El bosque de la Grevolosa es un lugar natural encantador, sobre todo al llegar el otoño, cuando las hojas adoptan aquellos colores amarillos y rojizos tan característicos de estos árboles caducifolios y que confieren al paisaje una magia especial.
El lugar está poblado por centenares de hayas de medidas extraordinarias: las ha que llegan al metro de diámetro y rebasan los treinta metros de altura. Aquí encontramos las hayas más altas de Cataluña y algunas de ellas han sido catalogadas como monumentales.
En el interior de este bosque, con un tamaño considerable, encontramos numerosos senderos que nos permiten recorrer el hayedo y disfrutar de su silencio y la penumbra formada por estas enormes hayas.
Para llegar hasta aquí hay que tomar la carretera C-17 hasta Vic y conectar aquí con la C-37 en dirección a Torelló. Después tomar la BV-5224, pasar por Sant Pere de Torelló y el pequeño núcleo de Sant Andreu de la Vola.
En el km 23'5 de la BV-5224 se puede dejar el coche junto a la carretera y de ahí nace el camino que nos llevará al hayedo al cabo de unos treinta minutos de caminata (seguir las marcas amarillas y unos pequeños rótulos).
Otra alternativa es tomar un camino que comienza en el mismo Collado de Bracons y que baja hasta la Grevolosa.
Para comer en la zona encontramos un par de restaurantes en el cercano núcleo de Sant Andreu de la Vola (km 20'7 de la BV-5224), en dirección a Sant Pere de Torelló.
Se trata de Mas Piguillem (km 163 de la C-37; tel. 93 858 43 80) y Cal Ferrer (tel. 93 858 45 57, sólo con reserva previa).
Hacia el otro lado, si subimos hasta lo alto del Collado de Bracons y bajamos hacia la Vall d'en Bas siguiendo la BV-5224 unos 8 km, llegamos al pueblo de Joanetes, a los pies del majestuoso Puigsacalm, donde encontramos la Fonda Barris (tel. 972 690 064), la cual ofrece cocina tradicional y también cocina volcánica.
© Viatgeaddictes.com | Fecha publicación: 10/2006