Ruta de los molinos harineros de Calldetenes

 Descripción

La Ruta de los Molinos Harineros de Calldetenes transcurre por un camino que bordea el torrente de Sant Martí, entre las poblaciones de Calldetenes y Sant Julià de Vilatorta, y permite ver los diferentes elementos hidráulicos que hicieron funcionar en el pasado los seis molinos harineros que hay a lo largo del recorrido de esta ruta.

Se trata de un itinerario cultural y natural, ideal para hacer en familia gracias a su escasa longitud y al poco desnivel.

A lo largo de la ruta encontramos puentes y pasos subterráneos, así como diferentes elementos de la arquitectura hirdráulica que permitían aprovechar el caudal de agua del torrente para la actividad económica local: canales y regueras, balsas, esclusas, fuentes, "cadiretes" y molinos. También, podremos ver algunas de las casas más antiguas de Calldetenes.

Por el camino de los molinos harineros de Calldetenes

En numerosos puntos encontraréis paneles e hitos con información sobre los molinos y los diferentes elementos accesorios que los hacían funcionar.

Este itinerario transcurre, sobre todo, por zonas arboladas y sombrías, aunque también hay algunas zonas abiertas. Es recomendable hacer este recorrido en la época húmeda, cuando el torrente baja con más agua y los pequeños saltos de agua son más visibles.

Habitualmente el inicio de esta ruta es en el Molino del Pujol, en el extremo oeste del recorrido, muy cerca de Calldetenes, y finaliza en el Molino de Altarriba, en el extremo oriental y sobre el límite con el pueblo de Sant Julià de Vilatorta.

Por lo tanto, no se trata de una ruta circular y hay que hacer el recorrido de ida y de vuelta por el mismo camino. Pero podemos hacer un recorrido circular si combinamos esta ruta de los molinos con la ruta del Románico, sumando un total de unos 7 km.

En nuestro caso, nos limitamos a hacer la ruta de los molinos y situamos el inicio y final de la ruta junto a la iglesia de Sant Martí de Riudeperes, situada junto a la carretera BV-5201 que va de Calldetenes en Sant Julià de Vilatorta. Hasta aquí se puede llegar por la carretera C-25 (Eje Transversal) y tomando la salida 187 o bien por la C-17 y enlazando con la C-25 en el lado norte de Vic.

Junto a la iglesia de Sant Martí de Riudeperes hay un aparcamiento donde se puede dejar el vehículo. De la esquina suroeste del aparcamiento sale una pequeña vereda que conecta con un puente que pasa sobre el torrente de Sant Martí y nos deja sobre el camino de la ruta de los molinos.

Aquí nosotros elegimos la opción de seguir el camino hacia la derecha (oeste). Al cabo de unos metros encontramos a la derecha el molino de la Calvaria, del cual la primera noticia documental que tenemos es del 1236. El molino funcionó hasta el año 1980 y más tarde se restauró para transformarlo en el actual museo del trigo (ahora cerrado por reformas).

Continuamos por el camino que bordea el torrente y cruzamos por debajo la carretera C-25 a través de un paso subterráneo. Enseguida encontramos a nuestra derecha el molino de Rosanes. Este tenía dos carretes que hacían girar dos molas, pero con la construcción del eje transversal se malograron.

Más adelante en el camino llegamos al molino de la Frontera, el cual es probablemente tan antiguo como el molino del Pujol que veremos más adelante. Justo al lado se encuentra la casa del Verdaguer, la cual conserva varios elementos que demuestran su antigüedad e importancia.

Seguimos caminando y encontramos la Fuente de las Eres, en la que mana agua de la mina de la Frontera, y la Fuente de la Gana, donde el agua se escurre por la roca y cuesta de recoger.

Muela en una fuente del molino de la Calvaria

Y finalmente llegamos al molino del Pujol, uno de los molinos más viejos del pueblo, a pesar de que hace más de cien años que no funciona. Este molino se encuentra en la parte más baja del torrente, en un lugar muy pintoresco. El molino tenía tres carretes que hacían girar tres juegos de molas. Su cadireta (sistema que permite dirigir el agua en las bifurcaciones de un canal, haciendo uso de maderas planas o losas que encajan en unas regateras y permiten dejar pasar el agua o cortarle el paso) estaba a la altura del puente de las Eres, y desde allá el agua se conducía por una reguera hasta llegar a la balsa.

Desde aquí damos la vuelta y deshacemos todo el camino recorrido. Cuando llegamos nuevamente a la altura de la iglesia de Sant Martí de Riudeperes, el punto de inicio de este ruta, continuamos por el mismo camino, ahora en dirección este.

Algo más allá se encuentran los restos del antiguo molino del Nadal, pero la vivienda está totalmente modificada y es difícil encontrar restos del antiguo molino. Un poco más allá encontramos la Fuente Vermella, una gran mina de agua en la que hay una mesa muy desgastada, que no es nada más que una antigua rueda de molino.

Continuando la ruta llegamos al último molino de esta ruta, el molino de Altarriba, ligado en la casa del mismo nombre. Este molino está fechado como mínimo en el siglo XIII, pero fue reconstruido posteriormente. Es el único molino de la ruta que no tiene vivienda. El obrador se encuentra justo después del pozo de la balsa y en el interior hay solo un juego de molas.

La ruta propiamente dicha finaliza aquí, pero podéis continuar el paseo continuando hacia el este y entrando en el término municipal de Sant Julià de Vilatorta para llegar al Parque de las Set Fonts, situado a 1,1 km de este punto, donde encontraréis mesas de picnic, una área de juegos infantil, WC y un bar/restaurante.

En nuestro caso, una vez llegados al molino de Altarriba dimos una vuelta por los alrededores de la masía que da nombre al molino y seguidamente volvimos hacia la iglesia de Sant Martí de Riudeperes, el inicio de esta ruta y donde teníamos aparcado el coche, andando por el arcén de la carretera BV-5201 en vez de deshacer el camino hasta la iglesia.

Antes de marchar aprovechamos para ver por fuera la bonita iglesia de Sant Martí de Riudeperes, incluida también en la Ruta del Románico mencionada anteriormente.

Damos así por acabada esta bonita, fácil y agradable ruta, con el atractivo añadido del paisaje y de la tranquilidad que se respira en esta zona. Muy recomendable.

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