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Bandera de Egipto

EGIPTO

Crónica de un viaje de 8 días a Egipto

José Luís García López
Published on Fecha viaje: 2009 | Publicado el 11/05/2009
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Ficha técnica del viaje

Fechas del viaje

Viaje realizado del 13 al 20 de abril de 2009, la semana siguiente a Semana Santa.

Tipo de viaje

Contratación en agencia convencional (Iberojet): ninguna pega, buena organización, y algún detalle fuera de programa.

Hay quien afirma que el viaje a Egipto se puede organizar por libre, pero nosotros no nos atrevimos, no estábamos nada seguros de las infraestructuras, el buen funcionamiento de los servicios, etc.

Algunos comentarios y consejos

El circuito básico consta de unas 3 / 4 noches de crucero por el Nilo y las restantes, hasta 7, en El Cairo. Según nuestra agencia, preferible la combinación 4 de crucero y 3 en El Cairo. El precio total incluía muchas visitas, con guía de habla española, pensión completa en el crucero, traslados, alojamiento y desayuno en Cairo.

Abu Simbel (imprescindible) en avión, con un recargo. La visita se realiza desde Assuan y en bus son más de 300 km, que, obviamente, se hacen mucho más llevaderos en avión. Además, por carretera, la visita se realiza más tarde, y también el regreso, con más calor. Atención, algunas ofertas de las agencias donde se indica Abu Simbel incluido se refieren en bus, aclarad esta cuestión.

Vuelo directo Valencia-Luxor (sólo en temporada alta; en otras fechas hay que ir a Madrid o Barcelona). Si se empieza por el crucero, es imperativo elegir un vuelo directo a Assuan o Luxor, inaceptables esos circuitos que llegan a El Cairo, hacen una noche, y al día siguiente se vuela hacia aquellas poblaciones, esto supone un vuelo más, y una noche inútil en Cairo.

Nosotros aprovechamos todas las visitas incluidas en el precio global, y las restantes, sobre todo en El Cairo, las hicimos por nuestra cuenta. No es difícil, si se prepara con antelación, una buena guía y un plano.

A veces no se sigue al pie de la letra lo indicado en los folletos de la agencia, ya que hay que programar las visitas en función de lo que hagan otros grupos que irán en la misma motonave, o por otras cuestiones. Esto en principio no tiene nada de malo, siempre que no os quiten nada, aunque se realicen en otro orden.

En Luxor hay muchas visitas para hacer, demasiadas para un solo día, es preferible dia y medio o dos.

Pocas dificultades con el idioma, camareros, taxistas, y sobre todo vendedores, están ya muy acostumbrados a los españoles, y se entienden con nosotros sin muchos problemas. En el zoco incluso nos hablaron en catalán.

Para los que estamos habituados a viajar a nuestro aire, el tener que ir con el guía y en un grupo tiene sus inconvenientes. A veces imponen un ritmo demasiado rápido (subanestrujenbajen), normalmente sus explicaciones nos sobraban, pues lo que decía ya lo habíamos leido en la guia, y además, te imponen unas visitas a tiendas, donde obviamente llevan su comisión, que te hacen perder tiempo y que tal vez no deseas. En concreto el nuestro nos llevó a una tienda de alabastro, una joyería, una perfumería y una tienda de papiros. Allí nos dieron unas explicaciones sobre el proceso de fabricación, etc, por lo demás interesantes. Esto no significa que te timen en esos sitios, no afirmo eso, sino que a uno le gusta ir a tiendas cuando quiera, y no cuando se lo impongan.

También hay que comentar que el guía, en las visitas a monumentos, da su explicación y luego deja algo de tiempo libre para pasear a voluntad y hacer fotos. Suele dar un límite temporal (a tal hora, en tal sitio), Pues bien, cuando se trata de las tiendas no lo hace así, uno puede entretenerse lo que desee en ellas. Creo que no necesito explicar la razón.

Regateo, ineludible. La regla puede ser, con firmeza, pero con una sonrisa.

Cuidado con la picaresca, y no creáis una palabra de lo que os digan vendedores, o camelleros, o taxistas. Ejemplos, todos los que se quieran. Acuerdas el precio en libras, y luego te exigen euros; el del camello, que hace subir al animal aunque le habías dicho no lo hiciera; el taxista que pretende que le pagues en euros y te quiere dar la vuelta en libras; los lugareños que quieren un billete de 10 € para cambiarlo por monedas, donde te cuelan alguna de 1 L, muy parecida y de menor valor, etc (nos han pasado todos estos).

Precios algo más elevados de lo que había leído en algunos foros o en mi guía. Entrada a monumentos y museos caras, comida barata, taxis razonables (algunos ejemplos: del centro a pirámides, 50 L; del museo al zoco, 20 L). Elegid los taxis, hay muchos y algunos deben tener más de 25 años.


DIARIO DE VIAJE

Día 1

Vuelo Valencia-Luxor, sin incidentes. Llegada a Luxor, recogida en bus, y traslado a la motonave.

Conocemos al guía, Hamet, simpático, atento y que habla muy bien el español. Ninguna queja en todo el viaje. En la motonave, después de cenar (ya son las 20,30 h.) nos reune para darnos las primeras instrucciones e informarnos de las excursiones de mañana (las dos opcionales, o sea, no incluidas en el precio). Compramos la de la mañana.


Día 2

Precio de la excursión, 50 € (normalmente, los precios están entre 40 - 60 €). Incluye las siguientes visitas:

Valle de los Reyes. Traslado en bus. Una vez comprada la entrada, hay que subir a unos trenecitos que llevan hasta el sitio. Una entrada (80 L, indico el precio aunque estaba incluida) da derecho a visitar 3 tumbas, 2 a 6, etc. Elegid en función del tiempo disponible, si vais con guía, dudo de que haya tiempo para más de tres.

Se trata de una serie de tumbas, localizadas en un terreno montañoso, árido y reseco. Hay más de 60, se ven unas puertas, y se atraviesan unos pasillos, llenos de pinturas, en diferente estado de conservación. Las dos, por lo visto, más bellas son las de Ramses VI y Tutankamon, pero requieren entrada aparte. Mecachis!!.

Falua por el Nilo
Falua por el Nilo

Subimos al bus, que nos lleva a una tienda de alabastro: ligera explicación de la fabricación de vasijas y... tiempo libre para compras.

Templo de Hapshepsut (30 L). Son 3 terrazas, hay que subir por una escalera o rampa. Lo más interesante está en la 3ª, columnas con relieves y alguna estatua. Lamentablemente, la visita se vé condicionada por el fuerte calor reinante ese día, que nos hace ir buscando la sombra a cada instante. Luego nos enteramos que habíamos alcanzado ese día temperaturas de 41º C a la sombra, no normales en esta época.

Colosos de Memnon. Son dos estatuas, lo único que se conserva de un templo.

Esta excursión sí nos parece aconsejable contratarla, ya que hacerla por libre requiere un taxi para toda la mañana (los distintos recintos están bastante separados entre sí).

Regresamos a la motonave para la comida (siempre a las 13 h). Por la tarde está programada una excursión a un poblado nubio, con paseo a camello y tatuaje de henna. Como nos parece una chorrada, decidimos montárnoslo por nuestra cuenta. Y después de un breve descanso cogemos un taxi (cerca de las paradas de las motonaves siempre hay alguno), que, después de regatear (50 L) nos lleva al centro de la ciudad de Luxor.

Museo de Luxor (entrada, 80 L). No cámaras ni consigna. Muy interesante y bien acondicionado este museo, con A/A y espacio suficiente. Estatuas, una momia, y el muro de los Talatates, con escenas de la vida cotidiana. Aconsejo su visita.

Al salir andamos por las ribera del Nilo y nos convencen para una vuelta en barca de 45 minutos. Al enterarse de nuestra procedencia ponen por la megafonía Macarena. Volvemos al paseo marítimo y con otro taxi regresemos a la motonave. Allí nos comentan que la visita al poblado nubio y demás no ha estado mal.


Día 3

Templo de Luxor, por la noche
Templo de Luxor, por la noche

Templo de Karnak (65 L). Muy amplio, pues se trata de diversos recintos construidos por varios faraones. A desctacar la sala hipóstila, con gruesas columnas con relieves. Atencion a algunos techos, con restos de policromías.

Templo de Luxor (50 L). Con 2 estatuas monumentales en la portada, una mezquita en el interior, y atención a los relieves con el dios de la fertilidad: las mujeres tocan cierta parte de su anatomía (muy carnal) para asegurar la descendencia.

Después, obligada visita a una tienda, en este caso una joyería. La tienda es muy grande, muy bien surtida, arriba están las joyas y abajo souvenirs varios. Los precios nos parecen algo caros.

Por la tarde, de navegación. Subimos un rato a la cubierta superior de la montonave. Hacemos un rato de tertulia con los de nuestro grupo y contemplamos los paisajes ribereños, otras motonaves deslizándose con suavidad por el Nilo, algún pescador, paisajes con palmeras, unos niños bañándose, una falua con las velas desplegadas, minaretes de mezquitas iluminados al atardecer, el ocaso en el rio... momentos mágicos y una mina de buenas fotos.


Día 4

Relieves de Kom Ombo
Relieves de Kom Ombo

Templo de Edfu (entrada: 50 L). A destacar los relieves en el interior, iluminados con focos, y también los del pasillo exterior.

Después, oh sorpresa, visita a una perfumería. Allí nos explican las propiedades de las distintas esencias, con demostración incluida.

Acabada la visita reiniciamos la navegación por el Nilo y llegamos, ya por la tarde, a nuestra siguiente parada, algo más al sur:

Templo de Kom Ombo (entrada: 30 L). Visita nocturna (en realidad son poco más de las 19 h, pero a esa hora ya es de noche). Está algo peor conservado que los anteriores, pero también cuenta con buenos relieves. La iluminación le proporciona un ambiente muy especial.

Al lado se encuentra el Nilómetro, un pozo para medir el nivel del rio y fijar así los impuestos que se cobraban en función de la abunadancia en las cosechas que proporcionaba el río.

Después, navegación y llegada a la ciudad de Assuan.


Día 5

Abu Simbel (80 L). Excursión a este templo, a unos 350 km al sur de Assuan, ya casi en Sudán. Gran madrugón: nos levantan a las 2:30 h, tanto al grupo del bus como al del avión. Como no desayunamos, nos dan una bolsa de pic-nic que comeremos más tarde.

Vendedor en Filé
Vendedor en Filé

Vuelo hacia Abu Simbel. Llegamos recién amanecido, y apenas a las 6 h ya entramos en el recinto. Impresionante, para algunos lo mejor del viaje. No se pueden hacer fotos en el interior, pero las de fuera son espectaculares. El templo está a las orillas del lago Nasser. Unos 100 metros al lado está el templo de Nefertari, también enclavado en la montaña.

A la salida nos encontramos con los del grupo que han ido en bus. Diferencias, casi 700 km por carretera y al menos una hora de retraso con respecto a nosotros, o sea, más calor. Volvemos al avión y visita de ...

Alta presa. Es el pantano construido para evitar las crecidas del río Nilo. Aunque casi todas las agencias lo programan, la verdad es que no tiene mucho interés. Hay un esquema y se ve en pocos minutos. Zona militar.

Templo de Filé o Philae (entrada: 50 L). Para llegar a él hay que subir en una barca, ya que está en una isla. A destacar algunos capiteles en las columnas.

Volvemos a la motonave. Nos quedamos con las ganas de visitar Assuan con más calma, pues nos hubiera gustado ver el museo nubio y pasear por la población, con un ambiente ya claramente africano. Pero no puede ser, ya que esa tarde cogemos el avión hacia El Cairo.


Día 6

Pirámides de Gizah. Excursion incluida en el precio que hecemos por la mañana. Como tenemos el hotel en la zona no hay que madrugar mucho (las 7 h, lo normal hasta ahora ha sido a las 6 h. Perezosos, abstenerse de ir a Egipto). Se hacen 3 paradas, la primera, en la explanada de las pirámides. Atención: para entrar al interior de alguna de ellas hay que pagar entrada aparte, antes, en la taquilla general. Yo entré en la segunda, pero en realidad no hay nada, ni pinturas, ni relieves, ni nada, es solo la emoción. Se debe recorrer un trecho agachados, desaconsejado para los que tengan problemas de espalda. Cuidado con los camelleros para la foto, primero te piden 5 L y luego pretenden que sean euros. La seguna parada es otra explanada donde se distinguen bien las 3 pirámides, hay tiendas de chucherías (en realidad, a la salida de todos los templos las hay) y muchos camellos descansando en la arena. Y la tercera parada es en la esfinge.

De ahí, traslado a una tienda (según el guía, Museo, aunque, a estas alturas, ya nos olemos la tostada) de papiros. Hay una breve explicación del proceso de confección y la verdad es que son muy bonitos y hay una gran variedad. Difícil resistirse a comprar.

Desde aquí los buses debían trasladar a cada uno a su hotel, para seguir por la tarde, o por nuestra cuenta, o alguna excursión opcional. Algunos planteamos que, puesto que nos queremos ir a El Cairo, al Museo, nos podría dejar allí el bus que pase cerca. Aceptan (esto nos parece un buen detalle por parte del mayorista, considerando que ellos suponían que no íbamos a comprar la excursión opcional al Museo, que ya nos había sido ofrecida por el guía).

Zoco de Khan el Khalili
Zoco de Khan el Khalili

Museo Egipcio (60 L). No cámara y no hay consigna para la mochila. Ineludible visita, para mi lo mejor de El Cairo. Riquísimos fondos, en calidad y cantidad, a pesar de que necesita unas nuevas instalaciones. No os lo perdais. Estatuas, momias, tronos, relieves, fantástica coleccion de barcas de madera, tronos de oro y piedras, imposible mencionarlo todo. Para las señoras, no perderse la habitación con colecciones de joyas. Mi acompañante comenta que algunos diseños podían pasar por actuales. Sala de las momias reales (tesoros de Tutankamon), entrada aparte y carísima (100 L).

Se puede comer en la cafetería, afuera, a la derecha. Platos sencillos por poco dinero, aunque no baratos. Pequeña y algo cutre, para salir del paso.

Con un taxi (20 L), nos plantamos en el zoco de Khan el Khalili, formado por muchas calles (no merece la pena llevar un plano, es algo laberíntico). Puestos abigarrados, olores, porteadores apresurados, ambiente único. Hay de casi todo, regatead con decisión.

Al otro lado (hay que cruzar la calle por un subterráneo) se llega al Café Fishawi, con sus espejos, estaba muy lleno de gente. En las calles de los alrededores hay mucho ambiente, y sitios donde cenar.

Mezquita de El-Azhar. No hay tiquet de entrada, pero dejamos 5 L de propina y no nos piden más, ¡milagro!. Bellos minaretes y bonitas alfombras rojas, así como delicados trabajos de marquetería en unas puertas.


Días 7 y 8

Mezquita de alabastro
Mezquita de alabastro

Con un taxi llegamos a la Ciudadela de Saladino (100 L). Ojo, decid que os dejen en la entrada, ya que está en un montículo y luego podeis bajar a pie, siempre más fácil que subir. Se trata de un conjunto de varios edificios. El más interesante de ellos es la Mezquita de Muhammad Ali (o de alabastro), inspirada en la de Santa Sofia, en Estambul. A nuestro parecer, muy inferior. Bello patio y templete para las abluciones. Interior interesante, aunque necesitado de una limpieza. Al salir, hay una explanda con un mirador sobre la ciudad. A lo lejos, si el tiempo está claro, se divisan las pirámides.

Salimos por la misma entrada y andando unos 15 minutos llegamos a una amplia plaza con dos mezquitas. Visitamos la de la izquierda, la Mezquita del Sultan Hassan (50 L), más 5 de propina. Muy grande, aunque algo decepcionante, amplio patio, pero sala de oraciones muy reducida.

Se coge la calle Saihun, y en unos 500 metros se llega a la Mezquita de Ibn Tulun (entrada, la voluntad). Poco frecuentada por los turistas, no está mal, tiene unas bellas alfombras verdes, pero la sala de oración no se puede contemplar a placer porque las columnas están mal distribuidas.

Al lado de esta mezquita está el Museo Gayer Anderson (35 L). Hay una guía muy joven que explica en inglés. Se trata de dos mansiones, propiedad de un médico inglés. Salones de diversos estilos, y buenos trabajos en marquetería, sobre todo en las terrazas.

Cogemos un taxi, que por 20 L nos lleva al barrio copto. Nada más entrar, en la calle principal (Mar Girgis) hay restaurantes y tiendas de recuerdos. Comenos en uno que tiene el menú en español y precios baratos, es nuevo y tiene A/A. A este barrio también se puede llegar con el Metro (parada Mar Girgis). En el barrio copto visitamos la iglesia de El Moallaqua (o suspendida), con un bonito interior, pequeña, muy bellos iconos, azulejos con escenas bíblicas en el patio. También la Sinagoga Ben-Ezra, también muy pequeña, trabajos de nácar y marfil en los armarios. Para llegar a ella debe bajarse por una escalera que lleva a un nivel inferior, allí ya están bien señalizadas las direcciones. Hay una casa de cambio de moneda. Puede ser interesante el Museo Copto, pero estamos ya cansados y regresamos al hotel.

Al día siguiente, y último del viaje, madrugamos (¡vaya novedad!) para el regreso. Traslado al aeropuerto para coger el vuelo de regreso a España. Como prueba de la buena organización del mayorista Iberojet, señalar que un guía nos acompaña todo el rato durante la facturación de las maletas, por si surge algún problema, algo que pienso no tienen obligación de hacer.


Diario de viaje a Oriente Medio - Sandro Alarcón & Rosa Moreno [2007]
Notas sobre un viaje a Egipto - José Luís Chamarro [2005]
Diario de viaje de un crucero por el Nilo - Robinson & Blue [2003]