De Tavascan a Lladorre pasando por Aineto y Lleret

 Descripción

Ruta por el alto valle de Cardós que recorre pequeños y tradicionales pueblos pirenaicos como Tavascan, Aineto, Lleret y Lladorre. Durante el trayecto se vislumbran también amplias vistas panorámicas de la región.

Iniciamos el itinerario, que sigue las marcas blancas y rojas del sendero del gran recorrido GR-11 hasta Lleret, en Tavascan, núcleo situado en la cola del pantano que lleva el mismo nombre. Para llegar a Tavascan con vehículo desde Llavorsí se toma la carretera local L-504 (a Llavorsí se accede desde Sort por la C-13 en dirección a la Guingueta d'Àneu).

En Tavascan se combinan modernos edificios con casas seculares y pajares de pendientes empizarradas, a lo que hay que añadir un puente medieval de un solo arco. Desde las calles de la parte alta del pueblo, empezamos a subir poco a poco en dirección sur, encaminándonos hacia el pequeño pueblo de Aineto.

Pasamos primero entre campos de cultivo medio cubiertos de bosque y prácticamente abandonados, y después por una zona rocosa. A partir de aquí empezaremos a disfrutar de los majestuosos paisajes que se van abriendo desde el estrecho fondo del valle y divisaremos los picos de Romedo, o las azuladas aguas del río Lladorre.

Un poco más adelante y transcurridos unos 20 minutos después de dejar Tavascan, llegaremos al resguardado pueblecillo de Aineto. En el corazón del pueblo se erige la iglesia de Sant Romà, cerrada a oriente por un ábside y un arco presbiteral, como casi todas las pequeñas iglesias románicas. Como particularidad presenta dos reducidos campanarios de espadaña, uno más grande sobre la fachada principal y el otro, más pequeño, al sudoeste, algo muy poco frecuente en iglesias de estas dimensiones.

De Aineto a Lleret tardaremos aproximadamente una hora y cuarto. Incluso podemos hacer una parada en el Salt de l'Ós o en la Roca del Ferral, una pequeña colina rojiza en cuya base el paso del tiempo ha modelado agujeros redondeados.

Desde cualquiera de estos lugares la panorámica que se abre ante nosotros nos dejará boquiabiertos. Una vez en Lleret podemos volver hacia atrás por el mismo camino por el que hemos llegado pero bajaremos por El Serrat de Jou hasta Lladorre. Allí vale la pena acercarse a visitar el castillo, una fortaleza medieval que se alza al oeste del pueblo como si de un centinela se tratase.

Desde Lladorre y siguiendo la carretera que a finales de los años 50 sustituyó al antiguo 'camí ral' (la L-504), volveremos a Tavascan.

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