¡sorpresa! sí hay plazas en litera dura (200 Y).

Guerreros de Terracota (90 Y): Mencionar primero que nosotros ya los habíamos visto a 1 cm. en lo que fue la exposición estrella del Fórum de las Culturas; por tanto, la primera impresión al verlos a unos metros en el foso -y aún suerte que era un día soleado y entraba luz por las claraboyas y se divisaban perfectamente, porque leí a un viajero que le decepcionó porque no se veía nada en un día nublado- quizás no impresionan tanto. Realmente, cuando llevas allí unos minutos contemplando las numerosas hileras repletas de preciosas esculturas, sabiendo que cada una es un retrato personal, que se hicieron hace más de 2000 años, que se muestran unas 1.000, pero que tienen más de 5.000 guardadas y que es posible que aparezcan muchas más en las excavaciones que están haciendo, te das cuenta que es una de las grandes obras de la humanidad y visita imprescindible , en nuestra opinión, en cualquier viaje a China. En otra sala se encuentra el museo, donde hay algunos guerreros expuestos que sí se pueden ver desde muy cerca, pero con escaparate.

Para ir es muy práctico coger el gran bus 306 (10 Y ida y vuelta) que está enfrente de la estación de tren. Hace un par de paradas más, tanto en la ida como en la vuelta, en unas termas y un mausoleo que no visitamos, y tiene el final en los Terracota.

Xian es una ciudad agradable para pasear por su centro, con sus Torres de la Campana y del Tambor que le dan colorido. A pocos minutos a pie, se llega al laberinto de callejuelas del barrio musulmán donde se puede visitar la Gran Mezquita (12 Y), de estilo chino, que es una de las más grandes del país.

Al Tíbet desde Xian?: Como sabíamos que había desde Xian 2 vuelos semanales a Lhasa (viernes y domingo) -y hoy era jueves-, fuimos a informarnos a la oficina de Turismo. Desde aquí estabas obligado a coger un paquete que incluía el "permiso", el vuelo de ida y 3 noches de hotel básico (2900 Y pp). Desde Chengdu, con varios vuelos diarios, sabíamos que el paquete podía ser sólo el permisoy el vuelo de ida (1850 Y pp). Como además no había plazas para salir el viernes -sí en cambio el domingo-, no hubo necesidad de valorar nada, iríamos en tren a Chengdu.


Día 8: Xi'an - Tren nocturno a Chengdu

Durante la mañana seguimos paseando por Xian, visitamos el Mercado cercano a la estación y bajamos hasta la Pagoda del Pequeño Ganso (18 Y), de poco interés arquitectónico pero bastante fotogénica.

Ya por la tarde vamos a la estación a coger el tren para Chengdu (842 km).


Día 9: Chengdu - Leshan (Gran Buda) - Chengdu

Llegamos sobre las 9'00 a.m. a la North Railway Station de Chengdu, en la provincia de Sichuan. Esta ciudad nos causó una muy buena impresión, quizás debido en parte porque es más desconocida y no esperábamos tanto, pero nos sorprendió muy, muy gratamente. También puede tener algo que ver el excelentísimo trato que tuvimos en la Sim's Cozy Guesthouse (70 Y - v) con una atención al cliente (en inglés) exquisita, algo que todavía valoras más en China.

Con los buses (16,64 y 80/ 2 Y)), desde cerca de la estación, podemos llegar hasta el Wenshu Temple, que está muy cerca del hotel. El hotel también es un buen sitio para lavar toda la ropa sucia, ya que tienen una lavadora (8 Y) para los huéspedes.

El tema del Tíbet lo atamos enseguida en la Sim's. Con 5 vuelos diarios, había ya plazas para mañana, pero reservamos para pasado y así visitar tranquilamente Chengdu. El precio (1850 Y) incluía vuelo, el permiso y traslado al aeropuerto, tal como informaba su web.

Leshan: Desde la Xinnanmen Bus Terminal, salen buses frecuentes y son 2 horas por autopista (35 Y). El bus nos deja en un cruce y vamos caminando hasta el embarcadero del ferry, desde donde se divisa el otro lado del río. Puede observarse a lo lejos, que en la montaña hay una gran hendidura, pero no puede verse lo que hay dentro: Nos subimos al ferry (3 Y) que se utiliza para cruzar el río y éste se dirige hacia esa gran hendidura. Como va a favor de la corriente, va relativamente rápido. De repente, sin darnos cuenta se nos aparece en nuestras narices algo super-mega-gigantesco: el gran Dafo, el buda sentado (71 m.) más grande del mundo. Podemos observar en los escasos segundos que dura esta primera visión a los numerosos turistas chinos -convertidos en enanos a su lado- que lo contemplan desde los pies o desde una escalera de caracol utilizada para descender de la montaña. Esta es una de esas imágenes que se te graban en la retina de por vida. Una vez en la orilla del Buda, valoramos si hacer la visita a pie -hay que pasar por varios templos teóricamente de poco interés -dirigidos especialmente al turismo chino- y hacer una considerable caminata (calculamos unas 2 horas ida y vuelta) bajo un sol caliente y húmedo. Optamos por esperar un ferry de vuelta y creo que acertamos, porque este trayecto es contra corriente y va muy lento: puedes observarlo, y ver todas sus magnitudes tranquilamente, y además el sol de la tarde le daba de pleno realzando su magnitud.


Día 10: Chengdu - CIDP - Chengdu

Centro de Investigación y Desarrollo del Panda Gigante (30 Y): Las montañas del Norte de Sichuan son el único lugar en el mundo donde viven algunos pandas en libertad, pero su dificultad para su reproducción hacen de este centro su única salvación para evitar su extinción. La hora ideal para su visita es sobre las 8'30 de la mañana, cuando es la hora de la comida para los "baby" Pandas: sus movimientos, sus jugueteos, su lucha simpática por la comida... en fin, es un espectáculo que sólo puede verse aquí. También se ven en el Centro los todavía más raros red pandas. También, después de ver sus tropelías, te ofrecen la posibilidad de abrazar a un baby panda para hacerte la foto, eso sí, con bata, mascarilla y guantes, para que, se supone, no lo infectes, y a cambio de un módico precio: a un turista japonés le pidieron 400 Y!!! Un turista chino vimos que les dió 200 Y. También hay un museo bastante interesante con fotos y con un pase de vídeo que explica un poco todo el trabajo del Centro.

El centro está situado en las afueras de Chengdú y uno se puede apuntar en cualquier hotel a la excursión diaria, pero también puede irse enlanzando 2 autobuses urbanos (2 Y + 3 Y). La mánager de la Sim's nos lo explicó cómo hacerlo con todo detalle, y eso que ellos también vendían la excursión.

Chengdu: En la ciudad hay varios templos. Nosotros visitamos el Wenshu Temple. Lo encontramos muy interesante. Se ven bastantes fieles quemando incienso y haciendo sus rezos y ofrendas (en China observamos muy poca manifestación religiosa). En el recinto del templo hay también un parque (vimos una representación casera de danza y canción china) y una de las Casas de Té más interesante de Chengdu, pero luego fuimos al  Remin Gongyuan y nos quedamos en otra Casa de Té que nos agradó aún más: al lado de un lago, más grande y con más ambiente. Es muy relajante tomarte un té -puedes elegir entre muchos- y ser un chengduíta más. Se nos acercaron unos estudiantes y practicamos inglés juntos.

Cocina de Sichuán. La comida típica es el hot pot: hay un especie de buffet de carne y pescado a un lado, y en cada mesa hay una caldera en medio y tu vas cogiendo la comida y la vas poniendo en la caldera para que se vaya cociendo. Muy auténtico, pero aquí tuvimos el desliz de no recordarle al camarero pu lada, o sea, no picante. No llegamos a contar la cantidad de guindillas que sacamos de la olla para intentar rebajar el sabor picante, y es que la cocina de Sichuán es la más picante de China. Por cierto, el precio del buffet (13 Y pp) y una cerveza de 620cc (10 Y). Como anécdota, al llegar al hotel y preguntarle a la simpática manager, si ya tenía los billetes para el Tíbet, ésta nos dice: have you eaten hot pot?. Sin Comentarios.


Día 11: Chengdu - Lhasa

El chofer que nos ha acompañado al aeropuerto nos pide los 50 Y pp de tasas por vuelo doméstico que paga él y luego entrega los billetes en facturación para que nos den la tarjeta de embarque. A continuación se despide. Muy curioso que hubiese actuado como un agente de viajes, cuando en la práctica sólo habíamos comprado un billete de avión.

Tíbet

En 1959, el ejercito chino invadió el Tíbet, un país independiente y con un jefe de estado, el Dalai Lama. La invasión conllevó el asesinato de muchos monjes y la destrucción de buena parte del interior de los templos. Los primeros años hubo una persecución despiadada contra todo lo relacionado con la cultura Tíbetana. Con el paso de los años -como todas las dictaduras- parece que el yugo chino se haya aflojado un poco, pero el daño hecho al sentimiento Tíbetano de la población es irreparable. Sí que se ven algunos monjes en los monasterios, muy lejos de los miles y miles que habían antes, pero es una parte muy baja de la población. Un detalle demoledor es que poseer cualquier foto del Dalai Lama conlleva prisión inmediata, así como tener la bandera Tíbetana del león rodeado de nieve.

El vuelo con Air China a Lhasa dura unas 2 horas y llegamos sobre las 12 a.m. El aeropuerto, en el pueblo de Gongkar, está a 95 km Hay un autobús esperando el pasaje (35 Y), pero cogemos un taxi compartido (30 Y / 1'15 h) hasta la plaza del Barkhor.

Hay varios hoteles llenos y nos quedamos en la única habitación que quedaba del Tashi Targay Hotel, en el 8 East Tíbetan Hospital Road, (150 Y - b/TV) regentado por una familia Tíbetana. Para el resto de días, nos cambiamos de habitación (60 Y). El restaurante del hotel siempre estaba concurrido para cenar, en este primer día: un Yak Steak Sizzler (22 Y). El resto de días cenamos en un restaurante familiar que encontramos: al final de la plaza del Barkhor, a la izquierda, donde amablemente nos abrían la nevera para que eligiéramos la cena. Platos habituales: Sopa de momos (6 Y) y pollo o yak (10 Y).

Lhasa: Situada a 3.700 metros de altura, no conviene cansarse demasiado en las primeras horas. Tras una primera visión de la plaza del Barkhor y el templo del Jokhang -a escasos metros del hotel-, nos dirigimos a contemplar el Potala.

Potala: Pocos templos o monasterios en el mundo imponen tanto respeto y majestuosidad como la contemplación, desde la plaza que hay delante, de este enorme Palacio -residencia de invierno durante más de 3 siglos del Dalai Lama-, situado sobre una colina. Probablemente, esta visión es para nosotros el cénit de cualquier visita al Tíbet. Pasamos de pagarle al gobierno chino los 100 Y que cobra ahora por entrar a su interior (es una decisión muy personal), para ver unas pocas salas que tiene abiertas al público. Debo mencionar que los monasterios de Lhasa y alrededores se han convertido en una especie de sacadineros a los turistas, dirigido especialmente al turismo chino que también aquí es mayoritario, creando, doblando o casi triplicando los precios que había hace 1 o 2 años para, realmente, ver muy poco en su interior.

Después de extasiarnos con su visión, volvemos para observar, al atardecer, el circuito circunvalatorio (en el sentido de las agujas del reloj) de los peregrinos Tíbetanos, alrededor del Templo del Jokhang y la plaza del Barkhor, en el corazón Tíbetano de Lhasa (de hecho, excepto este barrio, Lhasa bien podría pasar por otra ciudad china en cuanto a arquitectura de los edificios). El peregrinaje sí que es bastante concurrido, sobretodo gente mayor, vistiendo sus trajes, y llevando y/o volteando sus artilugios religiosos, pero nos quedó la sensación de haber notado un sentimiento Tíbetano más multitudinario en nuestra visita del año 2000 a la ciudad nepalí -de población Tíbetana- de Bodtnath, que en cualquiera de las tierras del Tíbet que visitamos.


Día 12: Lhasa - Norbulinka (Festival del Shotun) - Lhasa

En este segundo día, nuestro principal objetivo era poder asistir a algún espectáculo del Festival del Shotun, que se celebra en la 2ª semana del séptimo mes lunar, que este año ya sabíamos que coincidiría con nuestra estancia.

Como se celebra dentro del recinto del Palacio del Norbulinka (60 Y) -exresidencia de verano del Dalai Lama- no queda más remedio que pagar la entrada. La visita monumental del Palacio la resumimos con la contemplación de su fachada típica de monasterio Tíbetano. También hay un jardín de flores cuidadas delante de su entrada principal, y la visita de su interior consiste en entrar en un par de salas con -pensamos- no demasiado interés-.

El Festival del Shotun consistía mayormente en representaciones teatrales. Eso sí, los actores/actrices vestían trajes de fiesta, danzaban, se ponían máscaras... Tenía bastante colorido pero, al cabo de un rato, se nos hacía un poco monótono.

Como todas las tardes que estuvimos en Lhasa, nuestra intención es asistir al circuito circunvalatorio de los peregrinos alrededor del Templo del Jokhang. Antes saboreamos un yoghurt de leche de yak (7 Y) desde la terraza del restaurante situado justo enfrente del Jokhang, desde donde se divisan perfectamente sus tejados dorados, además de la silueta del Potala en la lejanía. Hoy también queremos entrar dentro del Jokhang. Desde hace poco cobran por entrar a los turistas (35 Y), pero como ya íbamos avisados, esperamos a que los taquilleros cerrasen el chiringuito donde venden la entrada y aún tuvimos una media hora -más que suficiente- para ver su interior. Además tuvimos suerte porque a esa hora (ese día al menos) todos los monjes estaban sentados, rezando y haciendo sus cánticos. Toda una sensación.


Día 13: Lhasa - Samye

Para experimentar un poco el Tíbet fuera de Lhasa, decidimos dirigirnos a Samye, a 170 km, donde se encuentra el monasterio más antiguo de todos, y por tanto, se considera cuna de la cultura Tíbetana.

Para ir, vamos sobre las 6'30 a.m. a la parte sur de la plaza del Barkhor. El primer bus ya está lleno, pero esperamos un poco a que se llene el segundo.  El trayecto en sí (total unas 4 horas) ya es interesante: primero unas 3 horas en bus (25 Y) por la carretera que va a Tsetang, hasta que el bus se detiene en un embarcadero. Ahora toca un trayecto en ferry (10 Y) de casi 1 hora, surcando el sagrado río del Yarlung Tsampo ante un espectacular paisaje, y una vez desembarcados aún queda recorrer los últimos 9 km de bache continuo que, como coincidimos en la barca con un grupo organizado italiano, los hicimos en un bus que les estaba esperando, en lugar del camión o tractor, que suele ser lo habitual.

Enfrente mismo del Monasterio se encontraba el único hotel del pueblo (150 Y), sin regateo, cosas del monopolio.  En el otro restaurante del pueblo -aparte del que hay en el hotel- comemos los fried noodles (10 Y) más sabrosos de todo el viaje, además de la habitual sopa de momos (6 Y) Tíbetana -queda a la derecha, un poco más allá del muro que rodea el Monasterio-. Por la noche, totalmente a oscuras, el muro está cerrado, por tanto, tenemos que quedarnos a cenar en el hotel. Nada especial.

Monasterio de Samye (40 Y): Es un monasterio muy bonito. Creemos que tiene encanto. El ambiente que observamos nos gusta más, no reciben al  rebaño de turistas de los templos de Lhasa y te paseas por cualquier parte del templo, sin que nadie te diga nada y prácticamente sólo. Su interior además está repleto  de vivos colores y con numerosas estatuas de Buda. Aquí los monjes parecen hasta más simpáticos.

Samye está situado en un valle y es muy tentador subir a alguna de las colinas cercanas para tener una gran vista. Con paso despacio -huelga recordar que en la altura más vale no hacer grandes esfuerzos- voy subiendo y bordeando banderas Tíbetanas de oración, observo a unos monjes que quemaban alguna ofrenda mientras rezaban, hasta llegar a la cima. Sí, el paisaje es soberbio: se observa a un lado el monasterio flanqueado por 4 stupas y el pequeño muro que lo rodea con un grupo de montañas al fondo, y por el otro lado, el río por el que vinimos con más montañas peladas detrás; o sea, el típico paisaje Tíbetano.


Día 14: Samye - Lhasa

Amaneciendo, empezamos el recorrido a la inversa para volver a Lhasa.

En el camino de vuelta a Lhasa, ya comentábamos que la otra excursión de 3 días que habíamos pensado de realizar al Namtso lake, no creíamos que nos aportase más sensaciones del Tíbet rural, y así  aprovecharíamos 1 o 2 días más para el resto del viaje pendiente, por lo que decidimos que, al llegar, iríamos a comprar los billetes para pasado mañana -dejando 1 día para más alrededores de Lhasa y descansar un poco-. Dada la experiencia del viaje de ida, y habiendo tantos vuelos diarios, parecía que no debería de haber ningún problema en conseguir billete, incluso para mañana, pero....

Compra billete salida del Tíbet: En las Oficinas de la CAAC nos miran en el ordenador y resulta que no hay billete hasta dentro de 4 días. Pensamos: debe ser como con el tren, has de ir a una agencia para que "alguien" se quede una comisión. Vamos a una agencia. Nos dicen que ellos no, que en todo caso una de las agencias del gobierno. En éstas nos dicen que sólo en la CAAC. Volvemos raudos -no ha pasado ni una hora-. Primer vuelo con plazas: el último de la tarde para dentro de 6 días!!!. Pensamos: aquí hay gato encerrado. Compramos el billete (1500 Y) al menos para asegurar. En nuestro caso no era nada grave, hubiéramos estado más días en el Tíbet en lugar de visitar las minorías, pero no nos gustaba que la burocracia china decidiera nuestro itinerario, cuando era imposible que en 1 hora se agotasen los billetes de 7 vuelos diarios que había ahora. Daba toda la impresión que se habían bloqueado plazas, y ya pensamos en probar suerte yendo al cabo de dos días al aeropuerto como si tuviéramos el vuelo confirmado.


Día 15: Lhasa - Monasterio de Drepung - Lhasa

Para ir al Monasterio de Drepung hay que subir a un minibús (2 Y) que te deja al pie de la montaña, luego hay unos 2 km de subida, que se acortan yendo por senderos (pero también hay pick ups esperando abajo). Nosotros decidimos ir a pie. De camino, pasamos por el lado de otro monasterio,y poco a poco vamos divisando la enorme silueta del Drepung.

Monasterio de Drepung: A 10 km de Lhasa, a los pies de una montaña, se erige este monasterio en el que vivían más de 7.000 monjes antes de la invasión, siendo en esa época el más grande del mundo. Parece un pequeño pueblo y,  caminando por sus calles, sin darnos cuenta -no seguimos el camino que señalaban insistentemente los carteles-, nos encontramos dentro del monasterio. El gobierno chino cobraba entonces (70 Y) y nuestra opinión es que su interior no los vale.

Una vez más acabaremos nuestro último atardecer en el Tíbet en los alrededores del Jokhang.


Día 16: Lhasa - Chengdu - Tren nocturno a Guiyang-Kaili

Tal y como habíamos decidido, hoy iríamos al aeropuerto como si tuviéramos plazas confirmadas en el primer vuelo. Vamos caminando hasta la CAAC para coger el primer bus del día (6'00 am) al aeropuerto (35 Y - 1'30 h).

Nada más llegar, nos dirigimos a un mostrador en el que hay bastante gente esperando. Nuestra teoría se confirma, hay bastantes chinos y algún Tíbetano con el billete en mano para cambiar su fecha de vuelo para salir hoy, o incluso para comprar y pagar directamente el billete. La funcionaria china realiza el proceso de manera autómatica, sin ni siquiera comprobar si hay plazas libres o no. Y ahora viene lo bueno: nos toca a nosotros y..., vemos que quiere mirar el ordenador. Nos enseña la pantalla: primer vuelo con plazas, el 29 (dentro de 8 días). Es inevitable nuestra respuesta: Pero si se lo estás haciendo a los demás. Ella, levantando el tono de voz: NO SEATS. Me ahorro lo que pensé de ella en ese momento, pero no nos damos por vencidos y vamos a facturación. También hay alguno cambiando aquí directamente su fecha de vuelo para que le den el boarding pass. Parece que pasan de nosotros, pero ante nuestra insistencia nos envían a otro mostrador de facturación. Aquí hay una mujer que, aunque inicialmente nos señala que en nuestro billete dice el 25, tras insistir nosotros, duda un momento, y da la orden que nos lo cambien. De no querer hacerlo, aún quedaba la posibilidad de decirle a algún chino o Tíbetano que, a cambio de una propinilla, fuese él con nuestros billetes a solicitar el cambio de vuelo porque parecía claro que allí había órdenes de no atender a los extranjeros en viaje independiente, porque plazas para volar en alguno de los 7 vuelos, había.

Al final, puede decirse que hasta tuvimos suerte, porque el primer vuelo (el que adjudicaban cuando llegamos nosotros) lo retrasaron hasta las 15'00 y el nuestro al que nos cambiaron salió a las 11'15, con tiempo suficiente para enlazar con un tren nocturno destino a Kaili.

Desde el aeropuerto de Chengdu, taxi hasta la Sim's (55 Y). Para el largo trayecto a Kaili (1151 km),  sólo quedan literas blandas (370 Y). A nuestro amigos de la Sim's de Chengdu, que se alegraron un montón de vernos, hasta les dió apuro decirnos que el precio incluía 40 Y de comisión por cada billete.


Día 17: Kaili

La ruta Kaili-Guilin

Esta ruta que queremos recorrer transcurre por una de las zonas más atrasadas de China, por el este de la provincia de Guizhou y el oeste de la de Guangxi. Aparte de bonitos paisajes de arroz, montañas y ríos, hay diferentes pueblos con minorías Miao y Dong. Es una buena alternativa a la más popular ruta de las minorías de Yunnán, sobretodo si se dispone de menos días y/o se prefiere disfrutarla -al menos hasta este viaje- prácticamente sin turistas: en todo el trayecto de Kaili hasta Sanjiang sólo nos cruzamos con 4!!!

Llegamos sobre el mediodía a Kaili. Desde la estación de tren, cogemos un bus (1 Y) al centro. Entramos en el Hotel Zhenhua Zhaodaisuo y, a pesar de salir en la Lonely, necesitamos el diccionario de bolsillo para pedir una habitación (80 Y - b/a). Para comer, por la calle que lleva a la Central Bus Station, nos atiborrarmos de dumplings, una especie de empanadas de carne buenísimas, y a un precio irrisorio.

Kaili: A pesar de haberse convertido -gracias a una enorme fábrica que hay en las afueras- en una gran ciudad, el paseo por sus calles nos da la sensación de estar en un ambiente rural. La gente nos mira, nos sonríe. Si les preguntas algo -siempre con el diccionario en la mano-, se desviven por ayudarte, aunque a veces no lo sepan muy bien. Nos dirigimos primero a la Tourist Information para preguntar en qué pueblo de la zona es día de mercado mañana (Kaili está rodeado de pueblos de minoría Miao). La persona encargada nos informa que es en Chong'an. También, muy amablemente, nos explica sobre los diferentes pueblos de minoría Dong y confirmándonos que el de Zhaoxing, con cinco torres de tambor, era el mejor para visitar. Visitamos a continuación el mercado de Kaili, que no tiene demasiado colorido, pero que es muy animado.


Dies 18 - Kaili - Chong'an - Kaili - Conjiang

Chong'an: Los minibuses salen desde la Local Bus Station (7 Y, 1'30 h). Al llegar, el esperado bullicio de gentes, pollos, cerdos y típico mercadeo rural. Se ven algunas mujeres miao, con sus vestimentas y típicos sombreros, aunque la mayoría de gente viste normal. Estamos un par de horas y sólo nos cruzamos con 2 turistas.

Al volver, vamos hasta la Central Bus Station para coger el último bus (3 p.m.) a Conjiang (60 Y). Son 7 horas de viaje un poco cansado por carreteras medianamente asfaltadas, pero aceptables. Por el camino, hacemos breves paradas en pueblos donde ya observamos alguna mujer con vestimenta dong. La carretera va paralela al río casi todo el trayecto y observamos infinidad de pescadores con sus pequeñas barcas de madera, incluso alguno pescando con cormoranes. También muchos arrozales escalonados en las verdes colinas y montañas que se divisan al otro lado del río. Al llegar a Conjiang, una simpática chica que chapurrea inglés nos convence para entrar en el hotel  (90 Y - b/a) de sus padres (no tiene ningún signo visible en el exterior), muy nuevo, limpio y agradable, enfrente mismo de la bus station.


Día 19: Conjiang - Luoxiang - Zhaoxing

Salimos en el primer bus a Luoxiang (8'30 am - 10 Y) -había otro a las 10'30 am-. Este bus es más local y las casi 3 horas de trayecto son por un camino de tierra y piedras que, a veces, es un bache continuo. Al llegar a Luoxiang  caminamos unos pocos metros hasta el otro extremo del pueblo, donde hay una moto-rickshaw que espera clientes para salir para Zhaoxing que está a 9 km Se añade una chica más y salimos enseguida (30 Y el trayecto). Vamos por un camino de tierra y ya observamos otras aldeas con la característica torre del tambor de los pueblos Dong. Le decimos que nos deje en el centro del pueblo, que es el cruce de las dos calles principales. Todos los hoteles que vemos están vacíos, pero parece haber una especie de pacto de caballeros en el precio, todos valen unos innegociables (40 Y). Para comer, en un restaurante de la calle principal: pollo en salsa con una palangana de arroz (12 Y).

Zhaoxing: Tasa de entrada al pueblo (15 Y). Con sus 5 Torres del Tambor, es la muestra principal de arquitectura Dong. Además del encanto propio del pueblo, los alrededores son una buena muestra de lo que imaginábamos de la China rural.

Excursión Jitang-Jilung: tomamos un camino -viniendo de Luoxiang, antes de entrar en Zhaoxing, a la derecha - que sube rápidamente y llega  hasta la aldea de Jitang, en lo alto de una colina. Una vez arriba, la vista es soberbia: se divisan terrazas y terrazas de arroz, con un verde muy intenso. Hay unas mujeres que nos enseñan sus trajes de fiesta, y nos parecen decir -entre risas- que si los queremos comprar. Más que vender, tienen curiosidad por enseñarnos sus cosas y nos reímos un rato juntos. En el camino de vuelta, tomamos un desvío a la derecha, para volver  a Zhaoxing vía la aldea de Jilung. Nos cruzamos con unos niños volviendo de la escuela y oímos los primeros y únicos hello de este viaje. A pesar de que sonríen ante nuestra presencia, apreciamos más timidez y desconfianza al acercarnos a ellos, comparándolo con otros niños de países del sudeste asiático.


Día 20: Zhaoxing - Sanjiang - Chengyang

Hoy empezamos desayunando un delicioso pancake (5 Y)  en el Lulu's Homestay, que es el hotel que salía en alguna guía. Este hotel parece un poco más preparado para el turismo occidental (hablan inglés), además también había un tipo que nos intentaba vender la excursión que hicimos ayer.

Sobre las 10'30 am viene -y se detiene en el cruce de las dos calles principales- el bus para Sanjiang (14 Y). Suben dos  extranjeros más: una belga y un taiwanés que viajaban durante meses por China. El trayecto serán 5 horas de caminos de tierra, sin demasiados baches, pasando por aldeas perdidas entre las provincias de Guanzhou y Guangxi. Paramos en Diping para comer. Llegando a Sanjiang, el bus que va a Chenyang (3 Y) está a punto de salir. Son 20 minutos de una buena carretera asfaltada. Al llegar nos instalamos en el Dong hotel (35 Y), un hotel de madera claramente visible al otro lado del río.

Chengyang: Tasa de entrada al pueblo (10 Y). Es conocido por tener el puente Dong del viento y de la lluvia más espectacular. Por la tarde, cuando le da el sol de pleno, aún se realza más su belleza. Desde el balcón de nuestra habitación se produce una de esas sensaciones inolvidables del viaje: sentados, tras un largo y cansado viaje desde Zhaoxing, saboreamos una cerveza bien fría. El puente Dong queda a nuestra izquierda, con el pueblo de Chenyang detrás de él. A nuestra derecha una sucesión de verdes campos de arroz, con algún campesino trabajando en ellos. Y a ambos lados, bajo nuestros pies, el río, con varios molinos de agua en su orilla. El único sonido que se oye es el que producen los molinos de agua en su lenta función. Inolvidable.


Día 21: Chengyang - Sanjiang - Longsheng - Guilin - Yangshuo

Paramos el primer taxi-furgoneta que va a Sanjiang. Nos deja en la bus station (la del sur), desde donde salen los buses para Guilin. Como quedan un par de horas para el próximo bus directo a Guilin, es más rápido coger primero un bus a Longsheng (desde aquí era posible coger un bus para Ping'an y visitar sus conocidas terrazas de arroz, pero nosotros ya habíamos visto muchas terrazas de arroz por los alrededores de Zhaoxing y preferíamos llegar a Yangshuo cuanto antes). Desde Longsheng tomamos -son muy frecuentes- el primer bus para Guilin y luego un bus express para Yangshuo. En total 41 Y y casi 6 horas desde que salimos de Chengyang.

Aquí la oferta hotelera es considerable, sobre todo en la West Street. Preferimos huir de la calle principal y nos quedamos en el Fawlty hotel (60 Y -  b/a) -muy recomendable- enfrente mismo de la bus station.

Yangshuo: Conocido mundialmente -junto a su vecina Guilin- por su entorno de paisaje kárstico, es cuestión de descubrir y disfrutar de sus alrededores, sea cual sea el medio de transporte. En esta primera tarde pasearemos por la ciudad, por su embarcadero, y subiremos al Pico del Loto Verde (30 Y) para tener la primera vista de sus alrededores.


Día 22: Yangshuo - río Yulong (I)

Excursión en barca de bambú: Empezamos cogiendo un bus a Yangdi (4 Y) para bajarnos en el desvío al Puente del Dragón (Yulong Qiao). Son unos 5 minutos hasta este bonito puente de piedra, construido en 1412. Aquí negociamos con un barquero (60 Y barca) para que nos llevara por el río Yulong en su barca de bambú hasta el Puente Shangui (Shangui Qiao). Tras esperar unos minutos a que colocara y asegurara nuestras sillas en la barca empezamos el trayecto. El paisaje nos parece alucinante: en este tramo el cauce del río Yulong es muy estrecho, con apenas corriente, sólo se oye el lento remar del barquero. A ambos lados, numerosos picachos kársticos. Con la neblina que había en ese momento, aún daba al horizonte un paisaje más fantasmagórico. En el trayecto de casi una hora no vimos ni oímos absolutamente a nadie. Si tuviéramos que quedarnos con sólo una de las excursiones de Yangshuo, nos quedaríamos con ésta.

Excursión a pie: Desde el fotogénico Puente Shangui seguimos el sendero paralelo al río en dirección Yangshuo. El paisaje sigue siendo una gozada. En alguna de las aldeas que pasamos hay algún bar, ideal para tomar un snack o una cerveza bien fría. Llegamos hasta un ancho desvío a la izquierda, y hay que tomarlo para volver a Yangshuo.


Día 23: Yangshuo - río Yulong (II) - Fuli - Yangshuo

Excursión en bicicleta: Alquilamos las 2 bicis al lado del hotel (10 Y). Volvemos al desvío de ayer para seguir el camino paralelo del río Yulong hacia el sur. Este trozo parece estar más transitado que el de ayer. Hay más turistas ciclistas y todos parecen ir con guía: si hay que coger guía o no, es una cuestión muy personal. Siguiendo el sendero se llega hasta el gran puente sobre el río Yulong, por el que pasa la carretera que va a Guanzhou. La tomamos hacia la derecha -hacia la izquierda se vuelve a Yangshuo- y tras algunos kilómetros se llega hasta el punto para poder subir a La Colina de la Luna (Yueliang Shan) (10 Y): son 1251 escaleras, pero la vista desde arriba es realmente sublime. Volviendo, pero sin entrar en Yangshuo -al llegar a la rotonda hay que girar a la derecha- tomamos la carretera de Fuli y Xingping. Tras unos 6 km llegamos a Fuli. Aunque el mercado -hoy era día de mercado- no tiene ningún colorido, la visita de la parte vieja de la ciudad la encontramos muy interesante. Además de la belleza de algunas casas antiguas, aquí es donde hacen manualmente los famosos abanicos que luego te venden en el turístico mercado de Yangshuo. Tiene su encanto ver cómo te confeccionan en unos minutos los abanicos que quieras comprar. También hay pintores que muestran sus cuadros con paisajes de la zona. Todo en conjunto, también un fantástico día.


Día 24: Yangshuo - río Li - Yangshuo - Bus cama a Shenzen

El conocido crucero turístico Guilin-Yangshuo transcurre por el río Li. El trozo del río que se supone es más espectacular es el que transcurre entre las poblaciones de Yangdi, Xinping y la Fishing Village.

Excursión del río Li: Empezamos cogiendo un bus a Xingping (4 Y). Comprobamos que ningún barquero nos llevará a Yangdi. Nos enteramos que, al menos en las fechas de nuestro viaje, ninguna barca privada podía llevar turistas por el río Li. Ahora entendíamos por qué todas las agencias y hoteles en Yangshuo anunciaban esta excursión con una única salida -nos parece recordar- a las 6'30 am. Al llegar nosotros a Xingping sobre las 9'00 am vimos al yate-policía empezar su jornada laboral, o sea que nadie iba a atreverse a llevarnos. Sí vamos a visitar la Fishing Village: nos subimos a la barca-bus que los locales usan para ir a este pueblo de pescadores. El  río Li es bastante ancho y hay que añadir también el ruido del motor de la barca. Pensamos que el paisaje es también muy bonito, pero realmente no te llega a envolver tanto como el del río Yulong. El pueblo de pescadores tiene encanto, con sus bonitas casas antiguas. Los lugareños te muestran orgullosos fotos suyas con Clinton, que parece ser que visitó el lugar hace unos años y dijo alguna de sus frases memorables. También te ofrecen subir a su terraza (0,5 Y) desde donde se  divisan los tejados de las otras casas con el bonito paisaje kárstico detrás. En conjunto también fue un día interesante, pero en nuestras preferencias lo situamos detrás de los otros dos.

Volviendo a Yangshuo, disfrutamos de nuestras últimas horas de paseo por el embarcadero, el mercado y la West Street, y tras la cena solo nos queda esperar la salida del bus-cama (first class 240 Y) para Guanzhou-Shenzen.


Día 25: Shenzen - Hong Kong

Nuestro bus nos deja en Shenzen a unos metros de la frontera con Hong Kong. Sellamos el pasaporte saliendo? de China y entramos en Hong Kong.

HONG KONG

Aunque desde 1999, oficialmente China, realmente Hong Kong, en nuestra opinión, seguirá pareciendo un país diferente durante muchos años. En el control de entrada la primera gran diferencia, el funcionario nos saluda y bromea por uno de nuestros pasaportes digitales. Tras pasar este control, la oficina de turismo repleta con jovenes simpatiquísimos que te resuelven cualquier pregunta en inglés y te llenan de folletos y mapas. Unos metros más y ya estamos en el tren -(Kowloon-Canton Railway (KCR)), en las taquillas de la Lo Wu station (33 HK$ hasta la Jordan Mtr)- que te llevan al centro en menos de media hora.

Teníamos reservado y pagado el hotel Pruton Prudential (50 €), encima mismo de la Jordan MTR, en Kowloon.

Hong Kong: Ciudades con rascacielos hoy en día hay muchas. La mayoría de las grandes ciudades chinas, sin ir más lejos, tienen enormes edificios; pero pocas ciudades en el mundo tienen la armonía, el conjunto y la belleza que posee el skyline de la bahía de HK visto desde el nuevo paseo marítimo -inaugurado en mayo de 2004- de la Avenue of Stars en Kowloon, desde donde además, es el mejor lugar para disfrutar del espectáculo de luz y sonido diario que hay de las 20 h a las 20'20 h.

Nuestra primera intención era subir al Victoria Peak, desde donde se divisa la mejor vista completa de lo que es HK. Saliendo del hotel, situado en la comercial Nathan road, caminamos unos minutos hasta el puerto para subirnos en el centenario Star Ferry hasta Central -el centro financiero de la isla-. Cruzando el Hong Kong Park y varios centros comerciales, llegamos a la Garden road para coger el inclinadísimo funicular del Peak Tram hasta Victoria's Peak. La vista desde aquí es soberbia -pero nos quedamos con la del paseo marítimo-, con una visión de conjunto de toda la zona. Al caer la tarde -volvimos con el MTR hasta Jordan- aprovechamos la piscina situada en la azotea del hotel (con buenas vistas de Nathan Road).


Día 26: Hong Kong

El segundo día utilizaremos el útil folleto de Hong Kong Walks para recorrer los más famosos paseos, mercadillos y emblemáticos edificios, tanto de Hong Kong como de Kowloon.

Hong Kong: Volvemos a la isla con el Star Ferry hasta Wanchai. A través de pasos peatonales elevados (es curioso lo bien preparado que está HK para sortear el intenso tráfico que tiene) llegamos al Central Plaza, para subirnos hasta su planta panorámica (piso 46). Cruzando la Spring garden Lane llegamos hasta el Hopewell Center y disfrutamos un par de veces de los ascensores exteriores hasta la planta 66. Caminamos hasta Pacífic Place, uno de los centros comerciales más lujosos. Aquí nos subimos a uno de los centenarios tranvías que recorren la parte norte de la isla, hasta el Western Market -que parece sacado de un barrio de Londres-. Desde aquí, volvemos a través de Hollywood Road repleta de tiendas de antigüedades, entrando en el muy visitado y lleno de humo -por el incienso quemado- Man Mo Temple. Utilizamos las Hillside Escalators (las escaleras mecánicas cubiertas más largas del mundo) para subir un poco y buscar un lugar para comer en el Soho. Volvemos y hacemos nuestro último trayecto con el Star Ferry para volver a Kowloon y coger el MTR hasta Princess Edward MTR.

Kowloon: Empezamos los mercadillos de Kowloon en el Flower Market. Seguimos por el colorista Goldfish Market y continuamos por la Fa Yuen Sreet, repleta de tenderetes de ropa, por cierto, el más barato que vimos, aunque no a los precios de China, claro. Luego seguirán, en cuanto a ropa, los más turísticos Ladies Market y, más adelante, el Temple Night Market -que sobre las 18 h. empezaba un poco su actividad-. Antes, una breve visita al Jade Market, que cerraba a las 18, completaba el largo recorrido diurno.

En nuestra última noche, volvemos a la Avenue of Stars para disfrutar por última vez -y hoy sin lluvia en ningún momento- del espectáculo de luz y sonido. Como despedida de este maravilloso viaje, nuestra intención es cenar en algún restaurante con buenas vistas a la preciosa bahía iluminada. Después de descartar los restaurantes del Hotel InterContinental -el hotel más cercano, pero con los cristales empañados por la humedad-, nos dirigimos al restaurante de la planta 18 del Sheraton, con una vista, quizás un poco más lejana, pero con mucha más visión. Saboreando un delicoso Dim Sum (140 HK$) -el plato típico y exquisito de HK-, y con el marco bellísimo iluminado de la bahía, brindamos por un esperemos See you Hong Kong.


Día 27: Hong Kong - Frankfurt - Barcelona

En el día de hoy, saliendo nuestro vuelo a las 12'45 h, un corto paseo antes de coger, enfrente mismo del hotel, el bus A21 al aeropuerto (33 HK$). El trayecto hasta la isla de Lantau, donde está el nuevo aeropuerto, es bastante entretenido: hay una gran vista durante varios minutos del enorme Puerto de Hong Kong y se atraviesa el impresionante Tsing Ma Bridge (un puente en suspensión de 2'2 kilómetros).

Un largo, diurno y cansado vuelo -vía Frankfurt- pondrá fin a nuestro viaje, a las 22'55 h. en Barcelona.


Relato de un viaje de 20 días a China - Teresa & Montse [2010]
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