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Bandera de Madagascar

MADAGASCAR

Guía y relato de un viaje por libre a Madagascar

En este viaje independiente de 27 días por la isla de Madagascar, recorrimos en transporte público toda la RN-7 entre Antananarivo y Toliara, así como la región de Morondava, la ruta de Soanierana a Antananarivo, la ruta entre Antsiranana y Ankify, y las islas de Sainte-Marie, Aux Nattes, Nosy Be, Nosy Komba y Nosy Talikely.

Yolanda y Toni (Viatgeaddictes)
Published on Travel date: 2009 | Published on 13/07/2009
Last updated: 04/2022
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Introducción

Madagascar es la cuarta mayor isla del mundo en superficie, tras Groenlandia, Nueva Guinea y Borneo. Está bañada por el Océano Índico y situada frente a la costa sudeste del continente africano, separada de él por el canal de Mozambique.

También recibe el sobrenombre de la Isla Roja debido al hecho de que el suelo que cubre buena parte de su territorio está compuesto de laterita (rico en hierro y aluminio) y con la erosión su color rojizo queda expuesto a la vista.

La actual Madagascar se separó hace millones de años del continente africano y su posterior aislamiento ha hecho que en su territorio haya multitud de especies animales y vegetales únicas en el mundo, entre las que destacan los lémures, el fossa carnívoro o casi todas las familias de baobabs.

Otra particularidad es que la presencia humana en la isla es bastante reciente y posiblemente no va más allá de 2.000 años. Y pese a estar mucho más cerca de África que de Asia y Oceanía resulta que los primeros pobladores de Madagascar llegaron por mar probablemente desde las islas de Borneo o Célebes, en la actual Indonesia.

Así no sorprende encontrar en Madagascar muchos rasgos asiáticos y/o polinesios en su población local. La lengua malgache, por su parte, es de origen malayo-polinesio. También la presencia de cebúes y los paisajes de arrozales nos remiten más al sudeste asiático que a África.

A la vez o poco después que esos primeros pobladores llegaron al oeste de Madagascar colonos bantúes desde el continente africano. Con el paso de los siglos también llegaron a la isla árabes y europeos.

Por ello Madagascar es un destino muy interesante y recomendable para amantes de la naturaleza, con sus rarezas en flora y fauna, así como sus grandes y variados paisajes, entre los que destacamos la peculiaridad del tsingy (paisaje formado por pináculos de roca caliza).

Pero tampoco defrauda a quienes busquen aventura (trekking, escalada, submarinismo, etc), historia y cultura, etnias, playas, compras, y mucho más. Igual que recomendamos vivamente la visita a Madagascar también recomendamos hacerlo cuanto antes mejor porque, aunque los últimos gobiernos malgaches están haciendo un esfuerzo en conservar las inmensas riquezas naturales del país, la extrema pobreza de su población (el Banco Mundial estima que un 70% de su población vive con un 1 US$ o menos al día) crea una gran presión sobre los bosques de Madagascar en la búsqueda de nuevas tierras cultivables.


Ficha técnica del viaje

Fecha del viaje

Del 30 de agosto al 25 de septiembre de 2009.

Itinerario

mapa

Día 1: Barcelona → flight → París/Orly - París/CDG → flight → ...

Día 2: ... → flight → Antananarivo

Día 3: Antananarivo - Ambohimanga - Antananarivo

Día 4: Antananarivo - Antsirabe

Día 5: Antsirabe - Ambositra

Día 6: Ambositra - Fianarantsoa

Día 7: Fianarantsoa - Sahambavy - P. N. Ranomafana - Fianarantsoa

Día 8: Fianarantsoa - Ambalavao

Día 9: Ambalavao - Ihosy - Ranohira

Día 10: Ranohira (P. N. Isalo)

Día 11: Ranohira - Toliara

Día 12: Toliara → flight → Morombe → flight → Morondava

Día 13: Morondava

Día 14: Morondava - R. E. Andranomena - Avenida de los Baobabs - Morondava

Día 15: Morondava → flight → Antananarivo → flight → Sainte-Marie

Día 16: Sainte-Marie - Aux Nattes - Sainte-Marie

Día 17: Sainte-Marie

Día 18: Sainte-Marie → ferry → Soanierana - Tamatave - Andasibe

Día 19: Andasibe (P. N. Andasibe) - Moramanga - Antananarivo

Día 20: Antananarivo → flight → Diego Suárez

Día 21: Diego Suárez y alrededores

Día 22: Diego Suárez - P. N. Montagne d'Ambre - Diego Suárez

Día 23: Diego Suárez - Mahamasina

Día 24: Mahamasina (P. N. Ankarana) - Ambilove - Ambanja - Ankify → ferry → Hell-Ville

Día 25: Hell-Ville (Nosy Be) - Andilana - Hell-Ville

Día 26: Hell-Ville - Nosy Komba - Nosy Talikely - Hell-Villeflight → ...

Día 27: ... → flight → París/CDG → flight → Barcelona

Esta ruta cubre algunos de los principales puntos de interés en Madagascar, como los que se encuentran a lo largo de la RN-7 entre Antananarivo y Toliara, la región de Morondava, la isla de Sainte-Marie, el trayecto entre Tamatave y Antananarivo o el norte del país, pero se podrían añadir unos cuantos más: el descenso del río Tsiribihina y el Tsingy de Bemaraha, Fort Dauphin y alrededores, el trayecto en tren Fianar-Manakara, la zona de Masoala, Majunja, y tantos otros.

Moneda

La moneda oficial de Madagascar es el ariary malgache (MGA o Ar). Cada ariary se subdivide en 5 iraimbilanja (antiguos francos), por lo que es una de las dos únicas monedas del mundo, juntamente con la moneda mauritana, en que sus unidades fraccionarias no siguen un modelo decimal.

Cambio medio durante nuestro viaje: 1 Eur = 2.780 Ar. Ver cambio oficial actualizado en la página XE Conversion: Eur -> Ar.

Los euros se cambian sin problemas y, a diferencia de lo que suele pasar habitualmente, en la oficina de cambio del aeropuerto de Antananarivo el cambio obtenido es tan bueno como el de la ciudad. En las ciudades malgaches no hay una gran oferta de lugares para cambiar, pero no es difícil encontrar algún cambista o bien algún banco que cambie, como el BVF. De todos modos fuera de las ciudades o en lugares rurales es conveniente llevar suficiente moneda local para no encontrarse sin dinero, porque aunque muchas veces se acepta el pago directamente en euros el cambio que nos hagan puede ser bastante malo.

Gastos del viaje

+ 920 € (vuelo París-Antananarivo y Nosy Be-París)
+ 176 € (vuelo conexión BCN-París y París-BCN)
+ 420 € (4 vuelos domésticos en Madagascar)
+ 68 € (entradas y guías en parques nacionales)
+ 264 € (alojamiento)
+ 447 € (transporte, taxis, comida, otros)
= 2.295 € (total por persona)

Madagascar no es, en principio y tratándose de África, un país demasiado caro en el día a día del viajero si exceptuamos la visita a los parques nacionales, así como otras actividades y excursiones que requieran de transporte privado, guías, etc. En cuanto al alojamiento lo hay casi para todos los gustos, desde campings o modestas cabañas en algunos parques a auténticos hoteles boutique de lujo para clientes europeos de presupuesto holgado. En general la relación calidad/precio de los hoteles es bastante buena. Otra partida en la que fácilmente podemos llegar a gastar bastante dinero es en la compra de recuerdos, ya que es tanta la oferta y la calidad de estos que es fácil sentirse atraido por máscaras, instrumentos musicales, baobabs de raphia, vainilla, ropa, etc.

Visado

Servicios consulares de Madagascar

Consulado de Madagascar en Barcelona
C/ Roger de Llúria, 85 - pral. 2ª - 08009 Barcelona; tel 93 272 21 25

Embajada de Madagascar en Francia
4, Avenue Raphael - 75016 París; tel: 01 45 04 62 11

Para viajar a Madagascar es necesario un visado y un pasaporte con un periodo de validez mínimo de 6 meses.

El visado se puede obtener a la llegada al aeropuerto de Antananarivo (para estancias en el país no superiores a los 30 días) o antes del viaje en los Consulados y Embajadas de la República de Madagascar.

Desde el 20 de Abril hasta el 31 de Diciembre de 2009 el visado de entrada con una estancia máxima de 30 días era gratuito, siendo esta una medida temporal del Gobierno malgache para intentar recuperar el turismo perdido como consecuencia de los problemas de signo político ocurridos en el país a comienzos de 2009. Al parecer, la gratuidad de este visado en el aeropuerto se mantiene por ahora y al menos hasta finales de 2010 (este mismo visado gestionado a través del Consulado cuesta 15 € por los gastos de gestión).

Para estancias más largas en el país se puede optar por tramitar un visado a través del Consulado que cuesta 70 € y que permite una estancia de entre 30 y 60 días. Otra opción sería si tenemos planeada una escapada de ida y vuelta desde Madagascar a las islas Comores, a Mauricio o a Reunión, ya que entonces podemos partir la estancia en Madagascar en dos periodos de menos de 30 días y así tenemos los dos visados gratuitos.

Salud y vacunación

No hay ninguna vacuna obligatoria (con la excepción de la vacuna de la fiebre amarilla si se ha viajado por alguna zona infectada en los últimos 6 meses). Habitualmente se aconseja seguir la profilaxis para la malaria, pero en cualquier caso conviene seguir las indicaciones que puedan darnos en un Centro de vacunación internacional en función de nuestro tipo de viaje.

Seguridad

Tras varias semanas de tensiones, a mediados de marzo de 2009 militares opositores al gobierno del presidente Marc Ravalomanana tomaron varios edificios estatales, por lo que al día siguiente el presidente dimitió y cedió el poder al almirante Hyppolite Ramaroson. Pero como la mayor parte de la cúpula militar apoyaba a Andry Rajoelina, entonces alcalde de Antananarivo, este último se autoproclamó Líder de la transición. La mayoría de organismos internacionales no han reconocido al nuevo gobierno al entender que este se instaló en el poder a la fuerza. En los violentos choques que se produjeron como consecuencia de este cambio de gobierno murieron más de 180 personas. A mediados de 2010 la situación política en Madagascar sigue siendo inestable, pero desde hace ya unos meses la situación es de relativa calma. De todos modos conviene estar al tanto y evitar las manifestaciones y enfrentamientos entre manifestantes y policías que puedan producirse, sobre todo en la capital. En cuanto al resto del país la situación es más estable y tranquila que en Antananarivo.

Respecto a la delincuencia común se aconseja no salir de noche por Antananarivo y ser discreto durante el día, pero sin caer en la obsesión. En cualquier caso hay que tomar las precauciones habituales y usar el sentido común, estando siempre vigilantes, sobre todo en lugares públicos muy concurridos o por el contrario solitarios y con poca iluminación.

Dicho esto, nuestra experiencia al respecto a lo largo y ancho del país fue muy positiva y en ningún momento sentimos la más mínima inquietud y ello a pesar de ir por libre por sitios realmente insospechados y que a priori no parecían muy recomendables.

Transporte

Avión. Los vuelos desde Europa a Madagascar han sido tradicionalmente muy caros, pero por suerte en los últimos años han aparecido nuevas compañías aéreas en esta ruta y con la competencia los precios son ahora algo más razonables. Todas las opciones disponibles más inmediatas son vuelos desde París y son las siguientes, ordenadas de más baratas a más caras (+ o -):

- CorsairFly. Vuelo directo París-Antananarivo (dependiendo del vuelo escogido). Sin conexiones a París.
- Air Austral. Vuelo París-Antananarivo con cambio de avión en la isla de Reunión. Sin conexiones a París.
- Air Madagascar. Vuelo directo París-Antananarivo. Sin conexiones a París.
- Air France. Vuelo directo París-Antananarivo. Conexiones a París desde varias ciudades españolas.
- Air Mauritius. Vuelo París-Antananarivo con cambio de avión en la isla de Mauricio. Ofrece conexión a París desde Madrid.

El hecho de que algunas de estas opciones no ofrezcan conexiones a París significa que no permiten comprar el vuelo de conexión a París desde alguna ciudad española dentro del mismo billete, por lo que deberemos comprar separadamente las conexiones por nuestra cuenta, teniendo la precaución, eso sí, de dejar suficiente tiempo entre vuelos para cualquier imprevisto ya que ninguna compañía se hará responsable si llegamos tarde al enlace. Por otra parte, sólo Air Madagascar permite entrar por un aeropuerto y salir por otro (entrar por Antananarivo y salir desde Nosy Be, por ejemplo). Por último hay que tener en cuenta que si compramos nuestro vuelo internacional con Air Madagascar podemos conseguir hasta un 50% de descuento sobre el precio de cualquier vuelo doméstico, pero estos deben ser comprados antes de volar a Madagascar y a través de un agente de Air Madagascar.

Un truco para conseguir los mejores precios en vuelos a Madagascar (Antananarivo, TNR) buscando a través de un buscador, como por ejemplo Rumbo, es poner París (PAR) como aeropuerto origen en vez de Barcelona o Madrid, ya que si las conexiones a París no están incluidas entonces el precio final dado por el buscador se dispara.

En nuestro caso, tras analizar todas las alternativas, nos decantamos por Air Madagascar por varias razones: los vuelos de ida y vuelta nos iban bien en fechas y horarios; era un vuelo directo; nos permitía entrar por la capital y volver desde la isla de Nosy Be; y, muy importante, nos permitía ahorrarnos dinero en la compra de los cuatro vuelos interiores que teníamos en mente. Los aviones de Air Madagascar para estos vuelos están bien, aunque quizás el servicio a bordo sea mejorable.

Vuelos domésticos. Las distancias en Madagascar son grandes y el transporte terrestre puede ser desesperadamente lento o difícil en algunas rutas, por lo que si se pretende visitar varias zonas del país y no se dispone del tiempo suficiente los vuelos internos son una buena opción, aunque no barata. Como las ciudades con aeropuerto y las frecuencias de vuelo son limitadas a veces hay que hacer auténtico encaje de bolillos para cuadrar nuestro itinerario previsto con los vuelos. En la web de esta compañía encontraréis la página Programme de vols donde podréis consultar horarios y días de vuelo de Air Madagascar entre dos puntos (tanto en vuelos domésticos como internacionales).

Si volamos a Madagascar con Air Madagascar podemos beneficiarnos de un descuento de hasta el 50% en el precio de los vuelos internos si compramos estos a la vez que el internacional o bien con posterioridad, pero siempre antes de volar a Madagascar. Además hay que comprarlos a través de un agente autorizado (no en un buscador), que en España es Global Representación Turística (c/ València 266 4º !ª - Barcelona; tel. 93 487 63 86).

En nuestro caso compramos los vuelos Toliara-Morondava, Morondava-Antananarivo, Antananarivo-Sainte-Marie, y Antananarivo-Antsiranana. Sólo así pudimos ir de punta a punta del país con los días disponibles. Aunque los vuelos de Air Madagascar tienen cierta fama de sufrir retrasos o cancelaciones la verdad es que nosotros no tuvimos ningún tipo de problema con ninguno de ellos. De hecho, todos nuestros vuelos acabaron saliendo unos minutos antes de la hora programada.

Taxi-brousse (pronunciado taxi-brús). Suelen ser minibuses que funcionan como taxis compartidos. Es la forma más económica de moverse por Madagascar y es la que utiliza la mayoría de población local, por lo que no hay mejor forma de interactuar con los malgaches y de entender como es su día a día, pero hay que estar realmente preparados para sufrir lo indecible, especialmente en trayectos medios y largos. Normalmente salen de la terminal (gare-routière) cuando se llenan y entre que la carretera suele ser horrible y que paran a cada momento (tomar y dejar pasajeros, controles policiales, paradas para fumar, orinar o vaya usted a saber que) a veces el viaje se eterniza... y eso si no se avería la furgoneta o encontramos unas obras que cortan la carretera. Además es posible que vayamos embutidos en un espacio muy reducido o que vayamos sin A/A o sin calefacción. Pero todo ello, que para nosotros no dejará de ser una anécdota de viaje, para los malgaches es su día a día.

Como consecuencia de numerosos largos trayectos en taxi-brousse por todo el país acabamos creando una adaptación de la canción «El blues del autobús» de Miguel Ríos que en nuestro caso pasó a llamarse «El blues del taxi-brousse», con el siguiente estribillo:

Vivo en la carretera
dentro de un taxi-brousse
vivo en la carretera
aparcado en un rincón del bus
vivo en la carretera
siempre miro hacia el sur
vivo en la carretera
el blues del taxi-brousse...

Si pudiéramos parar un minuto más
necesito descansar
Si pudiéramos acomodarnos un poco más
antes de empezar a llegar.

Años atrás hubo servicios especiales de transporte en minibús, con nombres como Madabus o Gasycar, que recorrían las rutas más turísticas de Madagascar, pero por razones diversas ambas dejaron de existir. Y ahora por ahora, con tan poco turismo en el país no parece un buen momento para instaurar un servicio así, ya que se requiere de una cierta masa crítica de viajeros.

Tren. En este momento la única línea para pasajeros en todo el país es la que va desde Fianarantsoa a Manakara, en la costa este, y es una línea con bastante popularidad entre viajeros aventureros: yendo todo bien son 7 horas de viaje, pero los retrasos o cancelaciones no son raros. Nosotros no lo tomamos, aunque sí nos cruzamos con él un par de veces yendo hacia Sahambavy. A este tren los malgaches le llaman, por analogía al tren de alta velocidad francés, el TGV (Train à Grande Vibration) o también TGL (Train à Grande Lenteur)... sentido del humor no les falta!!.

Barco. Para los trayectos de la isla principal a otras islas importantes, como Saint-Marie o Nosy Be, o entre islas los ferries son la única opción aparte del avión.

Pousse-pousse (pronunciado pus-pus). Se trata del rickshaw local (vehículo ligero de dos ruedas, de 1 ó 2 plazas y tirado por un hombre), un medio de transporte bastante frecuente en las ciudades malgaches. Aunque a priori podamos tener algunos reparos en tomarlos debemos pensar que para muchos hombres del país es su única forma de sustento. También los hay en formato bicicleta.

Taxi / transporte privado. Para desplazarnos a lugares donde no llegan los taxi-brousse (o lo hacen de forma irregular) el taxi privado puede ser la alternativa, siendo necesario siempre pactar el precio antes.

También hay viajeros que contratan un vehículo (4WD o normal) con conductor para rutas de varios días, como por ejemplo la que transcurre por la popular RN-7, de Antananarivo a Toliara. Para este caso concreto sólo es justificable el transporte privado por la comodidad, ya que en esta ruta sí hay abundante transporte público y realmente no es necesario un vehículo privado (y menos un 4x4) si no es que se pretenden hacer excursiones fuera de la ruta principal. De todos modos, para el alquiler de vehículo con conductor una agencia seria y recomendada por varios viajeros es Mad Trekking, aunque hay muchas otras.

Parques nacionales en Madagascar

Desde 2003 el gobierno malgache se ha comprometido a aumentar las áreas protegidas de Madagascar hasta cubrir un 10% del territorio, cuya riquísima flora y fauna están gravemente amenazadas por la enorme deforestación que se lleva a cabo año tras año para obtener nuevos pastos y tierras de cultivo (se calculan unas 200.000 Ha. anuales).

En la actualidad estas áreas protegidas, gestionadas por la Madagascar National Parks Association (ANGAP), se clasifican en Parques Nacionales, Reservas Naturales Integrales, Reservas Especiales, y Reservas Privadas.

En general, para visitar estas áreas protegidas es necesario pagar una entrada y alquilar un guía para realizar el circuito escogido dentro del parque. El precio de la entrada depende de la categoría del parque y del nº de días que pasemos en él: los de categoría A (Isalo, Andasibe-Mantadia, Ranomafana, Montagne d'Ambre, Ankarana, Tsingy de Bemaraha y Ankarafantsika) son, en general, los más populares entre los viajeros y su precio es unas 2,5 veces superior a la del resto de parques y reservas. En cuanto al precio del guía dependerá de la duración y tipo de circuito, y su precio es fijo de 1 a 5 personas, por lo que si es posible conviene ser varios para repartir su coste. Todo ello se puede contratar fácilmente en la oficina del parque que encontraremos a la entrada. En cualquier caso conviene asegurarse de que el guía escogido habla un idioma con el que nos sintamos cómodos y de que se trata de un guía reconocido por las autoridades del parque (en un panel a la entrada suele haber los nombres y fotos de todos ellos).

Visitar los parques durante las primeras de la mañana o las últimas de la tarde (o de noche, si es posible) suele proporcionar mayores posibilidades de ver animales, ya que a esas horas estos son más activos. Y para hacer buenas fotos o simplemente ver a los, a veces, esquivos animales en su hábitat conviene llevar un buen teleobjetivo y/o prismáticos.

Gastronomía

El alimento básico de la cocina malgache es el arroz y este acompaña muchos de sus platos. En general la gastronomía de Madagascar tiene influencias de las cocinas francesa, china, india e incluso árabe. Entre sus platos más destacables está el marisco, las ancas de rana y cangrejos de río en las tierras altas, el foie gras, o el filete de cebú a la parrilla.

También hay, dependiendo de la época, frutas tropicales como el mango, el litchi, la piña, la papaya, la guayaba, la fruta de la pasión, el plátano o el coco. La fruta fresca es el postre favorito en Madagascar, pero también podemos encontrar respostería francesa.

En cuanto a las bebidas es muy popular la cerveza local THB (Three Horses Beer), servida en una botella de 66 cl. En el terreno de los aperitivos es fácil encontrar el planteur, un aperitivo digestivo de origen caribeño hecho con ron blanco, zumo de naranja, caña de azúcar y hielo picado.

Compras

Madagascar es un auténtico paraíso para comprar bonitos recuerdos de todo tipo y, en general, hechos con buen gusto: máscaras y figuras de madera, figuras hechas de raphia, papel de Antaimoro, vainilla y otras especias, lamba (colorida pieza de ropa que forma parte de la vestimenta tradicional en el norte del país), camisetas, etc etc.

Es importante tener en cuenta que la legislación malgache es muy estricta en la protección de la fauna y flora locales, por lo que debe evitarse, por respeto a la ley, pero sobre todo por ética, comprar animales y plantas autóctonas, así como productos obtenidos de especies protegidas, como el caparazón de tortuga o pieles de serpiente. Tampoco hay que adquirir arte funerario que sea auténtico.

Por último decir que en Antananarivo hay mercados de artesanía donde se venden artículos de todo el país, por lo que no es mala idea dejar las compras para los últimos días en la capital y así no ir cargados por todo el país con souvenirs difíciles de transportar.

Clima

Una cadena montañosa y las altas planicies del centro del país (ocupan más de la mitad de la isla principal) son las responsables de las grandes diferencias en clima y paisajes entre las costas oriental y occidental del país. Así el clima es tropical a lo largo de la costa, más suave en el interior y árido en el sur. La lluvia cae sobre todo en la costa este y en el norte, mientras el sudoeste permanece seco durante casi todo el año. De enero a marzo, la costa este y la zona norte y a veces el sur, se exponen a ciclones devastadores.

Básicamente podemos distinguir entre la temporada de lluvias y calurosa que va de noviembre a abril (esta época también es temporada de huracanes en la costa este y norte, algunos de ellos ocasionalmente devastadores), y otra más fresca y seca que va de mayo a octubre. En general, para el viajero es mejor ir de abril a octubre para evitar así los huracanes, las altas temperaturas y las lluvias que hacen impracticables muchas rutas.

Durante nuestra estancia en Madagascar disfrutamos de un tiempo bastante bueno, con temperaturas frescas en las altas planícies centrales y calor moderada en el resto. Al ir durante la temporada seca sólo encontramos episodios de lluvia ocasionales en bosques húmedos como Ranomafana, Montagne d'Ambre o Andasibe.

Diferencia horaria

+1 hora respecto al horario de verano español peninsular y +2 horas el resto del año.

Electricidad

En Madagascar es de 127/220 V y 50 Hz, con un tipo de enchufe que suele ser equivalente a los que podamos encontrar en España.

Idioma

En Madagascar los idiomas oficiales son el malgache (malagasy) así como el francés y más recientemente también el inglés. También se hablan numerosas lenguas nativas minoritarias. Para el visitante conviene saber que se trata de un país francófono, aunque entre la población joven es posible encontrar alguien que hable inglés. Por ello, si no hablamos ni entendemos el francés, antes de viajar a Madagascar es una buena idea familiarizarse con él, ni que sea a un nivel básico, para así facilitar el día a día una vez en el país.

De entre las palabras malgaches a aprender destacamos la de vazaha (pronunciado vazáa), que es como los malgaches llaman a los extranjeros en general y a los blancos occidentales en particular. La oiréis muchas veces en conversaciones entre vuestros compañeros de viaje de taxi-brousse refiriéndose a vosotros y creyendo que no les entendéis. Nosotros, cuando oíamos la palabra en este contexto nos divertía (y a ellos también) llamarles malagasy como réplica (Malagasy, o gasy, es la palabra malgache que designa a una persona o cosa que es de Madagascar). El resultado es que acabábamos todos riendo.

En cualquier guía podréis encontrar más vocabulario de malgache, pero aquí tenéis unas cuantas palabras útiles y más o menos fáciles de pronunciar.(entre paréntesis, la pronunciación aproximada):

Bienvenido (Tonga soa); Hola (Acuri); Extranjero/blanco (Vazaha, pronunciado vazáa); Malgache (Malagasy); Sin prisa, despacio (Mora-mora); ¿Cómo va? ¿Qué tal? (Bao-Bao, en dialecto Bara).

Guía de viaje

Madagascar, Bradt Travel Guides (en inglés, 7ª ed. Julio 2007, y con actualizaciones en Madagascar Guide Updates). Si os manejáis mejor con el francés también podéis considerar las guías Madagascar - petit futé o también la Guide du routard Madagascar.


Visitando Antananarivo y alrededores

ANTANANARIVO (I)

Cómo llegar

Empezamos nuestro viaje tomando un vuelo de la compañía Vuelingimage de Barcelona al aeropuerto París-Orly (1 hora y 25 minutos, 850 km). Aunque nuestro siguiente vuelo salía del otro aeropuerto parisino volamos a Orly porque, por más que miramos, esta fue la mejor combinación que encontramos de horarios y precio, aunque esto nos obligó a dejar un colchón de unas 6 horas entre un vuelo y otro para ir holgados de tiempo. Frente a la puerta D de la terminal de llegadas de Orly tomamos un autobús de Les Cars d'Air France (línea 3) que en 40 minutos nos lleva hasta Roissy, donde se encuentra el aeropuerto Charles de Gaulle. Este trayecto cuesta 19 € y hay un autobús cada 30 minutos.

El siguiente vuelo, de París-CDG a Antananarivo, lo hicimos en un Boeing 767-300 de Air Madagascar ya algo viejo y con pocas amenidades a bordo (antes de despegar nos fumigaron por motivos sanitarios). El servicio a bordo es correcto, pero justito. Finalmente llegamos al aeropuerto Ivato de Antananarivo tras un trayecto de 8.756 km y un tiempo de vuelo de 10 horas y 50 minutos. Nos recibe un gran rótulo con la inscripción Tonga Soa (Bienvenido en malgache).

Tras rellenar los oportunos formularios de inmigración y pasar por el mostrador Sans Visa en sólo 5 minutos ya tenemos estampado el visado gratuito en nuestro pasaporte. Después de recuperar el equipaje, en la terminal de llegadas cambiamos algunos euros en la oficina de Socimad (rótulo de letras negras sobre fondo blanco con el texto Money Changer), donde nos aplican la misma tasa de cambio que después conseguiremos en el centro de la ciudad.

Para ir desde el aeropuerto Ivato a nuestro hotel, en el centro, tomamos el nuevo servicio de shuttle-bus Navette (tel. 32 07 062 56), un minibús que sale de delante de la terminal. Funciona de 5:00 a 20:00, cada 45 minutos, y cuesta 6.000 Ar por persona (los taxis nos pedían 25.000 Ar, pero el precio iba bajando al ver que íbamos hacia el minibús). En este trayecto de 16 km empleamos unos 35 minutos, pero depende mucho del tráfico. En el camino nos sorprende ver la cantidad de arrozales que hay a tocar de la ciudad. Son las 6 de la mañana y el sol sale por el horizonte, reflejándose en el agua que cubre los campos. Bonito recibimiento. Tonga soa!!. Finalmente el minibús nos deja en el hotel que le indicamos.

Dormir y comer

En el Hotel Sakamanga (rue Ratianarivo Ampasamadinika - Antananarivo; tel. 20 22 358 09) pagamos 68.460 Ar (unos 26 €) por una habitación soft (habitación doble con cama grande, baño privado, ventilador, caja fuerte, y TV). El hotel en sí está decorado con buen gusto, con colores atractivos, figuras étnicas, fotos y objetos de museo. También tiene un restaurante, un bar con jardín y dos pantallas de conexión gratuita a Internet y wi-fi gratis en el resto. Como además tiene varias categorías de habitaciones, a partir de los 16 €, no sorprende su enorme éxito entre los viajeros y suele ser conveniente reservar con antelación. Muy muy recomendable, porque además es muy céntrico.

Como más adelante, en nuestra ruta por Madagascar, teníamos que volver a pasar una noche en la capital lo que hicimos en el momento de dejar el Sakamanga fue reservar una habitación para esa noche y aprovechar para dejar una parte del equipaje en el hotel (en la habitación de equipajes) y así ahorrarnos peso en nuestra ruta hacia el sur y oeste del país.

Para comer, aparte de los lugares mencionados en el siguiente apartado, recomendamos el restaurante del hotel Sakamanga, muy concurrido por viajeros, pero también entre las clases altas locales. En él se come muy bien, aunque los precios son algo caros. Otra buena opción para comer, más informal y barato, es el Saka-Express, a sólo 20 metros del Sakamanga, con ensaladas, pizzas y hamburguesas.

Cosas a ver y hacer

ANTANANARIVO (conocida también como Tana, para abreviar) es la capital de Madagascar y la ciudad más poblada del país, con unos 1,5 millones de habitantes. Geográficamente está situada más o menos en el centro de la isla. Debido a su altitud, unos 1.275 metros sobre el nivel del mar, su clima es templado.

La mayoría de viajeros pasan un día, como máximo, en Antananarivo. Desde luego no es el lugar más interesante ni más bonito de la isla, pero a poco tiempo e interés que tengáis creemos que vale la pena dedicarle un par de días, no sólo para visitar la capital sinó también sus alrededores. Otra buena razón para visitar la capital, aparte de los puntos de interés culturales e históricos, es ir a algunos de sus mercados de artesanía para comprar bonitos recuerdos del país, aunque se hace imprescindible regatear duro.

Mercado en Antananarivo
Mercado en Antananarivo

Una posible ruta a pie por Antananarivo, en la zona de Analakely, podría ser la siguiente: Empezando en el Hotel Sakamanga tomamos la calle Jean-Jaures hasta llegar al jardín Antaninarenina. Desde aquí bajamos por unas escaleras en las que hay unas cuantas paradas de un mercadillo donde se venden cosas curiosas. Junto a estas escaleras encontramos la útil oficina turística de Ortana, donde entramos a solicitar folletos e información. Continuamos hasta la Avenue de la Independance, un bulevar con bonitos edificios coloniales. En su extremo norte se encuentra la interesante Gare Soarano, una estación de tren que ahora está cerrada. Volvemos hacia atrás por la Av. de la Independance hasta llegar a la calle 26 du Juin, donde está el colorista mercado de carne y frutas. Desde aquí subimos por unas escaleras hasta la parte alta de la ciudad y llegamos junto a la iglesia de San Juan Bautista. Seguimos hacia el sur por la calle Rainandria, con muy buenas vistas sobre la zona central de Tana. Pasamos por el hotel-restaurante Relais de la Haute Ville,el cual tiene una terraza con unas vistas magníficas.

Desde aquí subimos aún más hasta lo alto de la colina para llegar frente al Palacio de Rova, aún cerrado porque continúan las obras de reconstrucción tras el incendio que sufrió en 1995. Este palacio domina la ciudad y es visible pràcticamente desde cualquier punto. Retrocedemos por el mismo camino y encontramos a la derecha un curioso edificio de estilo greco-romano, ahora en ruinas, que fue la Corte Suprema a finales del s. XIX. Pocos metros más allá está el bonito Palacio del Primer Ministro. Se puede visitar su interior (entrada: 7.000 Ar), donde lo interesante son algunas fotos de época y objetos que se salvaron del fuego en el cercano Rova. Casi frente a este palacio se encuentra el restaurante Grill du Rova, una muy buena opción para parar y disfrutar de su comida (no os perdáis la brocheta de carne de cebú) y de sus excelentes vistas sobre el lago Anosy y el centro de Tana. Junto a este restaurante hay unas escaleras que son el inicio de un camino, algo laberíntico pero sin pérdida, que baja hasta el lago. Se trata de un trayecto recomendable por las vistas y porque pasa por entre campos y casas.

Una vez junto al lago Anosy lo bordeamos hasta llegar frente a los jardines del actual Palacio Presidencial, con vigilancia bien visible. Continuamos por la calle Ralaimongo y giramos a la izquierda para ver por fuera un par de preciosos edificios de época, actualmente ocupados por el Ministerio de Justicia. Justo al lado se encuentra el hotel Colbert, un buen lugar para tomar un café y comer algo dulce en su lujosa pastelería. Desde aquí volvemos al centro siguiendo el bulevar Rainiaiarivony hasta llegar a los jardines de la Place de la Independance y de aquí a la Av. de la Independance, donde también podéis encontrar, en el nº 13, el Honey Salon de Thé, otra interesante cafetería y pastelería, aunque más modesta que la del Colbert. La zona de Isoraka, en la parte alta y a menos de 1 km del Sakamanga, es muy agradable para pasear por sus tranquilas calles y ver algunos bonitos edificios.

Para la compra de recuerdos el Marché Artisanal Digue es el mayor y más popular mercado de artesanía nativa en la capital, donde podemos encontrar cosas de todo el país, como bordados, artículos de raphia, tallas de madera, vainilla o el famoso papel de Antaimoro. Se encuentra a unos 4 km del centro en dirección noroeste, en la carretera al aeropuerto, y para llegar a él lo más fácil es tomar un taxi. Otro mercado artesanal, más modesto, es el de Andravoahangy, situado unos 2 km al nordeste del centro. Este mercado está más especializado en tallas de madera. En la Av. de la Independencia también se pueden encontrar algunas tiendas y puestos donde comprar recuerdos. Por último, en la calle A. Ratianarivo, cerca del hotel Sakamanga, hay una tienda de la franquicia malgache Carambole, donde encontramos una gran variedad de camisetas, y ropa en general, de cuidado diseño y calidad (sus beneficios van a la ONG Bel Avenir que trabaja con los más desfavorecidos en la región de Toliara.

Patrimonio de la Humanidad Ambohimanga. Este pequeño y tranquilísimo pueblito supone una interesantísima y fácil excursión de medio día desde Tana. Su principal interés radica la Colina Real de Ambohimanga, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2001, un lugar de gran importancia cultural e histórica en Madagascar ya que aquí se inició la estirpe de la realeza de los Imerina, el grupo étnico que alcanzó el poder en el s. XIX y logró unir bajo su autoridad la mayor parte de la isla.

Ambohimanga se encuentra a sólo 22 km de Antananarivo y para llegar a ella hay que tomar un taxi en el centro hasta la gare routière del norte de la capital, conocida con el nombre de Ambodivona (pronunciado Ambodivúna). Pagamos 5.000 Ar por el taxi y nos deja junto al taxi-brousse que va hacia allí. Marchamos cuando se llena, al cabo de 15 minutos, y el trayecto hasta Ambohimanga nos cuesta sólo 700 Ar. Este transcurre en su mayor parte por la RN-3 y llegamos al destino final en 35 minutos.

Una vez en Ambohimanga el taxi-brousse nos deja junto a la antigua entrada del palacio real, antes reservada sólo al rey. Desde aquí hay un bonito camino de 600 metros hasta la entrada del recinto amurallado, donde se pagan los 7.000 Ar de la entrada (cierran los lunes). Dentro podemos ver.interesantes palacios y pabellones que pertenecieron a la realeza Imerina. Acabada la visita vale la pena salir de la zona amurallada y subir hasta lo alto de la colina, desde donde hay unas vistas extraordinarias de los alrededores. Empleamos unas dos horas en la visita, en medio de una tranquilidad total. Antes de volver hacia la bulliciosa Tana aprovechamos para andar el camino de ida y vuelta hasta un pueblo vecino entre campos de arroz y preciosas casas de estilo tradicional de la etnia Merina, con puertas y ventanas de madera talladas y paredes de color rojizo, del mismo color que la tierra de la isla. Ya sólo por esto valía la pena venir hasta aquí!.

El taxi-brousse de vuelta a Tana nos hace un sight-seeing improvisado por pequeñas aldeas rurales situadas entre campos de arroz. La verdad es que debemos autoconvencernos de que estamos en África porque los paisajes parecen indicar lo contrario. Finalmente el taxi-brousse nos devuelve a la terminal de Ambodivona, desde donde tomamos otro para llegar al centro (300 Ar, y hay que tomar uno con el rótulo Analakely y luego estar atento para bajar donde queremos).


Ruta hacia el sur de Madagascar por la RN-7

ANTSIRABE

Cómo llegar

En una calle cercana al hotel Sakamanga de Tana tomamos un taxi (7.000 Ar) a la gare routière Fakan Karana, de donde salen los taxi-brousse que van hacia el sur por la RN-7. Al llegar a la destartalada estación de autobuses, por decir algo, se produce el clásico acoso de comisionistas a la caza de viajeros para sus taxi-brousse. Tras regatear el precio inicialmente ofrecido pagamos 8.000 Ar por el trayecto de Antananarivo a Antsirabe, de 169 km.

Llegamos a Antsirabe unas cinco horas después de salir de Tana a causa de unas obras en la carretera que nos retuvieron durante más de una hora y a los numerosos controles policiales. Por lo demás la carretera en este tramo de la RN-7 está bastante bien. La gare routière de Antsirabe se encuentra a unos 2 km al norte de la ciudad, por lo que para llegar al centro lo mejor es tomar un pousse-pousse (de 1.000 a 2.000 Ar).

Dormir y comer

En La Résidence Camélia (Av. de la Independance, 24 - Antsirabe; tel. 20 44 488 44) pagamos 51.500 Ar (incluyendo las tasas turísticas) por una gran habitación con baño privado situada en un edificio anexo a una bonita casa de época. Cuenta también con un cuidado jardín. Esta residencia se encuentra situada en la parte francesa de la ciudad, en una zona muy tranquila de amplias calles arboladas. El desayuno, muy completo, cuesta 8.000 Ar cada uno. Alojamiento muy recomendable.

Para comer recomendamos el restaurante Le Venise (en la calle Clemenceau, a sólo 200 m. de la estación de tren), con una estupenda relación calidad/precio. Nosotros cenamos junto a una chimenea encendida poruq ela noche era bastante fresca. Al final de la cena nos obsequiaron con un magnífico licor digestivo de vainilla. Otro restaurante recomendable, pero más modesto, es el Zandine, casi enfrente del hotel Trianon.

Cosas a ver y hacer

ANTSIRABE (pronunciado Antsirabé) es la tercera mayor ciudad de Madagascar y se encuentra situada a una altura aproximada de 1.500 metros, por lo que su clima es muy atemperado. De hecho, durante nuestra estancia en la ciudad las temperaturas nocturnas eran bastante frescas. Esta fue nuestra primera parada en la ruta hacia el sur por la RN-7 y la verdad es que nos gustó mucho, por lo que la recomendamos para una parada, ni que sea corta.

Estación de ferrocarril de Antsirabe
Estación de ferrocarril de Antsirabe

Antsirabe es una ciudad elegante y nuevamente es fácil olvidarnos de que estamos en África, sobre todo en la parte más colonial francesa de la ciudad, con calles anchas, grandes árboles a lado y lado y un gran número de casas señoriales o villas. Vale la pena pasear por esta zona y llegar hasta la estación de tren, un edificio muy bonito pero en el que sólo hay un modesto bar y poco más, ya que por esta línea férrea sólo pasan trenes de mercancías.

También vale la pena pasear por el exterior del bonito edificio del Hotel Des Thermes, situado junto al lago Ranomafana. Y es que Antsirabe fue en el s. XIX un sitio de moda por sus baños termales y de ahí la existencia de este lujoso e imponente hotel. Aunque el hotel aún funciona y el edificio mantiene parte de su gloria pasada, lo cierto es que se está cayendo a trozos y necesita de una gran inversión para devolverle su esplendor pasado. Aún y así el hotel posee algunas de las fuentes termales de la ciudad, con la posibilidad de bañarse en ellas.

Desde el hotel y caminando hacia el mercado pasamos ante la catedral, bastante vistosa. Después nos dirigimos hacia el lago Ranomafana y lo bordeamos parcialmente, aunque en general es una zona sucia y descuidada.

Por último comentar que Antsirabe es la capital del pousse-pousse, ya que los hay a cientos por sus calles. Realmente no son necesarios para visitar la ciudad, pero sí para ir (o venir) de la gare routière. Tened en cuenta que el camino del centro a la gare routière del norte asciende ligeramente, por lo que el esfuerzo que deben hacer los conductores es superior y el precio a pagar también debería serlo.


AMBOSITRA

Cómo llegar

Para ir desde nuestro hotel a la gare routière de Antsirabe contratamos un par de pousse-pousse por 1.500 Ar cada uno. El taxi-brousse de Antsirabe a Ambositra nos cuesta 7.000 Ar cada uno y tardamos unas 2 horas en recorrer los 90 km hasta la terminal norte de taxi-brousse de esa ciudad tras un plácido viaje. Desde esta terminal hasta el centro de Ambositra hay un paseo de poco más de 1 km que se puede hacer tranquilamente a pie o en pousse-pousse.

Dormir y comer

En el Hôtel Angelino Tsaralaza (Andrefan'Ivinany VF 25 - Ambositra; tel. 32 07 868 81) pagamos 41.000 Ar por una enorme suite, toda de madera, con TV, un baño bastante nuevo y unas vistas impresionantes sobre parte de Ambositra y las montañas colindantes. La única lástima es que las ventanas son tan viejas que no ajustan demasiado bien y dejan pasar el ruido y el frío. El hotel ocupa una casa de arquitectura tradicional que perteneció a Joseph Rakoto, un artesano de la marquetería y la escultura de renombre internacional. A primera vista el hotel puede parecer cutre, pero la habitación no está mal. Miramos otras opciones de alojamiento en Ambositra, pero preferimos esta. El desayuno cuesta 3.000 Ar y es sensacional, porque además se toma en una terraza con muy buenas vistas.

Para comer recomendamos el restaurante Oasis, sobre la carretera a Fianar, con una terraza exterior desde donde ver pasar la gente.

Cosas a ver y hacer
Paisaje de las tierras altas, junto a la RN7
Paisaje de las tierras altas, junto a la RN7

AMBOSITRA (pronunciado Ambústr), situada a unos 260 km de Antananarivo, sobre la RN-7, es la principal ciudad de la región ocupada por la etnia betsilea. Los alrededores de Ambositra son bastante montañosos y el color del paisaje viene marcado claramente por el verde de los campos de arroz. Otra característica de esta ciudad es que está considerada la capital de la artesanía malgache en la talla de madera, sobre todo por la belleza de los trabajos tradicionales de los Zafimaniry, un subgrupo étnico de los Besileo.

Nuestra recomendación es que si no vais sobrados de tiempo y no estáis muy interesados en este tipo de artesanía y además no tenéis pensado hacer el trekking por los poblados Zafimaniry (poco recomendado por otros viajeros) entonces mejor ir directamente de Antsirabe a Fianar o, como mucho, parar sólo unas horas en Ambositra.

En nuestra visita a Ambositra pudimos ver multitud de tiendas y puestos de venta de tallas de madera Zafimaniry en la Rue du Commerce, donde abundan figuras, cajas o juegos de ajedrez de madera, todo ello exquisitamente tallado. Unos 600 metros al norte de aquí encontramos un convento benedictino cuyo edificio no destaca especialmente, pero donde pudimos disfrutar de una misa con cánticos profundamente africanos. Continuando por el mismo camino más al norte, ya fuera de la ciudad, nos encontramos inmersos en un precioso paisaje de campos de arroz dispuestos en terrazas.


FIANARANTSOA

Cómo llegar

Para continuar viaje hacia Fianarantsoa vamos caminando hasta la terminal sur de taxi-brousse de Ambositra, situada unos 150 m. más allá del restaurante Oasis, detrás del mercado. El taxi-brousse de Ambositra a Fianarantsoa nos cuesta 7.000 Ar. En este trayecto a Fianarantsoa, de 153 km por una carretera muy virada y con muchos cambios de rasante, empleamos sólo 3 horas gracias a que el conductor que nos tocó en suerte iba para conductor de rallies. Por lo demás los paisajes son muy bonitos.

Dormir y comer

En la Tsara Guesthouse (Ambatolahikosoa - Fianarantsoa; tel. 20 75 502 06) pagamos 71.500 Ar, incluidas las tasas, por una confortable habitación doble con baño privado, TV, caja fuerte y otros extras (las hay más caras y también más baratas, pero estas con baño compartido). Sin duda este pequeño hotel con encanto es el mejor de Fianarantsoa, elegante, detallista, con un precioso jardín, y unas estupendas vistas. El edificio principal del hotel es un antiguo templo que ha sido reformado. Está situado sobre una colina, a unos 500 metros de la parte vieja de Fianarantsoa. Vale la pena, ya que el precio va en consonancia con lo que se recibe.

Para comer, aparte del restaurante del propio hotel, recomendamos el restaurante Gosena, situado entre el hotel y la ciudad vieja. En él se come muy bien y a precios realmente buenos.

Cosas a ver y hacer

FIANARANTSOA (pronunciado Fianaransúa, pero conocido también como Fianar) está situada 415 km al sudoeste de Antananarivo, casi a medio camino en el trayecto de la RN-7 de Tana a Toliara, y su altura media es de unos 1.200 metros.

Ciudad vieja de Fianarantsoa
Ciudad vieja de Fianarantsoa

La ciudad fue fundada en 1830 por los Merina como capital administrativa de las nuevas tierras conquistadas a los Betsileo. Actualmente está considerada el centro cultural e intelectual de Madagascar, así como su capital vitivinícola por la presencia de numerosas bodegas en la región.

Para el viajero el principal interés de Fianar radica en su ciudad vieja, pero también es una buena base desde la que hacer excursiones a los alrededores.

La ciudad vieja se encuentra en la parte más alta de Fianar y consiste en una serie de calles, sólo accesibles a pie, salpicadas de bonitas casas e iglesias (lamentablemente, en 2008, la organización World Monuments Fund puso a Fianar en su lista de los 100 lugares más amenazados debido al deterioro de la mayoría de edificios de esta ciudad vieja).

Para recorrer la zona más fácilmente hay algunos paneles con un mapa y la ruta a seguir. Desde la parte más alta de la colina, donde estuvo el antiguo palacio Rova, hay vistas espléndidas sobre el sur y este de Fianar. Por último, como curiosidad, fijaros en las enormes redes que han tejido algunas arañas Nephila sobre los hilos telefónicos.

Alrededores de Fianarantsoa. Nuestra idea era visitar la zona de Sahambavy y el Parque Nacional de Ranomafana todo el mismo día en una excursión desde Fianar. Estuvimos investigando la posibilidad de hacerlo en transporte público, pero vimos que era imposible hacerlo en sólo un día, por lo que optamos por el transporte privado.

Finalmente alquilamos un coche con chófer en la agencia MadTrekking (situada casi enfrente del Tsara Guesthouse). Pagamos 110.000 Ar, incluyendo el vehículo, la gasolina y el chófer-guía para todo un día, en el que visitamos Sahambavy, Ranomafana e hicimos paradas a voluntad por el camino. Seguramente también podíamos haber recurrido a un taxista de la calle, pero posiblemente el precio no hubiera sido muy distinto y preferimos la seriedad de esta agencia.

Recolectoras de té en Sahambavy
Recolectoras de té en Sahambavy

Sahambavy. Está situada 25 km al este de Fianar y nuestro principal interés en esta población era visitar una plantación de té, la única que hay en Madagascar. Para visitarla pagamos una entrada de 5.000 Ar y nos explicaron el proceso de fabricación del té negro y el té verde, las dos variedades que se producen aquí y que son para consumo nacional y para exportar a Kenia. Al final pudimos degustar diversas variedades, entre las que destacamos el té negro con vainilla (compramos algunas bolsas como recuerdo). Antes de irnos dimos un largo paseo por entre los campos de té de la plantación, los cuales ocupan unas 520 Ha que se extienden por varias colinas de formas muy redondeadas. El paisaje de esta zona es sencillamente magnífico y muy fotogénico, con buenas vistas sobre los alrededores. También encontramos varias mujeres trabajando entre los arbustos de té. Visita muy recomendable si os interesa lo relacionado con el té.

Una vez acabada la visita a la plantación de té fuimos hasta el cercano y pequeño lago de Sahambavy, a 1 km escaso, y visitamos el bonito jardín de flores del hotel-resort Le Lac, situado en una de las orillas de este lago artificial.

Si no se dispone de transporte privado se puede llegar a Sahambavy desde Fianarantsoa en taxi-brousse o bien con el tren de pasajeros que va a Manakara, aunque en ambos casos hay que armarse de paciencia.

Patrimonio de la Humanidad Parque Nacional Ranomafana. Este parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2007 bajo el epígrafe de Bosques lluviosos de la Antsinanana, el cual agrupa este parque y otros cinco más (Marojejy, Masoala, Zahamena, Andohahela y Andringitra). Tiene una superficie de 41.600 Ha. en las que podemos encontrar una gran biodiversidad, con numerosas especies raras de plantas y animales, muchas en grave riesgo de desaparición. Pero el huésped más popular del parque es el lémur dorado del bambú, descubierto en 1986. El parque es surcado por numerosos ríos que desembocan en el río Namorona, del que podemos ver un tramo especialmente imponente desde un mirador que hay junto a la carretera, muy poco antes de llegar a la entrada del parque.

De los circuitos posibles a realizar en este parque nosotros hicimos el llamado Varibolomena, una fácil ruta de unos 5 km en bucle que se hace en unas 3 horas. Durante el circuito pudimos ver distintos tipos de lémur, como el lémur dorado del bambú, el lémur marrón o el lémur de vientre rojo, además del llamativo Madagascar day gecko, o también un pequeño camaleón grisáceo, insectos camuflados o numerosas plantas raras. En el trayecto se llega a un mirador elevado, llamado Bellevue, con una estupenda vista sobre el parque.

La entrada a este parque cuesta 25.000 Ar por persona, a los que hay que sumar el coste del guía, que en el caso del circuito indicado es de 22.000 Ar. Para la visita conviene llevar un chubasquero o similar, ya que las probabilidades de que llueva son bastante elevadas. A 50 m. de la entrada del parque está el restaurante Varibolo, un buen lugar donde reponer fuerzas y con vistas al parque.

Ranomafana está a unos 65 km al nordeste de Fianar: se toma la RN-7 hacia Ambositra y en Alakamisky Ambohimana, bonito pueblo a 26 km de Fianar, se toma una carretera a la derecha que tras 31 km de buen asfalto nos deja en la entrada del parque. Al parque de Ranomafana se puede llegar en taxi-brousse desde Fianar (o desde Tana). En el pueblo de Ranomafana, a 1 km de la entrada del parque, hay varias opciones de alojamiento por si desea pasar la noche aquí.

Soatanana. Esta aislada población, situada a unos 30 km de Fianar, se caracteriza por ser el núcleo histórico y centro espiritual de una comunidad cristiana llamada Fifohazana o Church of Revival, uno de los pocos ejemplos de comunidades religiosas que se establecieron en Madagascar en la seguna mitad del s. XIX y que aún perdura. Este movimiento religioso aboga por una lectura estricta de la Biblia y sus feligreses viven de acuerdo a las estrictas normas de su fe. Uno de sus signos más visibles es el hecho de que prácticamente todos los habitantes de Soatanana visten de blanco como señal de su pureza.

Nos hubiera gustado ir a Soatanana por la curiosidad de ver el ambiente que rodea a la misa multitudinaria del domingo por la mañana, en la que gentes de esta población y alrededores acuden en procesión para llevar a cabo su liturgia. Pero no pudo ser, porque al ser domingo el transporte público era muy infrecuente o inexistente y en cuanto al transporte privado no quisimos pagar los altos precios que nos ofrecieron algunos taxistas por el trayecto de Fianar a Soatanana, ida y vuelta. Así que tras varios intentos desistimos y adelantamos la marcha hacia Ambalavao, nuestro siguiente destino.


AMBALAVAO

Cómo llegar

En la gare routière de Fianar tomamos un taxi-brousse a Ambalavao, a 56 km por la RN-7, que nos cuesta 3.000 Ar cada uno. En este caso no fue fácil dar con el taxi-brousse a Ambalavao, porque los comisionistas que pululan por la terminal se conchavaron entre ellos con la intención de que, siendo vazaha, tomáramos un transporte privado. Suerte que con paciencia y perseverancia...

Por el camino podemos ver, junto a la carretera, algunos de los viñedos y factorías vitivinícolas que hay en esta región. Curioso. Llegamos a Ambalavao tras casi 90 minutos de ir apretados como en una lata de sardinas.

Dormir y comer

En La Résidence du Betsileo (Ambalavao; tel. 32 44 285 60) pagamos 35.000 Ar por una habitación doble con baño privado y mosquitera. Un desayuno completo cuesta 5.000 Ar. El sitio no está mal y es nuevo de 2006, pero las habitaciones que dan a la calle pueden ser ruidosas de noche, por lo que recomendamos pedir una posterior. Este hotel tiene la ventaja de que está a escasos 300 m. de la parada de los taxi-brousse. Debemos agradecerle a la propietaria del hotel las gestiones que hizo para que el taxi-brousse que nos debía llevar a Ranohira pasara a buscarnos por el hotel. Otra opción de alojamiento en Ambalavao es el Hotel Aux Bougainvillées.

Para comer recomendamos los restaurantes de los dos hoteles citados anteriormente.

Cosas a ver y hacer

AMBALAVAO (pronunciado Ambalaváu) es una población situada unos 56 km al sur de Fianar, junto a la RN-7, y sobre el límite meridional de las tierras altas malgaches y el país betsileo.

Cebúes en el mercado de Ambalavao
Cebúes en el mercado de Ambalavao

Ambalalvao se asienta en un valle rodeado de espectaculares montañas graníticas y dominado por el macizo de Andringitra y el pico Boby, la segunda cumbre más alta de Madagascar con 2.876 metros.

Ambalavao fue para nosotros una de las sorpresas agradables de este viaje. Nos gustó mucho por su ambiente tranquilo y su magnífica situación entre montañas, por lo que recomendamos mucho su visita.

Algo típico, pero imprescindible, en Ambalavao es la visita al taller de fabricación del papel de Antaimoro. Es muy interesante y curioso ver el proceso de fabricación de este papel, cuya pasta se obtiene de la segunda capa de la corteza de un arbusto y sobre la cual se pegan flores naturales y frescas. Tras el secado el resultado es ciertamente llamativo.

Una empleada de la fábrica nos explica detalladamente todo el proceso de fabricación, con una demostración práctica paso a paso. La visita es gratuita, aunque se pide una propina (bien merecida) al final de la visita. La fábrica se encuentra junto al hotel Aux Bougainvillées.

Ovni pétreo en el camino a Ranohira
Ovni pétreo en el camino a Ranohira

Otra cosa que da cierta fama a Ambalavao es su mercado de cebús, el mayor de todo el país, que tiene lugar los martes y miércoles a horas muy muy tempranas. En cualquier caso, si uno no quiere darse el madrugón o no coincide con el día de mercado vale igualmente la pena visitar el lugar donde se hace el mercado, a 1 km del centro del pueblo. Al encontrarse en un lugar elevado hay espectaculares vistas sobre los alrededores de casi 360º y con el sol ya bajo de la tarde aún resultan más fotogénicas. De todos modos también vimos grandes rebaños de cebús que eran conducidos a recintos cerrados por vallas de madera.

Por otra parte, un paseo por las calles de Amabalavao tiene además la recompensa de encontrar a sus vecinos, tanto niños como adultos, que saludan con una amplia sonrisa ante la presencia de unos vazaha como nosotros. Una imagen de esas que quedan es la de ver a un grupo de niños felices jugando con sus coches y camiones de juguete hechos de materiales reciclados como hojalata, cartón y madera. Nos recordó imágenes de nuestro país hace unas cuantas décadas, cuando aún estábamos lejos del hiperconsumismo actual.


RANOHIRA

Cómo llegar

Pagamos 13.000 Ar cada uno por el taxi-brousse de Ambalavao a Ranohira, en un trayecto de unos 240 km. Como claramente este es un precio vazaha tienen la deferencia de pasarnos a buscar por el hotel y reservarnos los dos asientos junto al conductor, por lo que tenemos una visión privilegiada de la ruta. El trayecto desde Ambalavao hasta Ihosy es a ratos espectacular gracias a las montañas de granito que rompen el paisaje de sabana que las rodean. Finalmente llegamos a Ranohira tras un largo viaje de 6,5 horas.

Dormir y comer

En el hotel Orchidée de l'Isalo pagamos 35.600 Ar por una habitación doble y con baño privado. Es algo básica, pero por ese precio ya se sabe... De todos modos tiene otras categorías de habitaciones de más nivel. El desayuno cuesta 2.500 Ar/pax. Este hotel está situado a escasos 100 m. de las oficinas del parque nacional de Isalo y frente a él paran los taxi-brousse que circulan entre Fianar i Toliara.

Hay otras opciones de alojamiento de mucho más lujo en esta zona, como el Relais de la Reine o Le Jardin du Roy, pero todas ellas están alejadas del pueblo y es necesario disponer de vehículo privado.

En el apartado de restaurantes destacamos el del hotel Orchidée de l'Isalo, que además tiene un gran éxito (merecido) entre los viajeros que recalan en Ranohira.

Para cambiar dinero en caso de necesidad el Motel d'Isalo es una opción, pero el cambio es muy malo. Y al lado del Orchidée de l'Isalo hay un cibercafé donde la conexión a Internet.cuesta 140 Ar/minuto.

Cosas a ver y hacer

RANOHIRA (pronunciado Ranuíra) es una pequeña población situada en el tercio sur del país, ya en las tierras bajas, y junto a la RN-7. Viniendo de las tierras altas se nota ya en esta zona un aumento importante de las temperaturas. El único interés de Ranohira para el viajero es su proximidad al P.N. Isalo, por lo que aquí encontramos las oficinas del parque, donde iniciar su visita. Al caer el sol por la tarde vale la pena ir hasta el hotel Chez Alice y tomar una bebida en su terraza al aire libre mientras vemos como la pared rocosa de Isalo que hay frente a nosotros se va tiñendo de rojo.

Paisaje del P.N. Isalo
Paisaje del P.N. Isalo

Parque Nacional Isalo. Este parque tiene una superficie de 81 540 Ha y es quizás el más visitado de Madagascar. Se asienta sobre una meseta de piedra arenisca que data del periodo Jurásico, surcada por ríos y sus afluentes que han llevado a cabo un gran trabajo de erosión, dando lugar a excepcionales valles de arena y grandes cañones. Además en él podemos encontrar una numerosa flora y fauna endémica. A nosotros este parque nos gustó mucho mucho y recomendamos totalmente su visita.

De los circuitos posibles a realizar en este parque nosotros hicimos el llamado Namaza, una ruta circular de casi 10 km que se hace en unas 4 horas a paso tranquilo. Este circuito combina la visita a la Cascada de las Nimfas, así como a las piscinas naturales Negra y Azul.

Desde las oficinas del parque en Ranohira hasta el límite del parque propiamente dicho hay 3 km que hay que hacer andando a la ida y la vuelta si no se dispone de vehículo, pero este trayecto es muy agradable (especialmente a la ida) por las vistas sobre el macizo de Isalo y la luz de la temprana hora a la que iniciamos el circuito (a las 6:45).

Ya dentro de los límites del parque andamos por un cañón (la altura de las paredes es de 150 m) que nos conduce primeramente a la preciosa Piscine Bleue, donde el color turquesa del agua viene dado por la arena blanca del fondo.

A sólo 50 metros está la Piscine Noire, llamada así por el color oscuro de su fondo. El paisaje es muy bonito, aparte de frondoso y verde, lo cual sorprende por la aridez que hay fuera del parque.

Lémures de cola rayada en Isalo
Lémures de cola rayada en Isalo

A continuación subimos por un camino entre rocas hasta llegar a la Cascada de las Ninfas, situada en un bonito rincón entre altas rocas, donde nos comemos unos bocadillos que traíamos para reponer fuerzas. A lo largo de la ruta tuvimos la suerte de encontrarnos con un grupo grande de lémures marrones y otro de lémures de cola anillada, estos últimos muy llamativos, con los que nos entretuvimos un buen rato. También vemos otros muchos animales más pequeños y plantas que el guía nos va localizando.

De vuelta a Ranohira también encontramos pastores con sus cebús y un numeroso grupo de mujeres lavando la ropa en el río con las que intercambiamos unas risas y alguna palabra en el dialecto bara que se habla en esta zona. Por ejemplo, Bao bao viene a significar ¿Qué tal? ¿Cómo va? y es una buena forma de romper el hielo aquí. En resumen, una ruta muy muy recomendable y la verdad es que durante todo el recorrido no nos cruzamos con nadie más, por la que gozamos de Isalo en soledad.

La entrada al parque cuesta 25.000 Ar por persona, a los que hay que sumar el coste del guía, que en el caso del circuito indicado es de 40.000 Ar en total (ó 36.000 Ar si se dispone de vehículo).


TOLIARA

Cómo llegar

Para el largo trayecto de 243 km por la RN-7 entre Ranohira y Toliara tomamos un taxi-brousse frente a nuestro hotel por el que pagamos 20.000 Ar cada uno. En el ligero sobreprecio se incluye el hecho de que va directo sin parar (es un decir) y de que vamos más anchos de lo habitual: sólo 3 personas por fila en vez de las 4, 5, 6 ó ... 10.

En este trayecto pasamos por la indescriptible población de Ilakaka, la cual ha pasado de 40 habitantes a principios de los años 1990 a más de 60.000 (censo de 2005) gracias al descubrimiento de importantes yacimientos de zafiros que han atraido a mucha gente con la esperanza de una riqueza rápida. Su aspecto de poblado del far-west no es casual, teniendo además una cierta fama de ser un lugar peligroso por la violencia generada alrededor del negocio de las piedras preciosas. A diferencia de los tramos de la RN-7 que habíamos recorrido hasta ahora en esta zona del país los paisajes son mucho más esteparios y secos y los poblados tienen un aspecto bastante más mísero.Otra diferencia palpable es que el color de la piel se va oscureciendo a medida que nos acercamos a Toliara.

Unos 15 km antes de llegar a Toliara vemos que hay en marcha un gran proyecto de reforestación con vegetación autóctona. Bien!!. Llegamos a Toliara, concretamente a su gare routière, unas 5 horas después de salir de Ranohira y lo cierto es que fue un viaje muy cómodo. Toliara está ya a nivel de mar y aquí el calor ya se hace notar.

Dormir y comer

En Chez Alain (San Fil - Tuléar; tel.: 20 94 415 27) pagamos 46.500 Ar, incluyendo tasas, por un bungalow con baño privado y agua caliente. La verdad es que este hotel tuvo seguramente tiempos mejores, pero ahora está algo decrépito y falto de mantenimiento. Parece que su dueño, francés, se ha dejado contagiar de la indolencia propia de esta ciudad. El desayuno continental de Chez Alain cuesta 8.000 Ar, demasiado para lo que es, y no admite comparación con otros. Este alojamiento se encuentra a sólo 500 m. de la terminal de taxi-brousse de Toliara, siendo esta una de las escasas ventajas que le vemos al lugar.

Posteriormente, andando por el centro de Toliara, encontramos el Hotel Serena (Blvd. Philibert Tsiranana - Tulear; tel. 20 94 411 73), inaugurado en 2008. Está decorado con mucho gusto, parece confortable y el precio de una habitación doble era de 42.500 Ar. Si volviéramos a Toliara seguramente escogeríamos este hotel y no Chez Alain.

Para comer una buena recomendación es el restaurante L'Etoile de Mer (en Blvd Lyautey, frente al hotel Palétuvier) con una comida excelente y una terraza exterior para comer al aire libre.

Cosas a ver y hacer
«Pousse-pousse» en acción
«Pousse-pousse» en acción

TOLIARA (también escrito con el antiguo nombre de Tuléar) es una capital provincial situada en el extremo sur de la RN-7, a 925 km de Antananarivo y a pocos kilómetros al norte del Trópico de Capricornio. Es una ciudad relativamente moderna, creada en 1895 por un arquitecto francés que pensó en plantar árboles en sus calles para proteger del fuerte sol a sus habitantes. Hoy día Toliara es un importante puerto comercial, así como una animada ciudad universitaria.

Nuestra visita a Toliara obedeció al hecho de que en su aeropuerto tomábamos el vuelo a Morondava, la siguiente escala en este viaje. De hecho, en Toliara no hay mucho a ver, pero vale la pena visitar el Museo Municipal (400 Ar), situado en Blvd Philbert Tsiranana. En él se exhiben importantes objetos étnicos, entre los que destacan algunas esculturas eróticas de tumbas Sakalava y también máscaras de la tribu Mikea, así como interesantes fotografías y utensilios. También hay un Musée de la Mer, de acceso gratuito, en Route de la Porte. El mercado de Toliara es posiblemente el mejor lugar del país donde comprar lambas, vestimenta.tradicional de Madagascar.


Ruta por el centro y norte de Madagascar

MORONDAVA

Cómo llegar

Morondava se encuentra unos 360 km al norte (en línea recta) desde Toliara, pero no hay carreteras como tal que unan ambas ciudades. Si se quiere hacer este trayecto por tierra hay que contratar un 4x4 y ello supone una cara excursión de varios días. Además las pistas se vuelven impracticables durante la temporada de lluvias. Por ello (básicamente por el factor tiempo) nosotros optamos por el avión, el camino más rápido entre Morondava y Toliara.

Para empezar tomamos un taxi en nuestro hotel que nos llevó al aeropuerto de Toliara por 15.000 Ar (es la tarifa oficial), distante 7 km del hotel. Este aeropuerto es muy pequeño, pero la terminal es bastante nueva. Cuando el personal de Air Madagascar acaba de pesar y facturar numerosos sacos nos toca facturar a los únicos 4 pasajeros del vuelo a Morondava. Vamos andando por la pista hasta nuestro minúsculo avión de hélice Twin Otter DHC-6, con sólo 25 plazas (y 2 pilotos como personal de a bordo).

Campos de arroz con formas geométricas
Campos de arroz con formas geométricas

Cuando despegamos de Toliara y ganamos altura resulta que sólo lo hacemos hasta los 300 metros aproximadamente. Vamos siguiendo perfectamente la línea de la costa, lo cual nos permite tener unas vistas privilegiadas sobre las aguas turquesas del mar (entre la costa y el arrecife coralino), las playas, los poblados vezo, las piraguas de pescadores faenando, etc. Una auténtica gozada. Desde el aire reconocemos la población de Ifaty, destino de playa para muchos viajeros. Poco antes de llegar a Morombe, situado aproximadamente a medio camino, sobrevolamos una gran extensión de bosque en la que distinguimos perfectamente numerosos baobabs. Poco después aterrizamos en el aérodromo de Morombe, un aeropuerto de tebeo. Aquí bajamos del avión y esperamos 10 minutos en la pista a que bajen los otros 2 viajeros de nuestro avión y suban 2 nuevos pasajeros, una pareja japonesa.

En el trayecto de Morombe a Morondava volamos a más altura que antes, pero aún y así podemos disfrutar de los bellos paisajes de esta zona tan remota y aislada, dignos de las espectaculares fotos aéreas del fotógrafo Yann Arthus Bertrand. Poco antes de descender a Morondava aún podemos ver grandes extensiones de arrozales dibujando formas geométricas caprichosas. Finalmente aterrizamos en el aeropuerto de Morondava dos horas después de despegar de Toliara. La tarifa oficial para ir en taxi desde el aeropuerto a Nosy Kely, la zona de playas de Morondava donde se encuentran la mayoría de hoteles, es de 15.000 Ar.

Dormir y comer

Tras ver varios hoteles en la zona de Nosy Kely nos quedamos en Le Gîtes & Relais Guesthouse (Nosy Kely - Morondava; tel. 32 47 799 40), donde pagamos 55.000 Ar por una habitación bastante grande, con una gran cama con mosquitera y colchón duro (en muchos sitios son de espuma), baño privado y desayuno incluido. Todo es muy nuevo y en la habitación teníamos un balcón abierto a la enorme playa de arena blanca desde el que podíamos ver por la mañana la llegada de las piraguas de los pescadores con la pesca del día para que las mujeres los sacaran de las redes y los transportaran a la ciudad en recipientes sobre la cabeza. En resumen, este hotel tiene para nosotros la mejor relación calidad-precio de todos los de su entorno.

El Vezo Hotel (rue de l'Indépendance - Morondava) está en un precioso edificio que parecía recién reformado. Además tiene bar y restaurante, con una terraza en el último piso con buenas vistas. Y una opción de lujo, también en la playa de Nosy Kely, es Palissandre Cote Ouest Resort & Spa, con bungalows a partir de 90 €, con todas las comodidades. También tiene un restaurante con un menú de cocina de autor por 32.000 Ar (si se come aquí se puede negociar el poder bañarse en su magnífica piscina privada).

Para comer nuestro preferido es el restaurante Couleurs Café, a sólo 20 m. de nuestro hotel. El sitio está muy bien, con buenas vistas sobre la playa, la comida es buenísima y a buen precio. Otra buena opción es La Capannina, el restaurante del hotel Trecicogne.

Cosas a ver y hacer
Recogiendo la pesca en Morondava
Recogiendo la pesca en Morondava

MORONDAVA. Esta ciudad se encuentra en la costa oeste de Madagascar, sobre el Canal de Mozambique y en el delta del río Morondava. Además de ser un buen lugar para relajarse (es pequeño y tranquilo) es el mejor campo base para diversas visitas en los alrededores: Belo sur Mer, Avenida de los Baobabs, Andranomena, Kirindy o el Tsingy de Bemaraha.

Nosy Kely es una larga playa de arena blanca bastante atractiva, aunque afeada en algunas partes por la erosión y por pilonas de hormigón. La parte sur es la más bonita. Debido a las fuertes corrientes no es recomendable bañarse a mar abierto. En cualquier caso vale la pena pasear por ella para ver las embarcaciones de pesca de los vezo llegar a la orilla y descargar las capturas de día mientras grupos de mujeres y niños recogen la mercancía para llevársela en cubos sobre la cabeza.

Alrededores de Morondava. Para explorar los alrededores de Morondava miramos la posibilidad de alquilar una moto, pero el único lugar que encontramos donde hacerlo, el Mada Bar (en la calle principal), estaba cerrado esos días. En el Baobab Café alquilan 4x4 y quads, pero los precios eran muy elevados. De todos modos, nos pusieron en contacto con alguien que estaba dispuesto a hacernos de taxista y con el que pactamos un precio de 90.000 Ar (todo incluido) por una excursión de 7 horas para ir a la Avenida de los Baobabs y también a la Reserva Especial Andranomena.

A las 11:45, con nuestro taxista y su Peugeot 309 salimos de Morondava por la RN-35, la cual se encuentra en un estado lamentable. Al cabo de 10 km giramos a la izquierda para tomar una pista que va hacia el norte. Paramos aquí para ver de cerca los primeros baobabs de hoy (impresionantes). Reemprendemos la marcha y cada vez vamos viendo más y más baobabs entre los campos de arroz. Una estampa preciosa, sin palabras para describirla. Por el camino paramos en numerosas ocasiones para fotografiar baobabs tan especiales que ya han sido bautizados: Baobab Dinosaurio (por su enorme tamaño y edad, unos 480 años), Baobab Rasta (por la forma de sus ramas), ... La variedad de baobabs endémica de esta zona es la Adansonia grandidieri.

Al cabo de 9 km de pista desde el cruce llegamos a la famosísima Avenida de los Baobabs, donde paramos para hacer unas cuantas fotos aunque sabemos que volveremos al final del día para ver la puesta de sol en este punto. Hay que decir que esta pista tiene tramos con mucha arena, por lo que puede ser problemático (pero no imposible) para ir en bici o en moto.

Continuamos por la pista otros 21 km hasta llegar al poblado de Marofandilia, donde paramos para que nuestro chofer localice a Patrick, el responsable y guía de la Reserva Especial de Andranomena. Esta reserva, de 6.420 Ha, se caracteriza por ser una selva seca caducifolia, ya que recibe bastante menos lluvia y soporta temperaturas más altas que otros bosques de Madagascar. En ella encontramos tres tipos de baobab distintos y hasta 7 especie de lemur, siendo 3 de ellos raros.

Esperando el «taxi-brousse»
Esperando el «taxi-brousse»

Para visitar la reserva pagamos 10.000 Ar cada uno por la entrada más 5.000 Ar del guía. Sólo había un posible circuito por el parque: el Circuito de los 3 lagos, de 6 km a pie. Durante el recorrido, de algo más de dos horas, vemos varios grupos de sifakas, nombre común del Propithecus verreauxi, una especie endémica de lemur. También vemos lemures marrones. De los tres lagos sólo en uno de ellos queda agua (aquí sólo llueve de enero a abril) y en él hay un gran número de aves. En cuanto a los baobabs vemos algunos ejemplares muy curiosos, como uno formado por tres enormes troncos que nacen de la misma raiz, pero sobre todo los que nuestro guía define pícaramente como baobab macho y baobab hembra. El primero tiene una protuberancia en la base que claramente parece un falo, mientras que el segundo tiene un corte vertical también en la base que se asemeja a la vulva femenina. Ambos están separados unos 30 metros y la verdad es que son muy curiosos (ver foto en el álbum de Madagascar en nuestro Facebook). Damos por acabada la visita a la reserva, muy contentos de todo lo visto.

Habíamos dudado entre visitar esta reserva o continuar otros 20 km al norte para ir a la Reserva Privada de Kirindy (no confundir con el Parque Nacional Kirindy Mitea), más grande, pero similar en tipo de bosque, flora y fauna. Finalmente quedamos del todo satisfechos con la elección hecha, aunque, claro está, no podemos opinar sobre Kirindy.

Acabada la visita a Andranomena volvemos hacia el sur por la misma pista. Unos 4 km antes de llegar a La Avenida de los Baobabs nos desviamos por otra pista y tras 5 km llegamos al lugar dónde se encuentran los también famosos Baobabs Amoureux (Baobabs Enamorados), dos baobabs que entrelazan sus troncos de una forma muy romántica. Volvemos al cruce con la pista principal y a sólo 100 metros hay unas tumbas sakalava con llamativos dibujos.

Avenida de los baobabs
Avenida de los baobabs

La llamada Avenida de los Baobabs (Allée des Baobabs) es un conjunto de unos 300 baobabs, muchos de ellos centenarios y con alturas de hasta 30 metros, situados a los lados de la pista que va de Morondava a Belon'i Tsiribihina. El paisaje que forman es tan extraordinario y fotogénico que puede ser considerado una de las maravillas de África y atrae a viajeros de todo el mundo, por lo que es uno de los lugares más visitados de Madagascar. El mejor momento para disfrutar de este lugar es al caer el sol (o bien al amanecer), aunque lógicamente es también cuando hay más visitantes. Aún y así, el día que estuvimos nosotros no éramos más de 15 guiris en toda la zona.

Los 2 últimos kilómetros antes de llegar a su punto más conocido los hicimos a pie por la pista arenosa para poder saborear mejor un lugar tan mágico. El sol ya iba cayendo y el reflejo de sus rayos sobre los troncos de los enormes baobabs hacía que estos se tornaran rojizos. Andando y haciendo decenas de fotos para quedarnos con la magia del momento llegamos hasta el aparcamiento que hay en la entrada sur, donde nos espera nuestro taxi. En este lapso de tiempo ha ido oscureciendo, hasta quedar los baobabs como una sombra negra recortada sobre un cielo muy rojizo. Sobre las 18:15 volvemos hacia Morondava, adonde llegamos a las 19:00.

Aunque habíamos visto este lugar muchísimas veces en fotos y reportajes, la verdad es que la visita superó con creces las expectativas creadas. Por sí solo ya valió el esfuerzo de ir a Morondava.


ISLA DE SAINTE-MARIE

Cómo llegar

En este trayecto, de punta a punta del país, empezamos por ir hasta el aeropuerto de Morondava, situado a unos 10 km de Nosy Kely. Nos lleva de forma gratuita una persona de nuestro hotel (una deferencia más del personal de este hotel, atentos en todo). En este caso nuestro avión fue un ATR 42/72, un bimotor de hélice de 48 plazas que despegó 15 minutos antes de lo previsto y que iba ocupado sólo un 33%. Una hora después aterrizamos en el aeropuerto Ivato de Antananarivo, donde hemos de cambiar de avión para continuar viaje a Sainte-Marie.

Facturamos de nuevo y poco después ya estamos otra vez subidos a otro ATR 42/72. En Madagascar los trámites antes y después de un vuelo interno son muy rápidos y simples, básicamente porque casi no hay controles de ningún tipo. Despegamos también antes de la hora programada y aterrizamos en el aeropuerto de Sainte-Marie unos 50 minutos después. Hay que decir que la llegada a Sainte-Marie es espectacular porque se sobrevuela la preciosa isla de Aux Nattes y su anillo de mar turquesa. Una pasada!.

Dormir y comer

Nos alojamos en Chez Pierrot (Andapanangoy - Sainte-Marie; tel. 034 01 035 61), donde pagamos 60.000 Ar por un bungalow bastante correcto, con baño privado, agua caliente y ventilador. El desayuno, muy completo, está incluido en el precio y la conexión a Internet es gratuita. También organizan excursiones para el avistamiento de ballenas por 75.000 Ar/pax, el precio más barato que encontramos en los numerosos lugares donde preguntamos. Chez Pierrot está junto a la playa, en la costa oeste de Sainte-Marie, a 8 km de Ambodifotatra, la capital de Sainte-Marie, y a sólo 100 m. del Lakana Hotel, otra buena opción para alojarse en Sainte-Marie, aunque el precio de los bungalows aquí es bastante más caro que en Chez Pierrot.

Pero si queremos alojarnos en un lugar realmente tranquilo y lejos de todo, pero en un entorno paradisíaco, entonces vale la pena buscar un bungalow en la vecina isla de Aux-Nattes.

Para comer en algunos restaurantes (incluidos los de los hoteles) comprobamos que era necesario reservar al menos mediodía antes, ya que de lo contrario pueden tardar de una a dos horas en servir la comida.

Cosas a ver y hacer

ÎLE SAINTE-MARIE (o Nosy Boraha). Esta isla se encuentra situada en la costa este de Madagascar, a una distancia entre 5 y 20 km de la isla principal. La isla tiene una longitud de 60 km y menos de 10 km de ancho. Su capital es Ambodifotatra.

Para moverse por la isla hay que recurrir al transporte privado, porque los infrecuentes taxi-brousse que circulan por la única carretera mediananemente asfaltada de la isla suelen ir muy llenos. Y los taxis a lo largo de esta carretera son muy caros, ya que cobran una desorbitada tarifa oficial (para guiris) a partir de 20.000 Ar por trayecto. Por ello, vale la pena plantearse el alquilar una moto (o quad), aunque hay que ser un conductor algo experimentado porque algunos tramos de carretera son una pesadilla, con agujeros, rocas, arena, barro... o todo a la vez.

Nosotros alquilamos una moto de trail Yamaha XT de 100cc, ya algo vieja, por 50.000 Ar/día en el Lakana Hotel. También es posible alquilar scooters más nuevas por 45.000 Ar/día, pero no las recomendamos para circular por zonas difíciles. Otro lugar para alquilar motos, con precios similares, es un chiringuito frente al Bank of Africa en Ambodifotatra.

Aparte de las obvias actividades relacionadas con el mar (tomar el sol, bañarse, bucear, pescar o excursiones en barca) la isla ofrece otros puntos de interés para no aburrirse.

En el Cementerio de los Piratas podemos ver tumbas de piratas, corsarios y otras personas que formaron parte de la historia de esta isla. Y es que durante los siglos XVII y XVIII Sainte-Marie fue un refugio muy popular entre los piratas, ya que sus aguas son tranquilas, sus bahías ofrecían protección frente a las tormentas, la comida era abundante y, sobre todo, estaba cerca de la ruta comercial a las Indias orientales. Algunos de los célebres piratas que se establecieron aquí fueron William Kidd, Robert Culliford, Thomas Tew, etc. Se ha rumoreado que la utópica república pirata de Libertalia estaba aquí, pero ni siquiera está probado que tal república llegara a existir. En la visita guiada al cementerio se nos explica la interesante historia de las placas y tumbas más significativas. El cementerio está ubicado sobre un promontorio rodeado de mar, en la bahía de Forbans, con unas vistas fantásticas en todas las direcciones. Junto a la entrada sur del puente que cruza esta bahía está el chiringuito donde se pagan los 10.000 Ar que cuesta la visita guiada. El cementerio está a 800 m. andando por un camino. A nosotros nos pareció muy recomendable.

Nubes de tormenta sobre Sainte-Marie
Nubes de tormenta sobre Sainte-Marie

Con la moto alquilada nos aventuramos a ir hasta la llamada Piscine Naturelle, en la punta norte de la isla, pero dimos media vuelta ya pasado Ankirihiry, cuando aún quedaban unos cuantos kilómetros, porque el estado de la pista (el asfalto se acaba 1 km antes de llegar al pueblo de La Crique) es realmente infernal, imposible para una moto con dos pasajeros. Aún y así valió la pena llegar hasta aquí porque los paisajes de playa y vegetación tropical que hay en el camino son muy bonitos. También hay alguna cascada remarcable. Aprovechamos para tomar una bebida en el aislado hotel La Crique, situado junto a una playa realmente preciosa.

Por la tarde, la zona de playas de Ambondrona, entre los hoteles Lakana y Princesse Bora Lodge es un buen lugar para pasear y ver el mar como si fuera una enorme piscina por la quietud del agua. Después podremos disfrutar de una bonita puesta de sol sobre el mar y al oscurecer, ya con la marea baja, veremos a algunos isleños caminando sobre el agua con antorchas ardiendo para atraer la pesca.

Entre julio y septiembre otra actividad típica en Sainte-Marie es el avistamiento de ballenas. Numerosos grupos de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) vienen desde la Antártida a la zona del canal entre Sainte-Marie y Madagascar en busca de alimento y de sus condiciones ideales para el crecimiento de los jóvenes ballenatos antes de volver a las aguas frías.

Esta actividad se puede contratar en alguna agencia en el puerto de Ambodifotatra o bien a través de los hoteles, pero conviene comparar precios y características antes de escoger. Nosotros preguntamos en varios sitios y finalmente la contratamos en nuestro hotel, en Chez Pierrot. Pagamos 150.000 Ar en total por una lancha y el barquero-guía, sólo para nosotros dos. Nuestro barquero resultó ser un crack a la hora de localizar las ballenas.

Salimos con la lancha desde nuestro hotel a las 8:00 y volvimos al mismo lugar a las 15:30. De ese tiempo estuvimos algo más de 4 horas avistando ballenas (en total llegamos a ver unas 20) en la zona del canal al sur y este de la isla Aux-Nattes. Hacia el mediodía desembarcamos en Aux-Nattes para comer algo (bocadillos y bebidas incluidos en el precio de la excursión), bañarnos y pasear hasta la hora de volver. Por lo que vimos, el resto de excursiones siguen más o menos el mismo patrón (horarios, lugar de parada, etc). En resumen, la experiencia fue fantástica y valió mucho la pena: estar junto a un mamífero tan enorme y sentir su respiración a escasos metros (la lancha para el motor para no molestar), así como ver sus piruetas sobre el agua, es algo que no se vive cada día.

Île Aux-Nattes (pronunciado il oh nat y conocida también como Nosy Nato) es una diminuta isla de menos de 3 km de diámetro situada a sólo 300 metros de la punta sur de Sainte-Marie. Si Sainte-Marie puede parecer el paraíso, Aux-Nattes es el paraíso hecho realidad. En esta isla no hay vehículos y en 3 horas es posible rodearla completamente a pie.

Posee playas tropicales de arena blanca, cocoteros y un lagoon de aguas turquesas protegido por una barrera de coral... todo de postal. Ideal para bañarse, bucear y experimentar la dolce far niente. Sin duda aquí encontramos algunas de las playas más bonitas de este viaje. Concretamente la que hay frente al Meva Resort es fantástica.

Para llegar a Aux-Nattes la única vía es con una lakana, una piragua tradicional de madera. En una playa al final de un camino, al suroeste del aeropuerto de Sainte-Marie, siempre hay unos cuantos barqueros dispuestos a llevarnos a Aux-Nattes, pero debemos regatear bien el precio de partida. Por 3.000 Ar podemos conseguir una piragua, incluyendo ida y vuelta (se puede acordar una hora para que nos vengan a recoger a Aux-Nattes).


ANDASIBE

Cómo llegar

Para ir de Sainte-Marie a la isla principal esta vez optamos por el barco que une Ambodifotatra con Soanierana-Ivongo, en la costa oriental de la isla principal. Este barco, de la empresa GasyKara, sale a las 6 de la mañana aproximadamente y al parecer suele ir lleno, por lo que conviene reservar con antelación (en nuestro caso llamó por teléfono el propietario de nuestro hotel el día anterior). El trayecto cuesta 60.000 Ar/pax. Como que debíamos estar en el embarcadero de Ambodifotatra antes de las 5:30 a.m. la noche anterior habíamos apalabrado un taxi (20.000 AR, la tarifa oficial) para que nos pasara a recoger por el hotel a las 5:15.

En este trayecto en barco, de 30 km, empleamos casi 90 minutos, aunque la travesía fue muy plácida. Eso sí, la entrada al puerto de Soanierana-Ivongo fue bastante extraña ya que nuestro barco tuvo que cruzar una playa muy poco profunda (suponemos que a causa de la marea baja) en la que casi embarrancamos antes de conectar con un brazo de mar que da acceso al puerto (??).

Una vez en el embarcadero de Soanierana-Ivongo andamos unos 200 m. hasta la caótica estación de taxi-brousse de esta población, donde subimos al primer taxi-brousse que salía con destino a Toamasina (10.000 Ar/pax). Una opción más cómoda (y sólo algo más cara) es comprar un paquete que ofrece GasyKara: cuesta 80.000 Ar/pax e incluye el barco a Soanierana-Ivongo y un minibús charter a Toamasina. Nosotros no lo contratamos porqué nos lo desaconsejó el propietario de nuestro hotel, pero viendo luego lo que sufrimos en el trayecto Soanierana-Toamasina en taxi-brousse la verdad es que nos arrepentimos de no haberlo hecho (la diferencia de precio es de sólo 10.000 Ar entre una opción y otra, nada del otro jueves).

La carretera entre Soanierana-Ivongo y Toamasina, la RN-5, no está mal del todo, pero a medida que nos acercamos a Toamasina el asfalto se va degradando por momentos y al final está lleno de baches. En este trayecto, de unos 170 km, cruzamos enormes ríos a través de puentes, muchos de los cuales se estaban reconstruyendo a causa de los desperfectos de los ciclones de años anteriores. Finalmente llegamos a Toamasina cuatro horas después de salir de Soanierana, agotados por la incomodidad del viaje.

Para el trayecto entre Toamasina y Andasibe, de 225 km, tomamos un taxi-brousse cuyo destino final era Moramanga. Como preveíamos llegar tarde a nuestro destino, como así fue (en Madagascar tarde significa más allá de las 18h.), pactamos con el conductor que se desviaría de su ruta por la RN-2 para acompañarnos hasta el pueblecito de Andasibe, a 4 km de la carretera. Por este motivo pagamos 20.000 Ar, un precio algo más caro del habitual entre Toamasina y Moramanga. Lo cierto es que esta carretera está en bastante mejor estado que la RN-5. A partir de la población de Brickaville la carretera asciende desde el nivel del mar hacia las tierras altas por lo que se enlentece la marcha a causa de los camiones en la ruta. Compensa el hecho de que los paisajes son muy bonitos. Finalmente llegamos a Andasibe (pronunciado Andasibé) tras 4 horas de viaje (eran las 19:30h. y parecía que era ya de madrugada porque apenas se veía alguna luz).

Dormir y comer

Nos alojamos en el Hôtel Mikalo (1 km antes de llegar al pueblo de Andasibe; tel. 56 832 08), donde pagamos 61.200 Ar por un enorme bungalow de dos plantas. Es básico, pero tiene agua caliente, mosquitera y mantas suficientes (aquí las noches son frías en esta época). Además está a escasos metros de límite del parque nacional (se oyen los aullidos de los indri). El restaurante del hotel es un lugar acogedor y tiene fama de ofrecer la mejor gastronomía de la zona (el Mikalo pertenece al dueño del ya desaparecido hotel Buffet de la Gare. El desayuno es correcto y cuesta 4.000 Ar.

Cosas a ver y hacer

Toamasina (también conocido como Tamatave, pronunciado Tamatáf). Es una ciudad situada en la costa este de Madagascar y es su principal puerto marítimo. En nuestro caso Toamasina fue simplemente un lugar de paso en el largo viaje entre Sainte-Marie y Andasibe, pero como dispusimos de unas 3 horas en ella aprovechamos para ir a comer algo junto a la playa.

En la gare routière tomamos un pousse-pousse que por 3.000 Ar nos lleva hasta el Bulevar Ratsimilaho, el cual bordea la línea de costa hasta el puerto. En el camino de ida y vuelta entre la gare routière y este bulevar tuvimos la oportunidad de ver algunos edificios significativos de Toamasina, como el de la Alliance Française, así como algunas de sus grandes avenidas, pero poco más. En el Bulevar Ratsimilaho escogimos para comer el restaurante Le Recréa, con una posición magnífica frente al mar, muy buena comida y muy popular a tenor de lo lleno que estaba. Había un excelente menú de 2 platos por 12.500 Ar. Muy recomendable. Junto a este se encuentra otro restaurante popular, el Bateau Ivre, pero nos pareció bastante caro.

Parque Nacional Andasibe-Mantadia. Este parque tiene una superfície de 15 480 Ha y da cobijo a 108 especies de aves, así como 14 de lémures o 51 de reptiles. Entre los lémures destaca el Indri (Indri Indri), el lémur de mayor tamaño de todos, y entre los reptiles la boa Mandrita, muy temida por los malgaches. El precio de la entrada a este parque es de 25.000 Ar cada uno, a la que hay que sumar el coste del guía (15.000 Ar para el circuito más corto). En el Centro de Visitantes del parque hay una exposición (gratuita) muy interesante y didáctica, que recomendamos, sobre el propio parque y los indris. Este centro (y entrada del parque) se encuentra a 1 km del hotel Mikalo siguiendo la carretera que va del pueblo de Andasibe al cruce con la RN-2.

Un indri en el bosque de Analamazaotra
Un indri en el bosque de Analamazaotra

En vez de visitar el parque nacional nosotros nos decidimos por la Estación Forestal Analamazaotra, gestionada por la Association Mitsinjo, una iniciativa local y que ahora es una ONG. Este bosque tiene una superficie de 700 Ha y está separado del parque nacional sólo por una carretera. En él se puede encontrar más o menos lo mismo que en el parque nacional, pero al ser más pequeño hay más posibilidades de encontrar algunas especies, entre las que se cuentan los indris o los camaleones. A diferencia del parque aquí es posible contratar paseos nocturnos. Además los precios de la entrada y el guía son más bajos que los del parque, pero, sobre todo, este dinero va a proyectos comunitarios en aguicultura y salud para la población que vive alrededor de este bosque.

Durante nuestra visita a este bosque encontramos una familia de indris que pudimos ver muy de cerca porque algunos de sus miembros están habituados a los humanos. También vimos lémures marrones y una especie de lémur nocturno, así como dos especies de camaleón, entre otros animales y plantas endémicas de este bosque lluvioso.

El coste total (entrada+guía) para un circuito de 3 horas en Analamazaotra es de 20.000 Ar/persona. Las oficinas están unos 100 m. más allá de las del parque nacional siguiendo la carretera hacia la RN-2. Por todo lo expuesto recomendamos muchísimo su visita.


ANTANANARIVO (II)

Cómo llegar

En el cruce de la RN-2 y la carretera a Andasibe, al que llegamos andando porque en esta carretera hay muy poco tráfico, tomamos un taxi-brousse a Moramanga (2.000 Ar/pax). En este trayecto de 25 km empleamos 40 minutos y vamos comprimidos tropecientas personas y la carga correspondiente en la parte de atrás de un pick-up con asientos de madera.

En la gare routière de Moramanga tomamos el primer taxi-brousse con destino a Antananarivo (5.000 Ar/pax). El tramo de la RN-2 entre Moramanga y Antananarivo está en bastante buen estado y los paisajes también son muy bonitos: ríos, cascadas, arrozales y pueblecitos con las típicas construcciones de las tierras altas. Finalmente llegamos a la gare routière este de Antananarivo tras un cómodo viaje de 2,5 horas, enlentecido por los atascos de la entrada a la capital. Desde esta terminal al hotel, en el centro de la ciudad, tomamos un taxi (7.000 Ar).

Dormir y comer / Cosas a ver y hacer

Nos alojamos nuevamente en el Hotel Sakamanga. En esta ocasión Antananarivo es sólo una corta etapa de paso en nuestro viaje hacia Diego Suárez, en el norte de la isla, por lo que para ver los detalles sobre este hotel y restaurantes, así como cosas a ver y hacer en Antananarivo ir a Antananarivo I).


ANTSIRANANA / DIEGO SUAREZ

Cómo llegar

Como nuestro medio de transporte entre Antananarivo y Diego Suarez era el avión empezamos este trayecto tomando el minibús Navette que por 6.000 Ar/pax nos viene a buscar al hotel y nos lleva hasta el aeropuerto Ivato tras recoger algunos pasajeros más. Este servicio lo habíamos reservado la noche antes llamando por teléfono al 32 07 062 56. Nos pasaron a recoger a las 5:15 y a las 5:55 ya estábamos en la terminal de vuelos nacionales. Es cómodo, limpio y bastante más barato que un taxi (un taxi reservado en el hotel nos costaba 30.000 Ar).

En este caso nuestro avión fue un AIrbus A-320 que hacía la ruta de Antananarivo a la isla de la Reunión, pero con escalas previas en Nosy Be y Diego Suarez. El trayecto de Antananarivo a Nosy Be, de 650 km en línea recta, lo hacemos en una hora y al aterrizar desciende una parte del pasaje. Al cabo de 20 minutos reemprendemos el vuelo y sólo 15 minutos después ya descendemos sobre el aeropuerto de Diego Suarez, a 160 km en línea recta del de Nosy Be.

Fuera de la terminal tomamos un taxi (10.000 Ar) para ir hasta el hotel, en el centro de Diego. Más tarde supimos que si hubiéramos reservado el hotel previamente nos hubieran ido a recoger al aeropuerto gratis... es lo que tiene decidir el hotel en el último momento!!.

Dormir y comer

En el Hotel Emeraude (en la esquina de las calles Rigault y Gauche - Diego Suarez; tel 20 82 225 44), de 3*, pagamos 79.500 Ar por una habitación doble grande, con baño privado y bañera, A/A, nevera, etc, aunque este precio lo obtuvimos regateando desde los 115.000 Ar iniciales. Hay que decir que este hotel está muy bien y el personal es muy atento en todo. Muy recomendable como opción de precio medio, ya que para precio caro (a partir de 280.000 Ar) está el Grand Hotel, el preferido del turismo internacional.

Para comer recomendamos el restaurante La Vahinée, situado en la esquina de la calle Colbert con la Av. de France. También nos causó una muy buena impresión el restaurante Le Venilla (calle Surcourf). Y una última recomendación es el restaurante La Rosticceria (rue Colbert, 47), aunque es más caro que los anteriores. La terraza exterior de la patisserie del Grand Hotel es el mejor lugar para disfrutar de sus dulces, bebidas y desayunos mientras vemos el ajetreo de la calle Colbert.

Y para conectarse a Internet una buena opción es el ciber Housseni.com (en la planta baja del edificio Ny Havana). Cuesta 30 Ar/minuto y la conexión es bastante rápida.

Cosas a ver y hacer
Mercado callejero en Diego Suarez
Mercado callejero en Diego Suarez

ANTSIRANANA (también conocida con el antiguo nombre de Diego Suarez o simplemente Diegó) está situada en el extremo norte de Madagascar. Debe su antiguo nombre a un par de exploradores portugueses, Diego Diaz y Fernando Suarez, que visitaron esta zona a principios del s. XVI. Antsiranana también entra en la disputa con Sainte-Marie sobre la ubicación de la legendaria república pirata de Libertalia, cuya existencia no ha sido probada ni aquí ni en ningún otro lugar.

Diego mantiene un toque colonial que la hace ser quizás la ciudad más francesa de la isla, mientras que su bahía está considerada una de las más bonitas y grandes del mundo.

Para el viajero el interés en esta ciudad radica también en que es un buen lugar desde donde iniciar interesantes excursiones a lugares vecinos, como por ejemplo a los parques Montagne d'Ambre y Ankarana, o al Tsingy Rouge (situado a dos horas en 4x4 desde Antsiranana), entre otros..

Los mejores ejemplos de edificios coloniales en Diego los encontramos alrededor de la calle Colbert. Al llegar a su extremo norte podemos ver un imponente edificio colonial que ahora está ocupado por un organismo oficial. Girando a la izquierda y siguiendo la calle Richelieu llegamos hasta la plaza Joffre, donde hay un monumento dedicado al general Joffre y buenas vistas sobre el puerto y parte de la bahía.

Alrededores de Antsiranana. Para recorrer con libertad los alrededores de Diego nosotros optamos por alquilar una moto en Note Bleue Voyages, agencia del mismo dueño que el hotel La Note Bleue. Aquí alquilamos una moto Yamaha de 100 cc por 40.000 Ar/día. En esas fechas el precio de la gasolina de 91 octanos era de 2.680 Ar/litro y con menos de 4 litros nos sobró para los más de 100 km que recorrimos en las 24 horas que la alquilamos.

Ya con la moto salimos de Diego hacia el oeste por la calle R. J. Bezara (si uno se pierde hay que preguntar por la ruta a Namakia). Al poco de salir del casco urbano se acaba el asfalto y la carretera cruza, literalmente, un vertedero, con residuos quemándose en la misma carretera. También encontramos mujeres y niños buscando entre la porquería, así como otros picando piedra a pleno sol, algo que ya habíamos visto varias veces en otros puntos del país y que dice mucho de la extrema pobreza y durísimas condiciones que ha de soportar una parte de la población de este país. Alguien nos comentó que se pagaba algo así como 1 US$ por cada cubo de piedras desmenuzadas (sobran los comentarios).

Al cabo de unos pocos kilómetros pasamos junto a unas enormes y llamativas salinas. El estado de la pista oscila entre malo y terrible, por lo que muchas veces los vehículos optan por ir campo a través para evitar los restos de asfalto en la pista. Cuando llegamos al pequeño núcleo de Andranotsara encontramos una bifurcación, pero antes hay una barrera que impide el paso. Nos piden 10.000 Ar en concepto de ??? para poder continuar. Aceptamos pagar si nos dan un recibo o ticket, pero como la respuesta es no entonces iniciamos una discusión que acaba con que nos dejan pasar sin pagar (!!).

Tomamos el desvío a la derecha, por la pista que va hacia el norte, hasta el Cap d'Ambre, siguiendo la orilla del Cul-de-Sac Gallois, una bonita bahía. El paisaje es muy de secano y a ratos parece que estemos en otro planeta. Encontramos varios baobabs junto al camino. Tras recorrer unos 7 km desde Andranotsara y cuando ya vemos ante nosotros la formación rocosa conocida como Windsor Castle decidimos desistir de continuar por el horroroso estado de la pista, el cuál nos hace temer un pinchazo o una avería mecánica que sería fatal aquí porque estamos en medio de la nada. Es una lástima, porque nos hubiera gustado continuar hasta llegar a la bahía de Courrier, donde al parecer hay una playa extraordinaria. En cualquier caso la excursión valió mucho la pena por los paisajes y la aventura. En resumen, para ir al Windor Castle o a la citada playa se puede ir en moto, pero sin pasajero que la sobrecargue y conduciendo con cuidado y cierta habilidad. En caso contrario habrá que recurrir a un vehículo 4x4.

Recorremos los 15 km de vuelta a Diego siguiendo el mismo camino de antes y cuando llegamos a la altura del cementerio de guerra franco-malgache tomamos el Blvd. Duplex en dirección a Ramena, al nordeste de Antsiranana. Poco después ya vemos a nuestra izquierda la bonita bahía Andovobazaha y su característica Saupari Dunghar, una isla deshabitada con forma de Pan de Azúcar que emerge en el centro de esta bahía y que es el icono de Diego. El color de las aguas de la bahía y de esta zona en general ha dado lugar al sobrenombre de mar Esmeralda... y con justicia.

Continuamos por la carretera, bordeando completamente la bahía, y 8 km después llegamos a la Montagne des Français, nombre que recibe una área protegida formada por bosque seco de hoja caduca. En ella destaca la presencia de baobabs de la rara especie Adansonia Suarezensis, endémica de esta zona. Desde la cima de esta colina, a unos 450 metros de altura, hay espectaculares vistas sobre la bahía y la ciudad de Diego y para llegar a ella se sigue un camino (unas 2 horas), pero según nos dijeron en la Oficina de Turismo de Diego ahora es imprescindible contratar un guía que hay que llevar desde Diego (según nos dijeron porque se han producido algunos atracos a turistas y se quieren evitar así). Pero aunque no se suba a la cima, como en nuestro caso, vale la pena detenerse aquí para admirar y fotografiar el entorno y, sobre todo, los raros baobabs mencionados.

Continuamos unos 10 km más siguiendo la misma carretera, con paradas obligadas para fotografiar la zona costera, y llegamos al pequeño pueblo de Ramena (pronunciado Ramèn), la playa favorita para los habitantes de Antsiranana en los fines de semana. La verdad es que la playa, de arena blanca, es de las mejores de la zona, aunque la presencia de barcas y alguna basura (poca) en la playa le quita algo de su encanto. Por lo demás vale la pena venir de excursión hasta aquí y comer en alguno de los sencillos restaurantes que hay en la playa (recomendamos el restaurante Emeraude). Desde aquí se puede contratar alguna embarcación para navegar por esta preciosa zona costera, en pleno mar Esmeralda.

Tras la visita a Ramena volvemos hacia Antsiranana, con el sol cayendo y dando nuevas tonalidades al paisaje, lo cual nos invita a fotografiar de nuevo puntos como el Pan de Azúcar, entre otros. Al llegar a Diego vamos a visitar el cementerio de guerra inglés (indicado como War Cemetery en la carretera al aeropuerto). Y es que en 1942 las fuerzas aliadas desembarcaron en la Bahía de Courrier, al oeste de Diego, en la llamada Batalla de Madagascar para conquistar la Madagascar entonces controlada por la Francia de Vichy. En esta batalla murieron cientos de soldados británicos y en su mayoría están enterrados en este cementerio.

Parque Nacional Montagne d'Ambre. Este parque, de 23.010 Ha, ocupa un macizo de origen volcánico con alturas que oscilan entre los 850 y los 1.475 metros. Es una isla de bosque húmedo comparado con la aridez de los alrededores, debido a que cuenta con un microclima muy lluvioso. Su interés radica en sus lagos, cascadas y vida salvaje, con muchas especies de camaleón.

Camaleón intentando pasar desapercibido
Camaleón intentando pasar desapercibido

Puesto que el día de nuestra visita a este parque llovía a ratos escogimos un circuito medio, de unos 8 km de longitud y que hicimos de forma acelerada en 3 horas a causa de la lluvia. La entrada al parque cuesta 25.000 Ar por persona, a los que hay que sumar el coste del guía, que en el caso del circuito indicado es de 25.000 Ar.

Durante el circuito vimos unos cuantos camaleones. Recorrimos un bonito sendero llamado Voie de Milles Arbres, para después llegar a la cascada Antakarana y de aquí a la station des Rousettes, una zona de camping y pic-nic donde pudimos ver una llamativa mangosta de cola anillada buscando comida. Acabamos la visita, de forma precipitada por la fuerte lluvia, tras ir hasta la magnífica Cascada Sagrada. Nuestro hábil guía nos "localizó" un ejemplar de Brookesia Minima, el considerado como el camaleón más pequeño del mundo, y de ahí el mérito de encontrar uno, porqué es realmente minúsculo (ver foto en el apartado Fotos divertidas y curiosas, en esta misma web). En resumen, este parque no nos gustó tanto como otros ya vistos, pero la lluvia tuvo mucho que ver en ello.

Un consejo: para la visita a este parque conviene llevar protección para la lluvia y algo de abrigo, porque el clima de esta zona es bastante más fresco que el de Diego a pesar de la proximidad. No confiarse!!.

La entrada al parque está a unos 3'2 km de Joffreville, una población que en su día fue un lugar de descanso para los oficiales franceses, pero que ahora está en estado ruinoso. Joffreville se encuentra a unos 28 km al sudoeste de Antsiranana. Un taxi-brousse de Antsiranana a Joffreville cuesta 4.000 Ar/pax y tarda unos 50 minutos en llegar, pero por la tarde puede haber muy poca frecuencia para volver a Diego. Y los 3 km de pista hasta la entrada del parque habrá que hacerlos a pie. Una opción más cómoda es tomar un taxi: 60.000 Ar (sin regatear) para el trayecto Antsiranana-Joffreville, ida y vuelta. Otra opción posible es hacer este recorrido con una moto alquilada, ya que la carretera entre ambas ciudades está asfaltada, aunque hay que contar con el posible factor lluvia.


MAHAMASINA / ANKARANA

Cómo llegar

Ya que el transfer al aeropuerto es gratuito en el hotel Emeraude también conseguimos, sin ningún esfuerzo, que lo fuera a la gare routière de taxi-brousse, con lo cual nos ahorrábamos el taxi. El propio manager del hotel nos acompañó amablemente en su 4x4 hasta allí, donde tomamos el primer taxi-brousse con destino Ambilove (10.000 Ar), aunque nosotros nos quedáramos unos kilómetros antes, en la población de Mahamasina.

El trayecto de Diego a Mahamasina es de 108 km por una carretera bastante aceptable, la RN-6, aunque igualmente tardamos 2 horas y 45 minutos en llegar a Mahamasina por las innumerables paradas de nuestro taxi-brousse. Además fue un viaje bastante duro porque íbamos 25 personas en una furgoneta donde en teoría cabían 15... Sólo en nuestra fila de asientos ya éramos 8 personas!!!.

Dormir y comer

En Mahamasina, un pueblo con cuatro casas mal contadas, las opciones de alojamiento son muy reducidas. De hecho el único con un cierto nivel es Le Relais de l'Ankarana (a 750 m. del pueblo y la entrada al parque de Ankarana; tel. 32 02 222 94), abierto en 2008. Aquí pagamos 70.000 Ar por un magnífico bungalow muy confortable, con baño privado y agua caliente. De verdad que es un auténtico lujo comparado con el resto en Mahamasina. Todo su personal, aunque en especial el Sr. Elías, son muy atentos y amables. Si es posible, recomendamos pedir uno de los bungalows que da a la parte de atrás para amortiguar el ruido de los escasos camiones que circulan de noche por la RN-6. El desayuno está bastante bien y cuesta 6.000 Ar, mientras que la cena está compuesta de un menú muy completo por 16.000 Ar. Pensad que en Mahamasina no hay ninguna tienda digna de tal nombre y todo deben ir a comprarlo a la ciudad de Ambilove, a 30 km por la RN-6. Por último decir que este lugar es ideal si se va con niños.

Otros alojamientos en Mahamasina que también vimos son Chez Aurelien (tel. 32 02 786 00), con bungalows muy muy básicos, sin baño privado ni agua caliente en el rudimentario baño compartido, por un precio de 15.000 Ar. El dueño, Aurelien, eso sí, es súper simpático y nos ayudó mucho en todo.También Chez Goulam, situado unos 150 m. detrás del anterior, tiene bungalows algo mejores y con baño privado, pero aún y así son básicos y también sin agua caliente, por un precio de 35.000 Ar. Y poca cosa más hay...

Además Mahamasina es tan remoto que aún no llega la electricidad al pueblo. Al menos en Le Relais de l'Ankarana tienen un grupo electrógeno que funciona de 18 a 22 horas, pero no más, por lo que en épocas de noches calurosas puede ser un problema dormir en Mahamasina al no disponer de ventilador o A/A.

Cosas a ver y hacer

MAHAMASINA (pronunciado Majmásina) es un minúsculo poblado situado junto a la RN-6. Su único interés para el viajero es como base logística para organizar la visita al magnífico parque nacional Ankarana, ya que aquí están las oficinas del parque.

Despertar de un lemur nocturno
Despertar de un lemur nocturno

Parque Nacional Ankarana (pronunciado Ankárana). Este parque tiene una superficie de 18.225 Ha y descansa sobre una meseta compuesta de piedra caliza con una edad de 150 millones de años y que a causa de la lluvia en esta zona está muy expuesta a la erosión, dando lugar a una topografía kárstica peculiar donde destaca el tsingy. Tsingy es una palabra malgache que alude a un paisaje formado por pináculos de roca caliza extremadamente afilados que se forman al disolver el agua de la lluvia la parte superior de la roca caliza, más blanda, dejando al descubierto la parte inferior de la roca, más dura y en forma de aguja. La vegetación y la imposibilidad de transitar por la zona del tsingy han preservado esta región de la intrusión humana.

Posiblemente el tsingy más famoso de Madagascar es el que se encuentra en la reserva natural Tsingy de Bemaraha (declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1990), pero nosotros preferimos visitar el de Ankarana porque es mucho más accesible, siendo su coste en dinero y días mucho menor que en el de Bemaraha. Este último se encuentra a más de 150 km de Morondava por una pista que debe recorrerse en un vehículo privado 4x4.

En el parque de Ankarana hay un gran número de circuitos posibles, de diferentes duraciones y precios. Nosotros pactamos con nuestro guía, Joachim, un circuito que combinaba el Tsingy Rary y las Tourelles de Tsingy. En total unos 12 km y más de 3'5 horas. La entrada al parque cuesta 25.000 Ar por persona, a los que hay que sumar el coste del guía, que en el caso de este circuito es de 25.000 Ar.

Tsingy Rary en el P.N. Ankarana
Tsingy Rary en el P.N. Ankarana

Empezamos nuestro recorrido a las 6:30. Desde las oficinas del parque, en la entrada este (hay otra a 25 km al noroeste), caminamos 3 km hasta el último punto accesible por vehículos. Este camino es bonito y en él ya vimos unos cuantos animales, como camaleones y geckos. Nos internamos en el parque por zonas de tierra totalmente roja que forman un paisaje muy bonito.

Vemos varias familias de lémures coronados (Eulemur coronatus) y lémures marrones de Sanford (Eulemur sanfordi), ambos diurnos, así como los divertidos lepilemúridos nocturnos, observándonos desde sus madrigueras en los árboles. Cuando llegamos a un mirador sobre el Tsingy Rary alucinamos con este fenómeno natural extraordinario. Este es un ejemplo de tsingy plano, asemejándose a un mar de pináculos kársticos. Aquí nos quedamos un buen rato extasiados para disfrutar de esta maravilla.

Después nos dirigimos hacia las Tourelles de Tsingy, un ejemplo de tsingy en terreno con pendiente. El camino transcurre por entre algunos pináculos y nos parece estar en un paisaje de cuento de hadas. A continuación enlazamos con un camino que pasa junto a varios baobabs del tipo Adansonia Madagascariensis. También nos encontramos con alguna serpiente y un camaleón enorme, entre otros animales, así como numerosas plantas (ravinalas, pandanus, pachypodiums, etc), muchas de ellas con propiedades medicinales tal y como nos explica nuestro sabio guía.

Y así, disfrutando de cada nuevo paso que damos en este parque, volvemos al punto de inicio, cuando el calor empieza ya a notarse.

En resumen, el parque nacional Ankarana fue uno de los que más nos gustó, sin duda. Si visitáis el norte de Madagascar no os lo perdáis por nada del mundo. Y si sólo podéis visitar un parque en el norte y tenéis que escoger entre los de Montagne d'Ambre y Ankarana, nosotros nos quedamos con este último.


HELL-VILLE (isla de Nosy Be)

Cómo llegar

Empezamos nuestro viaje de Mahamasina a Nosy Be yendo a Ambilove, la ciudad más cercana a este rincón de mundo. Contábamos con esperar en la carretera que pasara un taxi-brousse, cruzar los dedos para que no fuera lleno y tuviera espacio para dos vazahas, pero por suerte unos empleados de nuestro hotel debían ir ese día a Ambilove a comprar provisiones con su 4x4 y nos invitaron a acompañarles, cosa que aceptamos encantados. De este modo, muy cómodos y en sólo media hora llegamos a Ambilove. Nuestros acompañantes nos localizan en las calles de Ambilove el taxi-brousse con destino a Ambanja, nuestra próxima parada, y que está dando vueltas buscando clientes, un clásico en los taxi-brousse de estos pagos.

Pagamos 5.000 Ar por el trayecto a Ambanja y gracias a que somos los primeros en subir al taxi-brousse conseguimos los asientos junto al conductor (sin duda los mejores en un taxi-brousse), aunque por contra dimos vueltas durante 45 minutos por Ambilove hasta llenar el minibús. El tramo de 101 km de la RN-6 entre Ambilove y Ambanja está en mucho mejor estado que el de Mahamasina-Ambilove, por lo que llegamos a la gare routière de Ambanja sólo 2 horas después de salir de Ambilove (record absoluto de velocidad en términos de taxi-brousse malgache!).

Una vez en Ambanja dudamos entre pernoctar aquí o continuar viaje hasta Ankify, ya que por la mañana nos han dicho que no hay barca que haga la travesía de Ankify a Nosy Be a partir del mediodía. Nos informamos entre el ejército de comisionistas de taxi-brousse que nos asaltan nada más llegar y nos juran y perjuran que aún estamos a tiempo de tomarla pero que debemos darnos prisa. Así que tomamos un taxi compartido de 5 plazas y por 4.000 Ar/pax (precio vazaha) nos lleva en 30 minutos hasta el embarcadero de Ankify, a 23 km de Ambanja por una buena carretera.

Nada más llegar al puerto de Ankify compramos los billetes para la última barca de la tarde por 10.000 Ar/pax (aquí son muy listos e intentaron hacernos pagar 15.000 Ar, pero no coló). Tras una espera de media hora embarcamos en una motora con otras 15 personas. Nuestro piloto va de sobrado y se cree el Michael Schumacher de la náutica, yendo a toda velocidad y de forma muy brusca por un mar cada vez más embravecido por la subida de la marea y los vientos de la tarde. Cuando llegamos al puerto de Hell-Ville, ya en la isla de Nosy Be, tras media hora de navegación el miedo aún se refleja en la mayoría de caras, incluidas las nuestras, claro. Quizás la forma de llevar la barca de nuestro patrón era la mejor dadas las condiciones del mar, pero la verdad es que este trayecto, de unos 20 km o unas 11 millas náuticas, se nos hizo eterno. En resumen, recomendamos hacer esta travesía por la mañana para ahorrarse un mal rato.

Para ir desde el puerto hasta el centro de Hell-Ville tomamos un taxi por 2.000 Ar.

Dormir y comer

En Hell-Ville nos alojamos en el Hotel Diamant 10 (Bd. Dr Monceau - Hell Ville; tel. 20 86 614 48), un pequeño hotel donde pagamos 60.000 Ar por una habitación doble bastante grande y nueva, con cama grande, baño privado, agua caliente y A/A. Muy recomendable para presupuestos ajustados. Además debemos agradecerle a la propietaria el gesto de dejarnos la habitación unas horas más sin coste adicional para ducharnos ya que nuestro vuelo era por la noche. Otra buena opción en esta franja es el Hotel BelleVue (Rue R Tsiomeko - Hell Ville; tel. 20 86 613 84), donde una habitación correcta, pero muy pequeña, con baño, TV i A/A cuesta 50.000 Ar.

Lógicamente en la isla de Nosy Be e islas cercanas, destino de playa para muchos europeos, hay otras muchas opciones de alojamiento de bastante más nivel y precio, pero en general son resorts situados hacia el norte de la isla, en zonas como Andilana, Orangea o Ambatoloaka.. De ellos sólo podemos hablar en primera persona del bonito Vanila Hotel & Spa, un resort de lujo situado en la playa de Orangea, 17 km al norte de Hell Ville y frente a la isla Nosy-Sakatia. Los precios comienzan a partir de 83 € en temporada baja.

Para comer en Hell-Ville un lugar muy recomendable es el restaurante Hallal, situado en una esquina frente al mercado. Muy buena comida a precios más que correctos. El bar-restaurante Nandipo se autodefine como una batzoki-taberna, pero contiene un poutpourri de símbolos que van desde el toro de Osborne a una bandera del Barça. Pero el sitio está bien y es acogedor, y parece ser un lugar de reunión de expatriados y vazahas en general. Y para desayunar en Hell-Ville nada mejor que la terraza exterior del café L'Oasis, un sitio muy popular situado frente al banco BVF.

Para cambiar recomendamos la pequeña oficina de cambio Nosy Change que hay en el punto donde se bifurcan las carreteras a Andilana y al aeropuerto, en extremo norte del Blvd. General de Gaulle. Aquí pagaban algo mejor que en el banco BVF.

Cosas a ver y hacer

NOSY BE. La isla volcánica de Nosy Be está situada al noroeste de Madagascar, en el Canal de Mozambique y a sólo 20 km de Ankify, el punto más cercano en la isla principal. Sus dimensiones son de unos 24 km de norte a sur y unos 20 km de este a oeste.

Nosy Be es posiblemente el destino turístico más importante de Madagascar, ya que cuenta con un aeropuerto internacional al que llegan vuelos directos desde Europa y especialmente desde Francia. Pero tampoco hay que engañarse, afortunadamente está a años luz de ser un Bali o Pukhet, por poner algún ejemplo. Las infraestructuras turísticas y de transporte son aún muy reducidas y la gran mayoría de hoteles se concentran en Ambatoloaka y Andilana.

La verdad es que nosotros fuimos a Nosy Be con cierta prevención, pensando que encontraríamos mucho turista europeo de playa, pero no fue así, aunque quizás era un año atípico por los acontecimientos políticos, la crisis económica, etc. En cualquier caso, escogimos Hell-Ville como base para nuestra estancia en la isla para estar en un lugar no turístico. Finalmente, si bien Nosy Be no nos pareció un sitio extraordinario, tampoco nos disgustó y pensamos que es un buen lugar para pasar unos días y explorar los alrededores.

Hell-Ville es la capital de la isla y está situada en su extremo sur. Es una ciudad en la que se puede palpar fácilmente la vida diaria de los isleños, activa pero sin prisas. En general, es una ciudad agradable para pasear y donde aún podemos ver algunos bonitos edificios de la época colonial francesa.

A 1'5 km del centro de Hell-Ville, junto a la carretera a Andilana, hay unas cuantas tiendas de artesanía donde encontrar multitud de recuerdos de Madagascar a buenos precios, pero que hay que regatear. Una de las tiendas recomendables es Chez Abud.

Para recorrer la isla con libertad optamos por alquilar una moto y lo hicimos en Location Jeunesse (tel. 032 04 663 87 - Hell-Ville), un sitio de alquiler de motos y bicis que hay pasado el cementerio y la oficina de Air Madagascar en la salida norte de Hell-Ville que va hacia Ambatoloaka. Alquilamos un ciclomotor Yamaha de 50cc, más que suficiente para esta isla, por 25.000 Ar/día.

Ya con la moto nos dirigimos hacia Ambatoloaka, 8 km al noroeste de Hell-Ville, para contratar una excursión en barca a Nosy Komba y Nosy Tanikely para el día siguiente. Ambatoloaka es un antiguo poblado pesquero y que ahora está muy desnaturalizado por su gran desarrollo turístico, concentrando gran multitud de hoteles (el alojamiento más barato en Nosy Be está aquí), restaurantes y bares musicales para el turismo. Es lo más cercano en Nosy Be a un Benidorm o Salou, pero a muy pequeña escala.

Por cierto, en la carretera a Ambatoloaka, frente a una gasolinera a 6 km de Hell-Ville, encontramos un control policial donde se nos pidió abiertamente dinero para la policía cada vez que pasamos por aquí , aunque eso sí, de buenas maneras y sin insistir demasiado cuando le contestamos amablemente que no entendíamos lo que nos decía (??) y nos íbamos sin dar ni un ariary. Al final ya nos conocían y reían como niños traviesos. Esta fue el único caso de corrupción policial que encontramos en todo Madagascar, tras pasar por muchísmos controles policiales, y no es casual que se diera en el lugar más turístico del país. Lamentablemente muchos otros turistas sí pican el anzuelo y estos policías se sacan un buen sobresueldo.

Vista desde el monte Passot (Nosy Be)
Vista desde el monte Passot (Nosy Be)

Desde Ambatoloaka vamos hacia el norte y llegamos a Djamandjary, donde por casualidad damos con los restos de la antigua azucarera donde se procesaba la caña de azúcar para ron. Junto a ella hay una antigua locomotora de vapor completamente oxidada. Continuamos hacia Orangea y paramos en varios puntos para disfutar de las vistas sobre la costa y la vecina isla de Nosy Sakatia.

Unos 4 km antes de llegar a Andilana encontramos el cruce con la carretera que va hacia el aeropuerto, la tomamos y 3 km más adelante, tras pasar por un mirador sobre el lago-cráter Andavakabe, encontramos el desvío para ir al monte Passot. El monte Passot, con sus 329 m. de altura, es el segundo pico más alto de Nosy Be y desde su cima hay espectaculares vistas sobre la bahía de Nosy Be, así como sobre los azules lagos-cráter de Anjavibe, Amparihimirahavavy, Bemapaza, Antsidihy, Amparihibe y Maintimaso (estos lagos son sitios sagrados). La cima del Passot también es un buen lugar para ver la salida o la puesta del sol. La carretera que lleva a la cima es muy estrecha, pero está asfaltada en el 90% de sus 3 km de longitud.

Volvemos por el mismo camino y paramos junto a uno de estos bonitos lagos. Conectamos de nuevo con la Route de l'Ouest y continuamos hacia el norte hasta llegar al final de la carretera, la cual acaba en la entrada de un resort en la playa de Andilana. Subimos hasta una pequeña loma cercana para tener una vista elevada sobre la playa privada del resort y la pública que hay justo al lado, así como del islote Nosy Andilana. La playa de Andilana es bonita, pero tampoco nos pareció nada extraordinario. Además las playas de Nosy Be tienen el handicap de que tienen poca pendiente y cuando hay marea baja el agua se va muy lejos, dejando tras de sí muchos restos orgánicos. Y para comer en Andilana recomendamos totalmente el restaurante Au Rhum Riz, situado junto a la carretera unos 2 km antes de llegar al final de la carretera. Tras disfrutar de una tranquila y agradable tarde en Andilana volvemos a Hell-Ville, a 28 km, parando en varios sitios para ir viendo la puesta de sol sobre el mar.

Nosy Komba y Nosy Tanikely. Para poder visitar estas dos islas cercanas a Nosy Be en una excursión de un día contratamos lo servicios de Tombo Nazaire (te. 032 04 049 75 - Ambatoloaka), cuyo chiringuito está en una casa detrás del hotel L'Espadon, en la bonita playa de Ambatoloaka. La excursión cuesta 70.000 Ar/pax e incluye también la comida, la bebida y el transfer al hotel en Hell-Ville.

Nosy Komba

La isla de Nosy Komba, también llamada Nosy Ambariovato, está situada entre Nosy Be y la isla principal. Es una pequeña isla volcánica con sólo 8 km de diámetro y un relieve agreste (su altura máxima es el volcán Antaninaomby, con 621 m). Aquí no hay carreteras ni red eléctrica.

De todas las islas cercanas a Nosy Be esta es quizás la más visitada, pero la mayoría de turistas sólo están unas horas en ella y se van. Para quien desee estar desconectado de todo y en un sitio bastante agreste también hay algunos alojamientos.

Un vehículo nos vino a recoger a nuestro hotel a las 8:00 y nos lleva hasta la playa de Ambatoloaka donde Nazaire tiene su pequeña oficina. Sobre las 8:30 subimos a una lancha con otros 5 extranjeros y empezamos a navegar con rumbo sur, bordeando la costa de Nosy Be. Tras un rato de tranquila navegación desembarcamos en la playa de Ampangorinana, la principal población de la isla de Nosy Komba.

Acompañados por un guía subimos por un camino plagado de tiendas de souvenirs hasta llegar a una especie de pequeño parque natural (entrada: 2.000 Ar, ya incluida en el precio de la excursión), donde podemos ver lémures negros (Eulemur macaco), camaleones, tortugas y una boa Madagascariensis, la mayor serpiente que se puede encontrar en Madagascar, y que podemos incluso tocar. Aquí estamos aproximadamente 1 hora antes de volver hacia la playa y embarcar de nuevo.

La verdad es que la sensación que nos quedó tras visitar Nosy Komba es que está demasiado enfocada al turismo, pero suponemos que el gran nº de visitantes que vienen hasta aquí son un gran reclamo para la población local. Nos sorprendió ver más tiendas de souvenirs aquí que en todo el resto de Madagascar...!! Pero quizás esta es una visión que desaparece en las horas que ya no vienen turistas desde Nosy Be.

Desde la playa de Ampangorinana podemos ver al otro lado el paisaje boscoso que forma la Reserva de Lokobe, situada en el sudeste de la isla de Nosy Be. Abandonamos esta playa con rumbo oeste hacia Nosy Tanikely.

Al llegar a la diminuta isla de Nosy Tanikely desembarcamos en una preciosa playa de arena oscura de origen volcánico. A pocos metros de la orilla hay arrecifes de coral donde se puede hacer esnorquel (y submarinismo un poco más allá) y ver coral, estrellas de mar, anémonas, tortugas y peces tropicales de muchos colores y formas. Viendo esto se entiende que esta isla forma parte de una Reserva Marina. Además es un sitio fantástico para bañarse por su agua transparente y color turquesa. Y la vista desde la playa es de ensueño, ya que desde aquí se divisan las islas de Nosy Be, Nosy Komba y la propia costa norte de Madagascar.

El patrón de nuestra embarcación nos prepara una suculenta y abundante comida (incluida en el precio) que nos comemos a la sombra de unos árboles: ensalada, brochetas de cebú, marisco, pescado y fruta. Después de comer, aprovechando que la marea está baja, damos la vuelta completa a la isla caminando por la playa (menos de 1 km de circunferencia), aunque en algunos sitios hay que saltar por encima de las rocas. Pero vale mucho la pena...

Tras un buen rato de volver a bucear por la orilla y bañarnos, pasadas las 15:30 lo recogemos todo y embarcamos de nuevo para volver a Nosy Be antes de que el mar se altere demasiado (a medida que pasan las horas el mar se va embraveciendo). Finalmente llegamos a Ambatoloaka a las 16:15, pagamos la excursión a Nazaire y un empleado suyo nos lleva en coche a nuestro hotel a Hell-Ville. En resumen, la excursión estuvo muy bien. La visita a Nosy Komba no nos gustó mucho, pero Nosy Tanikely la compensó con creces, ya que es un verdadero paraíso.

Y el viaje se acaba ...

Pactamos con un taxista un precio de 20.000 Ar por llevarnos en su Renault 4L al aeropuerto de Nosy Be, situado a 14 km de Hell Ville. Una vez en el pequeño aeropuerto nos encontramos con que aún no habían abierto las puertas de la terminal. Curiosament, a pesar de ser un vuelo internacional cuando facturamos nos dan una tarjeta de embarque sin asiento asignado, por lo que cuando llega nuestro avión, procedente de Antananarivo, hemos de correr por la pista para conseguir buenos asientos. Por otra parte, en este aeropuerto no hay una oficina de cambio para recambiar los últimos ariarys, por lo que conviene haber ajustado antes los cambios... o bien gastarse los que queden en las tiendas de recuerdos que sí hay fuera de la terminal.

Este vuelo nocturno de Air Madagascar con destino a París cubre una distancia de 8.263 km en unas 10 horas y 15 minutos de vuelo efectivo. Aterrizamos en el aeropuerto Charles de Gaulle de París a primera hora de la mañana y la verdad es que el vuelo se nos ha hecho corto, a pesar de que el avión no tiene ningún tipo de entretenimiento a bordo. Tras recoger nuestro equipaje cambiamos de terminal para tomar nuestro siguiente vuelo, en este caso de la compañía EasyJet y con destino a Barcelona, donde aterrizamos tras un vuelo de 1 hora y 45 minutos.


Travel journal from Madagascar - Dani Rubio i Paula Vallès [2010]
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Madagascar National Tourism Board - Sitio web oficial de la oficina de información turística de Madagascar (en inglés y francés).
Itinéraires conseillés Madagascar - Itinerarios recomendados por Madagascar según días de viaje disponibles (en francés).