En la parte occidental de la sierra de Prades, se encuentra la sierra de la Llena, con un paisaje duro, seco y salvaje, bien diferente del primero, verde, boscoso y de relieves más suaves.
Desde la Punta del Curull o des del collado de L'Abellar, se disfruta de amplias vistas de la sierra y de las comarcas de Les Garrigues y del Segrià.
La ruta empieza en Vilanova de Prades. Para llegar desde Montblanc, se toma la N-240 hasta L'Espluga de Francolí y se sigue por la T-700 en dirección a Prades. Más adelante, se rompe a la derecha (noroeste) por la TV-7005 hasta el pueblo.
Hay que salir de Vilanova de Prades por la calle que desde la iglesia sube a mano derecha (este), entre la plazoleta y las casas. A los 50 m, cuando se acaban las casas, se toma un camino señalizado con marcas blancas y amarillas que remonta hacia la izquierda (norte). El sendero sube por un tramo sinuoso y rocoso.
Al llegar al pie de un pequeña risco, a los 20 min, el camino gira horizontalmente a la derecha (norte) y pasa junto a una gruta. Pasados 25 min, se llega a la cresta (km 0,93, 1011 m), lugar muy llano donde se encuentra una pista utilizada para el mantenimiento de las antenas de comunicaciones de la Punta del Curull.
Hay que seguirla por la izquierda (suroeste). A los 40 minutos, se está bajo la Punta del Curull (km 1,36, 1010 m), coronada por una torre forestal desde donde se puede divisar el paisaje circundante.
Después de subir, se deshace el trayecto a la torre y, por la derecha (oeste), se continúa por la pista principal. Enseguida se llega al collado de L'Abellar (km 1,99, 989 m).
Desde el collado, situado al pie de la peña Alta, se tiene una magnífica vista panorámica de la vertiente umbría de la sierra de la Llena, la Tosca y los pueblos del Vilosell y de La Pobla de Cérvoles. También se abarca gran parte de la comarca de Les Garrigues y la llanura de Lleida.
Se gira hacia el SE y se baja por un camino señalizado con pintura blanca y poco claro. Se abandona este sendero y se sigue a mano izquierda (este) por un desvío poco marcado que, bordeando campos de almendros, vuelve a encontrar el camino de la ida (km 3,12, 939 m), que hay que deshacer hasta a regresar a Vilanova de Prades (km 3,54, 892 m). Fin del recorrido.
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