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Bandera de Senegal

SENEGAL

Guía y relato de un viaje por libre a Senegal

En este viaje independiente de 11 días a Senegal, en transporte público, visitamos Saint Louis y la Langue de Barbarie, el P. N. de Djoudj, Kaolack, Ziguinchor, la Alta Casamance, Cap Skirring, la ciudad de Dakar, la isla de Gorée y el lago Rosa.

Yolanda y Toni (Viatgeaddictes)
Published on Travel date: 2004 | Published on 12/05/2004
Last updated: 04/2022
3.0 de 5 (291 votes)

Transporte fluvial por el río Casamance (Alta Casamanza)
Transporte fluvial por el río Casamance (Alta Casamanza)

Introducción

Senegal es un país perfecto para iniciarnos en el África Occidental ya que ofrece grandes alicientes al viajero, como por ejemplo su variedad de paisajes (estepas, sabanas, bosques tropicales, playas casi vírgenes, ríos, manglares, etc), su diversidad biológica, sus ciudades, o su riqueza cultural.

Pero además tiene la ventaja de que sus infraestructuras son bastante mejores que la de los países vecinos, por lo que el viaje independiente a Senegal no requiere tanto esfuerzo como en el resto.

Senegal está situada en la parte más occidental del continente africano y ofrece un gran contraste entre el norte, con zonas semiáridas, y el centro-sur, con vegetación que se va haciendo tropical.

Sus parques naturales albergan centenares de especies animales, pero quizás destacaríamos la gran presencia de las aves ya que sirve de refugio para éstas una vez escapan del invierno europeo en sus movimientos migratorios.

Este país recibe más visitantes que ningún otro en el África Occidental, pero la mayoría de ellos se queda en los complejos turísticos de playa de su costa atlántica, por lo que se puede visitar el resto del país sin temor a encontrar demasiado turismo.

Debido a la corta duración de este viaje tuvimos que renunciar a visitar otras zonas del país que también suscitaban nuestro interés, como el Parque Nacional de Niokolo-Koba o el País Bassari, en la zona oriental, pero esto es lo que tiene viajar con los días contadísimos. Snif, snif!!


Ficha técnica del viaje

Fecha del viaje

Del 2 al 12 de abril de 2004.

Itinerario

mapa

Día 1: Barcelona → flight → Lisboa → flightDakar - Yoff

Día 2: Yoff-Dakar - Saint-Louis

Día 3: Saint-Louis - P.N. du Djoudj - Saint-Louis

Día 4: Saint-Louis - Kaolack

Día 5: Kaolack - Ziguinchor

Día 6: Ziguinchor - Djilapao - Affiniam - Ziguinchor

Día 7: Ziguinchor - Cap Skirring - Ziguinchor

Día 8: Ziguinchor

Día 9: Ziguinchor - Dakar

Día 10: Dakar → ferry → isla de Gorea → ferry → Dakar - lago Rosa - Dakar

Día 11: Dakarflight → Lisboa → flight → Barcelona

Dinero

La moneda de Senegal es el franco CFA (abreviado CFA), común a diversos países miembros del Banco Central de los Estados de África Occidental.

No hay ningún problema en cambiar euros, y el cambio del CFA con el euro es fijo (1 Euro = 655,957 CFA), pero los bancos aplican comisiones de cambio.

Fuera de Dakar y de algunos hoteles en el resto del país, el uso de las tarjetas de crédito es muy reducido.

Cambio medio:
1 CFA = 0,001553 € (1 € = 643,92 CFA)

Gastos del viaje

+ 486 € (vuelo BCN-Lisboa-Dakar, ida y vuelta + tasas aéreas)
+ 325 € (transporte, alojamiento, comida/bebida, entradas, excursiones, altros)
= 811 € (total por persona)

Nivel de vida. El coste medio para el viajero en Senegal es relativamente alto, especialmente en Dakar y sitios turísticos.

Visado

Para los ciudadanos de la Unión Europea es suficiente con el pasaporte, ya que no es necesario un visado para estancias turísticas y/o de corta duración.

Salud

Sólo es obligatoria la vacuna de la fiebre amarilla para viajeros procedentes de zonas infectadas.

Pueden ser recomendables la vacuna del tétanos y la hepatitis A y B, así como el tratamiento contra la malaria si se visitan zonas del país donde el paludismo es endémico.

En cualquier caso es recomendable vacunarnos de aquello especificado por un Centro de vacunación internacional.

Seguridad

Nuestra experiencia al respecto fue absolutamente positiva, sin ninguna sensación de inseguridad, incluso caminando solos por el centro de Dakar o de otras ciudades como Kaolack, Saint-Louis o Ziguinchor.

Pero, como siempre, aconsejamos tomar las habituales precauciones que debe observar cualquier viajero en cualquier parte del mundo, especialmente en la capital, Dakar.

Por otra parte el Ministerio de Asuntos Exteriores español incluye la región de la Casamanza como zona de riesgo para el viajero, desaconsejando de manera absoluta el viaje por tierra en zonas no comprendidas en el eje Velingara-Ziguinchor-Cap Skirring.

En la Casamanza, en la zona sur de Senegal, existe un conflicto armado de baja intensidad desde los años 80, por lo que existen algunos campos y caminos minados y ciertas zonas son consideradas zona militarizada y son frecuentes los controles militares (por experiencia propia podemos hablar de la existencia de numerosos controles en la carretera entre Ziguinchor y Cap Skirring).

Nosotros recorrimos por tierra la ruta trans-gambiana de Kaolack a Ziguinchor, ida y vuelta, sin ningún problema, ni siquiera en la frontera con Gambia. En cualquier caso es conveniente informarse de la situación por otros viajeros u organismos antes de partir a esa zona del país.

Transporte

Avión. Air Senegal cuenta con vuelos internos de Dakar a Ziguinchor, Cap Skirring y Tambacounda.

Autobús/taxi. En Senegal hay varios tipos de transporte para las largas distancias: los taxi-brousse (un vehículo Peugeot 504 Break de 7 plazas), el microbús de 14 plazas o el Ndiaga-Ndiaye de 32 plazas (una furgoneta Mercedes).

En nuestros desplazamientos por el país sólo utilizamos los primeros y en el relato del viaje nos referimos a ellos como Peugeot-taxi.

Los Peugeot-taxi, aunque son algo más caros, son preferibles al resto, ya que son directos y más cómodos y fiables. Cuentan con tres hileras de asientos y, si es posible, recomendamos evitar ir en la última porqué es más incómoda.

Estos vehículos salen cuando se llenan y en caso de apuro es posible pagar por las plazas que quedan por llenar para marchar enseguida.

Al precio del trayecto hay que añadir una cantidad adicional por el equipaje que suele oscilar entre 10 y el 20% del precio anterior (se puede regatear y depende del tamaño del equipaje y del afán de lucro del conductor).

Tren. Sólo hay un tren con dos servicios semanales y paradas en Thiès y Tambacounda, pero cuyo destino final es Bamako, la capital de Mali.

Barco. Hasta el año 2002 el ferry Le Joola enlazaba por mar Dakar y Ziguinchor (suponía un día entero de viaje), pero el 26 de septiembre de ese mismo año se hundió frente a la costa de Gambia, al parecer por exceso de peso, y murieron más de 1.900 personas.

Aunque está prevista la construcción de un nuevo barco para este trayecto, en las fechas en que escribimos esta guía aún no hay fecha para la reanudación del servicio.

Clima

En las fechas de este viaje Senegal estaba en la estación seca (de octubre a junio).

No encontramos ningún episodio de lluvias y, excepto en Kaolack, el calor era moderado y bastante soportable. Oscurecía pasadas las 19:30 horas.

Diferencia horaria

En esta época del año la diferencia era de -2 horas respecto del horario de la España peninsular.

Guia de viatge

The Gambia & Senegal, Lonely Planet Pub. (2ª edición, septiembre 2002). En general bastante exacta y completa, aunque a veces encontramos a faltar más información sobre transporte.


Ruta por el centro y norte de Senegal

YOFF

Cómo llegar

Comenzamos este viaje con un vuelo desde Barcelona a Lisboa con la compañía TAP Air Portugal, con una duración de 1 hora y 30 minutos. Y a continuación enlazamos con otro vuelo desde Lisboa a Dakar de la misma compañía. Este vuelo supone unas 3 horas y 45 minutos de viaje.

Dado que nuestro vuelo llegaba a Dakar pasadas las 3 de la mañana nos encontramos que la oficina del banco donde poder cambiar ya estaba cerrada, por lo que nos vimos obligados a cambiar a través de unos chicos que se nos acercaron al salir de la terminal y nos ofrecieron cambio.

Aceptamos cambiar poco dinero después de regatear la primera cantidad ofrecida, aunque al final del viaje pudimos comprobar que éste fue el mejor cambio de todos los que hicimos en el país.

En el exterior de la terminal también nos abordaron una gran cantidad de taxistas. Después de otro duro regateo a múltiples bandas conseguimos un taxi que por 4.000 CFA nos llevó al hotel Via Via, situado en Yoff, una población cercana al aeropuerto.

Éramos conscientes de que ese precio no era ninguna ganga, però a esas horas de la madrugada no hay mucho margen para negociar y además ya sabíamos que el precio ofrecido por el hotel para irnos a recoger al aeropuerto era de 3.000 CFA por persona.

Una vez de acuerdo en el precio subimos al taxi y no tardamos más de 10 minutos en ir del aeropuerto al hotel, puesto que a esa hora no había tráfico.

Dormir y comer

En el Auberge Via Via (Village de Yoff, Route des Cimetieres BP 8670) pagamos 16.000 CFA por una habitación doble grande con baño compartido y que incluía el desayuno. El lugar es simple, pero es correcto y está muy limpio. El bar-restaurante del hotel está en un patio ajardinado muy bonito.

Cosas a ver y hacer

YOFF. En nuestro caso esta población, situada a sólo 10 km de Dakar, nos sirvió únicamente para pasar la primera noche, dada su conveniencia por la cercanía al aeropuerto.

Yoff no parece que tenga nada de especial interés, salvo quizás un paseo por sus calles y ver a los pescadores en la playa. Esa fue al menos la sensación que nos dió.

La población de Yoff está formada casi en su totalidad por miembros de la etnia Lebu (sólo viven aquí), por lo que tienen un gran sentido de comunidad e independencia respecto de la etnia Wolof que habita toda la región que rodea a Yoff y es mayoritaria en Senegal.

El 90% de la población senegalesa profesa la religión musulmana, pero en la comunidad Lebu parece haber además un profundo sentimiento religioso.


SAINT-LOUIS

Cómo llegar

En Yoff negociamos un taxi para ir a la Gare Routière Pompiers de Dakar, la capital. Pagamos 1.500 CFA por el trayecto de Yoff a Dakar y aunque la distancia es de sólo unos 12 km, el tiempo que invertimos en este trayecto fue bastante debido a los constantes embotellamientos en las carreteras de entrada a la capital.

Una vez en la estación nos indican un Peugeot-taxi que va hacia Saint-Louis. Pagamos 3.100 CFA cada uno por el trayecto de Dakar a Saint-Louis, más 500 CFA por el equipaje.

En el tramo Dakar-Thiès (unos 70 km) encontramos numerosas retenciones de tráfico que enlentecen mucho el viaje, pero ya en Thiès la carretera enfila hacia el norte y ya podemos correr bastante más.

Llegamos a la nueva Gare Routière de Saint-Louis tras recorrer 265 km y emplear 4'5 horas en el viaje.

Esta estación de autobuses y taxis está a unos 7 km de la isla de Saint-Louis. Un taxi hasta el hotel La Louisianne nos cuesta 800 CFA.

Dormir y comer

En el Auberge de la Vallée (calle Blaise Diagne, Saint-Louis) pagamos 10.000 CFA por una habitación doble, con ventilador y mosquitera, y con baño compartido. Es bastante simple, pero no está mal, y tiene la ventaja de que es bastante céntrico.

De todos modos esta no fue nuestra primera opción, ya que quisimos ir antes al hotel Auberge La Louisianne (Pointe Nord, Saint-Louis), pero no encontramos habitación. Este hotel es más caro y está alejado del centro (en el extremo norte de la isla), pero se encuentra en un lugar muy bonito y el hotel en sí tiene encanto.

En el restaurante Coup de Torchon (calle Blaise Diagne) se come bastante bien, pero es algo caro (los platos principales valen a partir de 4.000 CFA).

En la misma calle también probamos el restaurante Le Provençal (está bien pero no es barato). En la planta baja de nuestro hotel está el restaurante Linguere, bastante básico pero donde se come bien y a buen precio.

Muy recomendable también la pastelería Aux Délice du Fleuve (calle Augustin Guillabert) para desayunar o bien para merendar un dulce.

Para tomar algo recomendamos la terraza panorámica que hay en la parte posterior del hotel La Louisianne.

Por último recomendamos también la magnífica terraza de Le Flamingo, entre el río y el Hôtel de la Poste. Las bebidas son muy caras, pero el lugar vale la pena.

Para cambiar dinero recomendamos el BICIS Bank, en la calle de France. El sello de Correos para enviar una postal a Europa cuesta 500 CFA.

Imagen tallada en el tronco de un árbol (isla de Saint-Louis)
Imagen tallada en el tronco de un árbol (isla de Saint-Louis)
Cosas a ver y hacer

SAINT-LOUIS. Esta ciudad está situada en la esquina noroeste de Senegal, a escasos kilómetros de la línea fronteriza con Mauritania.

Fue fundada por los franceses en 1659 sobre una isla de arena formada cerca de la desembocadura del río Senegal, convirtiéndose así en el primer asentamiento europeo en el África Occidental.

Además fue la capital política de la colonia francesa y del África Occidental Francesa hasta el año 1902.

A partir de aquí y hasta 1958 pasó a ser la capital de Senegal y de Mauritania, año en que ambos países rompieron sus relaciones y la capital de Senegal se trasladó a Dakar.

En el lado oriental de la isla de Saint-Louis está el continente y en el occidental una larga y estrecha península de arena conocida como Langue de Barbarie (su anchura es de 300 metros).

Con el tiempo, la ciudad de Saint-Louis desbordó la isla colonial y se expandió por la parte continental, con el barrio de Sor, y también por la Langue de Barbarie, con los barrios de Ndar Tout y Guet Ndar.

Patrimonio de la Humanidad Isla de Saint-Louis. Esta isla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000 por el valor histórico y cultural de la ciudad colonial que alberga.

Esta ciudad colonial ocupa una estrecha isla, de casi 2 km de largo por 400 metros de ancho, sobre el río Senegal, a sólo 25 km de su desembocadura en el océano Atlántico.

Fue urbanizada a mediados del siglo XIX y su singularidad y carácter único radica en su emplazamiento, en su trazado urbano regular, en su complejo de muelles y en su arquitectura típicamente colonial.

Lo primero que llama la atención al llegar a Saint-Louis es sin duda el largo puente Faidherbe, el cual une el barrio de Sor, en el continente, con la isla sobre el río.

Entrada al puente Faidherbe desde la isla de Saint-Louis
Entrada al puente Faidherbe desde la isla de Saint-Louis

Este puente metálico es una obra maestra de la ingeniería del siglo XIX, con una longitud de 507 metros y cuya sección central rotaba para dejar pasar los grandes barcos de vapor que navegaban por el río.

El puente tiene una calzada central para vehículos y un pasillo a cada lado para peatones.

Aún perviven varios mitos sobre este puente, como que fue diseñado por el gran maestro Gustav Eiffel o que originalmente había sido construido para cruzar el río Danubio en Centroeuropa, pero ni una cosa ni la otra han sido acreditadas.

Vale la pena cruzarlo a pie de ida y vuelta, ya que a las bonitas vistas que tendremos desde el puente debemos añadir el interés del puente en sí y también el aliciente de cruzarnos con la población local en su quehacer diario.

En la isla se respira mucha tranquilidad y la vida fluye más lentamente que en el otro extremo del puente.

Pero además pasear por sus calles permite apreciar su pasado colonial en la arquitectura, aunque en la mayoría de casos el estado de conservación es bastante deplorable.

Nada más cruzar el puente y llegar a la isla encontramos el Hôtel de la Poste, un bonito edificio de mediados del s. XIX que hospedaba a los pasajeros de barcos que pasaban por aquí.

De hecho aún funciona como hotel y vistos sus precios es muy posible que se haga pagar por su pasado de gloria.

En la calle Abdoulaye Seck (isla de Saint-Louis)
En la calle Abdoulaye Seck (isla de Saint-Louis)

Enfrente tenemos el edificio de Correos de estilo Art Deco (se puede subir al tejado para tener una buena vista del puente y de parte de la isla).

Rodeamos el edificio por la calle de l'Eglise y pasamos por delante de una iglesia que es la más antigua de Senegal, aunque nadie lo diría por su aspecto actual.

Así llegamos a la bonita plaza Faidherbe, con preciosos ejemplos de edificios coloniales en los lados norte y sur de la plaza.

En el lado oriental de la plaza vemos, tras altas palmeras, el que fue Palacio del Gobernador, un impresionante edificio que fue un fuerte en el s. XVIII.

Delante de él vemos como se ultima la instalación de una tribuna para el desfile y otros actos que se llevarán a cabo el Día de la Independencia, el día 4 de abril (al día siguiente al de nuestra visita).

Y desde esta plaza recomendamos caminar hacia el sur por el entramado de callejuelas que desembocan en Quai Henry Jai, en el extremo sur de la isla. La vista desde aquí es interesante y por las calles podemos ver bonitas casas de colores apastelados.

Langue de Barbarie. Esta larga y estrecha península de arena, situada entre el río Senegal y el océano Atlántico, está ocupada en buena parte por el Parque Nacional de la Langue de Barbarie, pero la parte de península que hay frente a Saint-Louis está ocupada por un par de barrios de la ciudad.

Imagen de Guet N'Dar, el barrio de pescadores de Saint-Louis
Imagen de Guet N'Dar, el barrio de pescadores de Saint-Louis

Si desde el lado oeste de la plaza Faidherbe, en la isla, nos dirigimos hacia el puente Mustapha Malick Gaye, el cual salva un brazo del río, llegamos a Guet N'Dar, el pintoresco barrio de pescadores situado sobre la península.

Vale la pena pasear por él para ver casas de colores pastel alineadas en la orilla de la isla, así como decenas de embarcaciones de pesca (son grandes canoas de llamativos colores) varadas sobre la arena de la playa o bien ancladas en el brazo de río.

Antes de que el sol se ponga tras el horizonte van llegando de faenar las canoas de pesca.

Y cada vez que esto sucede, una nube de personas se abalanza sobre ella para descargar su mercancía. Es una lástima que la playa sea un auténtico basurero y el hedor que desprende éste sea bastante fuerte.

Y andando un kilómetro hacia el sur por la península llegamos hasta un interesante cementerio musulmán.

Patrimonio de la Humanidad PARQUE NACIONAL DE AVES DE DJOUDJ. Este parque, limítrofe con Mauritania, fue inscrito en el año 1981 como un bien natural en la lista de Patrimonios de la Humanidad por la Unesco.

El parque ocupa 16.000 Ha. de zona húmeda y se estima que unos tres millones de aves migratorias pasan anualmente por él. Por ello se la considera la tercera reserva ornitológica del mundo en importancia.

Al ser uno de los primeros lugares al sur del Sahara con agua dulce encharcada todo el año, este parque es un santuario para muchas especies de aves en su migración anual desde Europa.

Aparte de esto su principal atractivo para el visitante es la gran cantidad de especies de aves que se pueden encontrar aquí (se han contabilizado hasta 400 especies distintas y casi 3 millones de individuos en un año), y entre ellas destacan los pelícanos y los flamencos.

Grupos de pelícanos y otras aves en el P. N. de Djoudj
Grupos de pelícanos y otras aves en el P. N. de Djoudj

También es posible ver reptiles, como varanos, cocodrilos o pitones, y algunos mamíferos como facóqueros, hienas, monos o gacelas.

La mejor época para visitar el parque de Djoudj es de noviembre a abril, ambos incluidos, ya que es cuando hay más aves migratorias.

Para visitar el parque nosotros contratamos, a través de nuestro hotel, un taxi privado desde Saint-Louis.

Acordamos un precio de 15.000 CFA por persona y nos debía pasar a buscar a las 7 de la mañana por el hotel. Pero llegada esa hora el taxista no se presentó y aún desconocemos el porqué (?).

Molestos por esta informalidad nos decidimos por ir al Hôtel de la Poste para ver si era posible organizar la excursión desde aquí. Rápidamente el personal de recepción del hotel nos localizó un taxista, aunque aquí el precio fue de 20.000 CFA por persona.

El parque nacional de Djoudj se encuentra a unos 60 km al nordeste de Saint-Louis. Los primeros kilómetros son de carretera asfaltada, pero después esta pasa a ser una pista.

Unos 90 minutos después de salir ya estamos a la entrada del parque, donde el taxista se encarga de pagar la entrada al parque (2.000 CFA por persona más 5.000 CFA del coche) y de concertar la excursión en barca por el parque, todo ello incluido ya en el precio acordado.

Continuamos con el coche unos 7 km más y llegamos al embarcadero, el cual se encuentra en un brazo de río que muere aquí. Mientras esperamos que llegue una barca podemos ver en la zona una importante colonia de pelícanos, así como patos africanos e incluso una familia de facóqueros comunes.

Pocos minutos después iniciamos la excursión en barca siguiendo varios brazos del río Senegal.

Durante la excursión podemos ver infinidad de pelícanos, martines pescadores, águilas, patos africanos y otras aves que nuestro escaso conocimiento ornitológico nos impide clasificar correctamente.

Imagen de un facóquero en el P. N. de Djoudj
Imagen de un facóquero en el P. N. de Djoudj

También pudimos ver en la orilla del río a varanos, cocodrilos y facóqueros.

La barca llega hasta un punto del río donde tuvimos la oportunidad de ver enormes colonias de pelícanos, asentados en tierra o bien volando en grandes grupos.

Desde aquí volvemos al embarcadero, tras dos horas de navegación por el río.

En resumen, vale mucho la pena por lo espectacular de la fauna vista y por el propio paisaje del parque.

Además, durante nuestra estancia en el parque disfrutamos de una temperatura muy agradable.

Concluida la visita al parque de Djoudj volvimos con el taxi a Saint-Louis, adonde llegamos unas seis horas después de iniciar la excursión.


KAOLACK

Cómo llegar

Para ir a Kaolack empezamos tomando un taxi delante de Correos, en la isla de Saint-Louis, que nos lleva por 500 CFA hasta la Gare Routière, a 7 km de aquí, donde esperamos a que se llene el Peugeot-taxi con destino a Kaolack.

El trayecto en taxi compartido de Saint-Louis a Kaolack nos costó 4.350 CFA por persona más 800 CFA del equipaje.

Primeramente nuestro taxi tomó la carretera a Thiès, pero al llegar a Louga se desvió de la ruta principal y, siguiendo carreteras secundarias, pasamos por Touba y Diourbel antes de llegar finalmente a la Gare Nord de Kaolack, tras recorrer unos 285 km en 4'5 horas de viaje.

Desde la Gare Nord tomamos un taxi por 500 CFA hasta el hotel que habíamos escogido en Kaolack, el Auberge du Carrefour, a unos 3 km.

Durante el trayecto desde Saint-Louis y a medida que nos hemos ido acercando a Kaolack el calor se ha ido haciendo cada vez más insoportable.

Dormir y comer

En el Auberge du Carrefour (Avenue Valdiodio Ndiaye, Kaolack) una habitación doble con baño y desayuno incluido nos cuesta 12.500 CFA. A pesar de lo indicado por nuestra guía Lonely Planet está claro que este hotel tuvo tiempos bastante mejores y su personal se ha vuelto muy indolente.

A pesar de tener ventilador en la habitación el calor tan sofocante nos impidió dormir esa noche.

Para comer o tomar algo recomendamos vivamente el restaurante Le Brasero (Avenue Valdiodio Ndiaye, 510). Sus propietarios, una pareja francesa que lleva ya muchos años viviendo en Kaolack, son muy simpáticos y atentos, además de una magnífica fuente de información.

Cosas a ver y hacer
Torre del reloj del mercado cubierto de Kaolack
Torre del reloj del mercado cubierto de Kaolack

KAOLACK. En nuestro caso, esta ciudad, la capital de la industria del cacahuete en Senegal, no fue más que un lugar de paso para dividir en dos mitades el largo viaje de 550 km entre Saint-Louis y Ziguinchor, la capital de la Casamanza, en el sur del país.

A pesar de ello pudimos visitar un par de cosas que no son algo extraordinario, pero que si se pasa por Kaolack ciertamente merece la pena visitarlas.

En el centro de la ciudad, y a unos 750 metros andando desde el hotel, encontramos el mercado cubierto, el segundo más grande de África tras el de la ciudad de Marrakech, en Marruecos.

Entrar en él es sumergirse en otra época, a la vista de muchos de los negocios que podemos encontrar aquí. Es toda una experiencia.

En el interior de la manzana que ocupa el mercado hay un gran patio, mientras que en su lado sur podemos encontrar una torre del reloj bastante fotogénica.

El mercado está rodeado de arcadas que nos recuerdan a los antiguos caravanserais.

El hecho de que esta ciudad sea tan poco turística puede ser la razón de que podamos vagar tranquilamente por el mercado sin que nadie nos atosigue lo más mínimo.

La Gran Mezquita de Kaolack
La Gran Mezquita de Kaolack

Unos 4 km al norte del centro, en un suburbio de la ciudad, está la Grande Mosquée, un gran edificio religioso que visualmente sigue el estilo marroquí.

Esta es la mezquita más grande y conocida del país.

Nuestra visita coincidió con la hora de la oración y nos limitamos a ver el edificio por fuera, sentarnos a contemplar la multitud rezando y a charlar cordialmente con alguno de los feligreses.

Para llegar hasta aquí lo mejor es tomar un taxi (500 CFA), no ya por la distancia, si no por el laberinto de calles por las que debemos pasar antes de llegar a la mezquita.


Ruta por la Casamanza

ZIGUINCHOR (Casamanza)

LA CASAMANZA

La Casamanza (Casamance en francés) es un área de Senegal situada en el sur del país, encajonada entre Gambia al norte, Guinea-Bissau al sur, la región de Tambacounda al este y el océano Atlántico al oeste.

La Casamanza, cuya principal ciudad es Ziguinchor, está formada por las regiones históricas de:

Baja Casamanza (Basse Casamance en francés), actualmente ocupada por la región de Ziguinchor.

Alta Casamanza (Haute Casamance en francés), ahora ocupada por las regiones de Kolda y Sédhiou.

Es bastante diferente al resto del país en muchos aspectos. Por ejemplo, sus paisajes son mucho más verdes debido a la gran presencia de agua. Y la mayoría de su población pertenece a la etnia Diola y no son musulmanes.

Pero desde principios de la década de los '80 ha habido un conflicto armado intermitente y de baja intensidad que ha dañado parte de la infraestructura turística, por lo que en general aquí encontramos menos turismo que en el resto del país y los precios son también inferiores.

En nuestra opinión es una zona de obligada visita en cualquier viaje a Senegal.

Cómo llegar

Unos 600 metros al sur de nuestro hotel en Kaolack, en Avenue Noirat, está la Gare Nioro desde la que salen los Peugeot-taxi hacia Ziguinchor.

Por este trayecto pagamos 4.500 CFA por persona más 800 CFA del equipaje. Cuando se llenan las siete plazas del vehículo partimos hacia el sur.

En total son 245 km hasta la ciudad de Ziguinchor, la capital de la región de la Casamanza, a través de la llamada Trans-Gambian Highway, carretera que cruza Gambia de norte a sur.

La particularidad de este trayecto es que cruza un país, Gambia, con lo que deberemos formalizar las entradas y salidas por las fronteras de Senegal y Gambia. Y además debemos cruzar un gran río, el río Gambia, con un ferry.

Salimos de Kaolack hacia el sur. La carretera es buena y, como aún es temprano, la temperatura es bastante agradable. A unos 70 km llegamos al puesto fronterizo de Farafenni.

El conductor de nuestro taxi nos indica que debemos bajar para formalizar la salida de Senegal, cosa que hacemos sin problema. Subimos de nuevo al taxi y unos centenares de metros más adelante tenemos que volver a bajar para sellar el pasaporte, esta vez en el puesto de control gambiano.

Aquí además hay que pagar 1.000 CFA por persona en concepto de gastos de gestión. Ya estamos oficialmente en territorio de Gambia.

Autobuses esperando el ferry para cruzar el río Gambia
Autobuses esperando el ferry para cruzar el río Gambia

Volvemos a subir al taxi y poco después nuestro conductor nos pide 200 CFA a cada uno de los pasajeros para pagar el ferry que deberemos tomar para cruzar el río Gambia. Él se encarga de pagar y de darnos los billetes para el ferry.

Minutos después llegamos a Bambatenda, a 12 km de Farafenni.

El taxi se coloca al final de una larga cola de vehículos esperando la llegada del ferry para embarcar.

Ahora entendemos las prisas de nuestro conductor cada vez que debíamos bajar en un puesto fronterizo.

Su objetivo era llegar cuanto antes aquí para no hacer tanta cola y nosotros, al ser los únicos pasajeros extranjeros del taxi, éramos también los únicos que debíamos formalizar las entradas y salidas, con el retraso que eso suponía.

Los pasajeros del taxi debemos bajar y embarcar por nuestra cuenta, sin perder de vista en que momento nuestro taxi es embarcado.

Mientras esperamos a embarcar, a la sombra de un camión por el fuerte calor, tenemos la oportunidad de poder contemplar el colorido de los vestidos de las mujeres o las expresivas caras de los niños. Una gran ocasión para observar de cerca la vida diaria de estas gentes.

Tras una larga espera a que embarque nuestro taxi nosotros también embarcamos en este atestado y cochambroso ferry para cruzar el enorme río Gambia hasta Yelitenda.

Ya en el otro lado del río descendemos del ferry y esperamos a que nuestro taxi haga lo propio y continuar viaje.

La carretera se ha ido degradando a medida que nos hemos adentrado en territorio gambiano, pero el trayecto de 10 km entre Yelitenda y Soma está tan mal que los vehículos prefieren circular por pistas campo a través e ir evitando así la carretera (la media de velocidad en este tramo no pasa de los 15 km/h).

La sensación de precariedad en las infraestructuras y el miserable aspecto de las poblaciones gambianas nos dan a entender que Gambia está aún muy por detrás de Senegal.

El ferry entre Bambatenda y Yelitenda, sobre el río Gambia
El ferry entre Bambatenda y Yelitenda, sobre el río Gambia

Pocos kilómetros después de pasar por Soma llegamos al puesto fronterizo gambiano donde debemos sellar la salida del país en nuestro pasaporte y pagar de nuevo 1.000 CFA cada uno.

Unos 8 km después, de nuevo en territorio de Senegal, encontramos un puesto de control del ejército senegalés donde debemos bajar del coche por enésima vez para registrarnos en una lista de extranjeros de paso (esto nos recuerda que ya estamos en territorio de la Casamanza).

A partir de aquí el estado de la carretera mejora mucho y podemos correr bastante más, ya que aún quedan por delante unos 180 km hasta Ziguinchor.

En la Casamanza el paisaje es bastante más verde que el que habíamos visto hasta ahora y abundan los árboles e incluso bosques.

Unos 30 km antes de Ziguinchor pasamos por Bignona y a sólo 10 km la carretera se adentra en una zona muy bonita de lagunas y manglares. Por el efecto del agua la temperatura se torna mucho más agradable.

Finalmente llegamos a la Gare de Ziguinchor después de casi 7 horas de viaje. Para estirar las piernas preferimos ir andando hasta el centro, a 1 km de aquí.

Dormir y comer

En el magnífico hotel Le Flamboyant (rue de France) una habitación doble impecable, con baño privado, TV, un aparato de A/C moderno y situada en la zona nueva del hotel cuesta 17.200 CFA por noche.

El hotel dispone de otro tipo de habitación que es 1.000 CFA más barata, pero que no merece la pena porque se encuentra en la parte vieja del hotel, donde los aparatos de A/C también son antiguos.

Además el hotel cuenta con una estupenda piscina y el entorno de las habitaciones es bonito y está muy cuidado.

En el restaurante Le Palmier (calle de Commerce, cerca del puerto) se come muy bien y a un precio muy ajustado, aunque el lugar es bastante simple.

Muy recomendable también el restaurante Le Mansah (calle Javelier), con precios correctos y cuyo plato preferido por nosotros era la brochette de crevettes (2.500 CFA).

También probamos el restaurante Le Tourisme (frente al Flamboyant) y el del hotel Le Perroquet, pero en ambos no nos convenció ni el lugar ni la comida.

Para cambiar dinero un buen lugar es el banco CBAO en la calle de France.

Cosas a ver y hacer

ZIGUINCHOR. Esta ciudad es la mayor y más importante del área de la Casamanza y está situada en la orilla sur del estuario formado por el río Casamance.

Terraza sobre el río Casamance (Ziguinchor)
Terraza sobre el río Casamance (Ziguinchor)

Aunque se trata de una ciudad con más de 200.000 habitantes la verdad es que es muy tranquila y se puede pasear perfectamente por ella sin agobios de ningún tipo.

Además aquí la relación calidad/precio de hoteles y restaurantes es bastante mejor que en el resto del país.

En nuestra opinión Ziguinchor es un magnífico lugar para pasar unos cuantos días y desde donde realizar interesantes excursiones por la región.

Paseando por la calle Géneral de Gaulle es posible ver bonitos edificios de estilo colonial.

A última hora de la tarde, cuando el calor ya no aprieta tanto, es muy recomendable sentarse en la magnífica terraza del Hôtel Kadiandoumagne, sobre el río Casamance, para ver la puesta de sol.

Este lugar es idílico, ya que mientras tomamos una bebida en la terraza podemos disfrutar de la vista sobre el río, con canoas navegando arriba y abajo, y multitud de aves sobrevolando la zona.

Yendo hasta el final de la calle Du Commerce hacia el oeste tendremos la oportunidad de ver los astilleros.

Los astilleros de Ziguinchor
Los astilleros de Ziguinchor

En ellos se construyen de forma artesanal y se pintan de llamativos colores las grandes canoas que surcan las aguas del río Casamance.

La verdad es que vale la pena detenerse aquí para ver de cerca el trabajo de estos artistas navales.

Caminando casi 2 km por la Avenue Lycée Guignabo llegamos al mercado de St-Maur, donde se vende comida y baratijas.

Y unos 200 metros más allá llegamos al Centre Artisanal, el lugar idóneo para comprar ropa, figuras de madera, máscaras y otros bonitos recuerdos.


ALTA CASAMANZA. Una de las posibles excursiones de un día desde Ziguinchor, y muy recomendable, es navegar en barca un tramo del río Casamance y visitar un par de pequeños poblados que están situados al norte del río, en la región histórica conocida como Alta Casamanza.

Nosotros comenzamos preguntando precios de esta excursión en el hotel Relais de Santhiaba, pero como el precio ofrecido fue de 15.000 CFA por persona acabamos contratándola en nuestro hotel, donde el precio era de 12.500 CFA por persona, con el almuerzo incluido.

Flamencos rosados en el río Casamance
Flamencos rosados en el río Casamance

Debe tenerse en cuenta que estos precios se refieren a una canoa ocupada sólo por 2 personas, ya que si es compartida por más gente entonces los precios por persona pueden ser más bajos.

A las 9 de la mañana un taxi nos recogió en el hotel y nos llevó al embarcadero, junto al hotel Kadian-doumagne y a unos 800 metros de nuestro hotel.

Allí nos esperaba la canoa y el conductor-guía contratado para la excursión.

Pagamos un anticipo de 10.000 CFA y a las 9:15 salimos con la canoa y comenzamos la navegación por el río Casamance, enfilando hacia su desembocadura.

Desde el río pudimos ver los astilleros artesanales donde se da forma a las grandes y coloreadas canoas de pesca.

Una vez ya perdida de vista la ciudad de Ziguinchor empezamos a ver en la orilla izquierda grandes colonias de flamencos rosados que levantan el vuelo armoniosamente al mínimo ruido o sobresalto. Pero también pudimos ver pelícanos, martines pescadores, patos de cuello largo, etc.

Ejemplo de casa étage en Djilapao
Ejemplo de casa étage en Djilapao

Unos kilómetros más allá encontramos y bordeamos la Île des Oiseaux, una isla en mitad del río donde se dan cita infinidad de aves de diversas especies.

La belleza del paisaje y la calma del río hacen que la navegación sea un auténtico placer.

Dejamos el curso principal del río Casamance y nos internamos en uno de sus múltiples brazos. Al acercarnos a la orilla pudimos ver de cerca el rico ecosistema que forman los manglares.

Después de un buen rato de navegación llegamos a Djilapao (o Dilapao), una pequeña y preciosa población rural.

En Djilapao lo más característico son las llamadas casas étage, unas casas de dos plantas construidas con ladrillos de adobe y rodeadas de árboles, entre ellos algunos baobabs.

Una de estas casas pertenece a un artista local llamado Jean. Las paredes de la casa están llenas de figuras talladas, algunas ciertamente surrealistas. Vale la pena dar una vuelta por el poblado de Djilapao antes de reiniciar la marcha por el río.

Tras otro buen rato de navegación llegamos al embarcador de Affiniam.

Aquí dejamos la canoa y andamos 1 km por una pista, en compañía de nuestro barquero, hasta llegar al inicio del poblado de Affiniam, donde se encuentra uno de los Campamentos Rurales de la zona (CRI o Campement Rural Integré, en francés).

Aprovechamos para almorzar en el CRI de Affiniam (incluido en el precio de la excursión). El menú consta de un entrante a base de tomates y después un plato de pescado capitaine con arroz y berenjenas fritas. Exquisito.

Después de comer esperamos un rato a que el sol baje un poco antes de iniciar la vuelta a Ziguinchor, ya que, según nuestro guía-barquero, así tendremos muchas más posibilidades de ver aves en el viaje de regreso.

Paisaje rural cerca de Affiniam, en la Alta Casamanza
Paisaje rural cerca de Affiniam, en la Alta Casamanza

Mientras aprovechamos para ver detenidamente la case à impluvium donde nos encontrábamos y para dar una vuelta por el pueblo de Affiniam.

Iniciamos la vuelta a Ziguinchor pasadas las 16:30.

Primeramente fuimos andando hasta el embarcadero, subimos a la canoa e iniciamos la navegación por un camino fluvial distinto al seguido por la mañana.

Fuimos navegando por innumerables canales, rodeados de manglares, y tuvimos la oportunidad de ver muchas aves, entre ellas a los fotogénicos flamencos rosados.

Llegamos a Ziguinchor sobre las 18:00 y pagamos al barquero el resto de la excursión. Muy recomendable.

CAMPAMENTOS RURALES INTEGRADOS

Los campamentos rurales son construidos por la población local, gestionados como una cooperativa y financiados mediante préstamos gubernamentales.

Funcionan como alojamiento bastante básico y como restaurante. Las ganancias se reinvierten en servicios para la comunidad como escuelas, clínicas, etc.

El CRI de Affiniam es de los pocos que han sobrevivido intactos a pesar del conflicto armado en la zona y que aún continúa abierto. Además este tiene la particularidad de que ocupa una case à impluvium, construcción tradicional y típica de las poblaciones Diola de la Casamanza.

Se trata de un enorme vivienda circular hecha de barro que en épocas de guerra servía de refugio a la población local. El agua de la lluvia que cae sobre el tejado es conducida a un tanque que hay en el centro de la casa.

CAP SKIRRING. Unos 45 km al oeste de Ziguinchor, sobre la costa atlántica de la Baja Casamanza y a menos de 5 km de la frontera con Guinea-Bissau se encuentra esta población, que cuenta con playas que están consideradas entre las más bonitas del África Occidental.

Según parece aquí se concentra un gran número de turismo europeo de paquete de playa, mayormente francés, aunque en el momento de nuestra visita lo cierto es que vimos muy poca gente.

Cap Skirring no tiene otro interés que la playa y la animación nocturna para quien busque este tipo de cosas.

Nuestro planteamiento era ir y volver en el mismo día a Cap Skirring, ya que nuestro objetivo no era otro que ver sus playas y disfrutar del trayecto por la Baja Casamanza.

Para ello fuimos temprano a la gare routière de Ziguinchor. Una vez allí tomamos el primer Peugeot-taxi que salía hacia Cap Skirring y que cuesta 1.250 CFA cada uno.

Al principio y al final del trayecto la carretera está en buen estado, pero hay un buen trecho con centro en Oussouye en el que hay auténticos cráteres sobre el asfalto.

Además, en sólo 45 km encontramos hasta seis controles militares y en la mitad de ellos tuvimos que bajar del vehículo para mostrar nuestro pasaporte. Por todo ello tardamos unas dos horas en llegar a Cap Skirring.

El Peugeot-taxi nos dejó en la Gare Routière de Cap Skirring, desde donde andamos por la calle principal hacia el sur, pasando por delante de pequeños hoteles, bares, restaurantes y tiendas turísticas que hacen de barrera entre esta calle y la playa.

Playa de Cap Skirring, con vacas tomando el sol
Playa de Cap Skirring, con vacas tomando el sol

Al llegar a la altura del hotel La Paillote cruzamos por su bonito jardín para llegar a la playa y nos encontrarnos frente a frente con el Océano Atlántico.

Caminamos un buen rato por la arena de la playa hacia el sur.

Ocasionalmente nos encontramos algún vendedor a la búsqueda de turistas, algún turista de paseo como nosotros, y también algunas vacas tomando el sol sobre la arena de la playa.

Lo cierto es que estas playas son muy tranquilas y también bonitas, porqué no decirlo, aunque opinamos que tampoco son nada extraordinario si las comparamos con otras que ya hemos visto por el mundo. Pero es cuestión de gustos!!.

Después volvimos hacia el norte, también siguiendo la playa y en dirección al pueblo, y sin buscarlo nos encontramos con la playa privada del complejo turístico Club Mediterranée.

Unos cuantos vigilantes privados controlaban todo lo que se mueve en la playa, y aunque nadie nos dijo nada (seguramente por ser blancos), la verdad es que nos sentíamos observados y vigilados.

Dado que el lado norte de esta playa estaba cerrado mediante una valla de alambre de espino tuvimos que pedir a uno de los vigilantes del complejo que nos abriera una puerta para poder salir de la playa por ese lado y no tener que volver atrás.

En ese momento entendimos porque la población local llamaba, con mucha ironía, prisión turística a ese complejo Club Med. Lo cierto es que nos pareció un auténtico guetto para turistas.

Continuando más hacia el norte llegamos al pequeño pueblo de pescadores, con una gran cantidad de barracas y de canoas de pesca sobre la arena.

Después tomamos un camino de arena hacia la derecha y 800 metros más allá ya estábamos de nuevo en el centro del pequeño núcleo de casas de Cap Skirring.

Aquí aprovechamos para comer algo en el restaurante La Case Bambou, situado en la calle principal y junto al aeropuerto de Cap Skirring, donde comimos muy bien y a un precio razonable.

Después nos dirigimos a la Gare Routière de Cap Skirring y tomamos el primer Peugeot-taxi hacia Ziguinchor.


Visitando Dakar y alrededores

DAKAR

Cómo llegar

Nuestro largo viaje desde Ziguinchor a Dakar empezó a las 6:30 de la mañana, cuando salimos andando del hotel hacia la Gare Routière de Ziguinchor.

Una vez allí conseguimos dos plazas en el primer Peugeot-taxi que salía hacia Dakar (nos costó 6.500 CFA cada uno más 1.000 CFA del equipaje).

La razón de esta hora tan temprana es porque presumíamos que el viaje serìa muy largo y no queríamos llegar muy tarde a Dakar, además de ahorrarnos así algunas horas de calor.

Salimos de Ziguinchor pasadas las 7 de la mañana. Recorrimos los kilómetros más o menos rápidamente hasta llegar a la frontera con Gambia.

Allí bajamos del vehículo para sellar el pasaporte (pagando religiosamente 1.000 CFA cada uno) y tras pasar el horrible tramo de carretera ya mencionado en la descripción del viaje de ida llegamos a la cola del ferry a las 10:00.

Tuvimos que esperar hasta tres ferrys para que llegara el turno de subir nuestro taxi. Entre la espera y cruzar invertimos más de 90 minutos para pasar al otro lado del río Gambia.

Continuamos viaje hasta llegar a Farafenni, donde bajamos otra vez para sellar la salida de Gambia en el pasaporte (y, como no, para pagar 1.000 CFA más cada uno).

Un poco más adelante bajamos para sellar la entrada en el puesto fronterizo senegalés. Eran ya las 12:45 y el calor comenzaba a apretar.

Al llegar a Kaolack el taxi tomó la carretera hacia Mbour. A los pocos kilómetros de dejar Kaolack atrás empezamos a encontrar tramos de carretera que estaban cortados por obras, por lo que nuestro taxi se vió obligado a desviarse y circular por pistas polvorientas, y así durante muchos kilómetros.

Los pasajeros quedamos cubiertos de polvo y del humo negro de los camiones. En medio de este infierno alcanzamos a ver, en un punto entre Kaolack y Mbour, un maravilloso paisaje de baobabs.

Continuando con el trayecto pasamos por la población de Mbour y un poco más allá también pasamos muy cerca de la zona turística de Saly-Portugal.

Más adelante conectamos con la autovía de Rufisque y finalmente llegamos a la Gare Pompiers de Dakar a las 17:30. Desde aquí tomamos un taxi que por 500 CFA nos llevó al centro de la ciudad.

En total empleamos 10'5 horas en recorrer los 450 km de distancia entre Ziguinchor y Dakar.

Nota: La ruta de Ziguinchor a Dakar que acabamos de describir es la más habitual y es la que sigue la carretera llamada Trans-Gambian Highway, cruzando el río Gambia con el ferry entre Soma y Farafenni.

Pero si hubiéramos dispuesto de uno o dos días adicionales, nosotros hubiéramos regresado a Dakar siguiendo otra ruta, la cual nos hubiera permitido hacer noche en Banjul, la capital de Gambia.

Esta ruta sería la siguiente: ir de Ziguinchor a Séléti, cruzar la frontera para llegar a Giboro y de ahí a Banjul, y al día siguiente hacer el trayecto de Banjul a Barra en ferry, de Barra a Karang cruzando la frontera y, finalmente, de Karang a Dakar. Pero para seguir esta ruta hay que disponer de al menos dos días.

Dormir y comer

En el Hotel Continental (rue Galandou Diouf, 10) una habitación doble con baño y A/C nos cuesta 18.000 CFA. A pesar de lo rimbombante de su nombre se trata de un sitio algo cutre que, posiblemente, tuvo tiempos mejores ya hace décadas, pero al menos es bastante céntrico.

Muy recomendable el Restaurant du Centre (calle el Haji M'Baye Guéye, 7), ya que se come bastante bien y a un precio razonable.

También recomendamos el restaurante libanés Adonis (Av. George Pompidou). Cerca del hotel está el bar-restaurante La Villa, un lugar con buena música para tomar algo en un ambiente agradable.

Para desayunar o merendar vale la pena probar en La Palmeraie, unos 200 metros al oeste del anterior.

Hay una oficina de cambio junto a la fachada sur del Hôtel de l'Independance, en la Av. G. Pompidou.

Cosas a ver y hacer

DAKAR. La capital de Senegal es una ciudad cuyo centro es relativamente pequeño y con una estructura urbana fácil, por lo que la mejor manera de visitarla es mediante un recorrido a pie por sus calles.

Vista del Palacio Presidencial (Dakar)
Vista del Palacio Presidencial (Dakar)

A continuación sugerimos un posible itinerario a pie por el centro de Dakar que nosotros seguimos:

Desde la Place de l'Independance tomamos la concurrida avenue George Pompidou.

A continuación bajamos hacia el sur por rue Gomis y giramos al oeste por la rue Victor Hugo hasta llegar a la Catedral de Nuestra Señora de las Victorias, situada en el Boulevard de la République.

Siguiendo este mismo bulevar hacia el este llegamos ante el Palacio Presidencial, con unos bonitos y cuidados jardines, y dos guardas con un llamativo uniforme a la entrada.

Continuando por la Av. Leopold Senghor hacia el norte giramos a la derecha por la Rue Carnot y bajamos por unas escaleras hasta la Route de la Corniche, ya junto al océano, desde donde tenemos una buena vista sobre la Plage des Enfants y también del imponente y blanco palacio presidencial, visto por detrás.

Esta zona de la ciudad es bastante bonita, con algunos edificios que son interesantes (un ejemplo es el que ocupa la Embajada Francesa, al final de la calle Assane Ndoye.

Siguiendo la calle Salva llegamos ante el mercado cubierto Marché Kermel, un precioso edificio de estilo victoriano.

El bonito edificio del Marché Kermel (Dakar)
El bonito edificio del Marché Kermel (Dakar)

Junto al mercado hay algunos tenderetes de artesanía donde poder comprar algún recuerdo de Senegal.

Desde aquí volvemos a la Place de l'Independance, el punto inicial de la ruta, siguiendo la Rue des Essarts.

Aprovechamos para subir a la terraza del Hôtel de l'Independance, situada en la planta 17 de este alto edificio que domina la plaza.

Desde esta terraza hay unas magníficas vistas sobre buena parte de Dakar e incluso de la isla de Gorée.

Y descansamos un rato sentados en un banco de la Place de l'Independance, un lugar privilegiado para ver transcurrir la sosegada vida de esta parte de Dakar.

Patrimonio de la Humanidad ISLA DE GOREA (île de Gorée en francés). Esta pequeña isla fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 1978 y se encuentra sólo a 3 km al este de Dakar.

En la isla viven unos 1.000 habitantes, y en ella no hay coches ni bicicletas ni carreteras asfaltadas, por lo que es un remanso de paz y tranquilidad.

Vista parcial de la isla de Gorea desde el ferry
Vista parcial de la isla de Gorea desde el ferry

Posee bonitas casas de estilo colonial y algunos edificios singulares como el viejo ayuntamiento o el castillo, además de estrechas calles y jardines repletos de buganvillas.

Puesto que el castillo se encuentra ubicado sobre una plataforma rocosa elevada, las vistas sobre la propia isla y sobre Dakar son espléndidas.

También tiene su punto la pequeña playa que hay junto al embarcadero.

Y por último, destacamos el muy recomendable Museo de los Esclavos (la entrada cuesta 500 CFA).

El principal interés de este interesante museo radica en conocer la relación histórica de la isla de Gorea con la trata de esclavos, bastante bien explicada a través de unos paneles explicativos.

Visitando la pequeña iglesia de St. Charles asistimos por casualidad a una misa (domingo a las 10 de la mañana) donde un grupo coral canta acompañado por músicos con tambores, un órgano y una guitarra.

Por la calidez y el sentimiento de las voces negras, la música y el lugar en sí, lo cierto es que nos emocionó mucho.

Todo ello hace de Gorea un lugar con mucho encanto y muy fotogénico y, gracias al pequeño tamaño de la isla, se puede recorrer a pie de una punta a otra sin ningún esfuerzo.

En una de las calles de la isla de Gorea
En una de las calles de la isla de Gorea

La terminal del ferry a la isla de Gorea se encuentra enfrente de la preciosa estación de ferrocarril de Dakar y a sólo 400 metros de nuestro hotel.

Hay varios servicios de ferry al día, pero durante el fin de semana disminuye la frecuencia.

El domingo, por ejemplo, el primer ferry del día es a las 7:00 y el siguiente a las 9:00.

El billete de ida y vuelta cuesta 5.000 CFA cada uno (precio para extranjeros no africanos).

El trayecto a la isla es una agradable navegación de 20 minutos, con magníficas vistas tanto de la isla como del frente marítimo de Dakar.

Pudimos comprobar que los grupos de turistas comienzan a llegar en masa a la isla en el ferry de las 11:00, por lo que si queréis disfrutar de la tranquilidad de la isla conviene tomar uno de los dos primeros ferrys del día.

LAGO ROSA (también conocido localmente como Lac Retba). Este conocido lago (en el pasado solía ser el escenario de la etapa final del rally París-Dakar) tiene una superficie de 3 km2 y debe su nombre al hecho de que sus aguas se vuelven de color rosáceo, sobre todo durante la estación seca (de noviembre a junio), gracias a un alga llamada Dunaliella salina, la cual fabrica un pigmento rojo con el objetivo de absorber la luz del sol.

Además su nivel de salinidad es altísimo, llegando en algunas zonas a tener una concentración del 40%. Gracias a ello, y al igual que ocurre en el Mar Muerto, aquí es casi imposible que una persona pueda hundirse en el agua.

Realmente el color del agua del lago es increíble, de un color rosa tirando a rojo burdeos.

Cerca de las salinas de Niaga-Peul, en el lado sur del lago, la orilla está delimitada por una franja de sal blanca de casi un metro de anchura.

Cerca de las salinas de Niaga-Peul, en el lago Rosa
Cerca de las salinas de Niaga-Peul, en el lago Rosa

En la otra orilla llaman la atención las grandes dunas de arena clara. Por otra parte, vale la pena llegar hasta las salinas de Niaga-Peul y visitarlas.

En conjunto el paisaje es bastante impactante y realmente bonito, además de dar mucho juego a la hora de tomar fotografías, por el contraste entre los colores de la sal, del agua y de las pequeñas canoas que se usan para transportar la sal que se extrae del fondo del lago hasta la orilla.

Para ver el color del lago en su máxima intensidad conviene visitarlo en las horas en que el sol está más alto, y mejor en la estación seca, cuando el lago es menos profundo.

También recomendamos hacer la visita a una hora intempestiva para los grupos de turistas y así poder disfrutar del lugar en soledad. Nosotros llegamos al lago a la hora de comer, sobre las 13:30, y no encontramos a casi nadie. Quizás fue casualidad, pero valió la pena.

Para llegar al lago Rosa, situado a unos 30 km al nordeste de Dakar, no hay transporte local. En transporte público podríamos llegar, como muy cerca, a la población de Niaga, situada a 5 km del lago.

Este último trayecto se podría hacer contratando un taxi en Niaga, o bien andando, pero a pleno sol del día esta opción puede ser terrible.

Nosotros optamos por tomar un taxi desde Dakar. En la plaza Independence paramos uno y negociamos el precio para ir al lago Rosa, esperar allí una hora y volver a Dakar. Finalmente acordamos un precio total de 10.000 CFA.

El trayecto desde Dakar al lago Rosa lo hicimos en 45 minutos, pasando por las poblaciones de Keur Massar y Niaga, y parando finalmente en Ker Djinné, donde hay un campamento y varios restaurantes junto a la orilla oeste del lago. Aquí nos esperó el taxi mientras nosotros visitamos la zona, para volver después nuevamente a Dakar.

Y el viaje se acaba ...

A la hora acordada el taxi nos recoge en el hotel para ir al aeropuerto. Pagamos 3.000 CFA por el trayecto, precio pactado previamente con el mismo taxista que nos llevó al lago Retba.

Debido a que era tarde y no había mucho tráfico llegamos al aeropuerto en sólo 20 minutos, pero durante el día convendría contar con bastante más tiempo para este trayecto.

Una vez en el aeropuerto embarcamos en un vuelo de Dakar a Lisboa (3 horas y 25 minutos), donde conectamos con el vuelo de Lisboa a Barcelona (90 minutos), ambos de la compañía lusa TAP.


Relato de un viaje a Senegambia por libre - Ventura Castells [2008]
Relato de un viaje a Senegal y Gambia - Albert Guàrdia [2007]
Au-Senegal - Información turística y práctica de Senegal.
Senegal Travel - Mini-guía de Lonely Planet sobre Senegal (en inglés).