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Bandera de Filipinas

FILIPINAS

Guía y relato de un viaje por libre a Filipinas

En este viaje independiente de 25 días a Filipinas, con inicio y final en Manila, recorrimos con transporte público las islas de Luzón, Cebú, Bohol, Palawan y Mindoro.

Yolanda y Toni (Viatgeaddictes)
Published on Travel date: 2007 | Published on 09/08/2007
Last updated: 05/2023
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Vista panorámica de las terrazas de arroz de Batad (Ifugao, Luzón)
Vista panorámica de las terrazas de arroz de Batad (Ifugao, Luzón)

Introducción

En este viaje por libre de 25 días (22 días efectivos en territorio filipino) visitamos varios puntos de interés ubicados en las islas de Luzón, Cebú, Bohol, Palawan y Mindoro. Básicamente nos movimos usando el transporte público.

Filipinas es un gran archipiélago formado por 7.641 islas y situado en el sudeste de Asia. En una superficie total de 300.000 km² vive una población que ronda los 110 millones de personas, a pesar de que la mayor parte de ella se concentra en solo once islas.

Filipinas consiguió la independencia de los Estados Unidos en 1946, tras haber sido ocupada por los japoneses entre 1942 y 1945. Previamente, la presencia colonizadora de España en el archipiélago se había mantenido, con altibajos, desde medios del s. XVI hasta finales del XIX.

El país ha sufrido a el largo de su historia frecuentes desastres naturales (sobre todo erupciones volcánicas, terremotos y tifones), así como violentas rebeliones militares y sociales.

Para simplificar podemos dividir el archipiélago en cuatro grandes regiones: Luzón, en el norte, es la isla más grande del archipiélago y con más de la mitad de la población, incluida Manila, la capital; las Visayas, en el centro, reúnen la mayoría de la islas del archipiélago; Palawan, al este, es la isla más alejada, menos desarrollada y más virgen; y Mindanao, en el sur, es la segunda isla del archipiélago en cuanto a extensión y que tradicionalmente ha escapado al control del gobierno central establecido, siendo por tanto una zona de cierta inestabilidad política y social.

Para el viajero inquieto Filipinas tiene numerosos encantos y el primero de ellos es que no suele figurar entre los destinos preferidos de la gran mayoría.

Para empezar, en Filipinas realmente se mezcla Oriente con Occidente, el tradicional con el moderno, y el mundano con el extraordinario. Otro rasgo distintivo es que es el único país cristiano de Asia.

En general, en las Filipinas han sobrevivido pocos restos arqueológicos del pasado por la acción combinada de los desastres naturales y la mano del hombre, pero aun y así los hay. Por otro lado, el viajero puede escoger entre infinidad de destinos dentro del mismo país y cada una de ellos con sus propias peculiaridades.

Y entre los muchos puntos de interés que atesora encontramos terrazas de arroz extraordinarias, zonas montañosas, etnias, arquitectura de pasado colonial, volcanes, junglas, playas tropicales, fondos marinos, y mucho más. Actualmente Filipinas cuenta con seis propiedades inscritas en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO.


Fitxa tècnica del viatge

Data del viatge

Del 6 al 30 de setembre de 2007.

Itinerari

mapa
Dia 1: Barcelona → flight → Munich → flight → ... (vuelo nocturno)
Dia 2: ... → flightvisita a Doha (Catar)
Dia 3: Doha → flightManila
Dia 4: Manila - ... (autobús nocturno)
Dia 5: ... - Banaue
Dia 6: Banaue - Batad - Banaue
Dia 7: Banaue - Bontoc - Sagada
Dia 8: Sagada - Baguio
Dia 9: Baguio - Vigan
Dia 10: Vigan - ... (autobús nocturno)
Dia 11: ... - Manila → flight → Cebú → ferry → Tagbilaran (Bohol)
Dia 12: Tagbilaran - Panglao / Bohol - Tagbilaran
Dia 13: Tagbilaran - Chocolate Hills / Bohol - Tagbilaran
Dia 14: Tagbilaran → ferry → Cebú
Dia 15: Cebú → flight → Puerto Princesa (Palawan)
Dia 16: Puerto Princesa - Sabang
Dia 17: Sabang - Subterranean River NP - Sabang - Puerto Princesa
Dia 18: Puerto Princesa - Honda Bay - Puerto Princesa
Dia 19: Puerto Princesa → flight → Manila - Tagaytay
Dia 20: Tagaytay - Taal (Batangas) - Tagaytay
Dia 21: Tagaytay - Lemery - Batangas → ferry → White Beach - Puerto Galera
Dia 22: Puerto Galera y alrededores
Dia 23: Puerto Galera → ferry → Batangas - Manila
Dia 24: Manilaflight → Doha
Dia 25: Doha → flight → Munich → flight → Barcelona

Debido a que volamos a las Filipinas con la compañía Qatar Airways y teníamos que hacer una escala en Doha (la capital del emirato de Catar) para cambiar de vuelo, aprovechamos para realizar una corta visita de 18 horas a Doha que, de otro modo, difícilmente hubiéramos visitado expresamente.

En cuanto a la ruta por Filipinas seguimos el plan previsto durante las primeras dos semanas, pero en la isla de Palawan tuvimos que cambiarlo sobre la marcha a causa del monzón del suroeste que se reactivó de forma notable durante esos días, el cual nos impidió viajar más al norte de la isla (a El Nido y el archipiélago de Bacuit).

Debido a este imprevisto decidimos volver a Manila, en Luzón, para continuar hacia el sur y de aquí a la isla de Mindoro.

Dinero

La moneda oficial en Filipinas es el peso filipino (abreviado como P o PHP), a pesar de que el dólar americano también es muy usado.

El euro podía ser cambiado sin problemas en bancos y casas de cambio, si bien no era fácil encontrar lugares donde cambiarlo en pequeñas poblaciones.

En aquellas fechas no había muchas oportunidades de pagar con tarjeta de crédito (excepto quizás en hoteles, restaurantes y comercios de cierto nivel) y cuando era posible no siempre era ventajoso, puesto que no era raro que cargaran un 6% por pago con tarjeta, motivo por el que convenía preguntar antes.

Cambio medio: 1 € = 63 PHP. Ver cambio actualizado en Eur → PHP

Gastos del viaje

+ 1.006 € (vuelo Barcelona-Manila-Barcelona)
+ 95,6 € (3 vuelos domésticos: Manila-Cebú, Cebú-Pto. Princesa, Pto. Princesa-Manila)
+ 21,43 € (tasas aeropuertos de Filipinas)
+ 432,97 € (transporte, alojamiento, comida, entradas, excursiones, regalos, etc)
= 1.556 € (total por persona)

Nivel de vida: Para el viajero, Filipinas es, en general, bastante barato, a pesar de que no tanto como otros países del sudeste asiático, como por ejemplo Vietnam.

Si nuestra ruta por Filipinas contempla la visita a diversas de los miles de islas que forman el archipiélago filipino habrá que dedicar una parte importante del presupuesto para los ferrys y/o vuelos domésticos (y sus correspondientes tasas de puerto o aeropuerto) que nos permitirán saltar de isla en isla.

A pesar de que, para ser sinceros, también hay que decir que los ferrys no eran nada caros y que en el caso de los vuelos domésticos se podían encontrar auténticos chollos a través de algunas rutas de compañías de bajo coste locales.

Visado

En las fechas de este viaje los ciudadanos de nacionalidad española no necesitaban solicitar previamente el visado para una estancia en Filipinas de hasta 21 días, siendo suficiente el pasaporte ordinario con una validez mínima de 6 meses.

Si antes de viajar se preveía una estancia superior a los 21 días era conveniente solicitar en cualquiera de los Consulados de Filipinas en España un visado de estancia de hasta 59 días.

Se dio la circunstancia de que nuestra estancia en territorio filipino era exactamente de 21 días y por eso no necesitamos de un visado previo. Lo obtuvimos gratuitamente en el momento de nuestra llegada al aeropuerto de Manila.

Desde el 20 de diciembre de 2021 hay un nuevo sistema para la obtención del visado para las Filipinas: Online Visa Application System, el cual implica la petición de visado a través del portal web Philippine Visa Application.

Ante cualquier duda sobre el procedimiento a seguir sobre la obtención del visado es mejor consultar directamente con cualquier embajada o consulado de Filipinas.

Embajada de Filipinas en España : Calle Eresma, 2 - 28002 Madrid. Tel. 91 782 38 30

Consulado general de Filipinas en Barcelona : Rbla. de Catalunya, 33, Planta Pral. - 08007 Barcelona. Tel. 938 288 312

Vacunas y salud

En principio no hay ninguna vacuna obligatoria para viajar a Filipinas, a pesar de que puede ser recomendable la vacuna contra la hepatitis B. Pero en cualquier caso es bueno seguir las indicaciones que puedan darnos en un Centro de vacunación internacional en función de nuestro tipo de viaje.

Seguridad

En Filipinas no tuvimos ningún problema y ni siquiera sensación de inseguridad, pero sabemos de algunas malas experiencias de viajeros en en cuanto a robos, especialmente en la ciudad de Manila.

Como siempre, conviene tomar las precauciones habituales y usar el sentido común, especialmente en grandes ciudades (como Manila o Cebú), en zonas poco concurridas o, por el contrario, en zonas muy turísticas o con grandes aglomeraciones de gente.

Por otro lado, en las fechas de este viaje había zonas del país que era mejor evitar a causa de actividades terroristas o paramilitares, como son la zona meridional de la isla de Mindanao, la isla de Basilan, situada en el sur de Mindanao, o el archipiélago de Sulu, aún más hacia el sur.

En algún momento también ha habido algunos atentados terroristas indiscriminados contra la población civil en ciudades como Manila (en la zona comercial de Makati, por ejemplo) pero, como bien sabemos, esto es algo de el que no se libra ningún lugar del mundo.

Transporte

Siendo las Filipinas un país tan grande y con tal cantidad de islas es fácil imaginar que el avión y el barco son esenciales para saltar entre islas. Moverse por tierra a veces puede ser duro, bien sea por el mal estado de las carreteras o del propio vehículo.

Avión. La compañía aérea nacional es Philippine Airlines, pero ya hace años que aparecieron otras compañías, algunas de las cuales son de bajo coste, el cual ha sido beneficioso para el viajero.

Estas otras compañías eran, en las fechas de este viaje, Cebu Pacific, Seair, Air Phillipines o Asian Spirit. En el momento de escribir esta actualización, las tres últimas compañías ya no existen o no operan vuelos comerciales.

Actualmente el mercado doméstico filipino está dominado por Cebu Pacific, Philippine Airlines, Philippines AirAsia o SkyJet Airlines. También hay varias compañías aéreas regionales.

Las tarifas de los vuelos suelen ser baratas y en aquellas fechas se podían obtener descuentos comprando a través de Internet, cuando todavía se estaba introduciendo la compra de billetes en linea. Al facturar en vuelos nacionales se pagaba una tasa de salida que dependía de cada aeropuerto: 200 PHP en Manila, 80 PHP en Puerto Princesa, ...

Todos los vuelos domésticos en Filipinas los hicimos con Cebu Pacific, la compañía de bajo coste más antigua de Asia. Nuestra experiencia con ella fue muy buena, con una puntualidad excelente, unos aviones muy nuevos y un servicio eficiente.

Los billetes de estos vuelos domésticos los íbamos comprando en linea y sobre la marcha, a veces con solo dos días de antelación, a pesar de que hay que tener en cuenta que en las fechas de este viaje era temporada baja.

Barco. Hay un montón de líneas marítimas que se encargan de mover a pasajeros y mercancías entre las islas del archipiélago. Los precios suelen ser bastante económicos, pero la calidad del servicio puede variar muchísimo entre una compañía y otra, por el que no es de extrañar que, de vez en cuando, haya noticias de terribles naufragios de ferrys.

De todos modos hay compañías grandes y con flotas modernas en las cuales el nivel de seguridad es muy grande. Informaos bien antes de elegir la compañía de ferry con la que navegaréis.

En los puertos filipinos también hay que pagar una pequeña tasa de embarque. Por otro lado, un tipo de embarcación tradicional usado en las Filipinas para distancias cortas o medianas es la bangka.

Autobús. Hay servicios de autobús de línea entre ciudades más o menos grandes y los precios suelen ser muy económicos. Los hay con diferentes tipos de confort, con o sin A/C, etc. Para trayectos largos es recomendable reservar con antelación o presentarse en la terminal bastante antes para asegurarse la plaza.

Por propia experiencia vimos que en muchos autobuses con A/C el conductor el hacía funcionar a toda potencia, así que recomendamos llevar ropa de abrigo para evitar quedarse congelado.

Jeepneys por las calles de Manila (Luzón)
Jeepneys por las calles de Manila (Luzón)

Por ejemplo, el autobús nocturno de Manila a Banaue era conocido como el "freezer" porque realmente era como ir dentro de una nevera.

Jeepney. Para trayectos cortos entre poblaciones o dentro de las ciudades el rey del transporte terrestre en Filipinas es el jeepney.

Se trata de una derivación local de los antiguos jeeps dejados por los norteamericanos tras la Segunda Guerra Mundial y que ahora funcionan como taxis compartidos, transportando a los pasajeros sentados en bancos en la parte posterior. Subir a un jeepney es algo que debe experimentarse en todo viaje a Filipinas.

Otros. Para distancias cortas, además del taxi, hay otros muchos medios de transporte terrestre, dependiendo de la zona del país donde nos encontremos, como los triciclos, las calesas, los trishaw, etc.

Clima

En general se puede decir que en las Filipinas hay tres estaciones climatológicas diferentes: la lluviosa (de junio a septiembre), la fresca y seca (de octubre a febrero), y la cálida seca (de marzo a mayo).

La época de tifones, el nombre que reciben los ciclones tropicales en la zona oeste del Pacífico, suele ser entre junio y septiembre, a pesar de que esto es variable y depende mucho de la zona del archipiélago filipino donde nos encontramos.

A pesar de ser un país tropical y, por lo tanto, cálido, durante nuestro viaje a las Filipinas solo sufrimos un calor sofocante en las ciudades de Manila y en Vigan, quizás a causa de las lluvias ocasionales.

En la isla de Palawan nos vimos afectados por un monzón bastante potente y tuvimos que suspender los planes previstos en esa isla. Pero en un país con tantas islas y tan extenso siempre hayotro lugar adonde ir.

En resumen, desde el punto de vista meteorológico el mes de septiembre no es quizás el mejor para ir a Filipinas, pero la buena noticia es que encontraremos mucho menos turismo y los precios son más bajos (en mucho de los hoteles que estuvimos éramos los únicos huéspedes).

Diferencia horaria

En las Filipinas hay una diferencia de +6 horas respecto del horario de verano de la España peninsular.

Electricidad

En Filipinas la electricidad tiene un voltaje de 220 V y una frecuencia de 60 Hz, por lo que no es necesario ningún adaptador de voltaje. En cuanto a los tipos de enchufe allí encontraremos los de tipos A, B o C. El último es compatible con nuestras clavijas, pero es muy recomendable llevar un adaptador de enchufes para el resto.

Guías de viaje

Philippines, de la editorial Lonely Planet Pub. (9ª edición, Julio-2006, en inglés).

Cajón de sastre

  • Muchas de las películas de Hollywood sobre la guerra del Vietnam han sido total o parcialmente rodadas en el archipiélago filipino a causa de sus impresionantes escenarios naturales y la gran similitud de paisajes con las selvas vietnamitas, como por ejemplo el gran clásico Apocalypse Now, de Frncis Ford Coppola. Algunas de las escenas finales de esta cinta fueron filmadas en el río Pagsanjan, en el sur de Luzón.
  • Un aspecto que hace de Filipinas un país único es su pasión por el baloncesto, el deporte nacional, en detrimento del fútbol.
  • No deja de sorprender hasta donde puede llegar la imaginación de algunos propietarios para tunear sus jeepneys.
  • A los amantes de los volcanes, Filipinas no los decepcionará, porque hay para todos los gustos. El activo volcán Mayon, en Luzón, está considerado como el volcán más bonito del mundo por su perfecto cono.
  • A pesar de la gran cantidad de nombres propios y palabras de origen español que se pueden ver y escuchar en las Filipinas, el uso del español es muy residual. El filipino, basado en el tagalo, es la lengua oficial, pero es fácil encontrar a alguien que hable inglés.
  • Nos resultó curioso ver algunos carteles publicitarios donde los políticos filipinos, desde la entonces presidenta del país Gloria Macapagal-Arroyo (conocida como GMA) hasta los alcaldes, vendían sus éxitos a la ciudadanía.
  • Publicitando los «logros políticos» (Sabang, Palawan)
    Publicitando los «logros políticos» (Sabang, Palawan)
  • A diferencia de la mayoría de la cocina asiática, la cocina filipina hace un uso moderado de las especies y es poco o nada picante. Además denota una sutil mezcla de culturas y sabores provenientes de gastronomías tan dispares como la española, china, japonesa, americana o malaya.
  • La cerveza más popular en Filipinas (y en buena parte del sudeste asiático) es la San Miguel. Se empezó a producir en un barrio de Manila en 1890. La San Miguel española nació en 1957 gracias a un acuerdo de una empresa de Lleida con la matriz filipina, pero ambas son totalmente independientes y han seguido caminos muy diferentes.
  • Si vamos en un jeepney, autobús o triciclo, por ejemplo, y decimos para-para al conductor entenderá que queremos bajar.

RUTA POR LAS FILIPINAS: LA CIUDAD DE MANILA

MANILA (I) (Luzón)

Cómo llegar

Iniciamos este viaje con un vuelo de la compañía Lufthansa de Barcelona en Múnich (1 hora y 20 minutos). Teníamos una espera de 2,5 horas hasta el siguiente vuelo, pero afortunadamente el aeropuerto de Múnich es de los más agradables de entre todos los grandes aeropuertos europeos: es ordenado y silencioso. Y los cafés, tés y diarios son gratuitos.

Nuestro siguiente vuelo era con la compañía Qatar Airways para cubrir el trayecto entre Múnich y Doha, de 4.500 km. El servicio a bordo, la comida y la selección de películas, TV y juegos para el entretenimiento personal fueron excelentes.

Aterrizamos en el aeropuerto de Doha tras 5,5 horas de viaje y de haber pasado la noche en ruta. Avanzamos 1 hora nuestro reloj para adaptarnos a la hora local de Catar.

Volando con la compañía aérea catarí la parada en Doha es obligatoria, puesto que todos sus vuelos tienen ese aeropuerto como origen o destino, circunstancia que quisimos aprovechar para visitar aquella ciudad.

Por eso, a pesar de que podíamos haber enlazado con un vuelo a Manila casi tres horas después de nuestra llegada a Doha, voluntariamente escogimos otro vuelo Doha-Manila que nos dejaba un margen de 18 horas para visitar Doha.

Tras nuestra visita a Doha, nuestro vuelo a Manila, también con Qatar Airways, salió de Doha a medianoche. El vuelo resultó ser de lo más agradable, lo cual nos reafirmó en nuestra excelente opinión sobre el servicio a bordo de esta compañía.

Aterrizamos en el aeropuerto Ninoy Aquino International Airport (NAIA) de Manila tras 8,5 horas de vuelo. Después de pasar el control de inmigración (puesto que nuestra estancia en Filipinas era de de 21 días, no pagamos nada por el visado filipino) y recuperar el equipaje cambiamos una cantidad mínima de euros a pesos filipinos en uno de los diversos chiringuitos de cambio que había.

Las diferencias de cambio entre ellos eran mínimas, pero las había, por lo que conviene mirar unos cuántos antes de decidirse por uno. Por otro lado, el cambio ofrecido en estas oficinas era ligeramente inferior del que se obtenía en el centro de Manila.

Saliendo de la terminal encontramos una oficina de prepago para los taxis a la ciudad (NAIA Transporte Queueing System), donde se pagaba una cantidad fija según la zona de Manila a la que queríamos ir. Por ejemplo, ir a la zona de Malate/Ermita, nuestro destino, costaba 440 P.

Se pagaba en esta oficina y allá nos daban un comprobante que entregábamos después al taxista que hubiera esperando en la cola. El taxi no era nada barato, pero era la opción más rápida y cómoda, sobre todo teniendo en cuenta que arrastrábamos el cansancio de un vuelo transcontinental.

Sin embargo, había la posibilidad de salir andando de la zona del aeropuerto y encontrar un transporte local, entre los millones que recorren las calles de Manila, que nos llevara a nuestro destino. Pero no es una opción fácil ni cómoda.

Dormir y comer

En la Natividad Pensionimage (M. H. de Pilar, 1690 - barrio de Malate, Manila) pagamos 1.200 P por una habitación doble, con baño y A/C (con ventilador costaba 900 P). Se trata de un lugar bastante sencillo, pero con una buena relación calidad/precio. Tiene un agradable patio exterior donde leer, descansar o hablar con otros viajeros.

Además es bastante tranquilo (cosa importante en Manila) ya que las habitaciones están alejadas del ruido de la calle, y suficientemente céntrico como para poder ir a pie a muchos lugares. Y sin olvidar que el personal de recepción es muy amable y dispuesto a ayudar. Muy recomendable, pues, si no tenemos grandes pretensiones.

Por otro lado, había que pagar 100 P por una toalla, pero es un depósito que recuperábamos al devolver la toalla. Un desayuno continental costaba 70 P y era correcto.

Para encontrar la pensión una buena referencia es el lujoso Manila Diamond Hotel, situado solo a 50 metros.

Para comer un excelente y agradable lugar, pero un poco caro, es el Café Adriatico Premiere (M. Adriatico, 1790 - Malate, Manila), un restaurante que forma parte de una cadena de bares y restaurantes fashion en Manila y otras ciudades filipinas.

También está bastante bien el Bistro Remedios, al otro lado de Remedios Circle. Para tomar algo o bien desayunar, también en Malate, había un café de la franquicia Gloria Jean's, situado en un pequeño centro comercial junto al Pan Pacific Hotel. Todos ellos están cerca de Natividad Pension.

En la calle M. Adriatico de Malate hay un montón de lugares donde cambiar dinero, con pequeñas diferencias de precio entre ellas, pero sensiblemente mejor que el obtenido en el aeropuerto.

Cosas a ver y hacer

MANILA. Es la capital de Filipinas y con otros 16 municipios más forma la llamada Metro Manila, una gran zona metropolitana de 636 km² donde viven más de 12 millones de personas.

Fue fundada por el conquistador español Miguel López de Legazpi en 1571. De su rico patrimonio arquitectónico de esa época no queda gran cosa, puesto que los terremotos, incendios y guerras, sobre todo la II Guerra Mundial, han provocado la pérdida de gran parte de ese patrimonio histórico.

Pero aun y así, Manila tiene varios puntos de interés que nos tendrán entretenidos durante al menos un par de días.

Avenida de Manila y viaducto del MRT (Manila, Luzón)
Avenida de Manila y viaducto del MRT (Manila, Luzón)

Para moverse por Manila se puede ir a pie en las zonas más céntricas y para el resto lo mejor y más barato son los siempre llamativos jeepneys, a pesar de que están sujetos a los atascos circulatorios de la ciudad.

Para escapar del caos del tráfico (y del calor, puesto que los vagones tienen A/C) nada mejor que el MRT y el LRT, dos sistemas de ferrocarril urbano que cuentan con una red bastante limitada, pero muy útil según cuál sea nuestro destino.

El precio del trayecto en MRT o en LRT depende del nº de estaciones que recorramos de principio a final del trayecto.

Malate

En el barrio de Malate de la ciudad de Manila no hay gran cosa a ver, pero aquí podréis encontrar una gran variedad de hoteles y restaurantes de todos los presupuestos.

Pero puestos a visitar lugares en Malate podemos citar la iglesia de Malate, en la esquina de MH de Pilar y Remedios. El edificio actual es del s. XIX y contiene una imagen de la Virgen muy venerada.

A solo 100 metros al oeste de la iglesia está la gran avenida de Roxas Boulevard, ya junto al mar, motivo por el que desde la misma acera de esta avenida podremos disfrutar del famoso atardecer de la bahía de Manila.

Volviendo a la iglesia y continuando 200 metros más hacia el este llegamos a Remedios Circle, el epicentro de una zona con numerosos restaurantes y bares. Merece la pena recorrer esta zona por la noche para ver el gran ambiente nocturno que se concentra aquí.

Rizal Park

Empezamos nuestra visita a Manila propiamente dicha partiendo a pie de nuestro hotel, en la zona de Malate, hacia el norte por la calle Mabini hasta llegar al Rizal Park.

Lío de cables eléctricos y telefónicos en una calle del barrio de Ermita (Manila, Luzón)
Lío de cables eléctricos y telefónicos en una calle del barrio de Ermita (Manila, Luzón)

Por el camino cruzamos el barrio de Ermita, viendo un paisaje de grandes contrastes, con altísimos edificios de hoteles u oficinas junto a lugares realmente cutres y paupérrimos.

Y esto por no hablar del increíble entramado de cables eléctricos y telefónicos que cruzan las calles por arriba en todas las direcciones posibles. No queremos ni imaginar cómo se lo deben hacer los técnicos cuando tengan que solucionar una avería con este monumental lío.

El parque Rizal, por su parte, es bastante bonito y está muy cuidado. El día que lo visitamos era domingo y había mucha gente paseando por él.

El nombre del parque honra a José Rizal, patriota filipino y considerado el héroe nacional de Filipinas, el cual fue ejecutado en este lugar a finales de 1896 por las autoridades españolas durante la época colonial.

Otro héroe filipino del cual encontraréis una gran estatua en este parque es Lapu-Lapu, un jefe tribal de Mactan (isla de Cebú) que es conocido como el primer nativo filipino que se opuso a la colonización española y que, juntamente con varios de sus hombres, acabó con la vida del capitán portugués Fernando de Magallanes, el cual lideraba un grupo de soldados españoles que desembarcaron en Mactan en el año 1521.

Para visitar los lugares más emblemáticos del Rizal Park seguimos el útil recorrido que proponía la guía Lonely Planet:

En el interior del histórico Manila Hotel (Manila, Luzón)
En el interior del histórico Manila Hotel (Manila, Luzón)
  • • el monumento a Rizal,
  • • el lugar de la ejecución de Rizal,
  • • el gigantesco mapa en relevo de Filipinas,
  • • el monumento de Lapu-Lapu,
  • • el jardín Chino,
  • • el jardín Japonés,
  • • la Plaza del Ajedrez, etc.

Otra visita muy recomendable en esta zona es al lujoso e histórico Manila Hotel, un hotel con carácter situado entre el parque Rizal y la bahía de Manila.

Fue construido en 1912 y por él han pasado ilustres huéspedes, tales como jefes de estado, figuras políticas o celebridades mundiales.

Es uno de esos hoteles históricos con clase y pedigrí que hay esparcidos por el continente asiático, por su arquitectura de estilo colonial e interiores y mobiliario un poco decadentes. Vale la pena entrar y sentarse en los cómodos sofás que hay en el lobby y contemplar alrededor.

También este hotel puede ser un lugar fantástico para contemplar la puesta de sol sobre la bahía de Manila.

Intramuros

El barrio de Intramuros, situado junto a la orilla sur del río Pasig, fue erigido por López de Legazpi en 1571, al principio de la etapa colonial española en Filipinas, y por tanto es el barrio más antiguo de Manila.

Tal como su nombre indica se trata de una ciudad rodeada de fosos y altos y gruesos muros, con calles de adoquines, edificios coloniales de estilo español, iglesias, baluartes y puentes levadizos que evocan los 300 años de ocupación española de la zona de Manila.

Intramuros ha sufrido, además de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, muchos tifones y terremotos que redujeron la ciudad a ruinas en numerosas ocasiones, a pesar de que gracias a alguna que otra restauración se ha conseguido preservar una parte de ese rico patrimonio.

La iglesia de San Agustín (Manila, Luzón)
La iglesia de San Agustín (Manila, Luzón)

A pesar de ser el único vestigio histórico de esta época en la ciudad de Manila son pocos los viajeros que lo incluyen en su visita a Filipinas, lo cual es una lástima porque vale la pena dedicarle al menos medio día.

Junto a la puerta sudeste que da acceso a Intramuros hay un campo de golf, construido sobre el antiguo cementerio de la fortaleza.

A partir de aquí, siguiendo la calle General Luna se pueden ver unas pocas, pero bonitas casas de estilo colonial y así hasta llegar a la iglesia de San Agustín, la más antigua de Filipinas y el único edificio que quedó intacto tras la destrucción de Intramuros.

La visita a esta esta iglesia, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1993 junto a otras tres iglesias barrocas de Filipinas, nos resultó muy interesante por la belleza de su fachada y de su interior. Junto a la iglesia hay un museo que nosotros no visitamos.

Justo al otro lado de la calle se encuentra la magnífica Casa Manila, una casa reconstruida para reproducir fielmente el estilo colonial español y la opulenta forma de vida de una familia noble en el s. XIX. La entrada costaba 50 P y vale mucho la pena por la construcción en si, pero también por el mobiliario y decoración de época de su interior.

Puerta de entrada al fuerte Santiago (Manila, Luzón)
Puerta de entrada al fuerte Santiago (Manila, Luzón)

Seguimos por la calle General Luna hacia el norte y así llegamos a la Plaza de Roma (antiguamente había aquí una plaza de toros). En un lado de la plaza destaca la Catedral de Manila, construida en 1951 en estilo clásico tras la destrucción de la anterior.

Y solo unos 50 metros más hacia el norte está la entrada al Fuerte Santiago, el cual fue utilizado como cuartel general en diferentes épocas por los españoles, británicos, americanos y japoneses.

La entrada al recinto costaba 50 P y permite ver los restos de los baluartes de San Francisco y de San Miguel, que protegían la entrada al río Pasig desde el mar.

También merece una visita el santuario de José Rizal, héroe nacional filipino que estuvo preso aquí los últimos días de su vida antes de ser ejecutado en diciembre de 1896.

Binondo, Santa Cruz y Quiapo

Acabada la visita al Fuerte Santiago fuimos hacia el este por la calle Aduana y después por el Muelle del Río, pegado al río Pasig, hasta llegar al puente Jones. Y cruzamos este puente para adentrarnos en los barrios de Binondo y Santa Cruz, donde se encuentra el bullicioso Chinatown de Manila.

Mercado de Quiapo en la entrada de la calle Villaobos (Manila, Luzón)
Mercado de Quiapo en la entrada de la calle Villaobos (Manila, Luzón)

Por la calle Dasmariñas llegamos a la Plaza de Santa Cruz, con una fuente de estilo europeo en el centro y la reconstruida iglesia de Santa Cruz en un lado.

El gran ir y venir de gente (mucha de origen chino) y el caos de vehículos en la zona nos recordaba que estábamos en una ciudad asiática.

Al otro lado de la plaza están los Goodwill Arches, una gran puerta de estilo chino que marca el inicio de la calle Ongpin, el corazón de este Chinatown, con una gran variedad de negocios y tiendas chinas.

Volviendo a la plaza de Santa Ana, seguimos por la calle Carriedo para adentrarnos en el barrio de Quiapo. Era fin de semana y en esta calle encontramos un mercado colorista al aire libre con muchísima gente de aquí hacia allá. Por un momento daba la sensación de que todo Manila se había concentrado aquí.

En este mercado se puede encontrar todo lo imaginable. Nos sorprendió ver muchas paradas con remedios naturales para dolencias que desconocíamos (!).

Pasando entre el gentío pudimos entrar en la iglesia de Quiapo o Basílica menor del Nazareno Negro, en la que se estaba oficiando una misa en aquel momento.

Fachada de la Basílica menor del Nazareno Negro (Manila, Luzón)
Fachada de la Basílica menor del Nazareno Negro (Manila, Luzón)

Tanta gente asistía al oficio religioso que no cabía nadie más en el interior de la iglesia y la gente se agolpaba en el exterior.

En esta iglesia se encuentra el famoso Nazareno Negro, una imagen de Cristo de tamaño real a la cual se le suponen propiedades milagrosas y que es sacada en una gran procesión por las calles de Manila dos veces al año.

Filipinas es un país muy creyente y dónde aún la iglesia católica tiene un papel preponderante. A lo largo de este viaje por la geografía filipina vimos a menudo iglesias llenas a rebosar de fieles.

Macati

Esta ciudad, situada en el Gran Manila, es la zona financiera, de negocios y del glamur del país, con altos edificios de oficinas, lujosos hoteles y centros comerciales y de ocio.

Cualquier parecido con el resto del área metropolitana es pura coincidencia y es que Makati City es el máximo exponente de la modernidad filipina.

Junto a la estación Ayala del MRT se encuentra el llamado Ayala Center, un enorme complejo comercial y de ocio formado en realidad por varios centros comerciales, como Glorietta, Greenbelt, SM Makati o The Landmark entre otros muchos.

Aquí vivimos, por cierto, una situación curiosa y divertida: estábamos descansando sobre el césped de una zona ajardinada que había en el Greenbelt mientras a escasos metros se celebraba una misa multitudinaria en una moderna iglesia al aire libre y justo al lado. en varios bares de la zona, centenares de personas celebraban cada nueva canasta del partido de baloncesto de la liga filipina que se retransmitía en directo en grandes pantallas de televisión.

De este modo se mezclaban los gritos de euforia de los aficionados con las oraciones y cánticos de la misa. En fin, esto solo podía pasar en Filipinas.

Para llegar al Ayala Center desde los barrios de Quiapo o Ermita de la ciudad de Manila, por ejemplo, se puede coger un jeepney que vaya a Pasay y bajarse junto a la estación EDSA del LRT, en la avenida Taft, para, a continuación, coger el LRT hasta la estación Ayala (10 P), la cual tiene acceso directo al Ayala Center.


RUTA POR FILIPINAS: LAS ISLAS DE LUZÓN, BOHOL Y CEBÚ

BANAUE (Ifugao - Luzón)

Cómo llegar

Para ir desde la ciudad de Manila hasta la población de Banaue, situada unos 385 km en el norte, tomamos un autobús nocturno de la compañía AutoBus que partió de Manila a las 22:00 y llegó a Banaue a las 5:30 del día siguiente.

La terminal de esta compañía en Manila se encuentra en la esquina de Avda. España con Tolentino (Sampaloc) y para llegar hasta ella desde Malate subimos a un jeepney con el letrero Cubao-UST en la calle Mabini (10 P) y bajamos antes de llegar a la Universidad de Santo Tomás (UST), en un punto que nos indicaron amablemente otros pasajeros del jeepney, a solo 100 metros de la terminal.

El billete a Banaue costaba 416 P y, a sugerencia del recepcionista de Natividad Pension, hicimos la reserva la mañana anterior llamando por teléfono a la terminal (gestión que nos hizo amablemente él mismo).

Para este viaje nos tocó en suerte un autobús viejo, sin comodidades ni mucho espacio para las piernas, pero lo peor fue el frío provocado por el aire acondicionado a toda potencia. Después entendimos porque los pasajeros filipinos iban cargados con mantas, gorros, guantes, ... y es que nos comentaron posteriormente que este autobús era conocido con el sobrenombre de «the freezer» (la nevera) y no podemos estar más de acuerdo con el sobrenombre!!.

La terminal de esta compañía en Banaue estaba ubicada en 1 km del centro del pueblo, adonde se puede llegar en taxi o bien en un agradable paseo a pie.

Había otra empresa, Florida Bus Line (tel. 731-5358), que también hacía el trayecto entre Manila y Banaue (el autobús salía a las 22:45) y, según nos dijeron, los autobuses eran mejores, con el A/C a la temperatura correcta, asientos más amplios y un lavabo dentro, pero no podemos confirmarlo.

Dormir y comer

En el Banaue View Inn (Banaue; tel. 3864078) pagamos 600 P por una habitación doble con baño privado. Era sencilla, pero muy correcta, y disponíamos de una terraza con unas vistas fantásticas sobre Banaue, así como sobre el valle y algunas terrazas de arroz y sobre las montañas circundantes.

Y es que este hotel está ubicado en una casa aislada en la parte alta de Banaue, pero a solo cinco minutos del centro. El desayuno aquí costaba 65 P. Por la noche, en el jardín que hay ante la casa, teníamos la oportunidad de ver numerosas luciérnagas que unían sus puntos luminosos a la multitud de estrellas que brillaban en el cielo.

Previamente habíamos mirado también en el céntrico Greenview Lodge (Banaue; tel. 386 4021), pero nos pidieron 1.200 P por una habitación que no nos convenció.

Para comer nada mejor que el restaurante del Sanafe Lodge (también es hotel), el cual disponía de una carta variada, se comía bien y tenía una terraza exterior con unas buenas vistas. Un acierto. Se encuentra junto a la entrada del mercado de Banaue.

En Banaue y alrededores no había, en principio, lugares donde cambiar dinero. Por lo tanto, era muy recomendable llevar suficiente dinero en pesos filipinos. Otra recomendación para Banaue (y cualquier otra pequeña población) es la de llevar una linterna, ya que cuando se hace oscuro no siempre hay luz en las calles.

Cosas a ver y hacer

BANAUE. Esta pequeña población es una de las once que forman la provincia de Ifugao, en el norte de la isla de Luzón, en la llamada región de la Cordillera. Si por algo es mundialmente famoso el nombre de Banaue es por sus extraordinarias terrazas de arroz.

Para organizar la visita a la zona se puede recurrir al Tourist Information Center, situada en la plaza del mercado, para poder conseguir guías o transporte privado, a pesar de que los precios no eran nada baratos.

Patrimonio de la Humanidad Terrazas de arroz de la provincia de Ifugao. Fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995, siendo el primer bien que se incluyó en la categoría de paisaje cultural de la lista de los Patrimonios.

Terrazas de arroz ifugao (Banaue, Luzón)
Terrazas de arroz ifugao (Banaue, Luzón)

En realidad se incluyen cinco lugares distintos: las terrazas de arroz de Batad y de Bangaan (las dos están en Banaue), de Mayoyao, de Hungduan, y de Nagacadan (ubicadas en Kiangan). Todas estos lugares se encuentran dentro de los límites de la provincia de Ifugao.

Consideradas por algunos como la Octava Maravilla del Mundo, estos campos de arroz son uno de los símbolos emblemáticos de Filipinas, los cuales ocupan una superficie total de 20.000 Ha. y son obra del pueblo Ifugao.

Debido a las dificultades del terreno, las tribus de la Cordillera han estado esculpiendo la montaña desde hace siglos para crear jardines verticales con métodos primitivos, pero habiendo sabido canalizar inteligentemente el agua de los riachuelos y fuentes que descienden por la montaña con el fin de regar las terrazas de arroz, pequeños diques con paredes de piedra que trepan por la vertiente de la montaña hasta llegar al cielo.

En la actualidad, algunos desastres naturales, el abandono del cultivo del arroz, el uso de materiales de construcción modernos y otras amenazas han llevado a que estas terrazas se encuentren en peligro de desaparición, motivo por el cual la UNESCO las incluyó hace tiempo en la lista de espacios amenazados.

Terrazas de arroz las hay en muchos lugares del sudeste asiático, pero probablemente ninguna de ellas cuenta con la espectacularidad de estas a causa de la rugosidad de las montañas en esta zona de Luzón.

Aunque nosotros hemos tenido la fortuna de poder ver en nuestros viajes otras terrazas de arroz ciertamente espectaculares, como las de terrazas de arroz de Ping'an (en la provincia china de Guangxi) o las terrazas de arroz de Ubud (en la isla de Bali), lo cierto es que las terrazas de arroz Ifugao son realmente extraordinarias.

De todos modos, lo mejor es verlas todas y disfrutarlas como si fueran únicas porque cada una de ellas es realmente única. Y además sin la certeza de si perdurarán en el tiempo.

Terrazas de arroz de Bangaan

Para ver las terrazas de arroz de Bangaan lo mejor es subir hasta el mirador superior que hay a unos 8 km de Banaue siguiendo la carretera que va a Bontoc y, desde aquí, bajar por el mismo camino para disfrutar de nuevas vistas sobre las terrazas desde otros tres miradores. Nuestra recomendación es hacer esta excursión a partir del mediodía por la posición del sol.

Terrazas de arroz de Bangaan (Banaue, Luzón)
Terrazas de arroz de Bangaan (Banaue, Luzón)

Para ir hasta el mirador superior se puede alquilar un triciclo de ida y vuelta (200 P era el precio oficial, a pesar de que se podía conseguir por menos), pero nuestra recomendación es esperar en la carretera a que pase un autobús en dirección a Bontoc (a pesar de que no son muy frecuentes) e indicarle al conductor que nos deje en el último mirador (viewpoint).

Este trayecto de 15 minutos en teoría costaba 20 P cada uno, pero a nosotros el conductor no nos cobró nada (?).

Los 8 km del camino de regreso a Banaue desde el mirador superior los hicimos bajando tranquilamente a pie por la carretera y disfrutando de los paisajes y de la gente que íbamos encontrando.

El mirador superior, el más elevado, está junto a varias tiendas de recuerdos (donde encontraréis cosas realmente bonitas) y es el que tiene las vistas más impresionantes, con terrazas de arroz en casi todas las direcciones y con una variedad cromática de verdes increíble. Imprescindible, de verdad.

En el mirador, coincidiendo con el momento de nuestra visita, había tres abuelas vestidas a la manera tradicional Ifugao para dejarse hacer fotos, previo pago. Pero, para su desgracia, tenemos por norma no pagar nunca a nadie para hacerle fotos. Y además, en aquel momento, estábamos solos y no había más visitantes.

Desde este mirador iniciamos el regreso a Banaue siguiendo la carretera. Por el camino, además de saludar a multitud de niños y adultos en sus casas, nos paramos en otros miradores desde los que disfrutamos de nuevas y maravillosas perspectivas sobre las terrazas.

Construcción tradicional de la etnia ifugao (Banaue, Luzón)
Construcción tradicional de la etnia ifugao (Banaue, Luzón)

Junto al penúltimo mirador antes de llegar a Banaue se puede ver de cerca una casa tradicional Ifugao, con decenas de calaveras de animales en sus paredes para alejar los malos espíritus.

Terrazas de arroz de Batad

Las espectaculares terrazas de arroz de Batad tienen forma de anfiteatro y rodean el pequeño núcleo de Batad, aislado entre las montañas. Hay quién dice que son las terrazas de arroz más impactantes del mundo. Y podemos atestiguar que no es una exageración.

Para llegar hasta Batad desde Banaue había que recorrer unos 12 km de pista infernal hasta el cruce de Batad (Batad Junction), más otros 3 km de pista empinada y no menos infernal hasta la llamada silla (en inglés saddle) y desde aquí andar en bajada por un camino durante unos 45 minutos hasta llegar al pueblecito de Batad.

La excursión a Batad desde Banaue se puede hacer perfectamente en un día completo, pero si disponéis de más tiempo sería recomendable pasar al menos una noche en un lugar tan fantástico como ese, ya que además nos permitirá hacer interesantes excursiones por los alrededores. Nosotros no lo pudimos hacer.

Triciclo y camino para llegar a Batad Junction (Batad, Luzón)
Triciclo y camino para llegar a Batad Junction (Batad, Luzón)

Las alternativas de transporte desde Banaue a Batad eran, de más a menos comodidad:

  • (1) Contratar un jeepney en la Oficina de Turismo de Banaue que nos lleve hasta el saddle y nos espere allí para el regreso a Banaue. Costaba 2.000 P y salía a cuenta si se compartía el coste con otros viajeros.
  • (2) Contratar un triciclo en la Oficina de Turismo que nos lleve hasta la Batad Junction y nos espere allí, ya que un triciclo es incapaz de afrontar la dura cuesta de la pista que asciende hacia el saddle. En este caso costaba 650 P.
  • (3) Subir a un jeepney de transporte público en Banaue y que nos deje en la Batad Junction, pero eran tan poco frecuentes que lo hacía inviable para una excursión de un solo día. Lógicamente esta era la opción más económica.

En las opciones (2) y (3) hay que andar a pie la dura subida desde la Batad Junction hasta el saddle y en todas ellas hay que hacer a pie el camino de bajada desde el saddle hasta Batad propiamente dicho.

Nosotros escogimos la opción (2), porque no encontramos viajeros en Banaue para poder compartir el coste del jeepney privado. Pero tuvimos la fortuna de que al poco de iniciar la subida a pie hacia el saddle se detuvo un jeepney que subía con unas viajeras taiwanesas y nos invitaron a subir, ahorrándonos buena parte de la subida.

Vista desde el «saddle» (camino desde el cruce de Batad a Batad, Luzón)
Vista desde el «saddle» (camino desde el cruce de Batad a Batad, Luzón)

El camino desde Banaue hasta el cruce de Batad suponía casi una hora de trayecto por el pésimo estado de la pista.

Desde el cruce hasta el saddle había que contar un mínimo de 30 minutos en jeepney y bastante más si vais a pie.

Una vez se llega al saddle el paisaje que se abre ante nuestro es sencillamente maravilloso.

El camino de bajada hacia Batad es precioso y fácil de seguir, a pesar de que al llegar a la zona de restaurantes y pensiones, sobre el anfiteatro, la cosa se complicaba por el desnivel y porque se perdía la pista del camino correcto, aunque era imposible perderse.

En este punto había un pequeño chiringuito donde debíamos registrarnos y dejar un donativo para la conservación de las terrazas. Y la última parte del camino hasta Batad eran escalones de piedra que castigaban bastante las piernas.

El pueblo de Batad en si no vale gran cosa visto de cerca, pero el entorno en el que se encuentra es de aquellos que no se olvidan nunca. La mejor vista sobre el anfiteatro, formado por los campos de arroz que trepan por las vertientes de la montaña, se obtiene desde la zona donde se encuentran la mayor parte de pensiones de Batad.

De entre todos los alojamientos de Batad, para los interesados en pernoctar en este pueblo, recomendamos Ramon's Homestay, situado bajo la Batad Pension, y formada por dos cabañas tradicionales Ifugao y un improvisado restaurante.

Vista parcial de las terrazas de arroz de Batad (Batad, Luzón)
Vista parcial de las terrazas de arroz de Batad (Batad, Luzón)

El propio Ramon, el propietario, es una persona encantadora y preocupada por mantener la cultura local, amenazada ya entonces por una incipiente y posiblemente equivocada idea de comercialización turística del lugar.

Ojalá se encontrara la fórmula de equilibrio entre el turismo y la preservación de un lugar tan extraordinario.

Si se dispone de tiempo, desde Batad se pueden hacer interesantes excursiones, como la que nos lleva en 40 minutos a pie hasta las cascadas Tappia o la que en algo más de 2 horas nos conduce al pueblo de Bangaan andando a través de las terrazas de arroz.

Para la vuelta a Banaue desde Batad nosotros hicimos el mismo camino que a la ida, haciendo a pie el camino de subida hasta el saddle y después el camino de bajada hasta el cruce de Batad, donde nos esperaba nuestro triciclo.


SAGADA (Mountain Province - Luzón)

Cómo llegar

Nos habían informado de que, a las 8:40 diariamente desde delante del mercado de Banaue, había un jeepney que hacía el trayecto entre Banaue y Bontoc, donde había que cambiar a otro con destino a Sagada.

Pero el día que ya nos ínbamos de Banaue el viejo jeepney que iba a Bontoc no salió. En la hora que debía salir nosotros éramos los únicos pasajeros que esperábamos allí y el conductor nos dijo que saldríamos solo si le pagábamos todo el pasaje, algo a lo que lógicamente nos negamos.

Así que subimos hasta la carretera y esperamos casi una hora hasta que pasó un minibús que nos ofreció ir a Bontoc por 150 P cada uno. Aceptamos y así disfrutamos de un cómodo viaje en un trayecto de 46 km en el que empleamos dos horas debido al mal estado de la carretera. Había bastantes tramos de este trayecto que eran pista o estaban en obras, además de algunos desprendimentos de tierras a causa de las lluvias.

De todos modos este trayecto es muy bonito, con una pronunciada subida hasta un puerto de montaña y después la correspondiente bajada hasta el valle donde se encuentra Bontoc.

El minibús nos dejó en el lugar de donde salían los jeepneys hacia Sagada. Tomamos el primero que salió para allá, pagando 35 P por un trayecto de 19 km que nos supuso una hora más de viaje.

Dormir y comer

En Sagada nos alojamos en la Sagada Guesthouseimage (tel. 0919 3002763), donde pagamos 700 P por una habitación doble con baño privado. Era bastante correcta, muy céntrica y tranquila.

Antes habíamos mirado en el St. Joseph's Resthouse, pero nos pedían 1.500 P por un cottage muy simple que, en nuestra opinión, no se lo merecía.

Muy próximo a la Sagada Guesthouse está el restaurante del hotel Alfredo's Inn, muy recomendable, puesto que es acogedor y se come bien, a pesar de que el personal del restaurante puede ser algo indolente si en la TV emiten un culebrón que sea de su interés.

También es recomendable el restaurante Masferre's Inn, donde además de comer bien (desayunar un magnífico pancake era una buena forma de empezar el día), se podía admirar una galería de fotos de época muy interesantes de Eduardo Masferre, un fotógrafo local de ascendencia gerundense y padre del que entonces era el propietario del restaurante.

Poco más allá, en la misma carretera, se podían probar los yogures locales en la Yoghourt House, buenos a pesar de que tenían un sabor fuerte. No nos dejó de sorprender la cantidad de buenos lugares donde comer que había en Sagada a pesar de su escaso tamaño.

Eduardo Masferre (1905-1995) es conocido mundialmente para ser el primero y más extraordinario fotógrafo de las gentes, pueblos y paisajes de la cordillera central de la isla de Luzón, siendo considerado además como el padre de la fotografía filipina.

Sus fotos son el testimonio único de una época y unas formas de vida ya desaparecidas en una zona del país que era la suya propia, puesto que nació y murió en Sagada.

El padre de Eduardo salió de Sant Feliu de Guíxols (Girona), de donde procede la familia Masferré, hacia Filipinas como soldado del ejército español en la época colonial. Al acabar la guerra se estableció allá y se casó con una joven filipina. Fruto de su matrimonio nació Eduardo, el cual pasó unos años de su infancia en Sant Feliu con la intención de recibir educación, pero en 1921 volvió a Sagada y unos años después inició su carrera como fotógrafo.

Cosas a ver y hacer

SAGADA. Este pequeño y tranquilo pueblecito de la Cordillera es bastante popular entre los viajeros por sus paisajes, por su aislamiento y por el relax que se respira en él. Además ofrece una gran variedad de actividades a realizar: excursiones por los alrededores, explorar cuevas y cascadas, practicar la espeleología o el rappel, visitar lugares históricos, o participar en celebraciones de las tribus de las montañas.

Para obtener información sobre todas estas actividades, así como para contratar guías o transporte, la oficinal del Tourist Information Center, situada frente a Alfredo's B&B, era el lugar adecuado.

Como dato curioso, desde antes de las 9 de la noche ya no había nada abierto ni nadie en las calles de Sagada, tal como ya nos va había avisado el propietario de nuestro alojamiento.

El Echo Valley y los sarcófagos colgantes

Si por algo es conocido Sagada es por sus sarcófagos colgantes, una forma tradicional de enterrar a los muertos en el pasado. Eso sí, para ser enterrado así era imprescindible estar casado, tener nietos y también el dinero suficiente para pagar los animales que debían ser sacrificados para contentar a los dioses.

Campana de la iglesia de St. Mary's Episcopal (Sagada, Luzón)
Campana de la iglesia de St. Mary's Episcopal (Sagada, Luzón)

El mejor lugar para ver esta curiosa y única forma de entierro es en las altas paredes de piedra calcárea que hay alrededor del Echo Valley, motivo por el que esta excursión es de las más populares en Sagada.

Para hacer esta excursión no es necesario estrictamente un guía, aunque ello dependerá de la ruta que queramos seguir, porque no es difícil perderse.

Para la ruta que os proponemos hay que seguir el camino que pasa por el lado de la iglesia St. Mary's Episcopal Church y continuar hacia el cementerio.

Al llegar ante el cementerio hay que bordearlo por su lado izquierdo hasta llegar al lado del precipicio que hay sobre el Echo Valley. En este punto hay un mirador sobre una parte del valle y algunas cuevas. Desde este mirador podéis hacer la prueba de gritar y entenderéis el porqué del nombre del valle.

Bordeando el precipicio hacia el sur se llega hasta un mirador con una vista fantástica sobre los famosos sarcófagos colgantes que se encuentran a media altura sobre una alta pared de roca. Algo más allá hay otro mirador con una nueva perspectiva desde la cual podremos ver sarcófagos pintados de color azul. Impresionante.

Sarcófagos colgantes en el Echo Valley (Sagada, Luzón)
Sarcófagos colgantes en el Echo Valley (Sagada, Luzón)

Junto al mirador vimos una placa en memoria de un turista italiano que había muerto allá meses antes al resbalar y caer por el acantilado al fondo del valle.

Y es que las hojas de los pinos que había en el suelo hacían que este fuera muy resbaladizo y que no siempre se viera bien donde se ponía el pie. Por lo tanto, conviene extremar las precauciones si os acercáis al lado del acantilado.

Desde aquí volvimos al punto de inicio de esta ruta cruzando por el cementerio. En él vimos que en la mayoría de las lápidas de las tumbas los nombres y apellidos que figuraban eran de origen español.

Cueva-cementerio de Lumiang

Otra visita imprescindible en los alrededores de Sagada es la cueva-cementerio de Lumiang, la cual acoge unos 100 antiguos ataúdes, apilados los unos sobre los otros. Se ha estimado que los ataúdes más antiguos tienen unos 500 años.

La tradición de enterrar los muertos en las cuevas sigue viva hoy entre el pueblo Applai, un subgrupo de la etnia Igorot, la cual es responsable de los antiguos sarcófagos colgantes de Sagada.

Los ataúdes se colocaban en la entrada de la cueva para protegerlos de los elementos, pero también para que pudieran recibir la luz del día que alejara los malos espíritus que podrían perturbar el descanso eterno de sus almas.

Sarcófagos colgantes de Sugong (Sagada, Luzón)
Sarcófagos colgantes de Sugong (Sagada, Luzón)

Para llegar hasta ella hay que seguir la carretera que va a Ambasing, hacia el sur. Al cabo de 1 km encontramos a la izquierda el Right Turn Cafe y pasado este café podremos ver, sobre la pared de roca, los sarcófagos colgantes de Sugong.

Continuamos andando otros 200 metros y cuando se acabó la carretera de cemento tomamos un desvío a la izquierda durante unos 250 metros, hasta encontrar una entrada también de cemento que da acceso a un camino por el bosque.

Siguiendo el camino de bajada (resbaladizo en algunos puntos) llegamos hasta una puerta metálica cerrada que impedía el paso, pero se podía abrir el pasador metiendo el brazo entre los barrotes (cerramos de nuevo después de pasar).

Unos 100 metros más allá encontramos la entrada a Lumiang, una cueva bastante grande con decenas de sarcófagos apilados junto a las paredes, no muy lejos de la entrada. Ciertamente se trata de un lugar bastante intrigante.

Acabada la visita a la cueva de Lumiang volvimos por el mismo camino entre el bosque hasta llegar a la entrada de cemento, desde donde se puede continuar andando por la carretera otro kilómetro hacia el sur para visitar la gran cueva Sumaguing.

Nosotros no lo hicimos porque ya era tarde y volvimos a Segada antes de que se hiciera de noche.

Sarcófagos apilados a la entrada de la cueva de Lumiang (Sagada, Luzón)
Sarcófagos apilados a la entrada de la cueva de Lumiang (Sagada, Luzón)

Para llegar hasta la cueva de Lumiang no se necesita un guía, pero puede serlo si se pretende visitar la cueva de Sumaguing.

También existe la opción, para sólo para los y las más valientes, de adentrarse hacia el interior de la cueva de Lumiang y llegar a través de conductos y galerías subterráneas hasta la cueva de Sumaguing.

Pero se trata de una excursión de espeleología de dos a cuatro horas que requiere estar en forma y de una cierta experiencia, puesto que implica hacer escalada y rapel, navegar por piscinas subterráneas y pasar por estrechas aperturas verticales y horizontales. En cualquier caso, en esta excursión es imprescindible contar con un buen guía.

Otras actividades en Sagada

En Sagada y alrededores hay otras muchas cosas a ver o hacer. Una de ellas, y que nosotros pudimos realizar, es el agradable y relajante paseo desde Sagada siguiendo la carretera hacia Bontoc durante unos 2 km y que pasa junto a la cueva Latang y por la tienda/taller Sagada Weaving.

En esta tienda pudimos ver como la gente local tejía bonitos monederos, bolsas, etc. con los colores y patrones típicos de la región y que después se ponían a la venta, aunque los precios no eran nada baratos.


BAGUIO (Benguet - Luzón)

Cómo llegar

Para llegar a la ciudad de Baguio desde Sagada subimos a un autobús de la empresa GL Lizardo que salió a las 10:00 desde una parada muy cercana al mercado de Sagada.

Pagamos 220 P por un trayecto de 140 km que es muy escénico y que merece la pena por la belleza de los paisajes, siendo unos de los más bonitos que se pueden hacer en toda la isla de Luzón.

La primera parte del trayecto transcurre paralela al río Chico hasta enlazar con la llamada Halsema Hwy, una carretera que sube hasta los 2.220 metros de altura por unas rampas que ponen los pelos de punta. Este paso de montaña es el punto más alto en la red de carreteras de Filipinas.

Esta ruta pasa por algunos pequeños pueblos y desde la altura pudimos admirar bonitas terrazas donde se plantaban hortalizas. Las primeras 2/3 partes de la ruta eran de pista, donde encontramos numerosas zonas que estaban en obras y otras afectadas por desprendimentos de tierra a causa de las lluvias.

Tras algunas paradas en ruta, finalmente llegamos a la Dangwa Bus Terminal de Baguio a las 16:45.

La primera impresión que tuvimos de Baguio fue la de un lugar enormemente caótico, pero también es cierto que veníamos de unos días disfrutando de la idílica tranquilidad de los pueblos de la Cordillera.

Dormir y comer

En el Wood's Nymphimage (Military Cut Off Rd, 38 - Baguio; tel. +63 74 442 4641) pagamos 1.200 P por una estupenda habitación doble con baño privado y TV. Y, además, era tranquila y con buenas vistas porque la pedimos en la parte posterior del edificio.

En este lugar antes estaba el Wood's Inn (según la guía LP), pero al parecer ahora es propiedad de una empresa coreana que además de cambiar el nombre también ha abierto aquí un restaurante de comida coreana bastante famoso en Baguio.

También habíamos mirado el hotel Benguet Pines Tourist Inn (Shanum St, 82, junto a Burnham Park, en el centro de Baguio) y el Iggy's Inn (South Drive, junto a John Hay Camp), pero el primero lo desestimamos porque era demasiado básico y el segundo porque la única habitación libre que quedaba daba a la carretera y era ruidosa, a pesar de que el hotel estaba bien, de estilo rústico y en una zona rodeada de árboles en las afueras de Baguio.

Cosas a ver y hacer

BAGUIO. Esta ciudad, ubicada en la mitad norte de la isla de Luzón, disfruta de un clima fresco y de un entorno verde a causa de su altura (1.470 metros). De hecho, recibe el sobrenombre de «la capital de verano de las Filipinas».

Por lo tanto, Baguio es un importante destino turístico para la población filipina que quiere escapar del sofocante calor de las tierras bajas o del bullicio de la ciudad y es por eso que tiene una gran oferta de alojamiento. Pero para el visitante extranjero no tiene demasiado interés, fuera de la animación y la vida nocturna en la zona centro de la ciudad.

Para moverse por la ciudad, las distancias pueden llegar a ser grandes y lo mejor es coger un taxi, puesto que son baratos (su precio raramente superaba los 50 P).

Para nosotros Baguio fue solo una etapa intermedia en el largo viaje por tierra entre Sagada, en la Cordillera, y Vigan, en la costa occidental.

A causa de nuestra corta estancia en Baguio, solo pudimos constatar la gran oferta de restaurantes y el gran ambiente que había en el enorme SM City Baguio, el mayor centro comercial de la ciudad, situado sobre Burnham Park.

Cuando cerraba el centro comercial, a las 21 horas, el ambiente se trasladaba a la animada calle Session y alrededores.

Fuimos también al Cafe By The Ruins, muy popular entre los visitantes de Manila. Se trata de un lugar agradable donde comer o tomar algo. Ocupa la que fue la residencia del gobernador de la provincia de Benguet antes de la II Guerra Mundial y que quedó en ruinas a consecuencia de la guerra.


VIGAN (Ilocos Sur - Luzón)

Cómo llegar

Para el trayecto de Baguio a Vigan cogimos un autobús de la compañía Partas que salió a las 9:00 de la terminal de esta compañía en la ciudad de Baguio (Governor Park Rd, junto al centro comercial SM Mall).

Pagamos 284 P por el trayecto de Baguio a Vigan que hicimos en un autobús moderno y cómodo. Llegamos a la terminal de la compañía Partas en Vigan tras 5 horas y media de viaje, incluyendo algunas paradas por el camino.

Por ejemplo, el autobús se paró brevemente en las poblaciones de San Fernando (La Unión) y en la de Santa María, donde pudimos ver el exterior de la preciosa iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (fechada en el año 1769), una de las iglesias barrocas de Filipinas que figura en la lista de Patrimonios de la Humanidad.

Dormir y comer

En Villa Angela (Quirino Blvd. 26 - Vigan) pagamos 1.400 P por una enorme habitación de unos 60 m², con una grandiosa cama de 2,60 x 2 metros (con dosel y mosquitera), baño privado, A/C, TV y desayuno incluido.

Había tres tarifas diferentes según la época del año y la nuestra correspondía a la temporada baja.

Comedor principal de Villa Angela (Vigan, Luzón)
Comedor principal de Villa Angela (Vigan, Luzón)

Se trata de una mansión señorial construida en 1870, con mobiliario de época y suelos de madera. En el momento de nuestra visita tenía solo seis habitaciones de diferentes tamaños y cada una con su propio nombre.

Nosotros tuvimos la suerte de poder alojarnos en la principal, denominada «Cuarto del Señor», que habíamos reservado por correo electrónico el día anterior, a pesar de que cuando llegamos a la casa nos encontramos con la agradable sorpresa de que éramos los únicos huéspedes y así pudimos disfrutar de toda la casa para nosotros solos.

El lugar tiene un encanto fuera de todo duda, de verdad, por lo que el precio de la habitación era realmente una ganga. Por si fuera poco, el desayuno era espectacular y más pudiéndolo tomar en el antiguo comedor señorial de la casa, junto a nuestra habitación, en un entorno de museo.

Además, la amable y atenta encargada de la casa nos hizo un tour por los diferentes aposentos de la casa, explicándonos la interesante historia de la familia propietaria.

Escogimos este lugar porque nos lo habían recomendado varios amigos y tenemos que reconocer que cubrió sobradamente todas las expectativas. Es cierto que la casa ya estaba necesitada de algunas reformas, pero, si algún día las llegan a hacer, esperamos que no sean en detrimento de su arrolladora personalidad.

Si váis a Vigan no perdáis la oportunidad de alojaros en esta fantástica mansión de película.

Y nunca mejor dicho, porque en esta casa llena de historia se han filmado varias películas y series locales. Y si sois mitómanos (no es nuestro caso), debéis saber que en nuestra misma habitación se había alojado el célebre actor norteamericano Tom Cruise durante el rodaje de la película Nacido el 4 de julio, en 1989, tal como lo corrobora una foto de Tom Cruise con la entonces propietaria de la casa.

En el capítulo de restaurantes de Vigan recomendamos el Cafe Leona (Mena Crisólogo St, 1 - Vigan) por su variedad y calidad de la carta y la calidez del lugar, aunque no era barato. Casi frente a él estaba el restaurante Max, el cual forma parte de una cadena, donde la comida estaba bien, a pesar de que no es comparable al anterior (tampoco el precio).

Para conectarse a Internet una buena opción era SNP Cyberzone (en la esquina de las calles Bonifacio y Jacinto), con conexiones rápidas y precios muy asequibles (20 P/hora).

Cosas a ver y hacer

VIGAN. Es la capital de la provincia de Ilocos Sur y está situada en la costa oeste de Luzón, frente al Mar de la China Meridional. En realidad se trata de una isla separada de la isla principal por tres ríos, el Abra, el Mestizos y el Govantes.

Calle del centro histórico de Vigan al atardecer (Vigan, Luzón)
Calle del centro histórico de Vigan al atardecer (Vigan, Luzón)

Para el viajero su principal interés radica en el hecho que es el mejor y mayor ejemplo de ciudad colonial de Filipinas y de todo Asia, siendo la única donde sobrevive la trama urbana y edificios de la arquitectura colonial española del s. XVI.

El destino quiso que Vigan evitara en el último momento la destrucción de las bombas en la II Guerra Mundial al marchar de la ciudad las tropas japonesas poco antes de la llegada de los bombarderos americanos.

En cuanto al origen del nombre de la ciudad se explica la anécdota de que un español encontró a un nativo junto al río Mestizos y le preguntó como denominaban ellos a este lugar. El nativo no entendía ni una palabra de español, pero al ver que el español apuntaba con el dedo a una planta llamada Bigaa Apo en lengua ilocana (corresponde a la Alocasia Macrorrhiza) entonces respondió con este nombre y así fue como del nombre Bigaa derivó el nombre actual de Vigan.

Ciudad histórica de Vigan
Calesa en una calle del centro histórico de Vigan (Vigan, Luzón)
Calesa en una calle del centro histórico de Vigan (Vigan, Luzón)

Patrimonio de la Humanidad La Ciudad histórica de Vigan fue inscrita en la lista de Patrimonios de la Humanidad por la UNESCO en el año 1999.

Atesora un gran número de puntos de interés a visitar, aunque afortunadamente la zona es muy compacta y se puede recorrer perfectamente a pie, pero también es posible hacerlo en una calesa.

La calesa es un carruaje de dos ruedas tirado por caballos y que fue el principal medio de transporte durante la época colonial española en las Filipinas. A principios del s. XX su uso declinó y ahora, en gran parte, solo sobreviven como atracción turística.

Vigan es una de las pocas ciudades filipinas donde todavía se pueden encontrar fácilmente calesas recorriendo sus calles del centro.

Se puede empezar la visita en el centro histórico de Vigan paseando por las calles del denominado Distrito Mestizo, sobre todo por su eje principal, la calle Crisólogo.

En esta zona podemos admirar preciosas casas que fueron construidas mayormente por comerciantes chinos con una mezcla de estilos arquitectónicos locales, asiáticos y españoles.

Algunas de estas mansiones son magníficas, a pesar de que hay otras necesitadas de arreglos importantes.

La Catedral de San Pablo (Vigan, Luzón)
La Catedral de San Pablo (Vigan, Luzón)

Los cinéfilos podrán reconocer algunas de estas calles en la película Nacido el 4 de Julio, del director Oliver Stone, y que ya hemos comentado anteriormente.

Otro punto de interés es la Catedral de San Pablo, construida en 1790 con un estilo único, conocido como barroco terremoto, orientado a minimizar los efectos de los terremotos.

Así el campanario, de forma octogonal (reflejando influencias del fengshui chino), se encuentra separado a una cierta distancia de la nave de la catedral para evitar que colapsara sobre esta en caso de terremoto.

Junto a la Catedral se encuentra la Residencia del Arzobispo, la cual data de la época colonial española y es la más antigua aún en uso en las Filipinas. En la Plaza Salcedo, hacia el oeste de la catedral, encontramos el monumento de Juan de Salcedo, el conquistador español que tomó posesión de este puerto en 1572.

La Plaza Burgos, situada junto a la anterior, es la preferida por los locales para dejarse ver, así como para celebrar eventos públicos. También se instalan aquí los tenderetes que venden comida rápida local, como la famosa empanada.

Funeral tradicional por las calles de Vigan (Vigan, Luzón)
Funeral tradicional por las calles de Vigan (Vigan, Luzón)

El Museo Crisólogo, en la calle Liberation Blvd, ocupa la que fue casa del congresista Floro Crisologo y su esposa Carmeling, gobernadora de Ilocos Sur a mediados del s. XX.

El museo contiene muchos objetos de la familia y permite conocer mejor a esta importante dinastía política de Vigan. La entrada costaba un donativo de 10 P.

Incluso en este museo hay una parte gore, con la exposición de los pantalones ensangrentados que llevaba el congresista en el momento de su asesinato o algunas fotos tomadas en el escenario del crimen.

Otro lugar interesante es la Casa-Museo del Padre Burgos (entrada 10 P), donde se muestran objetos de la región o interesantes dioramas que explican importantes acontecimientos de la historia de Ilocos Sur. Detrás del museo está la Prisión Provincial de Ilocos Sur, construida en 1657.

Alfarerías de Vigan

En Vigan también vale la pena visitar alguna de sus numerosas alfarerías, una industria que iniciaron los primeros colonos chinos que llegaron a estas tierras, antes incluso de la ocupación española.

Recipientes de barro en una alfarería (Vigan, Luzón)
Recipientes de barro en una alfarería (Vigan, Luzón)

Estas alfarerías utilizan un antiguo método centenario, denominado Burnay, para producir recipientes de arcilla.

Los recipientes Burnay están hechos a mano por alfareros locales que dominan el arte de amasar, modelar y cocer barro junto con agua y arena para formar el producto acabado.

Visitamos la alfarería RG Jar, en la calle Gómez, en funcionamiento desde 1823 y que puede contener hasta 1.000 recipientes de arcilla.

Vale la pena contemplar sus instalaciones. Además, los centenares de recipientes de barro alineados en sus dependencias son muy fotogénicos.


TAGBILARAN (Bohol)

Cómo llegar

El largo camino, de más de 1.200 km, entre Vigan ( isla de Luzón) y Tagbilaran ( isla de Bohol) se inició, en nuestro caso, subiendo a un triciclo en el centro de Vigan hasta la terminal de la empresa Partas (20 P), donde esperamos a que llegara desde Laoag el autobús de lujo que iba hacia Manila.

Compramos los pasajes en el mismo autobús. El trayecto entre Vigan y Manila costaba 705 P, pero era un autobús grande, con solo 28 asientos, habiendo mucho espacio y siendo más cómodo que los autobuses normales. En el precio iba incluido un ambiente glaciar gracias al A/C y un pack de películas del incombustible actor Steven Seagal.

Salimos a las 21:10 de Vigan y llegamos a Manila a las 4:30 de la madrugada, concretamente a la terminal de Partas en el barrio de Cubao. No entendimos porque el conductor del autobús iba a tanta velocidad para después acabar llegando a Manila a una hora tan intempestiva, pero, en fin, sus razones tendría...

Después de recuperarnos un poco y esperar a que se hiciera de día cogimos un triciclo para ir hasta la próxima estación Araneta Station del LRT, donde subimos al primer tren que pasó y hasta la estación Ayala (14 P) de Makati.

En esta moderna zona comercial buscamos un lugar agradable donde desayunar y descansar un rato, y lo encontramos en el café The Coffee Bean & Tea Leaf (Greenbelt nº 3, en el Ayala Center), un acogedor lugar con cómodas butacas al estilo Starbucks.

Ya más descansados volvimos a la estación Ayala del LRT y esta vez fuimos hasta la estación Taft Av (10 P). Bajamos desde la estación elevada hasta la calle, donde había un verdadero hormiguero caótico de gente y vehículos, pero conseguimos un taxi con taxímetro que por 60 P nos llevó hasta la terminal de vuelos domésticos del aeropuerto de Manila.

En el momento de hacer el check-in del vuelo tuvimos que pagar 200 P de tasas de aeropuerto. A las 13:50 salió puntualmente nuestro vuelo de la compañía Cebú Pacific hacia la isla de Cebú.

Este vuelo, juntamente con otro desde Cebú a Puerto Princesa, los habíamos comprado el día anterior en la agencia de viajes Abbex de Vigan (situada junto al edificio del Arzobispado, frente a la plaza V. Singson), pagando por ambos un total de 4.093 P por persona.

Solo una hora después de despegar de Manila aterrizamos en el aeropuerto Mactan-Cebu, situado en la isla de Mactan, pegada a la isla de Cebú. En la sala de equipajes de este aeropuerto había una Oficina de Turismo donde conseguimos mapas e información de la zona.

A nosotros esta información nos resultó muy práctica, puesto que por ejemplo nos enseñaron un truco para no pagar un precio abusivo por un taxi a Cebú (Cebu City). El truco consistía en pasar de largo la hilera de taxis que había al salir de la terminal y subir unas escalas hasta llegar a una calle de acceso donde había otros taxis.

La diferencia entre unos y otros estaba en que en el primer caso no solían aceptar poner el taxímetro y cobraban una tarifa fija de 375 P para ir hasta Cebú, mientras que en el segundo caso pudimos conseguir un taxi que nos costó solo 140 P con taxímetro hasta la terminal de ferrys de Ocean Jet en el puerto de Cebú.

Tardamos unos 30 minutos al cubrir el trayecto entre el aeropuerto Mactan-Cebu y el puerto de Cebú, pasando por el largo puente que une las islas de Mactan y Cebú.

Una vez en la terminal de OceanJet, en el Pier 1 del puerto (bastante cutre, por cierto), compramos los pasajes de ida y vuelta en el ferry rápido hacia Tagbilaran, la principal población de la isla de Bohol, por 580 P por persona (si se compraba individualmente cada trayecto salía por 380 P). El billete de vuelta era abierto y valía para una semana.

Nuestro ferry debía salir a las 18:20, pero lo hizo con 20 minutos de retraso. Dentro de la cabina del ferry hacía un frío glaciar, como ya venía siendo costumbre, y siendo un ferry rápido no era posible salir fuera.

Llegamos al puerto de Tagbilaran a las 20:20. Saliendo de la terminal del puerto había un montón de triciclos dispuestos a llevarnos donde fuera. Uno de ellos nos llevó hasta el hotel por 10 P.

Dormir y comer

La primera noche en Tagbilaran nos alojamos en el hotel La Roca (Graham Av - Tagbilaran). Pagamos 815 P por una habitación doble con baño privado, A/C y TV. El hotel estaba un poco lejos del centro, a 1,5 km, y la habitación no era muy acogedora, pero estábamos tan cansados tras el largo viaje desde Vigan que no quisimos buscar más.

El resto de noches en Tagbilaran nos alojamos en el hotel Sun Avenue Tourist Innimage (Gallares St - Tagbilaran), muy recomendable. Sus instalaciones eran muy nuevas, de hecho solo tenía un año cuando estuvimos alojados en él, y su personal tuvo una extrema atención hacia nosotros.

Aquí pagamos 1.150 P por una estupenda habitación con baño privado, A/C, TV y desayuno incluido, muy completo. De hecho, se podía desayunar en la cafetería del hotel, aunque no fueras huésped del hotel, por solo 85 P. Es mejor pedir una habitación en la parte posterior del edificio, puesto que son más tranquilas y tienen vistas sobre el mar y la isla de Panglao.

Para comer en Tagbilaran recomendamos un restaurante al aire libre que está unos 50 metros al norte del Everglory Lodge. También estaba bastante bien el restaurante Leopoldo's, en Gallares St. y a solo 50 metros del hotel Sun Avenue Tourist Inn.

Un restaurante muy agradable era el Shang Manou Garden, con una terraza exterior. Finalmente, en el centro comercial Bohol Quality Mall (Carlos P. Garcia Av) había unos cuántos restaurantes donde elegir, así como un lugar donde conectarse a Internet (30 P/hora).

Cosas a ver y hacer

ISLA DE BOHOL. Esta isla pertenece al grupo de las islas Visayas y está situada unos 803 km al sur de Manila y 79 km al este de Cebú, siendo la décima isla de las Filipinas en extensión. Junto con otras 73 pequeñas islas adyacentes, como Panglao y Lapinig, conforma la provincia de Bohol, dentro de la región de las Visayas Centrales.

Es un destino turístico bastante popular por sus playas, pero especialmente por el curioso paisaje que forman las Colinas de Chocolate (Chocolate Hills), aunque bien es verdad que tiene otros muchos puntos de interés, como sus numerosas y bonitas iglesias coloniales o el tarsero de las Filipinas, considerado el segundo primate más pequeño del mundo y autóctono de la isla.

El 15 de octubre de 2013, seis años después de este viaje, tuvo lugar un fuerte terremoto de magnitud 7.2 que tuvo como epicentro la propia isla de Bohol. Como consecuencia de él murieron más de 200 personas y casi un millar resultaron heridas, además de causar la destrucción de miles de edificios e infraestructuras. Algunas de las iglesias históricas que mencionamos en la ruta por la isla resultaron gravemente afectadas por el movimiento sísmico.

Tagbilaran City

La ciudad de Tagbilaran (o Tagbilaran City) es la capital de la provincia de Bohol, siendo su principal puerta de entrada.

La ciudad en si no tiene interés para el viajero, pero es un buen lugar para pernoctar, con variedad de alojamientos económicos, y también para organizar la visita al resto de la isla o a las otras islas de la provincia.

Además de pasear por las calles del centro de Tagbilaran la única visita que hicimos en esta ciudad fue a la agradable Catedral de San José. Visita con anécdota incluida, puesto que en el momento de entrar a la iglesia se estaba a punto de oficiar el funeral por un residente blanco de origen norteamericano y al vernos entrar alguien se dirigió a nosotros para preguntarnos si éramos familiares o amigos (!).

Ruta por la isla de Bohol

Para recorrer la isla de Bohol a nuestro aire optamos por alquilar una moto en la agencia Bohol Adventures Tours (117 Gallares St - Tagbilaran). Pagamos 600 P/día por una moto bastante nueva que tuvimos durante dos días enteros y con la cual recorrimos un total de 245 km por la isla. Llenar el depósito de gasolina de la moto costaba unos 120 P, a razón de 41,2 P/litro.

La iglesia de la Purísima Concepción de la Virgen María (Baclayon, Bohol)
La iglesia de la Purísima Concepción de la Virgen María (Baclayon, Bohol)

A continuación detallamos la ruta que hicimos en moto por la isla de Bohol, con inicio y final en la ciudad de Tagbilaran:

Iniciamos la ruta en Tagbilaran y al cabo de unos 3 km hacia el sudeste llegamos a Bool, un barrio (barangay en tagalo) de la capital, donde a la derecha de la carretera encontramos un monumento denominado Bohol Blood Compact Site.

Este monumento escenifica el pacto de sangre (sanduguan) que realizaron en 1565 el conquistador español Miguel López de Legazpi y el jefe de Bohol Rajah Sikatuna, siendo un homenaje a un hecho muy importante en la historia de Filipinas.

Unos 3 km más allá llegamos al pueblo de Baclayon, conocido por su bonita iglesia de la Purísima Concepción de la Virgen María, la cual fue construida en el año 1727 y es una de las más antiguas de Filipinas. Es notable el hecho de que fue construida con piedra de coral extraída del mar (fijaos en los muros).

La iglesia de Santa Mónica (Alburquerque, Bohol)
La iglesia de Santa Mónica (Alburquerque, Bohol)

Junto a la carretera, a su paso por la población de Baclayon, se pueden ver otros interesantes edificios históricos.

En la siguiente población, Alburquerque, encontramos la magnífica iglesia de Santa Mónica de Alburquerque, construida en 1886, y que está unida a un convento de grandes dimensiones.

En las fechas de nuestra visita parecía abandonada y una parte del tejado se había hundido, pero parece que en 2010 se iniciaron importantes trabajos de restauración y que, afortunadamente, los daños provocados por el terremoto de 2013 sobre la iglesia fueron mínimos.

Continuamos por la carretera que bordea la costa hasta llegar a Loay, donde encontramos la bonita y elegante Casa Clarin, que actualmente es un museo donde se exponen objetos de esta rica familia, la dinastía política más importante de la isla de Bohol.

La Casa Ancestral Clarin data del año 1844, en un estilo filipino-español, con tejados cubiertos por hojas de nipa y cimientos de piedra de coral. La entrada valía entonces 20 P y la visita resultó bastante interesante.

Vista exterior de la Casa Ancestral Clarin (Loay, Bohol)
Vista exterior de la Casa Ancestral Clarin (Loay, Bohol)

En Loay tomamos la carretera que va hacia el interior de la isla hasta llegar a Loboc, con una iglesia remarcable y un convento de tres plantas de altura donde ahora hay un museo.

Por aquí pasa el precioso río Loboc, de aguas verdes y entorno selvático. Se podía hacer un crucero por el río en una barca grande, por 250 P/pax, o alquilar una barca pequeña por 600 P.

En algunas tiendas de recuerdos o restaurantes de Loboc vimos que tenían tarseros enjaulados con la intención de atraer turistas.

Por favor, abstenerse de entrar en ellas a fotografiarlos y contribuir a este lastimoso espectáculo. Tendréis ocasión de ver al tarsero de las Filipinas en el centro del que hablaremos a continuación.

Desde Loboc fuimos enlazando tramos de carretera y pista en dirección oeste y que pasan por idílicos paisajes de campos de arroz y pequeños pueblos hasta llegar a la población de Corella.

Algo más allá, en el Barangay Canapnapan, hay un desvío de donde sale una pista de 500 metros de longitud que conduce hasta el Philippine Tarsier Sanctuary, el cual está abierto de 9 a 16 horas.

Este centro es un gran bosque dedicado a la protección de los tarseros de Filipinas, una especie en grave peligro de extinción, puesto que muchos tarseros eran tratados como mascotas por particulares en entornos no propicios para su forma de vivir y supervivencia.

Simpático tarsero filipino en un árbol del Philippine Tarsier Sanctuary
Simpático tarsero filipino en un árbol del Philippine Tarsier Sanctuary

Por lo tanto, este es el lugar idóneo donde se puede ver el hábitat natural de los tarseros y donde estos pueden vivir en espacios semi-salvajes siendo protegidos, respetados y cuidados.

El tarsero filipino mide unos 15 cm de altura y no pesa más allá de 140 gramos. El tamaño de sus ojos es desproporcionado respecto a su cuerpo y esto lo hace aparecer en el libro Guinness como los ojos de mamífero más grandes que hay en relación a su cuerpo.

Nuestra visita a este centro de conservación incluyó un paseo por una pequeña zona de bosque cerrado, acompañados del responsable del centro, para poder ver algunos tarseros filipinos adultos sobre las ramas de los árboles. Recomendamos ver además los paneles explicativos y fotos que hay en el edificio adyacente y dejar un donativo antes de irnos.

Es posible verlos muy de cerca porque ni se inmutan ante nuestra presencia, pero conviene no estresarlos. Es un animal realmente muy curioso, con un aspecto parecido a una mezcla de gremlin y de maestro Yoda!!. En resumen, esta es una visita del todo imprescindible si visitáis la isla de Bohol.

Nuestra ruta continuó hacia el este regresando hasta Loboc, donde seguimos por la carretera que va hacia Bilar, la cual empieza a ascender hasta cruzar el Rajah Sikatuna National Park, la mayor zona forestal que queda en Bohol.

Durante unos 2 km la carretera transcurre bajo un túnel natural formado por altísimos y frondosos árboles que no dejan pasar la luz natural. Increíble. Pasado Batuan se empiezan a ver, a pie de carretera, algunos de las conocidas como Colinas de Chocolate, con campos de arroz a sus pies. La postal es realmente preciosa.

Las Colinas de Chocolate son posiblemente la atracción turística más conocida de Bohol y no es para menos. En unos 50 km² se concentran más de 1.268 colinas que van de los 30 a los 120 metros de altura.

Vista sobre las famosas Colinas de Chocolate (Carmen, Bohol)
Vista sobre las famosas Colinas de Chocolate (Carmen, Bohol)

Se trata de una curiosa e inusual formación geológica ya que cada colina tiene una forma cónica perfecta. Estas colinas están cubiertas de hierba verde que se vuelve marrón durante la época seca y de ahí el nombre que reciben. En las fechas de nuestra visita, en época de lluvias, el color de las colinas era bastante más verde que marrón.

Unos 4 km antes de llegar a Carmen encontramos un desvío a la derecha que conducía a un complejo situado en lo alto de una colina y que es el mirador oficial de las Colinas de Chocolate. Al principio de este desvío había que pagar la entrada (10 P) al complejo. Después de recorrer 1,2 km de subida se llega al aparcamiento que hay en la parte alta de la colina, aunque el mirador está aún más arriba, subiendo 250 escalones o un camino en zig-zag.

Desde este mirador hay una vista extraordinaria de buena parte de las colinas, ante la cual nos quedamos embelesados un buen rato mirando en todas las direcciones para asimilar esta maravilla de la naturaleza. Y desde la terraza posterior del feo hotel que hay junto al aparcamiento se puede ver una vista de las colinas hacia el otro lado.

Acabada esta visita continuamos por la carretera que va hacia Carmen, donde cogimos un desvío a la izquierda en dirección a Sagbayan.

Vista de les Colinas de Chocolate des de Sagbayan Peak (Bohol)
Vista de les Colinas de Chocolate des de Sagbayan Peak (Bohol)

Unos 3 km más allá de Sagbayan en dirección a Clarin tomamos un desvío a la izquierda para subir a la cima del Sagbayan Peak, donde había un resort y complejo recreativo, así como un mirador con unas vistas maravillosas sobre otras Colinas de Chocotate.

Desde este mirador hay una perspectiva diferente de la que se obtiene desde el mirador de Carmen, puesto que está separado unos cuántos kilómetros de él. Desde este punto se ve incluso el mar como trasfondo de las colinas. La entrada al complejo valía 10 P.

Después de bajar del Sagbayan Peak continuamos nuestra ruta hasta llegar a Clarin, siguiendo la carretera que bordea la costa occidental de la isla en dirección sur. Al llegar a Tubigon nos desviamos por una carretera en dirección a Catigbian, de nuevo en el interior de la isla. Esta ruta es quizás la más corta para llegar a Tagbilaran, pero nos encontramos con 14 km de pista que en algún tramo fue infernal a causa del barro.

Pasada la pequeña población de Catigbian volvimos a la comodidad de la carretera de cemento, pero al cabo de poco nos dimos cuenta de que la rueda trasera de la moto estaba pinchada, probablemente a causa de nuestro peso (íbamos dos en la misma moto) y de los cantos rodados que había en la pista que habíamos dejado atrás.

Por suerte, 1 km más allá encontramos un pequeño taller improvisado donde nos repararon el pinchazo mediante la técnica de la vulcanización (vulcanizing en inglés), en la cual los filipinos son unos expertos a tenor de la cantidad de talleres que reparan los neumáticos de esta forma.

Con la rueda reparada continuamos viaje con la moto otros 18 km, pasando por las poblaciones de Balilihan y Cortes, antes de llegar a Tagbiraran City, dando así por finalizada esta ruta a nuestro aire por la isla de Bohol.

Ruta por la isla de Panglao

La isla de Panglao está situada al suroeste de Tagbilaran y está unida a la isla de Bohol por dos puentes, puesto que ambas islas están separadas solo por un estrecho canal que no tiene más de 450 metros de ancho.

Panglao es conocida por tener lugares para el buceo de primera división mundial, figurando habitualmente en la lista de los 10 mejores lugares para el buceo de todo el mundo. También es un buen lugar para el avistamiento de ballenas y delfines.

Alrededor de su costa se pueden encontrar algunos resorts turísticos más o menos lujosos, aunque la mayor parte de la infraestructura turística de la isla se concentra en la playa de Alona, con muchos de hoteles, centros de buceo, restaurantes y bares.

La torre de vigía de Dauis (Panglao, Bohol)
La torre de vigía de Dauis (Panglao, Bohol)

Nosotros nos habíamos planteado previamente la posibilidad de pasar alguna noche en Alona, pero cuando visitamos el lugar no nos acabó de gustar, ya que además de ser el típico lugar turístico de playa estaba bastante apagado en aquellas fechas, cosa lógica si tenemos en cuenta que era temporada baja y no hacía tiempo de playa.

La playa de Alona nos pareció bastante bonita, de arena blanca y aguas transparentes, pero a causa del monzón de aquellas fechas la playa estaba llena de algas y otros restos naturales depositados por el fuerte oleaje.

Con la moto dimos toda la vuelta a la pequeña isla de Panglao por una carretera que cruza pequeños núcleos de población y que nos permitió disfrutar de bonitos paisajes rurales y marinos.

También vimos la bonita iglesia de Dauis, con una curiosa mezcla de estilos bizantino y románico. Y junto a esta iglesia se encuentra la fotogénica torre de vigía de Dauis.


CEBÚ (isla de Cebú)

Cómo llegar

Desde el centro de Tagbilaran subimos a un triciclo para ir hasta el puerto (16 P). A las 11:50 dejamos atrás la isla de Bohol en el ferry rápido de Ocean Jet que iba a Cebú. Solo pagamos 11,25 P cada uno en concepto de tasas de embarque, puesto que habíamos comprado un billete de ida y vuelta días atrás.

Tras una hora y cincuenta minutos de navegación llegamos al puerto de Cebú, donde subimos a un taxi para ir hasta el centro de Cebú (60 P).

Aprovechamos para comentar que en esta ciudad fue el único lugar de Filipinas donde tuvimos problemas con taxistas que fingían no haber entendido bien el destino para poder inflar el precio de la carrera, pero ya estábamos alerta y íbamos siguiendo el recorrido sobre un mapa para detectar rutas inadecuadas.

Dormir y comer

En el hotel Le Carmen (Juana Osmeña, 21 - Cebú) pagamos 1.100 P por una estupenda habitación doble, con baño privado, TV y A/C. La habitación parecía acabada de estrenar. Antes habíamos ido al hotel Casa de Rosario (R Aboitiz, 101 - Cebú), pero solo había disponible una habitación que no nos gustó y por la cual nos havíen pedido 1.300 P.

Justo frente al hotel estaba el restaurante Sideline Garden, muy recomendable, el cual estaba al aire libre, pero cubierto por una carpa para proteger del sol y de la lluvia.

El restaurante The WineShop (Gorordo, 51 - Cebú), de propietario español, era una buena alternativa para cambiar y disfrutar de sabores conocidos, como las tapas o el vino de Valdepeñas. Estaba muy bien, a pesar de que era caro, y entonces parecía estar de moda, al menos entre la colonia coreana de la ciudad. Un taxi desde el centro hasta este restaurante costaba unos 45 P.

Finalmente, en el centro comercial Robinson's Cybergate Cebú (Fuente Osmeña Circle) había varios restaurantes y también donde conectarse a Internet y cambiar dinero a buen precio.

Cosas a ver y hacer

CEBÚ (Cebú City). Esta ciudad, ubicada en la costa oriental de la isla de Cebú, fue el primer asentamiento español en Filipinas en 1565. Actualmente es la capital de la provincia de Cebú y la segunda ciudad más importante de Filipinas, además de ser el principal centro portuario de tráfico doméstico. Su aeropuerto es, tras el de Manila, el más importante del país en vuelos internacionales.

En cualquier caso Cebú es una gran ciudad, con sus ventajas e inconvenientes. Para moverse por la ciudad lo mejor son los jeepneys y los taxis, a pesar de que con estos últimos hay que estar alerta para no pagar de más.

La ciudad de Cebú

Cebú fue para nosotros, sobre todo, un lugar de paso, aunque tiene algunas cosas interesantes para ver y visitar.

Empezamos la visita a Cebú yendo desde la parte alta de la ciudad, en la rotonda Fuente Osmeña, hasta la parte baja, mucho más vieja y empobrecida que la anterior. De hecho, son casi como dos ciudades diferentes. Un trayecto en jeepney desde Fuente Osmeña hasta la plaza Independencia, en la parte baja, costaba 6 P.

El Fuerte San Pedro (la entrada costaba 20 P) fue construido en 1565 y su único interés hoy en día es el bonito y relajante jardín que hay en su interior.

Interior del pabellón de la Cruz de Magallanes (Cebú, isla de Cebú)
Interior del pabellón de la Cruz de Magallanes (Cebú, isla de Cebú)

Unos 500 metros hacia el este encontramos la Cruz de Magallanes, una gran cruz de madera situada bajo un pabellón de piedra y que, al parecer, contiene algunas astillas de la cruz que el navegante portugués Fernando de Magallanes clavó en la costa de Cebú cuando llegó en el año 1521.

Justo detrás de la cruz está la Basílica Minore del Santo Niño, la más sagrada de todas las iglesias cebuanas por la existencia de una pequeña imagen del niño Jesús y que fecha de la época de Magallanes. La propia iglesia fue construida en 1565, aunque ya se ha quemado tres veces y ha tenido que ser reconstruida varias veces.

Además de ver tan venerada imagen, aunque la cola para verla que tuvimos que hacer fue kilométrica, también vale la pena admirar los frescos en el techo de la iglesia. Y una vez más, también tuvimos la oportunidad de constatar la tremenda religiosidad del pueblo filipino, así como la gran cantidad de lugares de venta de todo tipo de objetos de cariz religioso alrededor de la iglesia, desde cirios hasta figuras, estampas y todo lo imaginable en merchandising religioso.

Yendo hacia el noroeste unos 400 metros desde aquí llegamos a la Calle Colón, la más antigua de Filipinas. Y de regreso a la parte alta de la ciudad merece la pena dar una vuelta alrededor de la gran rotonda Fuente Osmeña.

Y esto es todo lo que dio de sí esta corta visita a la ciudad de Cebú.


RUTA POR LAS ISLAS DE PALAWAN, LUZÓN Y MINDORO

PUERTO PRINCESA (I) (Palawan)

Cómo llegar

Un taxi, con taxímetro, desde el centro de Cebú hasta el aeropuerto Mactan-Cebu nos costó 170 P y tardamos unos 45 minutos en el trayecto a causa de un monumental atasco en el tráfico.

Tras pagar los 200 P de tasas de aeropuerto embarcamos en el vuelo de Cebu Pacific hacia Puerto Princesa, en la isla de Palawan. Después de una hora de vuelo aterrizamos en el pequeño aeropuerto de Puerto Princesa.

A la vez que recogíamos el equipaje en la mini-terminal de llegadas del aeropuerto de Puerto Princesa también conseguimos un mapa en la oficina de turismo que había allá mismo. También nos tuvimos que registrar en una mesa donde un policía anotó los datos de nuestros pasaportes.

Un triciclo desde el aeropuerto al hotel Casa Linda, a 1,5 km, costaba 40 P, pero este era el precio oficial de aeropuerto. Andando solo 100 metros desde la terminal hasta la avenida Rizal se podía coger un triciclo y pagar solo 12 P.

Dormir y comer

En Puerto Princesa nos alojamos en el Casa Linda Innimage (Trinidad Rd, Rizal Avda. - Puerto Princesa), donde pagamos 850 P por una habitación estándar, con dos camas, baño privado (sin agua caliente) y A/C. El lugar estaba más o menos bien, aunque nuestra habitación estaba muy envejecida y con olor a humedad. El desayuno en el hotel costaba 85 P.

Hay muchas alternativas para comer a Puerto Princesa. En el restaurante Dang Maria's Dos (Rizal Av), por ejemplo, se comía bien, pero no era barato. Otro lugar era el Kinabuch Grill & Bar, con mesas al aire libre en un ambiente moderno y a precios razonables, siendo muy popular entre la población local pija. Para conectarse a Internet una buena opción era el 2610 Computer Centre (Rizal Av), a 25 P/hora y con una conexión rápida.

Ver más información sobre alojamientos y restaurantes de Puerto Princesa en el apartado Puerto Princesa (II).

Cosas a ver y hacer

ISLA DE PALAWAN. Es la isla más grande de la provincia de Palawan, formada también por otras muchas pequeñas islas que rodean a la principal. La isla tiene una longitud de 450 km y una anchura de 50 km. Se encuentra en la parte sudoccidental del archipiélago de las Filipinas y limita casi con la isla de Borneo en el sur.

Se considera que Palawan es la única zona de Filipinas aún poco tocada desde el punta de vista ecológico: es la última frontera. La isla tiene bosques vírgenes, playas increíbles, montañas, cuevas, y una rica fauna marina.

La isla de Palawan ha sido elegida varias veces como «la isla más bella del mundo» en votaciones de los lectores de conocidas publicaciones de viajes.

Y por si todo esto no fuera suficiente, cuenta con dos lugares en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO: el Parque Nacional del río subterráneo de Puerto Princesa y el Parque marino del Arrecife de Tubbataha.

Nuestra idea inicial era ir hasta Sabang para visitar el Parque Nacional del río subterráneo y después continuar viaje hacia el norte de la isla, hasta llegar a El Nido, pero finalmente esta segunda etapa no pudo ser a causa de las lluvias del monzón, el cual nos obligó a abandonar la isla de Palawan antes de lo que teníamos previsto.

En fin, esta es una buena excusa para que podamos volver otro día a la maravillosa isla de Palawan.


SABANG (Palawan)

Cómo llegar

Para el trayecto desde Puerto Princesa hasta Sabang empezamos subiendo a un triciclo en la avenida Rizal para ir hasta la terminal de autobuses de San José (45 P), desde donde salían los jeepneys hacia Sabang.

Cuando llegamos a esa terminal nos dijeron que el jeepney a Sabang saldría a las 9 de la mañana, pero finalmente lo hizo hacia las 13:00, cuando se llenó.

La distancia por carretera desde Puerto Princesa hasta Sabang es de 75 km, de los cuales 42 km eran de asfalto y el resto de pista infernal. Tardamos algo más de 3 horas en realizar este trayecto, con lo que empleamos casi una jornada entera en recorrer esos 75 km.

A medio camino del trayecto empezó a llover torrencialmente y el jeepney fue recogiendo a todo el mundo que encontraba a su paso, y así acabamos todos apiñados en su interior, casi incrustados los unos en los otros para aprovechar el espacio disponible dentro del autobús e ir a cubierto de la lluvia que caía por doquier.

Tras tantos viajes ya hemos visto y vivido casi de todo, pero este trayecto no lo olvidaremos fácilmente. Teníamos la sensación de estar en la cabina de los hermanos Marx, en la genial escena de la película Una noche a la ópera.

Otra forma de hacer el trayecto entre Puerto Princesa y Sabang, más rápida y cómoda, era contratando un transporte privado a través del hotel o de una agencia de viajes en Puerto Princesa.

Dormir y comer

En Sabang nos alojamos en el Dabdab Tourist Innimage, situado unos 100 metros al sur del embarcadero. Está formado por unos cuántos cottages de madera (estilo nativo) situados entre la vegetación y junto a la playa, en un entorno muy bonito y salvaje. Están levantados del suelo para evitar la humedad.

Pagamos 500 P por un cottage bastante lindo, pero básico, con baño privado y sin agua caliente (aunque aquí no la echamos de menos). Las paredes tenían muchas aperturas, pero estaban cubiertas con tela mosquitera.

La noche que pasamos aquí un tifón se abatió sobre la zona, con vientos muy fuertes y lluvias torrenciales durante horas. En algún momento temimos porque el agua y/o el viento se llevaran nuestra cabaña mientras dormíamos en ella (o, como mínimo, eso intentábamos), pero aguantó bastante bien.

Se podía desayunar en el propio restaurante del alojamiento, pero no era nada barato (120 P/pax).

Realmente Sabang era un lugar muy pequeño y en ese momento las alternativas de alojamiento o de restaurantes eran pocas y todas eran de un estilo y nivel muy parecidos. Pero durante nuestra estancia en Sabang conocimos a una pareja mixta filipino-alemana que estaba ultimando las obras para abrir un hotel que parecía de un nivel superior al resto y que estaría situado más o menos en la mitad norte de la bahía. Desconocemos si el proyecto llegó a buen puerto.

Para comer en Sabang, en el restaurante Tribal, frente a la playa, se comía bien y se podía probar, entre otras especialidades, el bistec de tiburón. Otro lugar era el restaurante del Robert's Lodge.

En Sabang solo había electricidad entre las 17:30 y las 21:30. Por tanto, llevar encima una linterna era una buena idea.

Cosas a ver y hacer

SABANG. Es una minúscula y remota población pesquera, ubicada sobre la costa occidental de la isla de Palawan, y que en las fechas de este viaje contaba con una infraestructura turística muy básica.

«Bangkas» amarradas en la bahía de Sabang (Sabang, Palawan)
«Bangkas» amarradas en la bahía de Sabang (Sabang, Palawan)

Es conocida, sobre todo, por su proximidad al río subterráneo de Puerto Princesa.

Pero el atractivo real de este lugar es precisamente su situación geográfica y su aislamiento, con preciosas playas vírgenes dominadas por altos acantilados y montañas cubiertas de selva, además de la enorme tranquilidad que se respira.

En las fechas de este viaje, la mayor parte de los visitantes del río subterráneo llegaban a Sabang en una excursión organizada de un día, ida y vuelta, desde Puerto Princesa.

Pero nuestra humilde recomendación es pasar al menos una noche en Sabang, puesto que, si el tiempo lo permite, hay otros interesantes actividades a hacer en los alrededores, además de visitar su famoso río subterráneo. Y en cualquier caso es (o era) un excelente lugar para desconectar del mundo.

El río subterráneo de Puerto Princesa

Patrimonio de la Humanidad Parque Nacional del río subterráneo de Puerto Princesa. Este parque, inscrito en la lista de Patrimonios de la Humanidad de la UNESCO en 1999 y votado como una de las Nuevas 7 Maravillas Naturales, cuenta con un espectacular paisaje montañoso kárstico de piedra calcárea y un río subterráneo de 8,2 km de longitud.

La cueva del río subterráneo, denominada St. Pauls, tiene una longitud de más de 24 km de largo y contiene una sección subterránea de 8,2 kilómetros del río Cabayugan. Este río serpentea a través de la cueva antes de desembocar directamente en el mar y es navegable en barco a lo largo de 4,3 km desde el mar.

Este río subterráneo estaba catalogado como el más largo del mundo hasta el descubrimiento, en 2007, de otro más largo en la península de Yucatan, en México. Un rasgo distintivo de este río es que fluye a través de una cueva antes de desembocar directamente en el mar y que sus últimos 6 km están sujetos a la influencia de las mareas.

Entrada a la cueva del río subterráneo de Puerto Princesa (Sabang, Palawan)
Entrada a la cueva del río subterráneo de Puerto Princesa (Sabang, Palawan)

El río subterráneo transcurre por enormes cámaras con curiosas formaciones de estalactitas y estalagmitas. La zona también es un importante hábitat para la conservación de la biodiversidad y representa un ecosistema completo de montaña a mar, con algunos de los bosques más importantes de Asia.

Para llegar hasta la entrada del río subterráneo de Puerto Princesa desde Sabang hay dos opciones:

  • Por mar con una bangka. Ir y volver en bangka desde Sabang costaba 700 P, pero este precio podía ser compartido por hasta cuatro pasajeros, y había que contratarla en la Oficina de Turismo de Sabang. Para el acceso al parque y la excursión en barca por el río subterráneo había que pagar 200 P adicionales por persona.
  • Estalactitas de formas curiosas en la cueva del río subterráneo (Sabang, Palawan)
    Estalactitas de formas curiosas en la cueva del río subterráneo (Sabang, Palawan)
  • Por tierra a través de un par de caminos a través de la selva desde Sabang, conocidos como el Monkey Trail y el Jungle Trail. Ambos tienen una longitud de unos 5 km y hay que contar entre 1,5 y 2 horas en cada sentido.

    Parece que el primero de ellos es más fácil de hacer porque está más señalizado y va siguiendo la costa, mientras que el segundo va más por el interior y puede ser más complicado de seguir, sobre todo en época de lluvias.

Nosotros escogimos la opción de ir en bangka porque aquellos días llovía de forma intermitente y no nos apetecía andar un buen rato bajo la lluvia. Por suerte, la barca estaba semi-cubierta y nos ahorramos el mojarnos.

El trayecto en barca desde el embarcadero de Sabang hasta la playa de acceso al río subterráneo supuso unos 15 minutos de navegación y el paisaje era absolutamente fascinante.

Desde la playa había un camino con suelo de madera que cruzaba la selva a lo largo de 100 metros hasta llegar a un lugar donde nos equiparon con un chaleco salvavidas y un casco y nos asignaron un guía y una barca más pequeña para la navegación por el río subterráneo en el interior de la cueva.

Subimos a la barca y nuestro conductor/guía se encargaba de remar, de explicar cosas sobre el lugar y de iluminar con un potente foco las cosas a ver dentro de la cueva, puesto que la oscuridad era absoluta. La cueva por la cual transcurre el río estaba llena de murciélagos.

El agua y los procesos geológicos se han encargado de modelar figuras muy curiosas sobre las rocas de la cueva, bautizadas algunas con nombres como Sagrada Familia, suponemos que por sus formas gaudinianas.

Muerciélagos en el techo de la cueva del río subterráneo (Sabang, Palawan)
Muerciélagos en el techo de la cueva del río subterráneo (Sabang, Palawan)

En algunos lugares el agua se filtraba por el techo de la cueva y caía a chorro sobre el río subterráneo (y también sobre nuestras cabezas).

Recorrimos unos 3,5 km del río subterráneo, cueva adentro, hasta llegar a una enorme sala con el techo a unos 65 metros de altura.

En este punto dimos la vuelta y, ahora con la corriente a favor, volvimos a la salida por donde habíamos entrado.

La excursión en barca por el interior de la cueva duró unos 45 minutos.

Fue una experiencia única y muy recomendable, y justificó sobradamente todo el esfuerzo que nos supuso llegar hasta aquí.


PUERTO PRINCESA (II) (Palawan)

Cómo llegar

Para volver desde Sabang hasta Puerto Princesa, y tras la dura experiencia vivida en el trayecto de ida, acordamos con una viajera filipina compartir un transporte privado en una nueva y cómoda furgoneta, pagando 900 P entre los tres.

Este transporte privado lo gestionamos a través de la oficina de turismo que había en el embarcadero de Sabang.

Esta vez tardamos solo dos horas en llegar a Puerto Princesa, a pesar del mal estado de la pista a causa del agua y el barro. Pero esta vez íbamos muy cómodos por el hecho de tener toda la furgoneta solo para nosotros tres. La furgoneta-taxi nos dejó en el lugar que le indicamos.

Si hubiéramos querido volver a Puerto Princesa en transporte público podíamos habernos arriesgado a coger un jeepney que, al menos en teoría, salía de Sabang a las 7 de la mañana.

Dormir y comer

En esta nueva estancia en Puerto Princesa nos alojamos en el Badjao Innimage (Rizal Av, 350 - Puerto Princesa), ubicado junto al Casa Linda Inn. Pagamos 950 P por una habitación doble deluxe, con baño privado, agua caliente, TV y A/C. Esta habitación solo costaba 100 P más que la estándar, pero la diferencia cualitativa era notoria, por lo que valía la pena quedarse la habitación superior. Para el desayuno el hotel tenía un patio interior.

Después de probar los dos alojamientos, el Casa Linda Inn y el Badjao Inn, a nosotros nos convenció y gustó más el segundo, aunque no había grandes diferencias. En el Badjao el desayuno, bastante completo, costaba 93 P.

A la lista de restaurantes mencionados en el apartado Puerto Princesa (I) sumamos el Cafe Itoyimage (Rizal Avda.), un buen lugar para desayunar o merendar (aquí el café era realmente exprés). Y el restaurante Sari's Baryo (Rizal Av, 375) no estaba mal.

Y para acabar este apartado una recomendación muy especial: el restaurante Kaluiimage (Rizal Av, 369). Tanto la comida como el lugar y el ambiente eran magníficos. De hecho tenía tanto éxito que había que ir con reserva previa. Nosotros probamos el menú Kalui's special, un combinado de diferentes verduras, pescados y mariscos, así como los postres, todo ello muy bien presentado. Costaba 355 P, pero era para dos personas. La bebida se pagaba aparte. Extraordinario!.

Cosas a ver y hacer

PUERTO PRINCESA. La ciudad de Puerto Princesa es la capital de la provincia de Palawan y la ciudad más grande de la isla de Palawan. Es, además, la ciudad más extensa en territorio de todo Filipinas, con 2.400 km², y se enorgullecía de ser también la ciudad más limpia del país.

Parada de venta de «lechón» (Puerto Princesa)
Parada de venta de «lechón» (Puerto Princesa)

En nuestro caso Puerto Princesa fue el lugar de entrada y de salida de la isla de Palawan, así como la ciudad desde la que hicimos las excursiones al río subterráneo de Puerto Princesa y a Honda Bay.

La ciudad de Puerto Princesa

En la ciudad de Puerto Princesa no hay gran cosa a ver, pero si tenéis unas pocas horas libres podéis acercaros hasta el puerto y el paseo marítimo que hay a la derecha de los muelles, además de ir hasta la Catedral de la Inmaculada Concepción o a un lugar llamado Plaza Cuartel y que ahora es un jardín público.

Excursión a Honda Bay

Honda Bay es una gran bahía, situada al nordeste de Puerto Princesa, que cuenta con numerosos islotes y arrecifes poco profundos que bordean preciosas playas donde es posible bañarse o bucear en un entorno paradisíaco.

Es una interesante excursión de un día desde Puerto Princesa. El acceso a la bahía se hace desde el embarcadero de Sta. Lourdes Tagbanua, 12 km al norte del centro de Puerto Princesa, y para llegar a él se puede coger un multicab (minibús) con la inscripción Sta. Lourdes en el cruce de la carretera principal con la avenida Rizal (costaba 20 P).

Una vez en el embarcadero nos dirigimos a la oficina de turismo Hobbai-Puerto Princesa City Tourist Information Center que había allá y contratamos una bangka para hacer un recorrido por las islas de la bahía Honda.

Había unas tarifas prefijadas y la mínima era de 1.180 P para un recorrido de un máximo de tres islas a escoger. También había que pagar 18 P en concepto de tasas de puerto. Y debe tenerse en cuenta que en algunas de las islas había que pagar, en teoría, una entrada para desembarcar y permanecer en la isla (25 P en la isla de Pandan o 40 P en la de Starfish, por ejemplo), aunque nosotros no llegamos a pagar en ninguna de las dos.

Nosotros contratamos el recorrido por tres islas y, siguiendo los consejos del personal de la Oficina de Turismo, escogimos las islas de Pandan, Snake y Starfish. Se nos asignó una bangka e iniciamos la excursión por la bahía.

Tras 30 minutos de plácida navegación desde Sta. Lourdes Tagbanua desembarcamos en la isla Pandan. La playa donde desembarcamos era la más bonita de la isla, con una fantástica arena blanca, aguas cristalinas y palmeras sobre la playa. Dimos la vuelta a pie a toda la isla, encontrando una zona de manglares, unas pocas casas de pescadores y otras playas no tan limpias ni tan bonitas como la primera.

Bangka en la playa de la isla Snake (Honda Bay, Palawan)
Bangka en la playa de la isla Snake (Honda Bay, Palawan)

Después de visitar la isla embarcamos de nuevo en la bangka y nos dirigimos hacia la isla Snake, llamada así por su forma sinuosa. Aquí la playa estaba inmaculada y era más grande que la de Pandan.

El agua tenía un color increíble y había una gran abundancia de peces y una zona de coral donde se podía bucear. Con la marea baja había una zona de manglares y arena que quedaba a la vista.

Nos bañamos un buen rato y aprovechamos para comer algunas cosas que habíamos comprado en tiendas del embarcadero de Sta. Lourdes.

La última isla que visitamos fue la isla Starfish, para nuestro gusto la menos bonita de todas a causa de un edificio bastante feo que había sobre la playa.

Estrellas de mar sobre la arena de la isla Starfish (Honda Bay, Palawan)
Estrellas de mar sobre la arena de la isla Starfish (Honda Bay, Palawan)

Pero, aun así, la playa también era bonita y se podían ver numerosas estrellas de mar en el agua (de aquí el nombre de la isla), así como unas que habían dejado unos niños sobre la arena (ver foto).

Con la visita en esta isla dimos por acabada nuestro recorrido por Honda Bay y volvimos con la bangka al embarcadero de Sta. Lourdes. Era posible esperar en el mismo embarcadero a que llegara algún jeepney que fuera de regreso hacia Puerto Princesa, aunque no parecían ser muy frecuentes.

A nosotros nos apetecía pasear y fuimos andando 1 km hasta la carretera principal. Allí esperamos que a que pasara un jeepney, pero los pocos que lo hacían iban llenos.

Así que acabamos negociando con un triciclo para que nos llevara por 30 P hasta el New Market, un mercado ubicado junto a la terminal de San José, donde tomamos un multicab hasta la Avda. Rizal (indicación Bayan en el lateral del vehículo), ya en el centro de Puerto Princesa (10 P).

Para finalizar este apartado sobre Honda Bay, mencionar que en mayo de 2001 la milicia islámica del grupo Abu Sayyaf secuestró a 20 huéspedes del Dos Palmas Resort, un complejo turístico de lujo situado en una isla privada de Honda Bay. Con posterioridad a estos hechos, la combinación de presencia militar y la activa vigilancia de la zona han hecho que no haya habido nuevos incidentes de este tipo desde entonces.


TAGAYTAY (Cavite - Luzón)

Tal como ya hemos explicado anteriormente, las lluvias del monzón que afectaron con intensidad la isla de Palawan, coincidiendo con nuestra visita, nos llevaron a cambiar nuestros planes iniciales. Y lo hicimos sobre la marcha.

Como que no era posible continuar viaje hacia El Nido, en el norte de Palawan, buscamos otros lugares del país no tan afectados por el monzón para pasar los pocos días que nos quedaban de viaje. Finalmente escogimos la zona sur de la isla de Luzón y el norte de la isla de Mindoro, empezando por la población de Tagaytay.

Cómo llegar

El largo viaje desde Puerto Princesa a Tagaytay, en el sur de la isla de Luzón, empezó delante del hotel Badjao Inn, donde subimos a un triciclo que nos llevó al aeropuerto de Puerto Princesa (12 P).

En el aeropuerto embarcamos en un vuelo de Cebu Pacific con destino a Manila tras pagar 80 P de tasas de aeropuerto. El vuelo salió puntualmente a las 10:00 y llegamos a la terminal de vuelos domésticos de Manila una hora después.

Este vuelo de Puerto Princesa a Manila lo habíamos comprado el día anterior directamente en la oficina que tenía esta compañía en el aeropuerto de Puerto Princesa, ya que fue del todo imposible adquirirlo en su página web a causa de problemas técnicos y la oficina de Cebu Pacific en el centro de Puerto Princesa estaba cerrada por ser fin de semana. Nos costó 1.930 P por persona y lo pagamos en efectivo, obteniendo así un mejor precio.

Fuera de la terminal de vuelos domésticos del aeropuerto de Manila cogimos un taxi con taxímetro que por 52 P nos llevó hasta un punto de Roxas Blvd de donde salían los autobuses hacia varios puntos al sur de Manila.

Esperamos unos pocos minutos hasta que pasó un autobús y el conductor nos confirmó que iba hacia Tagaytay. Era un autobús de la empresa San Agustín y pagamos 72 P por un trayecto de 56 km en el que empleamos 1,5 horas, a pesar del caos circulatorio que había a la salida de Manila. El autobús nos dejó en la plaza Olivarez de Tagaytay.

Dormir y comer

En Tagaytay nos alojamos en el Keni Po Roomsimage (Calamba Rd, 110 - Sungay West), donde pagamos 1.200 P por una habitación doble un poco pequeña, pero con baño privado, agua caliente, A/C y TV por satélite. El lugar estaba bien y era tranquilo. Se encuentra a 3,5 km del centro de Tagaytay, siguiendo la carretera que sigue la dorsal de la montaña sobre el lago Taal.

El Tagaytay Econo Innimage (en Calamba Rd, unos 500 metros al oeste del Keni Po) era un buen lugar para desayunar (también era hotel). Su terraza tiene unas magníficas vistas sobre el lago Taal.

En el Java Coffee, junto al hotel, hacían cafés muy buenos. Para variar el menú recomendamos el restaurante griego Manos (Calamba Rd), propiedad de un simpático griego que se casó con una mujer filipina en Grecia y hace algunos años se vinieron a vivir a Tagaytay, desde donde propagan la cocina griega auténtica.

A unos 2 km del centro de Tagaytay, en la carretera que va en dirección a Nasugbu, hay una importante zona de ocio denominada Magallanes Square, con bares, restaurantes, etc. Aquí recomendamos el restaurante The Grill, del mismo propietario que el archifamoso y reputado restaurante Antonio's, no muy lejos de aquí. Y también el Cafe Figaro, un lugar muy acogedor donde saborear un café leyendo la prensa local y nacional. Pero, cómo era de esperar, los restaurantes de Magallanes Square no son nada baratos.

Para conectarse a Internet una buena opción era Mana Internet (50 P/hora), en Magallanes Square. Y para cambiar dinero un buen lugar era RMM Money Changer, junto a la carretera y a solo 50 metros de la plaza Olivarez de Tagaytay.

Cosas a ver y hacer

TAGAYTAY. Se trata de una importante ciudad turística situada unos 55 km al sur de Manila, sobre la dorsal de una montaña, a 640 metros de altura, con unas vistas espectaculares sobre el lago y el volcán Taal.

Además, a causa de su clima benigno y su proximidad a la gran zona metropolitana Manila (Metro Manila), Tagaytay es uno de los destinos turísticos más populares entre los propios filipinos, sobre todo en verano y de aquí su popularidad para actividades deportivas, pic-nics, conferencias, lunas de miel, segundas residencias y retiros espirituales.

Ciertamente es un lugar muy agradable de visitar, aunque fuera de las vistas y actividades sobre el lago y el volcán Taal no hay mucho más que visitar en la propia ciudad, aparte de pasear por la zona de la plaza Olivarez.

El lago Taal y el volcán Taal
Vista panorámica (y con neblina) del lago y del volcán Taal (Cavite, Luzón)
Vista panorámica (y con neblina) del lago y del volcán Taal (Cavite, Luzón)

El lago y el volcán Taal. Del volcán Taal se dice que es el volcán activo más pequeño del mundo y forma una isla sobre el lago Taal, el cual a su vez está dentro de una gran caldera formada por una enorme erupción que hubo en el pasado. Y, además, el propio cono del volcán tiene un pequeño lago en su interior, dando lugar a una «matrioshka volcánica».

El volcán Taal tiene un largo historial de violentas erupciones. La última erupción violenta fue en 1977, pero en los últimos años ha entrado en erupción diversas veces.

Uno de los cráteres del volcán Taal (Cavite, Luzón)
Uno de los cráteres del volcán Taal (Cavite, Luzón)

El lago Taal y su entorno cuentan con numerosas especies animales endémicas, como la Tawilis y la rara serpiente de mar del lago Taal, la única sardina y serpiente marina, respectivamente, de agua dulce del mundo.

Desde varios puntos de Tagaytay hay impactantes vistas sobre el lago y el volcán Taal, pero quizás uno de los mejores miradores es el que hay detrás del Starbuck's Cofee en el complejo de ocio Magallanes Square, a 2 km del centro de Tagaytay.

Y si no os conformáis con verlo desde lejos, en Tagaytay se pueden contratar excursiones en bangka para ir hasta la isla volcán si el nivel de alerta vulcanológica lo permite.

La población de Taal (Batangas)

Taal. Es una pequeña e histórica población situada en la provincia de Batangas (no confundir con el Taal de la vecina provincia de Cavite), unos 43 km al sur de Tagaytay. Es la segunda ciudad con más patrimonio colonial de toda Filipinas, sólo superada por la ciudad de Vigan.

Basílica de San Martin de Tours (Taal, Batangas, Luzón)
Basílica de San Martin de Tours (Taal, Batangas, Luzón)

Fue fundada en 1572 por los españoles y durante unos años del s. XVIII fue la capital provincial de Batangas, hasta que varias erupciones del cercano volcán Taal la devastaron y la capitalidad se movió a la ciudad de Batangas, más alejada del volcán.

En el centro histórico de Taal visitamos la interesante basílica de San Martín de Tours, la iglesia colonial más grande del sudeste de Asia.

Paseando por las calles alrededor del Taal Park encontramos abundantes ejemplos de bonitos edificios coloniales, muchos de ellos en un estado bastante precario.

Pero lo cierto es que Taal conserva centenares de edificios de la época colonial española.

Taal también es famoso por tener un gran número de viejas casas ancestrales. Las casas ancestrales de Filipinas son residencias poseídas y conservadas por la misma familia durante varias generaciones como parte de la larga tradición de los filipinos de venerar a antepasados y ancianos. Estas residencias pueden ir desde una simple casa a una mansión. En Taal podemos encontrar, por ejemplo, las casas ancestrales de Felipe Agoncillo, de Marcela Agoncillo, de Ylagan-de la Rosa, y unas cuántas más.

En la calle M.H. de Pilar pudimos ver numerosas tiendas de bordados típicos de la zona.

Casa ancestral de Felipe Agoncillo (Taal, Batangas, Luzón)
Casa ancestral de Felipe Agoncillo (Taal, Batangas, Luzón)

Por casualidad encontramos la Casa Punzalan, en la esquina de las calles Punzalan y Ilaga.

Es una preciosa casa histórica de una familia acomodada de Taal que ha sido restaurada y reconvertida en un sencillo pero bonito hotel, el único que había en Taal en las fechas de nuestro viaje.

Una amable señora nos invitó a entrar y visitar la casa y hotel, donde una habitación, con baño compartido, costaba entre 600 y 1.000 P.

Y para comer en Taal recomendamos el restaurante Palasyong Pinoy, en la calle M.H. de Pilar, donde probamos sabrosos platos de cocina típica filipina.

Llegar a Taal en transporte público desde Tagaytay no fue fácil ni rápido, aunque sólo están separadas por 43 km. Y es importante recordar que siempre hay que preguntar por Taal Batangas para no dar lugar a confusión con Taal Cavite.

Para empezar, cerca de la plaza Olivarez de Tagaytay subimos a un autobús con destino a Nasugbu, pero tuvimos que bajar en un lugar llamado Boundary (la frontera entre las provincias de Cavite y Batangas, a 15 km de Tagaytay, 25 P). Allá esperamos que un jeepney saliera con destino a Lemery (30 P), a 30 km de este punto.

Este viaje se nos hizo inacabable, ya que cuando la carretera iba cuesta abajo el jeepney iba en punto muerto y, cuando no, no pasaba igualmente de 20 km/h, aunque esto nos permitió ver algo surrealista en estos parajes: un gran castillo de Disney construido junto a la carretera, en un tipo de parque temático llamado Fantasy World.

En la caótica población de Lemery cambiamos a otro jeepney que, en un corto recorrido de 3 km (7 P), nos dejó en la plaza Rizal Park del centro histórico de Taal.

Regresamos en el mismo día hacia Tagaytay, siguiendo el mismo camino que a la ida. Pero también se puede contemplar la posibilidad de visitar Taal de camino hacia la ciudad de Batangas si vamos hacia el sur de la isla.


PUERTO GALERA (Mindoro Oriental)

Cómo llegar

El largo viaje de unos 100 km entre Tagaytay y Puerto Galera, en la isla de Mindoro, empezó subiendo a un jeepney delante de nuestro hotel y que nos llevó hasta la plaza Olivarez de Tagaytay (7 P).

Allí esperamos a que pasara el autobús de las 9:30 con destino a Nasugbu, aunque nosotros bajamos del autobús en un lugar llamado Boundary (25 P), sitio fronterizo entre las provincias de Cavite y Batangas y donde la carretera se bifurca, con un ramal que va hacia Nasugbu y el otro hacia Batangas.

En este punto subimos a otro jeepney que salió cuando se llenó y que nos llevó hasta Lemery (30 P), en un trayecto de bonitos paisajes pero que se nos hizo largo. Una vez en Lemery tuvimos que andar unos 200 metros hasta el lugar de donde salían los jeepneys hacia Batangas (25 P).

Cogimos el primero que salió y nos dejó en un cruce bajo un viaducto y cerca del puerto de Batangas, ya que ese era el destino que habíamos indicado al conductor. El trayecto entre Lemery y Batangas es corto en distancia, pero también se nos hizo muy largo a causa de los numerosos atascos y el caos circulatorio que había.

En el cruce donde nos dejó el jeepney había multitud de triciclos esperando a viajeros que llegaban en los autobuses o jeepneys, pero nos pedían de 60 a 100 P por recorrer los 3 km hasta la terminal de embarque del puerto. Pero al poco pasó un autobús al que subimos y que nos dejó en la puerta de la terminal, pagando sólo 8 P.

Una vez dentro de la terminal del puerto de Batangas estuvimos viendo las diferentes compañías que operaban rutas hacia la isla de Mindoro. Finalmente decidimos ir a White Beach eligiendo la compañía M/B Golden Dragon, ya que era la primera que salía hacia allá, a las 13:05.

Pagamos 200 P (+ 10 P en concepto de tasas de puerto) por un trayecto en una gran bangka que finalizaba su trayecto en Puerto Galera tras una hora de travesía. Al bajar de la bangka nos reunieron a todos los pasajeros que íbamos a White Beach y nos asignaron una mini-furgoneta que gratuitamente nos llevó hasta allá. White Beach está situada a unos 8 km al oeste de Puerto Galera.

Cuando llegamos a White Beach lo cierto es que nos decepcionó bastante. La playa era bonita, pero los numerosos hoteles, bares, restaurantes y chiringuitos que había en la primera línea de playa echaban a perder el encanto del lugar.

Aun y así preguntamos precios en varios hoteles: St Francis Place (bonito, pero caro), Summer Connection (bastante cutre) y el Coco Aroma (mejor, pero tampoco nos convenció porque las habitaciones eran muy básicas).

Así que, como no encontramos lo que buscábamos (y seguramente influenciados por la mala impresión que nos había causado el lugar) decidimos volver hacia Puerto Galera, ya que la primera impresión que nos había causado era buena. Subimos a un triciclo que por 50 P nos llevó nuevamente hasta el muelle de Puerto Galera.

Finalmente, el trayecto desde Tagaytay hasta aquí nos había supuesto siete horas de viaje en las cuales habíamos subido a ocho transportes diferentes. Toda una aventura... y eso que solo eran 100 km !!.

Dormir y comer

Para la primera noche en Puerto Galera nos alojamos en el hotel Badladz, ubicado en el lado este del muelle de Puerto Galera, donde pagamos 900 P por una habitación doble con baño privado, agua caliente, TV y A/C. Era bastante básico y un poco cutre, pero estábamos tan cansados que nos quedamos en él. Su situación, al menos, sí que era excelente y desde el balcón de entrada a la habitación había una buena vista sobre el pequeño puerto y la bonita bahía.

La noche siguiente nos alojamos en el Tanawin Bay Resort (ahora se llama Utopía Resort & Spa), en el cual pagamos 1.900 P por un bonito cottage de estilo nativo, con mosquitera sobre la cama, baño, TV, ventilador y balcón privado. Pero lo mejor de todo era su entorno idílico, un precioso y cuidado jardín que rodeaba los cottages, situados sobre un lugar elevado con vistas a la playa de Encenada y a Varadero Bay por un lado y a la bahía de Puerto Galera por el otro.

Tal como nos venía ocurriendo en la mayor parte de hoteles a lo largo de este viaje, aquí también éramos los únicos huéspedes y ello nos permitió poder regatear el precio inicial. Por otro lado, un triciclo desde el Tanawin hasta Puerto Galera costaba 7 P.

Antes de decidirnos por el Tanawin también habíamos mirado el Kalaw Place, no muy lejos de él. También disfrutaba de una situación magnífica, la habitación estaba bien y su propietario nos la dejaba por 1.550 P, pero el lugar daba la sensación de estar algo abandonado. El jardín, por ejemplo, era una selva llena de mosquitos.

Otra muy buena alternativa que descubrimos después fue el Dolphin Bay Beach Resortimage, abierto desde principios de 2007 junto a la preciosa playa de Encenada. Tenía piscina y sus habitaciones entonces eran muy nuevas y ofrecían una relación calidad-precio excelente (los precios eran de 1.750 P la habitación estándar y 2.500 la VIP).

Para comer en Puerto Galera, de todos los restaurantes que hay frente al puerto, recomendamos sin lugar a dudas el Harbour Point, nuestro favorito. Y para cambiar dinero, un buen lugar, si no el único, era John & Jayne's, una tienda en la calle de acceso al puerto.

Cosas a ver y hacer

PUERTO GALERA . Es una pequeña ciudad situada en el extremo nordeste de la isla de Mindoro y de la provincia de Mindoro Oriental. Cuenta con un puerto natural excepcional y, según dicen, es de los más bonitos de Filipinas.

La zona costera que rodea Puerto Galera tiene fama mundial por sus magníficas playas, arrecifes de coral, o excelentes lugares para bucear, y así no sorprende que en su puerto se puedan ver amarrados veleros y yates de todo el mundo.

También se dice que esta zona es una excelente alternativa a la isla de Boracay, situada unos 180 km en linea recta hacia el sudeste de Puerto Galera, pero no os podemos decir cuál es mejor porque no hemos ido a Boracay.

Puerto Galera y alrededores

En la pequeña población Puerto Galera propiamente dicha no hay gran cosa a hacer, aparte de ir al atardecer para tomar una bebida en los pequeños bares que hay en el puerto. Esta era la única zona con una cierta animación, aunque pasadas las 8 de la tarde ya estaba prácticamente todo cerrado.

La bonita playa de Encenada (Puerto Galera, Mindoro)
La bonita playa de Encenada (Puerto Galera, Mindoro)

Pero esto no significa que nos vayamos a aburrir, ya que hay muchas cosas a hacer en los alrededores de Puerto Galera.

Se puede, por ejemplo, disfrutar de las preciosas playas que hay cerca de Puerto Galera, como la playa de Encenada.

Pero también se puede ir a las cataratas de Tamaraw, un conjunto de cascadas y piscinas situado a 14 km hacia el sudeste de Puerto Galera, en las que es posible bañarse (aunque que el agua está bastante fría) y hacer pic-nic, por lo que se trata de un lugar bastante popular. Para llegar a ellas se puede coger un jeepney que vaya a Calapan.

Otra posibilidad es realizar caminatas por las montañas de la zona, algunos de ellas muy exigentes, como la ascensión al monte Halcon, de 2.586 metros de altura, o la no menos complicada visita al remoto Mt. Iglit-Baco National Park, situado en el centro de la isla de Mindoro y que es uno de los últimos santuarios del tamaraw, el amenazado búfalo salvaje de Filipinas.

De todos modos, para muchos visitantes, sobre todo extranjeros, Puerto Galera es solo un lugar de paso adonde llega o de donde parte el ferry a Batangas, ya que su destino final suelen ser los próximos núcleos de Sabang Beach o White Beach. Llegar hasta ellos es fácil, puesto que se puede elegir entre el jeepney, el triciclo o la bangka.

White Beach, situada unos 8 km al oeste de Puerto Galera, tiene una playa bastante bonita, pero la lástima, al menos para nuestro gusto, es la cantidad de bares, restaurantes y hoteles que hay sobre la misma línea de playa, los cuales rompen el indudable encanto natural del lugar y da la sensación de ser un tópico y típico lugar turístico de playa. Por el contrario, si alguien busca un lugar con alojamiento barato y cierta animación este es el lugar ideal.

Sabang Beach (no confundir con la población de igual nombre en Palawan), por su parte, es un paraíso para los buceadores, tanto si son experimentados como principiantes, no solo por la belleza del paisaje submarino, sino también porque la mayoría de puntos de inmersión están a menos de 10 minutos en barca desde la costa y se aprovecha mejor el tiempo real de inmersión. Sabang se encuentra a solo 5 km al nordeste de Puerto Galera.

Vista sobre la bahía de Varadero (Puerto Galera, Mindoro)
Vista sobre la bahía de Varadero (Puerto Galera, Mindoro)

MANILA (II) (Luzón)

Cómo llegar

El final del viaje se acercaba y teníamos que regresar a Manila para coger el vuelo de vuelta a casa.

Zarpamos de Puerto Galera en un barco/bangka de la compañía M/B Golden Dragon con destino a Batangas. Esta vez pagamos 180 P y el trayecto hasta el puerto de Batangas nos supuso 50 minutos de navegación.

Una vez en Batangas y al salir de la terminal del puerto fuimos abordados por una multitud de personas que nos ofrecían todo tipo de transporte, pero pasamos de largo y llegamos a un aparcamiento frente a la terminal donde había un montón de autobuses estacionados.

De ellos, había unos cuántos con destino a Manila, pero elegimos uno de la empresa Star Express en que su destino final era la zona de Pasay, de Manila. Pagamos 147 P por un trayecto de 3 horas hasta Manila, sufriendo a ratos la muy baja temperatura del aire acondicionado impuesta por el conductor del autobús.

Al final del trayecto bajamos del autobús en el cruce de las avenidas Taft y Presidente Quiroga de Manila, desde donde abordamos un taxi que nos llevó hasta el hotel.

Dormir y comer

Para nuestra última noche en Filipinas volvimos a escoger Natividad Pension (M.H. de Pilar, 1690 - barrio de Malate, Manila), tal como ya habíamos hecho al principio de este mismo viaje (ver Manila (I).

Antes, pero, investigamos el Bianca's Garden (M Adriatico St, 2139 - Malate, Manila), recomendado por la guía Lonely Planet, pero no había ninguna habitación por debajo de 2.000 P y el hotel, al menos visto por fuera, no valía este precio.

Cosas a ver y hacer

Ver la descripción de cosas a ver y hacer en Manila en el apartado Manila (I) de esta misma guía.

Y el viaje se acaba ...

Para ir hasta el aeropuerto internacional de Manila subimos a un taxi delante de nuestro hotel en el barrio de Malate que nos llevó por 150 P, tardando solo unos 30 minutos en llegar a la terminal de vuelos internacionales.

Antes de pasar por inmigración pagamos 750 P en concepto de tasas de salida del país. Junto al lugar donde se abonaba esta tasa había una oficina de cambio donde era posible cambiar los pesos filipinos sobrantes.

Iniciamos el largo regreso a casa con un vuelo de Manila a Doha de la compañía Qatar Airways, el cual empleó 8 horas y 45 minutos en recorrer los 7.300 km de distancia entre ambos aeropuertos.

En el aeropuerto de Doha (Catar) hicimos una escala de 4 horas hasta el siguiente vuelo de Doha a Múnich (Alemania), también con la misma compañía. En este caso fueron 6 horas de vuelo para cubrir los 4.500 km de distancia.

Y, finalmente, en el aeropuerto Franz Joseph Strauss de Múnich esperamos un par de horas hasta embarcar en el vuelo de Lufthansa hacia Barcelona (1 hora y 45 minutos de vuelo), nuestro destino final. Fin de un gran viaje.


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