En esta ruta los protagonistas son los castillos, o mejor dicho, estos representan la excusa para descubrir dos poblaciones: Arbeca y La Floresta, donde la historia ha dejado una huella que aún es visible a través de sus callejuelas y fortificaciones. Se visita también la capital comarcal, les Borges Blanques.
La primera parada es Les Borges Blanques. En esta capital de comarca hay que visitar la Plaça Major porticada de estilo gótico con ornamentos renacentistas; la iglesia de Santa Maria, neoclásica del siglo XVII; el ayuntamiento, que fue el antiguo palacio del marqués de Olivart, y el Museu Arqueològic Municipal (ubicado dentro del mismo edificio del Ayuntamiento) con exposiciones dedicadas a la etnología, la arqueología y el aceite y el Parque temático del aceite, situado a 3 km del pueblo (carretera N-240, km 71).
A continuación hay que tomar la carretera hasta Arbeca. Arbeca aún conserva sus aires de ciudad medieval, sobre todo en su núcleo antiguo, con sus estrechas callejuelas, algunas de ellas con pórticos. Si se desea hacer un recorrido monumental de la población, no hay nada mejor para empezar que el antiguo castillo de los Cardona, más tarde llamado de Medinaceli, en la actualidad medio en ruinas, pero que ha sido reconvertido en paseo y mirador, ya que desde él se domina todo el pueblo.
Otros puntos de interés en Arbeca son: la Plaça Major, la Plaça del Mercat y la Plaça de l'Església; el ayuntamiento de estilo modernista, construido por el arquitecto local, Sisquet de Sumalla; el antiguo hospital, y la iglesia de Sant Jaume, del siglo XVII, que conserva un retablo de la Virgen y otro de Sant Isidre y finalmente la fortaleza ibérica dels Vilars.
Para ir a La Floresta se debe tomar una carretera local que atraviesa el llano de Les Alzines. La Floresta es un pueblo situado cerca del torrente de Vinaixa, que pasa al lado del antiguo castillo.
Este castillo está considerado como el mejor de Les Garrigues, con sus ventanales románicos, góticos y renacentistas; fortificado y con una bonita torre donde se pueden descubrir unos curiosos bancos, llamados 'festejadors' (cortejadores), situados al lado del ajimez.
Muy cerca del castillo se encuentra la iglesia de Sant Blai, posterior a la fortaleza, con un campanario de torre cuadrada. También hay que visitar el pozo de nieve (siglos XIV-XVI), pozo construido de piedra, de forma troncocónica, cuya cúpula tiene una capacidad de 150 metros cúbicos.
Tradicionalmente, en La Floresta siempre había habido una muy viva industria de la piedra, por lo que no es extraño encontrar en La Floresta el Museu de la Pedra, que acoge la obra escultórica del maesto local Felip Martín y un conjunto de herramientas antiguas para trabajar la piedra (para poder visitar ell museo hay que llamar previamente al Ayuntamiento de La Floresta).
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