Esta espectacular (y muy popular) ruta señalizada recorre un sector de una gran belleza y frondosidad del Parque Natural del Montseny, situado en Santa Fe (municipio de Fogars de Montclús). Recordamos que este parque fue declarado Reserva Mundial de la Biosfera.
Se trata de una ruta circular corta y de escasa dificultad que tiene su inicio en el Centro de información de Can Casades. El itinerario propuesto cruza el pla de Mulladius, sube hasta el Empedrat de Morou y después vuelve a su punto de inicio bordeando la vertiente septentrional del embalse de Santa Fe. Opcionalmente podemos añadir una extensión a esta ruta que también sube hasta el cerro de Morouy al Esquei de Morou.
Debido a las propias características de la ruta se puede hacer perfectamente en familia y con niños. Cualquier momento del año es bueno para llevarla a cabo, pero en otoño, con el cambio de color de las hojas de los castaños y hayas que pueblan esta zona, la luz es realmente mágica.
Debido a la proximidad del Parque Natural del Montseny al área metropolitana de Barcelona, es habitual que los fines de semana y festivos haya una enorme afluencia de visitantes que pueden llegar a colapsar los aparcamientos disponibles.
Por este motivo es muy recomendable, para evitar la masificación, visitar la zona en días no festivos o fuera de temporada. Si esto no es posible entonces la recomendación es llegar hasta aquí con el autobús Bus Parc del Montseny de la línea Sant Celoni - Santa Fe que sale de la la estación de tren de Sant Celoni. Opcionalmente, llegar a partir de las dos de la tarde, cuando ya mucha gente se ha ido a comer, es una buena idea.
Si váis en coche, para llegar a Can Casades, el inicio de la ruta, hay que tomar la carretera BV-5114 en dirección norte desde Sant Celoni (adonde se accede por la autopista AP-7, salida 11). La carretera va ascendiendo, pasando por Campins. Una vez arriba, hay que dejar el coche en el aparcamiento de Can Casades, al pie de la carretera BV-5114 (km 21), justo después de pasar el acceso a la ermita y el hotel de Santa Fe de Montseny.
Antes de iniciar la ruta recomendamos pasear por el Centro de información de Can Casades, el cual ocupa una antigua casa de veraneo. En su jardín podréis ver tres enormes sequoyas gigantes que fueron plantadas a principios del s. XX.
Empezamos la ruta siguiendo un camino adaptado para personas con movilidad reducida y pasamos un puente de madera sobre la riera de Santa Fe. Al cabo de unos pocos metros dejamos el camino asfaltado y continuamos por una pista de tierra. Toda la ruta está indicada con unas marcas de color naranja.
Más allá llegamos a Can Lleonart, una masía transformada en equipación pedagógica y escuela de naturaleza.
Unos 190 metros más allá encontramos la Casa Partida, llamada así porque parece que le falta una mitad.
En este punto, entre la Casa Partida y Can Lleonart, la ruta se desvía a la derecha haciendo un ángulo de casi 90 grados y se dirige hacia el Pla de Mulladius entre castaños, hayas y boj, adonde se llega en el km 1,27. El llano de Mulladius se encuentra cubierto por un frondoso y magnífico hayedo.
Buena parte del camino, sobre todo en otoño e invierno, está cubierto por una gruesa capa de hojas y hay que estar atento a las raíces, piedras y huecos que pueda haber bajo las hojas.
En el km 1.6 de la ruta llegamos a una bifurcación. En la ruta propuesta tomaremos el camino de la derecha, el cual va directo al Empedrat de Morou, rodeando la cumbre del Cerro de Morou por su lado oeste. Si en la bifurcación seguimos recto entonces la ruta nos llevará hasta el Esquei de Morou y la cima del cerro de Morou, añadiendo algo más de recorrido y de desnivel a la ruta propuesta.
De todos modos, ambas rutas se acaban reencontrando en un punto próximo a la cumbre del cerro. Por lo tanto, siguiendo por el ramal derecho de la bifurcación también podremos posteriormente desviarnos para subir a la cima del Cerro de Morou y al Esquei de Morou.
Unos 300 metros más adelante, el camino gira a la derecha para bordear las vertientes occidentales del cerro de Morou y después empieza a bajar.
En el km 2,50 de la ruta llegamos a una nueva bifurcación, donde también seguiremos el camino de la derecha, el cual gira hacia el suroeste y empieza a bajar.
Es en este punto donde podemos añadir una extensión al itinerario propuesto para hacer el camino de ida y vuelta hasta la cima del Cerro de Morou y el Esquei de Morou, el cual supone un extra de 1.150 metros de recorrido y +60/-60 metros de desnivel. La cima del Cerro de Morou se encuentra a una altura de 1.308 metros y a unos 450 metros desde la bifurcación. La cima está cubierta de árboles que dificultan mucho las vistas, pero podemos acercarnos a los bordes de la cima para tener buenas vistas sobre la llanura.
Si desde aquí continuamos por el camino de bajada por el lado norte, indicado ahora hacia el Pla de Mulladius, y lo seguimos unos 100 metros llegaremos a un lugar donde los árboles dejan paso a una zona abierta donde destaca un bloque de granito en forma de aguja denominado Esquei de Morou (altura 1.290 metros). Desde aquí tendréis una gran vista panorámica hacia las comarcas de Osona y Selva, así como a muchas de las cumbres más emblemáticas de la zona.
Desde el Esquei de Morou deshacemos todo el camino, vía la cima del Cerro de Morou, hasta llegar a la bifurcación indicada anteriormente en el km 2,5 de la ruta. Aquí se acaba la extensión opcional y retomamos el itinerario que estábamos siguiendo.
Al cabo de unos 150 metros de bajada llegamos al Empedrat de Morou, una especie de gran balcón de rocas con muy buenas vistas sobre el valle de Santa Fe, el Turó de l'Home, las Agudes o la sierra de Marina.
Aquí hay que ir con cuidado, sobre todo si váis con niños, de no resbalar sobre la piedra en el caso de que esté mojada o con hielo.
Desde aquí se sigue descendiendo hasta que se sale a un camino más ancho, que se coge a la izquierda. Unos 250 metros más abajo, el itinerario vira hacia el oeste (km 4,1).
Más adelante se deja una pista a la izquierda y, pasados 200 metros, se desemboca en una ancha pista que se coge a la derecha. Se continúa la ruta pasando junto a Can Baladrell y Can Figueroles, fácilmente visibles desde el camino.
Llegamos al embalse de Santa Fe (km 5,5) y bordeamos su borde norte en dirección noroeste. Pasamos por el lado de La Fabriqueta, una antigua centralita eléctrica, y de algún pequeño salto de agua.
Reencontramos el camino que lleva a Can Lleonart (km 6,6) y por último deshacemos el camino hasta llegar a Can Casades, el punto de inicio y final de esta extraordinaria ruta (6,9 km).
© Viatgeaddictes.com