Albania (o Shqipëria, tal y como se denomina en albanés y que viene a significar Tierra de las Águilas) es un pequeño país europeo situado en la zona de los Balcanes. Tiene una superficie de 28.748 km², casi equivalente a la de Galicia, y una población que no llega a los 4 millones de habitantes (sin contar los dos millones largos de albaneses emigrados a diferentes países).
Limita al norte con Montenegro, al nordeste con Kosovo, al este con Macedonia, al sur con Grecia, al oeste con el mar Adriático y al suroeste con el mar Jónico.
Albania continúa siendo, tras Moldavia, el país más pobre de Europa, a causa sobre todo de sus particulares vicisitudes históricas, pero también actuales.
Grecia, por su parte, es un país del sudeste de Europa, situado en la punta meridional de la península balcánica. Tiene frontera con Albania, Macedonia y Bulgaria al norte, y Turquía al este.
El mar Egeo está al este de Grecia, el mar Jónico al oeste y el mar Mediterráneo al sur. Su superficie supera en poco la cuarta parte de la de España, y su población es de casi 11 millones de habitantes.
En las últimas décadas Grecia ha logrado un nivel económico bastante alto, pero la gravísima situación económica causada por la enorme deuda acumulada por el país ha dado lugar a importantes manifestaciones y disturbios, especialmente en Atenas, desde el comienzo de la crisis económica actual.
El objetivo principal de este viaje era visitar Albania, pero en el momento de planificarlo decidimos volar en Atenas en vez de hacerlo directamente a Tirana, la capital albanesa. La razón principal es que nos apetecía mucho visitar la fantástica región de Meteora, situada en la ruta de Atenas a la frontera con Albania, pero también jugaron su papel la combinación de horarios y precios de los vuelos disponibles. La verdad es que acertamos con esta elección: las visitas de Atenas y Meteora fueron un gran inicio de viaje.
Hemos de admitir, y esta es nuestra modesta opinión, que Albania quizás no cuenta con nada realmente extraordinario para el viajero entre sus puntos de interés, sobre todo si ya habéis visitado otros países de la zona, pero esto no quiere decir que no valga la pena.
Bien al contrario, recomendamos mucho su visita y mejor hacerlo hoy que mañana. Albania es un país aún por descubrir para la industria turística internacional, con una forma de vida muy rural y que nos puede recordar en muchos aspectos nuestro país hace unas décadas. Y su gente es, en general, muy acogedora, honesta y nada acosadora. Un país para viajar y disfrutar con tranquilidad. Y sí, tiene suficientes puntos de interés y particularidades como para tenernos entretenidos unas pocas semanas.
Por último, añadir que a los lugares visitados en este nuestro viaje por territorio albanés se podrían añadir, en caso de disponer de más días o hacerlo más hacia el verano, la zona de los Alpes albaneses; Shkodër y su enorme lago; el lado albanés del lago Ohrid; la población de Korçë; y quizás también alguna zona de playa.
Del 6 al 15 de abril de 2012.
Día 1: Barcelona - Ginebra - Atenas (Grecia)
Día 2: Atenas - Palaiofarsalos - Kalambaka - Kastraki
Día 3: Kastraki - Monasterios de Meteora - Kastraki
Día 4: Kastraki - Kalambaka - Ioannina - Kakavia - Gjirokastra (Albania)
Día 5: Gjirokastra - Sarande - Butrint - Sarande
Día 6: Sarande - Patos - Berat
Día 7: Berat
Día 8: Berat - Tirana
Día 9: Tirana - Kruja - Tirana
Día 10: Tirana - Viena - Barcelona
La ruta que seguimos en este viaje tuvo su inicio en Atenas, la capital griega. Desde aquí fuimos hasta Kastraki, en la región de la Tesalia y nuestro campo base para visitar los monasterios de Meteora.
Después continuamos viaje vía Ioannina hasta llegar a Kakavia, lugar fronterizo con Albania y situado en la región del Epiro. Ya en territorio albanés continuamos viaje hasta la ciudad de Gjirokastra, situada al norte de la frontera.
A continuación fuimos hasta Sarande, en la costa suroeste del país, con el objetivo de visitar el conjunto arqueológico de Butrint, situado unos kilómetros más al sur, ante la isla griega de Corfú.
Desde Sarande seguimos hacia el norte, vía Gjirokastra y Patos, hasta llegar a Berat. La siguiente etapa fue Tirana, la capital albanesa, desde dónde aprovechamos también por hacer una rápida excursión a la cercana población de Kruja.
Y en Tirana se acabó este nuestro corto viaje por Albania y Grecia.
La moneda oficial de Albania es el lek (ALL es el acrónimo oficial, pero en esta guía utilizaremos Lek), aunque el euro también es muy aceptado y a veces los precios de algunos productos o servicios turísticos se dan directamente en euros.
Igualmente recomendamos cambiar a la moneda local y pagar con esta siempre que sea posible (una excepción podría ser el pago del alojamiento, que puede hacerse directamente en euros porque siempre nos darán el precio en esta divisa, aunque conviene preguntar antes cual sería el precio en Lek para verificar qué nos favorece).
Por otra parte, el uso de la tarjeta de crédito está muy poco extendido en el pago de hoteles, restaurantes, y otros servicios turísticos. Y en el caso de ser aceptada es posible que tengamos que pagar un porcentaje extra.
El mejor lugar para cambiar euros a Lek son las oficinas de cambio que hay en muchas poblaciones albanesas. En este viaje el cambio medio obtenido fue de 1 € = 139 Lek (ver cambio oficial actualizado en el enlace Eur -> Lek).
En Grecia, por su parte, la moneda oficial es el euro. Y el uso de la tarjeta de crédito está bastante extendido.
+ 332 € (vuelo Barcelona - Atenas y Tirana - Barcelona)
+ 50 € (50% del coste de 3 noches de hotel en Grecia)
+ 168 € 50% (resto gastos Grecia: transporte, comida, entradas, ...)
+ 92 € (50% del coste de 6 noches de hotel en Albania)
+ 100 € 50% (resto gastos Albania: transporte, comida, entradas, ...)
= 742 € (total por persona)
A estas alturas Albania sigue siendo un país bastante barato para el viajero y más si lo comparamos con otros muchos países europeos. Esto incluye el alojamiento, transporte, restaurantes, entradas, ... todo nos sorprenderá por su bajo precio. Pero esto puede cambiar con el paso del tiempo, si por ejemplo Albania adopta el euro como moneda o si se populariza como destino turístico.
En Grecia, en cambio, el nivel de precios es similar al de nuestro país e incluso bastante superior en algunas cosas (la gasolina o un café, por poner dos ejemplos). Si tenéis carné de estudiante (mejor si es el ISIC o carné internacional, pero también aceptan el propio carné de la universidad) os podéis ahorrar unos cuántos euros en la visita a Atenas, puesto que por ejemplo no pagaréis nada en la entrada combinada de la Acrópolis o en la del nuevo Museo de la Acrópolis (el precio normal es de 12 y 4 € respectivamente). Vale la pena llevarlo encima.
Para entrar en territorio de Albania hay que disponer de un pasaporte en vigor y con una validez mínima de 6 meses desde la fecha de entrada. No hace falta visado si la estancia en el país es inferior a los 3 meses.
Para viajar a Grecia es suficiente con el DNI o con el pasaporte.
Para viajar a Albania y/o Grecia no hay ninguna vacuna obligatoria y ni siquiera recomendable.
Debido a que las condiciones sanitarias en Albania, y en menor medida también en Grecia, son bastante inferiores a las de nuestro país es altamente recomendable llevar un seguro médico de amplia cobertura que incluya también la repatriación.
Albania es un país muy seguro en cuanto a robos y violencia común (sólo hay que fijarse en la pocas medidas de seguridad que tienen las joyerías en Tirana, sobre todo si las comparamos con las del resto de capitales europeas).
Y eso que muchos griegos (incluido el conductor del autobús que nos llevó de Ioannina a la frontera greco-albanesa), al enterarse de que íbamos a Albania nos avisaban de que tuviéramos mucho cuidado, como si fuéramos al Bronx de Nueva York a las 3 de la madrugada con un billete de 100 US$ en la boca (!!).
Pues bien, nuestra experiencia en este sentido fue del todo positiva y nunca sentimos la más mínima amenaza o temor.
Grecia tampoco parece especialmente insegura en este sentido, pero en el caso concreto de Atenas quizás hay que vigilar más, también por el hecho de que con la grave situación económica y social que atraviesa ahora el país no son raras las manifestaciones y concentraciones en la plaza Syntagma y alrededores (centro de la ciudad), las cuales pueden desembocar en incidentes.
Nosotros coincidimos con una mani anarquista en la misma plaza Syntagma, ante el Parlamento, y, aunque se desarrolló pacíficamente, la zona estaba fuertemente vigilada por la policía en previsión de posibles incidentes.
Pero en cualquier caso, sea en Grecia, en Albania o en cualquier otro lugar del mundo, hay que tomar las precauciones habituales y usar el sentido común en la seguridad personal.
En este viaje el medio de transporte que utilizamos, tanto en Grecia como en Albania, fue principalmente el transporte público (autobús y tren), aunque puntualmente también utilizamos algún taxi.
Si sólo hubiéramos visitado Albania y además el punto de entrada y salida hubiera sido Tirana, la capital, entonces quizás nos habríamos planteado la posibilidad de alquilar un coche para recorrer el país debido a la libertad y flexibilidad que proporciona.
De todos modos, con el transporte público existente en Albania, básicamente autobuses y furgonetas, se puede llegar a prácticamente cualquier rincón del país (otra cosa son las frecuencias).
En las fechas de este viaje, en plena primavera, hay que esperar una gran variabilidad en el tiempo y así fue.
En Atenas encontramos un tiempo soleado y caluroso (hasta 25ºC). A partir de aquí el tiempo se volvió mucho más variable, con alguna lluvia ocasional y temperaturas bastantes más frescas. Y en el camino de ida de Meteora a Ioannina incluso vimos nevar. En las cumbres más altas de las montañas de Grecia y Albania fue una constante la presencia de nieve, añadiendo así una nota de color adicional a los ya bonitos paisajes.
En Albania la lengua oficial es el albanés, una lengua indoeuropea diferenciada, la única que queda de la rama ilírica. Se escribe con el alfabeto latino y comparte alguna afinidad léxica con el griego y las lenguas balto-eslavas y germánicas. En Grecia, por su parte, el idioma oficial es el griego, también una lengua indoeuropea, y que se escribe con su propio alfabeto.
Tanto en un país como en el otro no es difícil encontrar alguien que hable inglés, italiano o cualquier otra lengua con la que entenderse. Y la mayoría de indicaciones, lugares turísticos, etc. están rotulados también en inglés, por lo cual no hay problemas en este sentido.
En las páginas Useful Albanian travel phrases y Words to Get You Around in Greece tenéis unas cuántas palabras y frases útiles de albanés y griego respectivamente para viajar por ambos países.
Tanto en Albania en Grecia la electricidad es de 220/240 V y 50 Hz. Los tipos de enchufe son los mismos que encontramos en nuestro país: los de tipo C (de 2 clavijas redondas) y los F (también 2 clavijas redondas y con contactos laterales), por lo que no es necesario ningún tipo de adaptador para poder recargar cámaras y otros aparatos electrónicos que podamos llevar encima.
El uso de redes wi-fin está bastante extendido tanto en Grecia como en Albania. En prácticamente la totalidad de hoteles dónde nos alojamos en este viaje había wi-fin gratuito. También en el aeropuerto de Tirana, así como en los cafés y restaurantes más modernos. Tampoco es difícil encontrar cibercafés desde dónde conectarse. En Albania el precio de la conexión a Internet en un cibercafé oscilaba entre los 60 y los 120 Lek/hora.
La hora local en Grecia es de +1 hora respecto el horario oficial en la España peninsular, mientras que en Albania es exactamente la misma hora.
Por otra parte, en las fechas de nuestro viaje y en territorio griego amanecía sobre las 6:25 de la mañana y por la tarde se hacía oscuro pasadas las 20:30 h. En Albania, en cambio, se hacía claro sobre las 5:45 de la mañana y oscurecía antes de las 20:00 h.
En esta ocasión hemos utilizado guías de diferentes fuentes para cubrir los diferentes lugares visitados:
• Albania, capítulo en Pdf de la guía Eastern Europe travel guide (Lonely Planet, 11ª edición, Octubre 2011, en inglés). La información dada es, en general, muy pobre porque es una guía que abarca muchos países. Sólo hay mapa de Tirana.
• Greece (Lonely Planet, 8ª edición, Septiembre 2008, en inglés). Bastante bien, pero estaba algo desactualizada.
• Athens y Tirana (guías gratuitas en Pdf, descargables desde la web inyourpocket.com, en inglés). Con mucha información y muy útil.