El entorno umbrío, tal y como indica su nombre, de la Vall Fosca, está formado por una frondosa vegetación y densos bosques.
La excursión llega a una de las numerosas iglesias románicas de la zona, la ermita de Santa Llúcia de Paüls, y pasa por típicos y pequeños pueblos del valle como Mont-ros, Pobellà y Paüls de Flamicell.
Se accede a Mont-ros, punto de partida de la ruta, por un desvío que sale de la carretera L-503, 1 km antes de la Torre de Cabdella, y uno después de pasar Molinos.
Se sale de Mont-ros y se toma la carretera hasta Pobellà, donde se llega a los 12 minutos. Del pueblo destacan sus casas con el nombre escrito fuera. Al sur del pueblo, al otro lado del barranco, está Sant Lleïr de Pobellà, un conjunto arquitectónico abandonado formado por una ermita, una necrópolis y viviendas, que se remonta a los siglos XI-XII, del que quedan pocos restos.
Se regresa a la carretera en dirección de nuevo a Mont-ros y a los 200 metros se toma una pista de tierra de la izquierda; 60 metros más abajo, se deja una pista a la izquierda y se sigue recto.
Después de 22 minutos de trayecto, se toma, en una curva a la izquierda, un sendero que baja entre prados hasta Paüls de Flamicell, donde puede visitarse su bella iglesia.
A la entrada del pueblo, al cabo de media hora, hay que girar a mano izquierda y tomar la carretera asfaltada. Se sigue 200 metros y a la izquierda se halla un sendero poco claro, con una indicación hacia la ermita de Santa Llúcia, que hay que seguir.
Se baja entre campos de cultivo hasta la ermita románica de Santa Llúcia de Paüls, hoy abandonada, a la que se llega transcurridos 45 minutos de trayecto. El absis, decorado con arcuaciones lombardas, es de los siglos XI-XII.
Desde aquí se desanda el camino para volver a Mont-ros, el punto de inicio de esta ruta.
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