La comarca tarraconense del Priorat tiene interesantes alicientes para pasar unos cuántos días disfrutando de una bonita escapada. Tierra de buen aceite y mejor vino, las propuestas abarcan desde excursiones por la Sierra de Montsant hasta visitas a su patrimonio cultural, pasando, por supuesto, por una rica oferta enoturística y gastronómica de primer orden.
Aunque solo estuvimos dos noches cambiamos de hotel para evitar conducir de noche y después de cenar por carreteras llenas de curvas que no conocemos y a las que no estamos muy acostumbrados. La idea era buena, pero al final no salió como esperaba.
El primer alojamiento escogido fue el Hostal Restaurant Mussons, ubicado en Poboleda, que costó 102 euros con desayuno. Un hotel sencillo pero correcto y muy limpio. El motivo de dormir aquí fue porque quería conocer el Restaurante Brots, nada barato porque tiene la consideración de Bib Gourmand en la Guía Michelin. No es para ir cada semana, pero al menos una vez se puede probar esta propuesta gastronómica que se sale un poco de lo habitual.
La segunda noche la pasamos en la capital de la comarca, Falset, en el Hostal Sport, que costó 142 euros, también con desayuno. No estaba mal, pero me pareció un poco caro, más que nada porque está un poco anticuado y necesitaría una remodelación. Aun así, no fue una mala elección.
Mi idea era dormir en Torroja porque fuimos a un concierto de jazz con cata de vinos en el marco de un programa del Festival Terrer Priorat que durará hasta diciembre de este año, pero desgraciadamente no encontré nada que encajara por precio y, al final, las curvas no nos los ahorramos.
La comarca cuenta con bastantes alojamientos, pero la mayoría de ellos son de turismo rural que, o bien te obligan a alquilar la casa entera o bien el mínimo de estancia son dos noches y ninguna de estas modalidades no se adecuaba a mis planes.
En la web oficial de turismo de la comarca del Priorat se pueden encontrar muchísimos recursos para organizar la estancia en la comarca, sea cual sea la idea y los gustos particulares de cada uno, con propuestas de todo tipo.
El Priorat es un buen lugar para hacer caminatas, desde las más sencillas a las más exigentes. En la página web Rutas de senderismo en el Priorat se pueden encontrar muchas rutas por la comarca. Obviamente también encontraréis escalada o rutas para ciclistas.
Nosotros hicimos dos rutas a pie no demasiado largas, porque eran muchas y variadas las otras actividades a realizar.
La primera de ellas, la ruta alrededor de la Cartuja de Escaladei que, como su nombre indica, sale de este punto y vuelve al mismo. Excepto un tramo de bajada un poco rocoso, el itinerario es bastante sencillo y asequible y, a cambio, se tienen unas vistas espectaculares tanto de la naturaleza como del conjunto arquitectónico que se extiende a sus pies.
La segunda ruta fue la llamada Viñas a vista de pájaro, la cual sale desde la población de El Lloar. Aquí también las vistas valen la pena, pero llegó un punto en que había tanta piedra que había que estar más pendiente de donde poner los pies que del paisaje y por este motivo no la acabamos.
La visita estrella de la comarca es, sin duda, la Cartuja de Escaladei, donde no entramos porque ya la conocíamos de una visita anterior.
Otras propuestas culturales de interés se pueden encontrar en los diferentes museos de varias temáticas y que se encuentran repartidos por el territorio, como por ejemplo el Museo Comarcal del castillo de Falset.
El pueblo más bonito del Priorat y que atrae centenares o miles de visitantes es Siurana, ya sea por la belleza del pueblo, para hacer escalada o para ver el pantano que, desgraciadamente, en las fechas de esta visita su nivel de agua era muy bajo. Sea como fuere, es este uno de los pueblos imprescindibles, el primero que hay que visitar y el que hay que escoger si solo se puede ir a uno. Nosotros, como en el caso de la cartuja, ya habíamos estado en él y por eso en esta ocasión me lo salté, pero si hubiera tenido más tiempo no me habría importar repetir.
Los pueblos del Priorat que sí visitamos en esta escapada:
La oferta enoturística en esta comarca es tan amplia que se hace difícil escoger una bodega donde realizar una cata de vinos. Como que hay dos denominaciones de origen, Montsant y Priorat (esta última cualificada, es decir, que debe seguir unas normas más restrictivas que el resto), decidí visitar una bodega de cada una.
La primera bodega que visitamos fue de la DOQ Priorat, y escogí el Terra Dominicata por el sencillo motivo de que tiene un hotel que es un sueño y como se escapa un poco del presupuesto al menos me di el gusto de visitar su bodega. Ya sé que este motivo puede parecer extraño, pero como no conozco muchos nombres de esta zona tanto me daba una como otra. De lo que si estaba segura es de que el vino estaría buenísimo, como así fue.
La visita y cata de vino de Tierra Dominicata cuesta 20 euros por persona y fue bastante interesante, no tanto por la bodega en sí, que al no ser antigua le falta algo de encanto, pero las explicaciones del guía nos aclararon muchas cosas y, además, los vinos que hacen son sublimes. Aprendimos y disfrutamos al mismo tiempo.
La bodega visitada de la DO Montsant sí que tiene historia y mucha: se trata de la Bodega Cooperativa de Falset. Además su vino ya lo conocíamos, así que en este sentido ninguna sorpresa porque ya sabíamos que nos gustaría.
Hay varías modalidades de visita a esta bodega y nosotros cogimos la Premium, que vale 20 euros por persona e incluye una buena visita a su edificio, obra de Cèsar Martinell, discípulo de Gaudí y que durante un tiempo se prodigó construyendo bodegas por las comarcas de Tarragona. Un edificio realmente precioso y solo por eso ya merece la pena, pero, además, la cata fue completísimo e iba acompañada de un sabroso aperitivo.
En definitiva, este fue un largo fin de semana por el Priorat, con actividades variadas y para todos los gustos: contacto con la naturaleza, visitas culturales, recorrido por pueblos con mucho encanto y buen vino y buena comida. Un mini viaje en toda regla y sin tener que ir muy lejos de casa.
© Enrica