Recorrido que descubre el pasado prehistórico y medieval del término de L'Aldea y muestra sus antiguas torres de vigía como la de la ermita, la de la Candela, y las de Burgassénia y de Benixarop.
L'Aldea (adonde se llega por la autopista AP-7, salidas 40 y 41) es un lugar perfecto para disfrutar de un paisaje único: por un lado hay la zona de secano, ideal para conocer la flora y los cultivos mediterráneos; por otro lado, la zona del delta, con el horizonte como único punto de referencia. Este entorno se puede recorrer a pie, con toda tranquilidad, en bicicleta, e incluso a caballo.
Los más atrevidos podrán disfrutar también de una vista espléndida desde el cielo, sobrevolando la zona con los servicios del campo de aviación Baix Ebre.
El pueblo también ofrece lugares interesantes de visitar como los molinos arroceros, en los que se puede seguir todo el proceso del cultivo y tratamiento del arroz, un molino tradicional de aceite, la capilla, y la Torre (al extremo suroeste del pueblo), a la que se puede subir...
Además de la torre de la ermita, símbolo del pueblo, en L'Aldea también se encuentra la Torre de la Candela, situada al sur del término municipal, siguiendo una línea recta con la de la ermita, en medio de la cual se encuentra la de Burgassènia. Tampoco se deben olvidar las ruinas de la Torre de Benixarop, situada al norte del municipio, en zona de secano y desde donde se puede disfrutar de una maravillosa panorámica del Delta de l'Ebre.
© Palau Robert - Centre d'Informació de Catalunya