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OSONA

De Cantonigròs a la poza de La Foradada


 Ficha técnica
Ruta a pie Ruta a pie
Id ruta: 10378
Dificultad técnica Dificultad técnica: Baja
Distancia Distancia: 2,1 km
Tiempo efectivo Tiempo efectivo: 1 hora
Desnivel subida / bajada Desnivel subida / bajada: +90 m. / -90 m.
Circular  Circular:
Inicio / final Inicio / final: Aparcament gratuït al costat del camp de futbol municipal (Cantonigròs)
Coordenadas GPS inicio Coordenadas GPS inicio: 42.04148200, 2.40216700
Ruta señalizada Ruta señalizada: Si
Interés Interés: Naturaleza
Tipología Tipología: Ruta a pie en familia
 Descripción

Esta agradable y bonita ruta nos lleva desde la población de Cantonigròs hasta la poza de La Foradada. Este sorprendente lugar está ubicado sobre la riera de las Gorgues, en el tramo que transcurre entre las poblaciones de Cantonigròs y de L'Esquirol, en la comarca natural del Cabrerès-Collsacabra.

El Collsacabra o Cabrerès es una comarca natural con una extensión de 142 km² que está situada entre las comarcas de Osona, la Garrotxa y la Selva, a pesar de que pertenece mayoritariamente a la primera. Desde el punto de vista geomorfológico es una meseta que tiene una altitud media de 1.100 metros.

Imagen de la pozo y el salto de agua de La Foradada
Imagen de la pozo y el salto de agua de La Foradada

La poza de agua transparente de La Foradada está rodeado de bosque y de una pared de roca, la cual tiene un enorme agujero en uno de los lados y de aquí el nombre del lugar. El salto de agua que alimenta la poza tiene unos quince metros de altura.

Este salto de agua es uno de los más importantes y característicos de la riera de las Gorgues, la cual desemboca en el río Ter.

Todo ello hace de este lugar un lugar mágico en cualquier momento del año. Por este motivo es uno de los rincones más bonitos y singulares de la comarca de Osona y, probablemente, también uno de los más visitados, especialmente en fin de semana y periodos vacacionales.

Esta excursión se puede hacer en cualquier momento del año, siempre, claro, que la climatología lo permita. Y es que cada estación del año le confiere al lugar un encanto especial.

Debido a su escasa longitud, poco más de 1 km en cada sentido, y a la poca dificultad técnica que plantea, esta ruta se puede hacer perfectamente con niños. Solo en la última parte de esta excursión, en un tramo de camino bastante empinado, hay que ir con cuidado con los tropiezos y las resbalones. Por esta razón, si los niños son muy pequeños es recomendable llevarlos a cuestas en este tramo final que conduce a la poza.

La ruta a la poza de La Foradada desde la población de Cantonigròs, la que explicamos aquí, es la más corta, más asequible y, tal como podemos imaginar, también la más popular, pero para los más caminadores también existe la opción de llegar a la poza desde la vecina población de L'Esquirol. En este último caso el recorrido total, de ida y vuelta, es de unos 10,5 km, tiene un desnivel de unos 350 metros y es de dificultad moderada.

La excursión que aquí os presentamos tiene su inicio junto al campo municipal de fútbol de Cantonigròs, unos 100 metros al oeste de la iglesia de Sant Roc.

Para llegar a Cantonigròs se puede coger la carretera C-25, el Eje Transversal, y salir en la salida 183 (Roda de Ter), siguiendo por la carretera C-153 en dirección a Cantonigròs.

Al llegar al pueblo podéis dejar el coche en el aparcamiento que hay junto a la iglesia de Sant Roc o bien hacerlo directamente en el aparcamiento que hay junto al campo de fútbol, a unos 100 metros del anterior.

Justo al inicio del recorrido, junto al aparcamiento, hay una caseta de información desde la que se intenta controlar el aforo y el acceso a la poza en las horas y días de más afluencia para evitar la masificación de este lugar tan popular. En principio, parece que el aforo está limitado a 50 personas.

Aquí hay que pagar una ecotasa de 2,5 euros por persona y a la vez se dan unas indicaciones para ser respetuosos con el lugar y el resto de visitantes. Animamos a los responsables de esta iniciativa a que realmente controlen que estas normas se cumplen, ya que no se puede dar por descontado el civismo de todos los visitantes.

A causa de su popularidad, nuestra recomendación es hacer esta excursión, si es posible, fuera de las horas y/o días de más afluencia. Disfrutar de esta poza en soledad (o casi) no tiene precio.

La pozo y el salto de agua de La Foradada
La pozo y el salto de agua de La Foradada

A partir de donde se encuentra la caseta de madera el camino de tierra es bastante ancho, está muy señalizado y presenta una suave bajada al principio. Hay que seguir las señales del GR-151 hasta que este gira a la izquierda, pero nosotros continuaremos camino abajo. Unos metros más adelante reencontraremos el GR y lo seguiremos hacia la derecha.

Poco a poco el camino se va complicando, con un descenso cada vez más pronunciado y con piedras. Hay que vigilar de no tropezar con una piedra. Más abajo se llega a otro cruce donde dejamos el GR-151 que continúa hacia la población de L'Esquirol y seguiremos por el camino de la derecha.

Este último tramo del camino es un sendero bastante estrecho y pedregoso. Aquí es donde hay que vigilar más con los tropiezos y resbalones. Afortunadamente hay una barandilla de madera que hace más fácil el descenso.

A pesar de que la vegetación, un ambiente más húmedo y fresco y el propio ruido de agua nos anuncian la presencia de la poza y del salto de agua, no es hasta el final del camino que se abrirá ante nuestros ojos este fantástico lugar, escondido por una vegetación muy frondosa. En verano es un lugar sombrío y recogido, ideal para huir de las altas temperaturas.

En las fechas de nuestra visita a la poza de La Foradada, en pleno verano y después de un continuado episodio de sequía, el salto de agua llevaba muy poca agua, pero aun así el paisaje en conjunto es muy bonito.

En cualquier caso, hay que ser consciente de que la cantidad de agua de la cascada y de la poza dependerán de la estacionalidad y de los episodios de lluvias que hayan podido producir previamente.

Si queréis explorar más la zona, al pie de la pared de roca hay un camino estrecho que podéis seguir, río abajo, y que da la vuelta a la muralla rocosa hasta llegar al otro lado del gran agujero que da nombre al lugar. Desde aquí tendréis una perspectiva diferente, pero igualmente bonita, de la poza y el salto de agua. Y si sois muy aventureros también podéis seguir el camino que os llevará hasta la parte superior de la cascada, pero hay que vigilar de no resbalar y sufrir una caída fatal.

Para volver desde la poza hasta el aparcamiento hay que seguir el mismo camino que en el descenso, pero ahora todo es de subida, con algún tramo bastante empinado.

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