Esta ruta permite captar el contraste paisajístico entre las terrazas de olivos y almendros, y los escarpados peñascos de Sant Blai, ideales para los amantes de la montaña.
El punto de partida se sitúa en Tivissa, donde llegamos por las carreteras C-12 y C-44 desde Móra d'Ebre. Debemos ir hasta la parte alta del pueblo y buscar las señales rojas y amarillas del GR-7 que conduce a Sant Blai.
La ruta empieza con una suave subida y sigue las señales del GR. Al cabo de diez minutos, pasamos entre dos casas abandonadas. El camino continúa entre terrazas de almendros y olivos. Apenas diez minutos después, llegamos a un collado desde donde ya se puede contemplar el peñasco que preside Sant Blai.
Un poco más adelante, llegamos a una ancha pista; debemos continuar hacia la izquierda, siguiendo las señales del GR. Desde este lugar se puede obtener una fabulosa vista del pueblo. Continuamos por la pista, que se adentra por entre los peñascos y cruza el barranco de Sant Blai.
A la media hora de excursión, llegamos a una pequeña área de descanso. En este lugar, el torrente forma unos charcos de agua. Unos ocho minutos después, nos encontraremos ante el monasterio de Sant Blai, situado bajo un peñasco, en medio de bosques de encinas y pinos.
La vuelta a Tivissa, inicio de este itinerio, dura media hora por el mismo camino.
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