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Bandera de Colombia

COLOMBIA

Guía y relato de un viaje por libre a Colombia

Este es nuestro viaje independiente por Colombia, con una ruta circular de 23 días que nos llevó a Salento y la zona cafetera, Medellín, Santa Fe de Antioquia , Cartagena de Indias, Playa Blanca (península de Barú), Santa Marta, Parque Nacional Tayrona, Bucaramanga, Barichara, Villa de Leyva y alrededores, Tunja, Zipaquirá y Bogotá.

Suanda, Yolanda y Toni (Viatgeaddictes)
Published on Data viatge: 2019 | Publicat el 17/02/2020
Darrera actualització: 04/2022
3.5 de 5 (128 vots)

Arte urbano en la Comuna 13 (Medellín)
Arte urbano en la Comuna 13 (Medellín)

Introducción

Regresamos nuevamente a Colombia transcurridos 22 años desde nuestro anterior viaje a Colombia, repitiendo esta vez visita en algunos destinos y recorriendo otros nuevos.

Dado el largo periodo de tiempo transcurrido entre un viaje y otro, hemos podido constatar grandes diferencias en el país de entonces y el de ahora.

La más evidente, y positiva, es la mayor sensación de seguridad y tranquilidad que se respira en el país, sobre todo a partir de los acuerdos de paz de 2016 entre el gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC.

Aún y así, queda mucho camino por delante para alcanzar la paz duradera y efectiva que se merece el pueblo colombiano.

Pero, a pesar de todos los problemas, no nos cansaremos de recomendar la visita a ese extraordinario país, ya que sus puntos de interés son incontables a lo largo y ancho de su extensa geografía.

Tiene de todo y para todos los gustos: montaña, selva, naturaleza exuberante, actividades de aventura, playas, arquitectura colonial, yacimientos arqueológicos, cultura, ciudades vibrantes, gastronomía y mucho más.

Y como colofón a todo ello, añadimos la extrema cordialidad y locuacidad de los colombianos y colombianas, por lo que fácilmente se siente uno bienvenido desde el primer día.


Ficha técnica del viaje

Fecha del viaje

Del 23 de agosto al 14 de septiembre de 2019.

Itinerario

mapa

Día 1: Barcelona → flight → Madrid → flightBogotá
Día 2: Bogotá → flight → Pereira - Salento
Día 3: Salento - valle de Cocora - Salento
Día 4: Salento - Hacienda Cafetera - Salento - Filandia - Salento
Día 5: Salento - Medellín
Día 6: Medellín
Día 7: Medellín - Santa Fe de Antioquia - Medellín
Día 8: Medellín - Cartagena de Indias
Días 9-10: Cartagena de Indias
Día 11: Cartagena - Playa Blanca (península de Barú)
Día 12: Playa Blanca - Cartagena - Santa Marta
Día 13: Santa Marta
Día 14: Santa Marta - P. N. Tayrona - Santa Marta
Día 15: Santa Marta → flight → Bucaramanga - Barichara
Día 16: Barichara - Guane - Barichara
Día 17: Barichara - Villa de Leyva
Día 18: Villa de Leyva - Sutamarchán - Sta. Sofía - V. de Leyva
Día 19: Villa de Leyva - Ráquira - La Candelaria - V. de Leyva
Día 20: Villa de Leyva - Tunja - Puente de Boyacá - Zipaquirá
Día 21: Zipaquirá - Bogotá
Día 22: Bogotá → flight → ... (vuelo nocturno)
Día 23: ... → flight → Madrid → flight → Barcelona

La ruta marcada en el mapa adjunto corresponde a un viaje independiente de 23 días que hicimos nosotros, dos adultos y una niña de 8 años, por tierras colombianas, desplazándonos por el país con una combinación de transporte público y privado.

Bogotá fue nuestra puerta de entrada y salida a/de Colombia, por lo que se trata de una ruta circular con inicio y final en la capital del país. En ella recorrimos los departamentos de Risaralda, el Quindío, Caldas, Antioquia, Bolívar, Magdalena, Santander, Boyacá y Cundinamarca.

A causa de las largas distancias y/o al tiempo de viaje empleado en algunos de los trayectos previstos en nuestra ruta, optamos por el avión para las rutas Bogotá-Pereira, Medellín-Cartagena y Santa Marta-Bucaramanga.

Para el resto de desplazamientos usamos el transporte público, excepto en los trayectos entre Cartagena de Indias y la isla de Barú (en taxi) y el de Bucaramanga a Bogotá (coche de alquiler).

Dinero

La moneda oficial en Colombia es el peso colombiano (abreviado como COP o con el símbolo $). Actualmente, en las fechas en que escribimos esta guía, la moneda en acuñación de menor valor es la de 50 COP y el billete de mayor valor es el de 100.000 COP.

Dinero en efectivo. Se pueden obtener pesos colombianos en efectivo cambiando euros en una casa de cambio o en algún banco. Como siempre, conviene comparar tasas de cambio antes de decidirse por un lugar u otro.

También es posible obtener efectivo sacando dinero de un cajero, presentes en muchos pueblos y ciudades de Colombia, pero conviene tener en cuenta los costes asociados a este tipo de operaciones. En Cajeros del mundo podéis consultar las comisiones aplicadas en cajeros de Colombia y en el resto de países del mundo.

En las fechas de nuestro viaje, el cambio medio que obtuvimos fue de 1 € = 3.750 COP (pesos colombianos), combinando los cambios obtenidos en bancos y casas de cambio con el aplicado en pagos con tarjeta de crédito.

Tarjetas de crédito. El pago con tarjetas de crédito (y débito nacionales) está bastante extendido en Colombia, por lo que es una buena idea llevar una (o más) para substituir el pago en efectivo. Además, la tasa de cambio aplicada en el pago con la tarjeta de crédito es bastante más ventajosa que la que obtendremos cambiando dinero en efectivo en un banco o casa de cambio.

Tarjetas prepago. Actualmente una alternativa muy interesante son las tarjetas prepago virtuales que permiten realizar pagos y sacar dinero en todo el mundo con un coste cero en comisiones o mucho más reducido.

Nosotros las utilizamos por primera vez en este viaje y la verdad es que nos resultaron muy útiles y a partir de ahora serán compañeras inseparables en nuestros viajes. Aunque hay ya unas cuantas en el mercado, nosotros optamos por las tarjetas BNext y Revolut.

En Internet podéis encontrar abundante información y comparativas sobre estas y otras tarjetas similares, cada una con sus ventajas e inconvenientes. Pero sí nos gustaría decir que todas ellas son gratuitas (en Revolut sólo se cobra el envío postal de la tarjeta) y son muy fáciles de usar a través de una app en el móvil.

Además de las ventajas ya mencionadas de sacar dinero en cajeros y realizar compras o pagar en el extranjero sin comisiones o de menos cuantía, también ofrecen la ventaja de que en caso de robo o uso fraudulento de este tipo de tarjetas sólo estará en riesgo la cantidad de dinero que previamente hayamos cargado en la tarjeta, no el que tengamos en la cuenta bancaria. Por esto mismo también son una buena opción para compras o pagos por Internet en sitios web que no nos parezcan del todo confiables.

En cualquier caso, recomendamos llevar más de una tarjeta para no quedarnos colgados por si una de ellas da problemas o no es aceptada. Y lo ideal sería llevar una o más tarjetas prepago, pero también una tarjeta de crédito convencional, sobre todo para alquilar un coche o para cualquier transacción que implique el bloqueo de una cantidad.

Y por último, si pagáis con tarjeta en el extranjero, tanto si es en Colombia como en cualquier otro país fuera de la zona euro, y os preguntan si queréis que el cargo se haga en la moneda local o en euros, elegid siempre la moneda local del país, ya que así será el banco emisor de la tarjeta el que aplique el tipo de cambio y no el propio comercio.

Gastos del viaje

+ 3.060 € (vuelo Barcelona - Madrid - Bogotá, ida y vuelta en clase Turista Premium de Iberia)
+ 144 € (vuelo Bogotá - Pereira, Avianca)
+ 199 € (vuelo Medellín - Cartagena de Indias, Viva Air)
+ 129 € (vuelo Santa Marta - Bucaramanga, Avianca)
+ 230 € (alquiler coche durante 6 días + seguro cobertura 100% + conductor adicional + extras)
+ 49 € (gasolina + peajes + parking para coche de alquiler)
+ 6 € (paquete prepago voz+datos para móvil)
+ 1.310 € (alojamiento en hoteles, apartamentos, etc: 21 noches)
+ 550 € (comida, transporte, entradas, otros)
= 5.468 € (total viaje para 3 personas)

Pasaporte / Visado

Para visitar Colombia como turista sólo es necesario presentar un pasaporte vigente y con, al menos, una página en blanco para que la autoridad migratoria correspondiente pueda estampar los sellos de entrada y salida del país.

Por tanto, no se requiere de ningún visado para entrar en el país como turista, permitiéndose una estancia máxima de hasta 90 días.

Salud

En principio, las autoridades colombianas sólo exigirán la vacuna de la fiebre amarilla a viajeros que se dirijan o provengan de la República Democrática del Congo, Uganda y Brasil.

Y a los viajeros (nacionales e internacionales) que se dirijan a zonas endémicas de la fiebre amarilla en Colombia (departamentos de Arauca, Caquetá, Putumayo, Amazonas, Guainía, Guaviare, Vaupés y Vichada, además de zonas concretas de Meta, Chocó, Casanare, César o La Guajira) se recomienda que se vacunen contra la fiebre amarilla al menos 10 días antes del viaje.

También se recomienda profilaxis antipalúdica (contra la malaria) a lo largo de todo el año en zonas rurales y de jungla situadas por debajo de los 800 metros de altitud en los departamentos de Amazonas, Chocó, Córdoba, Guainía, Guaviare, Putumayo y Vichada.

Debido a la latitud en la que se encuentra Colombia, también se dan otras enfermedades de carácter tropical, pero sólo en determinados departamentos del país. En cualquier caso, y sobre todo en viajes a cualquiera de las zonas mencionadas, conviene seguir los consejos que nos puedan dar en un Centro de vacunación internacional.

Y, como siempre, es altamente recomendable viajar con un seguro médico internacional de amplia cobertura y que incluya también la repatriación en caso de necesidad.

En nuestro caso, evitamos expresamente viajar a la región del Amazonas y a otros departamentos de Colombia con una incidencia media-alta de estas enfermedades, con el fin de no tener que vacunar a nuestra hija y no someterla a tratamientos farmacológicos de prevención, como el de la malaria.

Seguridad

Aunque, tal como ya hemos comentado en la introducción, la sensación de seguridad que hemos tenido a lo largo de este viaje ha sido muy superior a la que tuvimos hace 22 años (cuando el secuestro de nacionales y extranjeros era bastante común), no hay que olvidar que algunas zonas de Colombia aún viven un cierto clima de violencia e inseguridad por la suma de la delincuencia común, la guerrilla, el narcotráfico y grupos armados de distinto pelaje.

En las grandes ciudades, zonas turísticas y, en general, todas las zonas visitadas en este viaje, basta con tomar las precauciones habituales y usar el sentido común, estando siempre vigilantes. Nuestra experiencia en este viaje fue totalmente positiva y no tuvimos en ningún momento la más mínima inquietud sobre nuestra seguridad.

Puesto que ya sabíamos del riesgo que puede suponer coger taxis en la calle, sobre todo en las grandes ciudades, optamos esta vez por usar aplicaciones sobre móvil como Tappsi o Easy Taxi, las cuales permiten fácilmente localizar y conseguir un taxi seguro. También Uber y Cabify operan en algunas ciudades de Colombia, pero, tal como ocurre en otros lugares actualmente, lo hacen sin un reconocimiento legal explícito de las autoridades competentes.

Viajar con niños a Colombia

A pesar de que pueda parecer lo contrario para mucha gente, Colombia es un buen lugar para viajar con niños.

El tema de la seguridad es uno de los más determinantes a la hora de decidir un destino, tanto si se viaja con niños como si no, pero con un valor extra en el primer caso. Si se escoge bien la ruta y los lugares visitados en un viaje por Colombia no hay que temer en este aspecto, o no más que si visitáramos cualquier ciudad europea.

Respecto a la salud, tal como ya hemos comentado antes, también según el diseño de la ruta que hagamos por Colombia podremos evitar riesgos innecesarios respecto de enfermedades tropicales reportadas en algunos departamentos colombianos.

Y un buen repelente de insectos, una gorra y una crema bronceadora de factor 50 harán el resto.

Por otra parte, la calidad de los servicios en Colombia es, en general, bastante buena y los precios no son caros. Y los colombianos y colombianas son muy cariñosos y comprensivos con los pequeños, cosa muy de agradecer.

La rica gastronomía, la enorme variedad de jugos naturales y los helados pueden ser otros alicientes, tanto para los adultos como para los niños.

Alojamiento

Excepto el hotel de la primera noche en Bogotá y el de las tres noches siguientes en Salento, el resto de alojamientos los fuimos reservando sobre la marcha. Todos los alojamientos los reservamos a través del portal Booking.com.

Para los hoteles de Barichara, Villa de Leyva y Zipaquirá era importante que tuvieran aparcamiento para el coche que habíamos alquilado y los que reservamos en estas ciudades lo tienen.

Podréis encontrar, más adelante, una referencia individualizada para cada uno de los alojamientos donde estuvimos.

Transporte

Debido a las largas distancias entre algunos puntos de la ruta seguida en este viaje, pero sobre todo a la complicada orografía que impone la cordillera andina y a las características propias de la red viaria colombiana, esta vez optamos por combinar diversos tipos de transporte: avión, autobús y coche de alquiler o taxi.

El objetivo principal fue optimizar el tiempo empleado en desplazarnos de un sitio a otro, pero también para ahorrarle a nuestra hija largas jornadas maratonianas a bordo de un autobús.

En los desplazamientos por carretera nos encontramos a menudo con obras de mejora de la red viaria (sobre todo desdoblamientos de vías principales) que incrementaron considerablemente el tiempo de viaje total. Es un factor a tener en cuenta a la hora de planear la ruta.

Avión / vuelo internacional. Para el trayecto transoceánico entre Barcelona y Bogotá escogimos, por precio, tiempo de viaje total y horarios, un vuelo de la compañía Iberiaimage en clase Turista Premium, una clase a medio camino entre Turista y Business, disponiendo así de una butaca con mayor amplitud y más reclinable de lo habitual, así como con más opciones de entretenimiento.

El vuelo lo hicimos en dos tramos: un primer vuelo de Barcelona a Madrid (1 hora) y, tras una corta escala de apenas dos horas en el aeropuerto de Madrid/Barajas, otro vuelo entre Madrid y Bogotá (9 horas y 20 minutos en un avión Airbus A340-600 para un trayecto de 8.100 km).

Llevábamos años sin tomar un vuelo de larga distancia de Iberia, pero esta nueva experiencia nos reafirmó en la idea de que el servicio a bordo es muy mejorable en esta compañía española: el personal de cabina fue correcto, pero poco empático y seco en el trato. Y, por otra parte, la oferta y calidad del entretenimiento a bordo (películas, series, juegos y música) era bastante pobre, comparándolo con otras compañías aéreas similares.

Una buena opción, en vuelo directo, para viajar entre Barcelona y Bogotá es la compañía colombiana Aviancaimage, pero esta vez no fue la que escogimos por los horarios y los precios que había disponibles en el momento de buscar. Otras opciones pasan por compañías como Air Europa, Air France, LATAM Airlinesimage, o KLM, entre otras.

Avión / vuelos domésticos. Para los vuelos nacionales en Colombia hay unas cuantas compañías aéreas donde escoger, aunque dependiendo del trayecto que busquemos las opciones pueden variar. La compañía nacional Aviancaimage cubre la mayor parte de rutas, pero otras opciones son LATAMimage, Viva Air, COPA Airlines y otras.

Para este viaje nosotros compramos tres vuelos domésticos de sólo ida. El primero, con Avianca, entre Bogotá y Pereira (144 € los tres). El segundo, de la compañía de bajo coste Viva Air, entre Medellín y Cartagena de Indias (199 € los tres). Y el tercero, nuevamente con Avianca, entre Santa Marta y Bucaramanga (129 € los tres).

Nuestra experiencia en los tres casos fue muy positiva en cuanto a puntualidad, trato y servicio. A la hora de buscar vuelos domésticos, como ocurre siempre qua hay compañías de bajo coste, hay que tener en cuenta la existencia de posibles costes extra (equipaje en bodega, exceso de kilos, etc) que pueden hacer que un vuelo low-cost no sea tan barato como parecía en principio. Conviene comparar precios en igualdad de condiciones.

Com curiosidad, comentar que la aproximación y el aterrizaje en el aeropuerto Palonegro de Bucaramanga son toda una experiencia en sí mismos, ya que este aeropuerto se encuentra ubicado sobre una meseta elevada y su única pista se extiende casi a lo largo de toda la cima. Mirando la pista desde tierra, esta resulta ser convexa.

Y los vientos cambiantes en la zona vienen a complicar aún más la cosa para los pilotos, siendo este uno de los aeropuertos más exigentes de Colombia.

Autobús. En las terminales de transporte de las ciudades colombianas suele haber una gran oferta de empresas de transporte que cubren rutas de media y/o larga distancia. Viajar en autobús por Colombia es, en general, barato y fácil.

Muchas veces es suficiente con llegar, buscar una ventanilla con el nombre de nuestro destino y comprar plaza para el siguiente autobús. Pero si queremos asegurarnos plaza para una fecha determinada en un autobús de larga distancia es recomendable reservar con antelación, bien a través de un buscador como redBus o bien llamando por teléfono a la empresa con la que queramos viajar.

En trayectos largos conviene no quedarse con el precio más barato y apostar por compañías consolidadas que ofrezcan autobuses grandes y cómodos, con doble conductor y servicios de A/C, WC, Wifi, etc.

Eso sí, si se viaja en autobús es mejor no confiar mucho en que se cumpla la hora de llegada a destino, porque las vicisitudes a lo largo de la ruta pueden ser muchas: tráfico, cortes por obras, controles policiales, etc.

Coche de alquiler. Aunque inicialmente no nos habíamos planteado esta opción para Colombia, una vez allí nos decidimos por alquilar un coche para nuestra ruta por tierra entre Bucaramanga y Bogotá, con diversas paradas a lo largo del trayecto y al que destinamos un total de seis días completos.

Alquilar un coche en Colombia no es especialmente barato, ya que aún no hay una gran oferta de empresas de alquiler. Nosotros utilizamos el buscador Rentalcars.com para ver las opciones disponibles y finalmente alquilamos un Renault Logan de la empresa Localiza. En nuestro caso pagamos un total de 230 € por un alquiler de seis días, incluyendo un seguro con cobertura 100% que cubriera cualquier imprevisto, así como un conductor adicional y un sobrecoste por devolver el coche en una oficina distinta a la de recogida.

Durante nuestra ruta con el coche alquilado, recorriendo un total de 670 km, no tuvimos ningún problema, ni con el coche, ni con la forma de conducir de los colombianos (requiere una cierta dosis de paciencia y de sentido de la anticipación), ni con el tráfico en general. Incluso nos atrevimos con los temibles trancones (así llaman los colombianos a los atascos) de Bogotá, situada entre las tres ciudades más congestionadas de todo el mundo.

Con el coche alquilado pudimos disfrutar de la libertad de parar en cualquier lugar a voluntad y visitar numerosos lugares sin depender de horarios y totalmente a nuestro aire.

Eso sí, para conducir por Colombia se nos antojó imprescindible el uso de un navegador GPS, porque las indicaciones a menudo son escasas o inexistentes.

Nosotros, tal como ya hemos hecho en otros muchos países, usamos la aplicación Sygic GPS Navigation, sobre tableta o móvil Android o iOS, la cual hace de navegador GPS y no necesita conexión online porque los mapas se descargan localmente en el dispositivo con conexión wifi antes de viajar.

Puntualmente también utilizamos Google Maps y Waze para tener información del tráfico en tiempo real. Esto hace innecesario pagar por la opción de GPS en el coche de alquiler.

En las fechas de nuestro viaje el precio medio de la gasolina 95 en Colombia era de 9.640 COP/galón (unos 0'68 €/litro). También hay que contar con el posible gasto que puedan suponer los peajes presentes en las vías más importantes del país, aunque no sean autopista ni autovía. El coste aproximado de cada peaje suele girar alrededor de los 8.000 COP, pero podemos encontrarnos con varios de ellos a lo largo de ciertas rutas.

Otro aspecto a tener en cuenta en caso de alquilar un coche en Colombia es el tema del aparcamiento, ya que, sobre todo en las ciudades y por la noche, no es recomendable dejar el vehículo en la calle sin vigilancia. En el momento de buscar alojamiento teníamos en cuenta si el establecimiento disponía de aparcamiento o no. Y durante el día es fácil encontrar aparcamientos (parqueadero) públicos vigilados que, lógicamente, son de pago.

Clima

En las fechas de nuestro viaje a Colombia disfrutamos de un clima bastante seco, con sólo algún episodio de lluvia muy esporádico, y con una temperatura bastante agradable, excepto en la zona del Caribe y en Santa Fe de Antioquia, donde el calor fue sofocante.

De todos modos conviene llevar también ropa de abrigo ligera para las noches en lugares del altiplano, como Bogotá o Villa de Leyva, por ejemplo. Y también para soportar el frío del aire acondicionado en algunos autobuses o en ciertos restaurantes de la zona del Caribe.

Diferencia horaria

La diferencia horaria en Colombia es de -7 horas respecto al horario de verano en la España peninsular.

Telefonía

Esta vez nos planteamos disponer durante el viaje de una línea móvil para llamadas a números colombianos y, ocasionalmente, para navegar fuera de las redes wifi, y así evitar el uso del carísimo roaming fuera de la UE.

Tras analizar las opciones disponibles en Colombia nos decantamos por un paquete prepago que ofrecía la compañía de telefonía Claro. Se trata de un paquete que incluye mensajes y minutos ilimitados en llamadas nacionales y 850 Mbytes en datos para un periodo de 20 días y que cuesta 20.000 COP (unos 5'4 €).

A esto hay que sumar 3.000 COP por la SIM con el número colombiano asignado. Una vez insertada la SIM en nuestro móvil ya dispusimos inmediatamente de red. Y lo cierto es que este paquete fue del todo satisfactorio para nuestras necesidades durante el viaje.

Contratamos este paquete prepago directamente en una tienda Claro que encontramos en Bogotá el día de nuestra llegada al país. En el mismo aeropuerto internacional El Dorado también hay una tienda Claro.

Guía de viaje

Colombia travel guide (de Lonely Planet Publications, 8ª edición, Agosto 2018, en inglés), en formato digital PDF, ePUB y MOBI. Pagamos sólo 7,95 € por el eBook completo, ya que aprovechamos una oferta vigente en el momento de la compra (ver Cupones, códigos de descuento y ofertas de última hora en esta misma web).

Como solemos hacer siempre, llevábamos algunos capítulos impresos en papel y el resto cargado en móvil y tableta. La guía nos resultó bastante útil y además la información estaba suficientemente actualizada.

Complementamos los contenidos de la guía con mapas y folletos que fuimos obteniendo en hoteles y en alguna oficina de turismo, pero sobre todo con la información obtenida por el método tradicional de preguntar in situ a la población local.

Y queremos aprovechar para felicitar a los promotores del mapa turístico de Barichara, un ejemplo claro de mapa útil, inteligible, bonito y con abundante información complementaria, en español e inglés, sobre la ciudad y alrededores.

Patrimonios de la Humanidad visitados en este viaje

Patrimonio de la Humanidad • El Paisaje cultural del café de Colombia.
• Puerto, fortalezas y conjunto monumental de Cartagena.


Guía de Colombia: visita a Bogotá y el Eje Cafetero (Quindío)

BOGOTÁ

La ciudad de Bogotá, la capital de Colombia, volvió a ser en este viaje la puerta de entrada y salida al país. Ya habíamos visitado la ciudad anteriormente, pero nuevamente nos sorprendió e incluso pudimos redescubrir rincones de su casco histórico que no habíamos visitado o que ya habíamos olvidado.

Cómo llegar

La llegada a Bogotá al principio de nuestro viaje fue por vía aérea, a través de un vuelo proveniente de Barcelona y con escala en Madrid.

Y ya hacia el final del viaje volvimos a Bogotá, pero esta vez por carretera desde Zipaquirá (situada 46 km al norte de la capital), con un coche que habíamos alquilado seis días antes en el aeropuerto de Bucaramanga y que dejamos en la oficina de la empresa Localiza en Bogotá.

Para los desplazamientos por Bogotá utilizamos el autobús y el taxi, además de andar mucho.

Alojamiento en Bogotá

Al inicio del viaje, en Bogotá, nos alojamos en el Hotel Habitel y Centro de Convenciones (Avenida El Dorado 100, Bogotá), donde pagamos 205.000 COP por una noche (unos 55 €) en una habitación triple, con un completísimo desayuno incluido, y con vistas al bonito jardín (más tranquila que las que dan a la avenida El Dorado).

Este hotel es muy recomendable, sobre todo si vuestro vuelo a Bogotá llega tarde o tenéis que coger un vuelo temprano por la mañana, como era nuestro caso. De este modo minimizamos los desplazamientos por el caótico tráfico de la ciudad, ya que el hotel está a menos de 1 km del aeropuerto.

Y para el final del viaje escogimos el The Grace Hotel (Calle 66, nº 6-18, 110010 Bogotá), situado en el barrio de Chapinero. Aquí pagamos 178.000 COP por una noche (unos 49 €) en una habitación triple con desayuno incluido. El hotel está bien y la zona es muy recomendable, tranquila y no demasiado lejos del centro histórico.

Eso sí, este hotel no tiene ascensor y en la habitación que nos tocó entraba el ruido del tráfico de la Carrera 7 por el deficiente cerramiento de las ventanas.

Cosas a ver y hacer

BOGOTÁ. La ciudad de Bogotá, capital de Colombia y también del departamento de Cundinamarca, fue fundada en 1538 como capital del Nuevo Reino de Granada. Está situada a una altura media de 2.625 metros sobre el nivel del mar, en un altiplano que forma parte de la cordillera Oriental de los Andes.

Vista de la Plaza de Bolívar (Bogotá)
Vista de la Plaza de Bolívar (Bogotá)

La ciudad de Bogotá cuenta con numerosos atractivos y para todos los gustos: patrimonio histórico, museos, gastronomía, ambiente nocturno, etc. por lo que bien merece una visita.

En esta ocasión nosotros le dedicamos casi dos días completos, aunque ya la habíamos visitado en una anterior ocasión.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que todo el transporte urbano en Bogotá es en superficie (no hay metro) y que, tal como ya hemos mencionado antes en esta guía, Bogotá es una de las tres ciudades más congestionadas del mundo, con unos atascos que pueden ser antológicos.

Por ello conviene planificar bien los desplazamientos por la ciudad en taxi o autobús teniendo esto en mente.

La Candelaria. Este es el nombre del barrio de Bogotá que abarca su centro histórico y en el que se fundó la ciudad. Hoy día es uno de los principales focos turísticos y culturales de la capital colombiana.

El centro neurálgico de La Candelaria es la Plaza de Bolívar. Alrededor de la plaza podemos ver la Catedral Primada de Bogotá, la Capilla del Sagrario y el Palacio Arzobispal en su lado oriental y los imponentes edificios del Capitolio Nacional (sede de Congreso de la República de Colombia) en el lado sur, el Palacio de Justicia en el lado norte y el Palacio Liévano (sede de la Alcaldía Mayor de Bogotá) en el lado oeste.

Detrás del edificio del Capitolio está la Casa de Nariño (sede de la Presidencia de la República y residencia presidencial) y otros bonitos edificios como la iglesia de Santa Clara, el Palacio Echeverry o la iglesia de San Agustín, entre otros.

Como siempre, la mejor forma de descubrir todos los rincones del bellísimo centro histórico de Bogotá es perderse por sus callejuelas. Nosotros redescubrimos esta zona y nos gustó tanto o más que la primera vez que la vimos.

Por destacar algunos de los muchos lugares que nos llamaron la atención en La Candelaria citaremos la preciosa Plazoleta Chorro de Quevedo, el llamativo Santuario Nuestra Señora del Carmen, la fachada del Teatro Colón o el Palacio de San Carlos.

Calle del centro histórico de La Candelaria (Bogotá)
Calle del centro histórico de La Candelaria (Bogotá)

Pero son muchas las calles y carreras de la zona que poseen bonitas construcciones coloniales, por lo que reiteramos nuestro consejo de recorrerlas a pie, sin prisas, para disfrutar plenamente de su encanto.

Pero en La Candelaria, además, la arquitectura colonial mezcla perfectamente con el arte urbano, ya que en sus paredes podemos encontrar magníficos ejemplos de murales y graffitis realizados por artistas colombianos y extranjeros.

Algunos ejemplos de ello los encontraréis en el Parque de los Periodistas, el Callejón del Embudo o en la Plazoleta Chorro de Quevedo.

De entre los numerosos museos que hay en La Candelaria recomendamos especialmente el Museo Botero, el cual ocupa un edificio colonial muy bonito.

En él se expone la fantástica colección de obras que donó el artista colombiano Fernando Botero a su país, compuesta por 123 obras propias (pintura y escultura) y 87 obras que corresponden a artistas universales como, por ejemplo, Renoir, Monet, Pissarro, Degas, Toulouse-Lautrec, Dalí, Picasso, Miró, Tàpies y muchos otros.

Disfrutamos mucho la visita (incluida nuestra hija), visitando con detenimiento todas sus salas. La entrada es gratuita.

Junto al Museo Botero se encuentra el Museo Casa de Moneda y el Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), ambos gratuitos. Y al otro lado de la calle 11 tenemos la imponente Biblioteca Luis Ángel Arango, la cual cuenta con un fondo de 2.000.000 de ejemplares y es una de las más visitadas del mundo.

Cerro de Monserrate. Este es, con diferencia, el cerro más conocido de Bogotá. Está ubicado en el lado oriental de la ciudad, a 3.152 metros de altura, y hasta la cima se puede ascender en funicular, en teleférico o bien por un sendero peatonal. Nosotros pagamos 21.000 COP/persona por el viaje de ida y vuelta en el teleférico hasta la cima (el funicular estaba cerrado ese día, por mantenimiento).

En la cima del cerro de Monserrate se encuentra el santuario del Señor Caído de Monserrate. En su interior, además de la talla del Señor Caído de Monserrate que da nombre al templo, hay una figura de la virgen negra de Montserrat que a mediados del s. XVII dio nombre al cerro, cuando los fundadores de este lugar escogieron esta virgen para que fuera la patrona del retiro religioso que construyeron en la cima del cerro.

Vista sobre el centro de Bogotá desde el Cerro de Monserrate
Vista sobre el centro de Bogotá desde el Cerro de Monserrate

Se cree que uno de los fundadores, Pedro Solís, tenía un tío que anteriormente había servido como abad en el santuario de Montserrat, en Catalunya. Esto explicaría la relación...

Las vistas desde la cima de Monserrate son excepcionales, ya que, además, permiten hacerse una idea de la extensión de la ciudad y de sus alrededores. Esta es una visita imprescindible.

Museo del Oro. Ya lo habíamos visitado en nuestra anterior visita a Bogotá, pero continuamos pensando que el Museo del Oro de Bogotá es extraordinario por la gran colección de piezas de las culturas prehispánicas colombianas que atesora.

Y la presentación de la colección y las explicaciones que se proporcionan están a la altura del contenido. Pagamos 4.000 COP/adulto (es gratis para los niños/as menores de 12 años) por la entrada al museo.

Torre Colpatria. El rascacielos Torre Colpatria es, con 196 metros de altura y 50 plantas, uno de los edificios más altos de la ciudad y un icono de Bogotá desde su inauguración en 1979. Cuando oscurece es fácilmente visible desde muchos puntos de la ciudad por su llamativa iluminación exterior con luces LED.

En su azotea cuenta con un mirador con extraordinarias vistas sobre la ciudad y alrededores, pero sólo abre viernes, sábados, domingos y festivos. El acceso al mirador costaba 8.000 COP/persona.


SALENTO Y EL EJE CAFETERO

Era nuestra primera visita a la zona del Eje Cafetero colombiano y lo cierto es que nos gustó muchísimo. Aunque el Eje Cafetero abarca los departamentos de Caldas, Risaralda, Quindío, Tolima, Antioquia y Valle del Cauca, nosotros visitamos sólo la parte correspondiente al departamento del Quindío.

Cómo llegar

Para visitar la región establecimos nuestra base en la población de Salento, adonde llegamos tras volar desde Bogotá hasta Pereira (270 km, y sólo 30 minutos de vuelo), la capital del departamento de Risaralda. En el aeropuerto Matecaña de Pereira tomamos un taxi (14.000 COP) hasta la terminal de autobuses de la ciudad y aquí tomamos el primer autobús (8.000 COP)/pax) que salía hacia Salento.

Alojamiento en Salento

Nos alojamos en El Rancho De Salento Alojamientos (Vereda Boquia Vía Salento, en una zona llamada Boquía), donde pagamos 484.500 COP por tres noches (unos 42 €/noche) en una habitación triple con desayuno incluido. Está situado en una finca muy bien cuidada y en un lugar natural fantástico. Muy recomendable.

El único inconveniente que tiene, por decir algo, es que si no se dispone de vehículo propio entonces hay que andar 1 km por una pista hasta la carretera Salento-Pereira, donde es fácil parar un autobús que nos lleve a Salento (1.200 COP/pax), situada a 3 km de este punto junto al río Quindío.

Cosas a ver y hacer
Willys en la Plaza de Bolívar de Salento
Willys en la Plaza de Bolívar de Salento

SALENTO Y EL EJE CAFETERO. Disfrutamos mucho de la visita a las preciosas poblaciones de Salento y Filandia, de linda arquitectura colonial, pero sobre todo de los espectaculares y exuberantes paisajes que hay alrededor de ellas.

Salento. Esta pequeña población, la más antigua del departamento del Quindío, es uno de los principales centros turísticos del Eje Cafetero, debido a sus numerosos puntos de interés para el viajero.

Entre estos están la Plaza de Bolívar y su iglesia de Nuestra Señora del Carmen, la fotogénica y bulliciosa Calle Real, el fantástico mirador situado en el Alto de la Cruz y, en general, su trama y arquitectura colonial.

Además, si os gusta el senderismo, en Salento y alrededores las posibilidades son infinitas, ya que cuenta con numerosos y preciosos valles y montañas, como el famoso Valle de Cocora o el Parque Nacional Los Nevados, con alturas que van de los 1.300 a los 4.750 metros sobre el nivel del mar.

Haciendas cafeteras. Y una visita al Eje Cafetero no sería completa sin visitar una hacienda cafetera para ver de primera mano el proceso de recolección y elaboración del café.

Hay varias alternativas disponibles en la zona, pero nosotros escogimos la Finca Cafetera el Ocaso, donde pagamos 20.000 COP/pax por un ameno tour que dura 1 hora y 20 minutos y acaba con una degustación de café.

Para llegar a la finca cafetera fuimos andando unos 6 km desde nuestro alojamiento, siguiendo un camino muy bonito, conocido como la Vereda El Agrado, que transcurre paralelo al río Quindío. Tras la visita tomamos un Willys hasta la plaza de Bolívar de Salento (3.000 COP/pax).

VALLE DE COCORA. Y una visita imprescindible desde Salento es la del cercano Valle de Cocora, situado a unos 10 km al norte de Salento y a una altura que oscila entre los 1.800 y los 2.400 metros sobre el nivel del mar.

La mejor manera de visitar el valle de Cocora es recorrer a pie alguna de las distintas rutas que hay por él, de distinta duración y nivel de dificultad, y que nos permitirán ver numerosos ejemplares de la curiosa palma de cera del Quindío, un tipo de palmera nativa de esta región y que puede llegar a los 70 metros de altura, siendo el árbol nacional de Colombia.

Paseando por el valle de Cocora
Paseando por el valle de Cocora

Debido a sus peculiares características geográficas la zona cuenta con una gran biodiversidad y unos paisajes de singular belleza.

Lo cierto es que disfrutamos muchísimo de nuestra excursión por el valle, yendo a varios miradores desde donde poder admirar la enorme belleza del lugar.

Y eso a pesar de que ese día era domingo y el número de visitantes locales era bastante superior al que habrá entre semana.

Un Willys Jeep desde Salento a la entrada del valle de Cocora cuesta 8.000 COP/pax ida y vuelta.

Desde aquí ya sólo hay que caminar, escogiendo la ruta que mejor se adapte al tiempo disponible y a nuestras aptitudes físicas.

FILANDIA. Esta bonita población, situada a 20 km de Salento y a una altura de 1.910 metros sobre el nivel del mar, fue fundada por colonos antioqueños en el año 1878, aunque antes ya estaba habitada por miembros de la tribu indígena de los Quimbayas.

En Filandia encontramos el Parque Bolívar, la llamativa iglesia de María Inmaculada, el mirador Del Tiempo Detenido o el mirador Colina Iluminada del Quindío.

Alrededor del parque Bolívar y en calles adyacentes es posible apreciar bellos ejemplos de arquitectura colonial, sobre todo en la llamada Calle del Tiempo Detenido (calle 7).

La Calle del Tiempo Detenido en obras (Filandia)
La Calle del Tiempo Detenido en obras (Filandia)

Este nombre se debe al hecho de que los edificios que hay a lo largo de la calle han mantenido básicamente su estructura y aspecto originales.

Y si hacéis coincidir vuestra visita a Filandia con la hora del almuerzo os recomendamos vivamente el restaurante Helena Adentro (Carrera 7 #8-1, Filandia), cocina colombiana contemporánea que usa sólo ingredientes locales.

Lógicamente no es barato, pero vale mucho la pena. Es muy popular, merecidamente, tanto entre los locales como entre los extranjeros.

Para ir a Filandia se toma un Willys en la Plaza de Bolívar de Salento. El trayecto, de 20 km, cuesta 6.500 COP/pax.


Guía de Colombia: visita a los departamentos de Antioquia y Bolívar

MEDELLÍN Y SANTA FE DE ANTIOQUIA

Esta fue nuestra segunda visita a la ciudad de Medellín y no nos defraudó en absoluto. Esta vez pudimos acceder a lugares, como la Comuna 13, que anteriormente estaban fuera de límites para los visitantes.

Cómo llegar

A la ciudad de Medellín llegamos con un autobús de la empresa Flota Occidental que tomamos en la pequeña terminal de autobuses de Salento y que hizo una parada de 15 minutos en la terminal de Pereira y otros 30 minutos para almorzar en un restaurante de carretera que había pasado Riosucio.

Llegamos a la Terminal Sur de Medellín tras 8'5 horas de viaje (trayecto de 290 km), en vez de las 6 que nos habían dicho. Unas obras de desdoblamiento de la carretera entre Manizales y La Pintada nos retrasaron más de dos horas.

El autobús, grande y muy cómodo, contaba con A/C, wifi y WC. Pagamos por él 54.000 COP/pax.

Alojamiento en Medellín

En Medellín nos alojamos en el Terra Biohotel (Calle 35 #64 A 92, Barrio Conquistadores, Laureles-Estadio, 050030 Medellín). Pagamos 723.000 COP por tres noches (unos 62 €/noche) en una habitación triple con desayuno incluido.

La habitación está muy bien y el hotel está ubicado en una zona tranquila, segura y conveniente. Como nota negativa destacar la mala insonorización de la habitación sobre los ruidos del propio hotel y los que provenían de la calle.

Cosas a ver y hacer

MEDELLÍN. Esta ciudad, capital del departamento de Antioquia, es conocida como la «ciudad de la eterna primavera» por tener una temperatura media de 21,6 ºC y un clima bastante uniforme durante todo el año. Y todo ello gracias a su altitud media de 1.500 metros sobre el nivel del mar.

Escultura de Botero ante la Casa de Cultura (Medellín)
Escultura de Botero ante la Casa de Cultura (Medellín)

En nuestra visita a Medellín fuimos hasta el Cerro Nutibara para visitar el Pueblito Paisa, pero parte de él estaba en obras de mejora.

De todos modos, las vistas sobre la ciudad desde la terraza panorámica valen la pena.

Desde aquí fuimos andando al Parque de los Pies Descalzos seguimos hasta llegar al Centro Administrativo, donde visitamos la antigua estación de ferrocarril de Medellín, muy interesante.

Después cruzamos el Parque Cisneros y subimos por la calle comercial Carabobo hasta llegar al céntrico Parque de las Esculturas, llamado así por contener la colección permanente más grande del mundo de obras del pintor y escultor local Fernando Botero.

En esta plaza encontramos también el bonito edificio de la Casa de Cultura.

Tras visitar el precioso Parque Bolívar y caminar por el Pasaje Comercial Junín tomamos el metro para ir hasta la famosa Comuna 13, pero antes de salir a la calle en la parada de San Javier nos subimos al MetroCable Línea J,.

El metrocable es un teleférico que comunica algunos de los barrios menos favorecidos de la ciudad y a donde no puede llegar el metro por lo complicado de su orografía.

Nosotros recorrimos toda la Línea J, entre las estaciones de San Javier y la de La Aurora, de ida y de vuelta, con las paradas intermedias de Juan XXIII y Vallejuelos. La experiencia vale la pena para tener una vista diferente de Medellín, pero debemos avisar de que no es apto para personas con vértigo.

Vista sobre la Comuna 13 y su arte urbano (Medellín)
Vista sobre la Comuna 13 y su arte urbano (Medellín)

De regreso a la parada de San Javier salimos a la calle y buscamos el autobús 225i que conduce hasta el inicio de las llamadas Escaleras Eléctricas de la Comuna 13.

Declinamos las numerosas ofertas que recibimos para contratar un guía en la visita a la Comuna, porque queríamos ir por libre.

El autobús nos dejó a 100 metros del inicio de las escaleras mecánicas que trepan por la Comuna 13. Bastó con seguir a otros grupos de visitantes para encontrar rápidamente el primer tramo de escaleras.

En total son 6 tramos de escaleras mecánicas que ascienden hasta un punto alto de este barrio que es un excelente mirador sobre esta parte desfavorecida de la ciudad.

La Comuna 13 es una increible historia de transformación de un barrio que pocos años atrás estaba considerado como uno de los barrios más peligrosos del mundo. Hoy día es una de las principales atracciones turísticas de Medellín gracias a sus espectaculares graffitis.

Pero ello no debe distraernos del terrible pasado que han sufrido sus pobladores durante muchos años a causa de la guerra urbana entre paramilitares, guerrillas, policía y ejército que dejaron miles de víctimas sólo en este barrio y muchas de ellas eran civiles inocentes que fueron víctimas colaterales.

SANTA FE DE ANTIOQUIA. Desde Medellín hicimos una excursión de un día a esta bellísima población de pasado colonial, con hasta 7 iglesias y una gran cantidad de casonas de arquitectura colonial de los siglos XVI, XVII y XVIII.

Para llegar a Santa Fe, 58 km al noroeste de Medellín, comenzamos por tomar un taxi de Uber desde nuestro hotel hasta la Terminal del Norte de Medellín (8.600 COP). Ahí tomamos el primer autobús de la empresa Sotrauraba que salía hacia Santa Fe (11.000 COP/pax).

Calle del centro histórico de Santa Fe de Antioquia
Calle del centro histórico de Santa Fe de Antioquia

Como curiosidad, unos 5 km antes de llegar a Santa Fe tuvimos que cruzar a pie el largo puente El Paso sobre el río Cauca, ya que ese día estaba cortado el tráfico por obras. Al otro lado del puente nos esperaba otro autobús para llevarnos hasta Santa Fe.

El núcleo histórico de Santa Fe de Antioquia es muy compacto y fácil de recorrer a pie. Está repleto de construcciones de los siglos XVI, XVII y XVIII. Parece que el tiempo se haya detenido aquí.

Ya habíamos visitado Santa Fe en el viaje anterior a Colombia, pero da igual, la podríamos visitar 100 veces más y no nos cansaríamos de ello.

Eso sí, al estar Santa Fe a sólo 500 metros de altura, aquí el calor se hace notar mucho.

Entre las muchas cosas a ver destacamos la Catedral Basílica de la Inmaculada Concepción, de estilo neoclásico renacentista, la Iglesia de Santa Bárbara, la Iglesia de Nuestra Señora de Chinquinquirá o la Iglesia de Jesús Nazareno, también de estilo neoclásico con detalles barrocos. También vale la pena visitar la casa-museo de Juan del Corral (entrada gratuita), muy interesante para conocer la historia de Antioquia.

Tampoco hay que perderse la visita al Puente de Occidente, un puente colgante de 291 metros de longitud sobre el río Cauca que fue finalizado en 1895 y que en su día fue el mayor puente colgante de todo Sudamérica.

Sobre el Puente de Occidente y el río Cauca
Sobre el Puente de Occidente y el río Cauca

El puente está situado a unos 5 km de Santa Fe y para llegar hasta él negociamos una moto-taxi (rickshaw) que por 20.000 COP incluía la ida, la vuelta y un tiempo de espera una vez en el puente.

Vale la pena cruzarlo pie para disfrutar con pausa de sus bonitas vistas sobre el río y el propio puente.

En resumen, la visita al Puente de Occidente es muy recomendable, ya que además el entorno natural es muy bonito, y complementa a la perfección la excursión a Santa Fe de Antioquia.

Por cierto, para comer en Santa Fe recomendamos el restaurante Portón del Parqueimage (calle 10 11-03).

De regreso a Medellín, por la tarde, tomamos un autobús en la pequeña terminal de Santa Fe.

Como el puente El Paso continuaba cerrado al tráfico de vehículos tuvimos que volver a cruzarlo a pie y tomar otro autobús en el otro lado, el cual nos devolvió a la Terminal del Norte de Medellín.


CARTAGENA DE INDIAS

También repetimos visita a la ciudad de Cartagena de Indias, capital del departamento de Bolívar y situada a orillas del mar Caribe. Respecto a la anterior visita hemos notado un gran incremento en la afluencia turística y esto provoca, al menos esta es nuestra opinión, que la ciudad amurallada esté excesivamente orientada al turismo.

Pero esto es algo que ocurre, no sólo a Cartagena, si no a cualquier destino turístico que sea muy popular, como es el caso. Lo cual no resta, en absoluto, ni un ápice de belleza a la ciudad, por lo que debe visitarse sí o sí.

Cómo llegar

Para llegar a Cartagena tomamos un vuelo de la compañía Viva Air desde el aeropuerto José María Córdova, situado a 23 km del centro de Medellín, en el municipio de Rionegro.

Y para ir a este aeropuerto tomamos un taxi desde nuestro hotel que nos costó 80.000 COP, incluyendo el precio del peaje del Túnel de Oriente (16.900 COP). Este mega-túnel, inaugurado apenas dos semanas antes de nuestro viaje, tiene una longitud de 8'2 km y reduce al menos en 30 minutos el viaje entre Medellín y el aeropuerto.

Tras un vuelo de 42 minutos en un A320 aterrizamos en el aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena de Indias, donde pagamos 19.700 COP (precio oficial) por un taxi hasta nuestro apartamento en Bocagrande.

Alojamiento en Cartagena

En Cartagena de Indias nos alojamos en el Apartamento Murano Elite (Cra. 1, 11-116, Edif. Murano Elite, Bocagrande, Cartagena). Pagamos 1.030.000 COP por tres noches (unos 103 €/noche) en un gran apartamento.

El apartamento está en la planta 38 de un rascacielos situado frente al mar, en la zona de Bocagrande, con unas vistas extraordinarias sobre el Caribe y la ciudad. Cuenta con dos piscinas, muy necesarias aquí. Muy recomendable, aunque el equipamiento de la cocina del apartamento es algo pobre.

Cosas a ver y hacer
Las murallas y la Torre del Reloj (Cartagena de Indias)
Las murallas y la Torre del Reloj (Cartagena de Indias)

CARTAGENA DE INDIAS. Esta preciosa ciudad es, sin duda, uno de los destinos turísticos más importantes de Colombia.

Y lo lleva siendo ya desde ya hace muchos años debido, principalmente, a su ubicación natural y a su larga, intensa y rica historia.

Y esta la podemos apreciar materializada en forma de bellas construcciones de estilos diversos, como el barroco español, la arquitectura colonial española y el estilo neoclásico, entre otros.

Son muchas las cosas a ver, pero ya sólo el placer visual de recorrer las calles y plazas de la ciudad amurallada justifica sobradamente la visita a la ciudad.

Por citar algunos de los puntos de interés: el Palacio de la Inquisición, la Torre del Reloj, las murallas o las numerosas iglesias.

Pero, en general, cualquier calle y plaza colonial de los barrios Centro, Getsemaní o San Diego son dignas de un reposado paseo, ya que son muchos los tesoros que esconden y constituyen un verdadero museo al aire libre.

Una cosa que nos llamó la atención en esta visita a Cartagena (no recordamos haber reparado en ello en nuestra anterior visita) fue la cantidad, calidad y variedad de aldabas que vimos en muchas puertas de antiguas casas y palacios de la ciudad vieja, refiriéndonos a los picaportes o llamadores de metal que se colocan en la parte exterior de la puerta para llamar a sus ocupantes por medio de golpes en la puerta.

Vista de playas y edificios de Bocagrande (Cartagena de Indias)
Vista de playas y edificios de Bocagrande (Cartagena de Indias)

Recorriendo sus calles pudimos ver una rica muestra de estas obras de arte del pasado, normalmente representando figuras de iguanas, pero también de leones, búhos, caballitos de mar y otras muchas criaturas marinas. Una pasada!!!.

Y fuera de las murallas de la ciudad vieja vale mucho la pena la visita al Castillo de San Felipe (entrada: 25.000 COP/adulto) y a la Casa-Museo Rafael Núñez (entrada gratuita).

Y un largo paseo siguiendo la Carrera 1 desde El Laguito hasta el centro y pasando por Bocagrande nos permitirá ver las playas y los rascacielos de esta zona nueva de Cartagena de Indias.​


PLAYA BLANCA (PENÍNSULA DE BARÚ)

Playa Blanca es la única playa pública que hay en la península de Barú (también llamada Isla de Barú), ya que el resto de playas de la zona pertenecen a complejos turísticos o bien a particulares.

Esta zona costera colombiana está situada al sur de Cartagena y es famosa por sus playas de arena blanca y aguas de color turquesa. Hacia el norte y este está separada del continente por el Canal del Dique, pero desde 2014, cuando se inauguró el llamado Puente de Barú, es posible acceder a la península directamente por carretera.

Esta era la primera vez (y quizás la última: ver comentarios sobre Playa Blanca) que visitábamos la zona de Playa Blanca y la península de Barú.

Cómo llegar

Para llegar a Playa Blanca desde Cartagena de Indias nosotros optamos por un taxi privado, la opción más cómoda y rápida, pero también es posible llegar a ella con una barca turística o un autobús shuttle (ofrecidos por muchas agencias en Cartagena) e incluso con una combinación de transporte público (autobús a Pasacaballos) y privado.

Nosotros elegimos el taxi porque teníamos claro que no queríamos ir por mar en lancha porque a veces el estado del mar hace que sea un trayecto muy movido, pero también porque es una opción muy cara (en nuestro caso éramos tres) y porque no queríamos ir a la misma hora que todos los turistas.

La opción de contratar un autobús turístico era más cómoda y barata que la lancha, pero en nuestro caso más cara que el taxi. Y la opción del transporte público también la descartamos porque íbamos cargados con equipaje para pasar una noche y consideramos que el tiempo perdido no compensaba el ahorro.

Así que negociamos un taxi en Cartagena que nos cobró 80.000 COP por llevarnos desde nuestro hotel en Bocagrande hasta el aparcamiento que hay a la entrada de Playa Planca (unos 45 km). Con el mismo taxi acordamos que nos viniera a buscar al día siguiente para devolvernos nuevamente a Cartagena (80.000 COP).

Alojamiento en Playa Blanca

En Playa Blanca nos alojamos en Playa Arrecifes Cabaña (Playa blanca, 130017 Barú), donde pagamos 180.000 COP por una noche (unos 48 €) en una habitación muy rústica y espartana, como sucede en la mayor parte de alojamientos en Playa Blanca.

Por ello, consideramos que la relación calidad/precio de los alojamientos aquí es bastante mala, pero es lo que hay.

El baño es compartido y el desayuno está incluido en el precio de la habitación. La ubicación está muy bien, en una zona tranquila, y la familia propietaria es muy amable y atenta. No se puede pagar con tarjeta, sólo efectivo.

Puesto que este alojamiento está, andando por la playa, a unos 15 minutos de la entrada junto al aparcamiento, nosotros contratamos allí mismo una barca (5.000 COP/pax) para ir hasta él, ya que íbamos cargados con el equipaje.

Una cosa a tener en cuenta es que en Playa Blanca sólo hay luz eléctrica entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana.

Cosas a ver y hacer

PLAYA BLANCA. Se trata de un lugar muy bonito si nos referimos sólo a la arena de la playa y al agua del mar y sus peces tropicales, pero un desastre en todo lo que tiene que ver con la acción humana sobre tan bello lugar.

Playa Blanca está claramente sobreexplotada turísticamente, con restaurantes, bares y alojamientos que apenas dejan dos metros de arena de playa para andar por ella. Además, es mucha la gente local que quiere exprimir al máximo la gallina de los huevos de oro del turismo y que atosiga sin contemplaciones al visitante vendiendo objetos o servicios de lo más dispares y a precios infladísimos.

Vista de la playa de Playa Blanca, en la península de Barú
Vista de la playa de Playa Blanca, en la península de Barú

En temporada de vacaciones y/o durante el fin de semana, sobre todo cuando llegan las lanchas de Cartagena y hasta que se van por la tarde, la playa se llena de bañistas (y vendedores) hasta límites sobrehumanos.

Y, para colmo de males, la basura, las aguas residuales y el cutrerío invaden el acceso principal a la playa, así como la parte posterior de muchos bares, restaurantes y alojamientos, haciendo de este paraíso un verdadero infierno medioambiental.

La imagen para el recién llegado por tierra, como nosotros, no puede ser peor, la verdad.

Aunque en parte ya estábamos avisados de esta situación, la verdad es que hasta que uno no lo ve con sus ojos cuesta de creerlo, sobre todo viendo las fotos tan bonitas de la playa.

Nosotros estuvimos en Playa Blanca durante dos días laborables, por lo que al menos nos ahorramos las hordas de bañistas. Y al quedarnos a dormir pudimos disfrutar de la playa, por la tarde-noche y mañana siguiente, casi en soledad. Nada que ver con algunas fotos que habíamos visto donde parecía una playa de Benidorm en agosto.

Además, otro dato a tener en cuenta es que nuestro alojamiento estaba alejado del acceso principal y también de la zona adonde llegan las lanchas cargadas de turistas desde Cartagena para pasar unas horas. Así que en nuestro trozo de playa no había casi nadie.

En fin, por todo lo explicado anteriormente, nuestra visita a Playa Blanca nos dejó una sensación agridulce (quizás más agria que dulce), por lo que ahora no volveríamos a ir.

Pero tenemos la esperanza de que algún dia, más pronto que tarde, las autoridades colombianas y el pueblo colombiano, en general, sean capaces de revertir esta situación y devolver a Playa Blanca la imagen de paraíso que se merece y que fue antes en el pasado.


Guía de Colombia: visita a los departamentos de Magdalena y Santander

SANTA MARTA Y EL PARQUE NACIONAL TAYRONA

La ciudad de Santa Marta, capital del departamento de Magdalena, fue fundada en el año 1525 y su casco urbano se encuentra ubicado entre la Sierra Nevada de Santa Marta y el mar Caribe, por lo que se trata de un emplazamiento privilegiado. Además, a sólo 38 km al nordeste del centro está la entrada al bellísimo parque nacional Tayrona.

En un viaje anterior ya habíamos visitado el parque nacional Tayrona y habíamos hecho también una rápida visita a Santa Marta, pero esta vez pudimos dedicar más tiempo a esta ciudad y disfrutamos mucho de la estancia en ella.

Cómo llegar

Desde Playa Blanca regresamos a Cartagena con el taxi privado que habíamos contratado (80.000 COP). El taxi nos dejó en la terminal de la empresa Berlinastur, en la calle 46C #3-80 de Cartagena, en el barrio llamado Marbella. Aquí compramos los billetes para el siguiente autobús hacia Santa Marta (44.000 COP/pax).

Este servicio de autobús VIP no es mucho más caro que otros, pero tiene la gran ventaja de que no hay que desplazarse hasta la lejana terminal de transportes de Cartagena, ya que la de Berlinastur está mucho más cerca del centro. Y además el tiempo de viaje a Santa Marta se acorta en casi una hora.

El autobús, con A/C y wifi, hace una breve parada en Barranquilla y 4 horas y 15 minutos después de salir de Cartagena nos deja en un punto situado unos 2 km al oeste del centro histórico de Santa Marta.

Y para llegar desde aquí al hotel reservado, situado en el centro histórico, tomamos un taxi (6.000 COP).

Alojamiento en Santa Marta

En Santa Marta nos alojamos en el Hotel Boutique Casa Carolina (Calle 12 # 3-40, Centro Histórico, 470001 Santa Marta), donde pagamos 612.000 COP por 3 noches (unos 54 €/noche) en una habitación triple con desayuno incluido.

El hotel es muy bonito, en un edificio de corte colonial, con varias piscinas y jacuzzis. Además está situado en pleno centro histórico, muy cerca de todo. El personal de recepción es muy servicial. Hotel muy recomendable.

Cosas a ver y hacer

SANTA MARTA. Aunque Santa Marta no puede competir con Cartagena ni en cantidad ni en calidad de edificios de arquitectura colonial, lo cierto es que el hecho de que Santa Marta sea mucho menos turística le da, a nuestro entender, un valor especial sobre Cartagena, por lo que recomendamos su visita.

La Catedral Basílica de Santa Marta
La Catedral Basílica de Santa Marta

En el centro histórico de Santa Marta, bastante compacto, hay numerosos edificios de interés repartidos entre sus calles y plazas de sabor colonial.

Algunos de ellos son la Catedral Basílica de Santa Marta, la Casa de la Aduana, el Centro Cultural San Juan, la Casa de Madame Agustine, la Iglesia de San Francisco, el Parque Bolívar, el Parque de los Novios o el Paseo Bastidas, entre muchos otros.

A todas horas, pero en especial por la tarde-noche, la calle peatonal Carrera 3 está muy animada y en ella hay nuemrosos bares y restaurantes donde tomar algo o cenar.

Fuera del centro histórico recomendamos la visita a la Quinta de San Pedro Alejandrino, una hacienda del siglo XVII donde Simón Bolívar pasó sus últimos días y en la cual falleció el 17 de diciembre de 1830.

Actualmente la hacienda contiene algunos viejos edificios históricos y el Museo Bolivariano de Arte Moderno, así como un Jardín Botánico que rodea la hacienda y en el que es fácil ver iguanas.

El sitio es bonito y la visita interesante desde el punto de vista cultural e histórico. La entrada nos costó 22.000 COP por adulto y 14.000 COP para nuestra hija. Y para llegar hasta la hacienda, situada unos 6 km al este desde el centro histórico de Santa Marta, pagamos 7.000 COP por un taxi.

PARQUE NACIONAL TAYRONA. Este extraordinario parque natural, uno de los más importantes del país, está ubicado en las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta. Cuenta con diversos hábitats desde el nivel del mar hasta alturas de 900 metros y es de una belleza sobrecogedora.

Nosotros ya habíamos estado en este parque en nuestro anterior viaje a Colombia, pero visitarlo nuevamente nos reafirmó en nuestra idea de que es un lugar de visita imprescindible.

Y, a diferencia de otros lugares y aunque cuenta con algunos servicios turísticos más que hace 22 años, se ha apostado por el eco-turismo y no se ha estropeado el entorno, lo cual es muy de agradecer.

Resulta fácil ir al parque Tayrona por libre. Basta con tomar un autobús en la esquina de Calle 10 con Carrera 9 (mercado) que vaya en dirección a Palomino y pedirle al conductor que nos deje en El Zaíno (8.000 COP/pax), la entrada principal al parque. Este trayecto puede suponer 1'5 horas en bus.

La playa de Cabo de San Juan de Guía (P.N. Tayrona)
La playa de Cabo de San Juan de Guía (P.N. Tayrona)

Tras pagar la entrada al parque se puede ir andando (5 km) hasta Cañaveral, la primera playa, o bien tomar un minibús hasta allí (4.000 COP/pax). Y lo mismo, pero a la inversa, para el regreso a Santa Marta.

Pero para ganar tiempo, ya que nosotros sólo disponíamos de un día para esta excursión, contratamos los servicios de la empresa Backpacking Mochileando (Calle 19, nº 3-79 - Santa Marta).

Aquí pagamos 110.000 COP/pax, precio de una excursión con guía y que incluía la entrada al parque, la cual costaba 53.500 COP/pax.

El día de la excursión salimos de la Carrera 5 con Calle 5 (centro histórico de Santa Marta) en un minibús de la agencia a las 7:35 de la mañana y llegamos a El Zaíno 45 minutos después (38 km).

Tras una parada de 10 minutos aquí (el guía compra las entradas al parque mientras nosotros vemos un vídeo sobre el propio parque) continuamos hacia Cañaveral.

Aquí dejamos el minibús e iniciamos el trekking a pie hacia el Cabo de San Juan de Guía. Preguntamos al guía por la hora de regreso en que deberemos estar en el minibús (el parque cierra a las 17:00 h) y a partir de ese momento ya fuimos totalmente a nuestro aire. Los caminos están muy bien indicados y es casi imposible perderse en este sector del parque. A las 8:45 iniciamos la caminata en Cañaveral.

Tras unas 2'5 horas de caminata (incluyendo paradas para disfrutar del paisaje, beber agua y descansar) llegamos a la playa de San Juan de Guía tras pasar por las de Arrecifes, Arenilla y La Piscina. De todas estas playas, sólo en la de Arrecifes no es posible el baño.

Tras un buen rato de baño en la preciosa playa de San Juan de Guía y después de subir al mirador para obtener unas vistas extraordinarias sobre esta zona del parque, buscamos un sitio donde comer.

Aunque es recomendable llevarse algo de comida desde Santa Marta, en esta playa hay un restaurante y un chiringuito donde comprar algo ligero para comer y para beber. Después de la comida iniciamos el camino de regreso hacia Cañaveral.

Vista sobre el Parque Nacional Tayrona
Vista sobre el Parque Nacional Tayrona

Al cabo de 20 minutos de marcha paramos un rato en la playa La Piscina, más pequeña que la anterior, pero tan o más bonita que aquella y con mucha menos gente. Es una gozada bañarse aquí.

Una hora después reemprendemos el camino, disfrutando cada metro por la belleza del entorno.

Pasadas las 16:00 h. llegamos a Cañaveral, donde esperaba aparcado nuestro minibús.

Llegamos muy cansados de la caminata y sudados per el calor asfixiante, pero muy contentos por haber disfrutado de un lugar fantástico.

Al cabo de un rato, ya con todo el pasaje del minibús, este inició el regreso a Santa Marta, nuevamente a través de la entrada de El Zaíno. Finalmente, el minibús de la agencia nos dejó en el centro histórico de Santa Marta a las 18:30 h, acabando aquí esta excursión.

En nuestra anterior visita al parque Tayrona, en 1997, tuvimos la oportunidad de hacer la exigente caminata que va desde Cabo de San Juan de Guía hasta El Calabazo (otro punto de salida/entrada del parque) vía el Pueblito Chairama, una interesante zona arqueológica con los restos de donde vivieron antiguos pobladores taironas hace más de 500 años, los mismos que habitaron la remota Ciudad Perdida.

Pero desde el mes de marzo de 2019, y por tiempo indefinido, el acceso para el turismo a Pueblito (y a las playas de Chengue, Los Naranjos y el lado oriental de Bahía Concha) ya no es posible porque las autoridades colombianas han atendido una reclamación de los pueblos indígenas que actualmente habitan el parque, ya que estos consideran que esos puntos son espacios sagrados.


BARICHARA Y ALREDEDORES

Barichara, población situada en el departamento de Santander, es conocida popularmente como "el pueblo más lindo de Colombia" gracias a su arquitectura colonial de finales del siglo XVIII​. Si realmente es el más bonito o no, como todo en la vida, es opinable, sobre todo en un país donde varios pueblos y ciudades se podrían disputarse este título honorífico.

Pero en verdad es muy bonito y se encuentra ubicado en un entorno privilegiado, por lo que merece mucho la pena ser visitado. Esta fue nuestra primera visita a Barichara y nos satisfizo enormemente.

Cómo llegar

Desde el centro histórico de Santa Marta tomamos un taxi hacia el aeropuerto Simón Bolívar de Santa Marta (30.000 COP), situado unos 18 km al sur del centro histórico y de la zona de Rodadero.

Llegamos al aeropuerto en sólo 25 minutos. Este aeropuerto es pequeño, pero muy moderno y está muy bien.

Embarcamos en un avión ATR-72 de hélices de la compañía Avianca y 1 hora y 30 minutos después aterrizamos en el aeropuerto Palonegro de Bucaramanga, donde alquilamos un coche de la empresa Localiza para la ruta de los próximos seis días hasta llegar a la ciudad de Bogotá.

Vista sobre el profundo cañón del río Chicamocha
Vista sobre el profundo cañón del río Chicamocha

Para ir con el coche hacia Barichara seguimos la ruta 45A vía Piedecuesta, Aratoca y San Gil, sumando un total de 135 km.

Tras pasar por Pescadero y cruzar un puente sobre el río Chicamocha, la ruta 45A inicia un espectacular y vertiginoso ascenso por una de las laderas del impresionante Cañon del Chicamocha.

Este cañón tiene una profundidad máxima de 2.000 metros y una longitud de 227 km, siendo el segundo cañón más largo del mundo.

Es imposible no detenerse en varios lugares de este recorrido para admirar esta maravilla de la naturaleza, por ejemplo a la entrada del Parque Nacional del Chicamocha.

Durante un buen rato la carretera transcurre a una buena altura y en esta zona vimos unos cuantos lugares para la práctica del parapente. Dejamos atrás la población de Aratoca y al llegar a San Gil (la capital colombiana de las actividades de aventura) nos desviamos de la carretera principal para recorrer los últimos 22 km hasta Barichara.

Alojamiento en Barichara

En Barichara nos hospedamos en el Achiotte Hotel Boutique (Calle 5, nº 3-52, 684041 Barichara). Aquí pagamos 520.000 COP por dos noches (unos 69 €/noche) en una habitación triple con desayuno.

El hotel está muy bien, con un jardín muy agradable y situado a sólo 200 metros de la plaza principal. El personal del hotel es muy amable, sobre todo la señora Maribel. Gracias a ella pudimos probar las hormigas culonas, muy populares en la región.

Pudimos aparcar el coche en la calle, delante del hotel, sin problemas. Es un hotel muy recomendable.

Cosas a ver y hacer

BARICHARA. El núcleo histórico de esta pequeña población es bastante compacto y se puede recorrer fácilmente a pie sin problemas, aunque también podemos contratar una moto-taxi para hacer una ruta por los lugares más alejados de la plaza principal.

En el centro de la población está la agradable y arbolada plaza principal, con la prominente y bonita Catedral de La Inmaculada Concepción en el lado norte de la plaza y la Casa de la Cultura Emilio Pradilla González en el lado oeste. Esta última tiene una pequeña colección de arte, fósiles y pinturas.

Imagen de una de las preciosas calles de Barichara
Imagen de una de las preciosas calles de Barichara

Dos calles hacia el sur de la plaza encontramos la Capilla de San Antonio, mientras que en la parte alta de Barichara está la también fotogénica Iglesia de Santa Bárbara.

Y en la parte oeste de la Carrera 7 tenemos la Capilla de Jesús y el Cementerio, curioso de ver por la ornamentación en algunas de las tumbas.

Por otra parte, la cercana Calle 1, en el extremo oeste de Barichara, sirve de mirador sobre el amplio cañón que forma el río Suárez.

Al sur de la plaza principal está la Casa de Aquileo Parra, la que fue residencia de un presidente colombiano de finales del s. XIX y que ahora es un pequeño museo.

También merece la pena de visitar el Taller de Papel San Lorenzo (Carrera 5, #2-88), una fundación donde madres solteras elaboran bonitos objetos de papel obtenido a partir de una planta local llamada fique.

Y en las afueras de Barichara se encuentra el Salto del Mico, un espectacular mirador que proporciona vistas de infarto sobre el río Suárez y los paisajes rurales de esta zona del departamento de Santander.

Por último, un restaurante que nos gustó mucho en Barichara es el El Compaimage (en la Calle 5, entre las carreras 5 y 4).

GUANE Y EL CAMINO REAL. Una excelente caminata para hacer desde Barichara es la que va hacia el pueblito de Guane siguiendo uno de los antiguos caminos reales que se construyeron durante la época colonial.

Este camino, mayoritariamente de bajada, aunque con alguna cuesta, cubre una distancia de 5'5 km y parte de un punto que hay junto a la glorieta Piedra de Bolívar, donde confluyen la calle 1 y la carrera 10 de Barichara.

Llegada a Guane por el Camino Real
Llegada a Guane por el Camino Real

El camino es muy bonito y de dificultad media-baja, aunque conviene llevar calzado adecuado porque muchos tramos están cubiertos de piedras.

Al principio el camino baja rápido y proporciona muy buenas vistas sobre el cañón del río Suárez.

Después se suceden algunas subidas y bajadas hasta desembocar en el pintoresco núcleo de Guane.

Nosotros tardamos unas dos horas en recorrer este camino, pero dependerá mucho del ritmo que sigáis o las paradas para hacer fotos o descansar.

Durante el trayecto por este bonito camino sólo encontramos cabras, algún campesino y otros tres vsitantes.

Tras una rápida vista a la plaza principal de Guane y su bonita iglesia, así como algunas calles adyacentes, tomamos un autobús de regreso a Barichara (2.400 COP/pax) en un punto a la entrada del pueblo.


Guía de Colombia: visita a los departamentos de Boyacá y Cundinamarca

VILLA DE LEYVA Y ALREDEDORES

Villa de Leyva, situada en el departamento de Boyacá, conserva una maravillosa arquitectura de estilo colonial, por lo que está considerado como uno de los pueblos más bonitos de Colombia.

Por ello no debe sorprender que sea un importante destino turístico en Colombia y su cercanía a Bogotá hace que los fines de semana y vacaciones pueda tener un importante número de visitantes.

Además del interés en la propia población, en los alrededores de Villa de Leyva hay numerosos puntos de interés que nos pueden tener entretenidos unos cuantos días.

Cómo llegar

Para llegar a Villa de Leyva desde Barichara con nuestro coche de alquiler empezamos por ir hasta San Gil, donde tomamos la ruta 45A hacia el sur hasta llegar a Barbosa.

Aquí nos desviamos por la ruta 62 hasta justo antes de llegar a Monquirá y aquí nos desviamos por una carretera secundaria que pasa por Santa Sofía y que nos conduce hasta Villa de Leyva. En total recorrimos unos 186 km.

Alojamiento en Villa de Leyva

En Villa de Leyva nos alojamos en el Hotel Villa del Angel (Calle 9 # 11-52, 154001 Villa de Leyva). Pagamos 650.000 COP por tres noches (unos 58 €/noche) en una habitación triple con desayuno incluido.

La habitación es cómoda y decorada con gusto, mientras que el hotel está situado a sólo 5 minutos andando del centro, en una zona muy tranquila. El personal del hotel es muy amable. El hotel nos proporcionó un aparcamiento privado para el coche incluido en el precio de la habitación. Hotel muy recomendable.

Cosas a ver y hacer

VILLA DE LEYVA. Esta preciosa población fue fundada por los colonizadores españoles en 1572, en una zona que entonces era territorio del pueblo muisca, sabiendo conservar su arquitectura colonial a lo largo de los siglos.

En la Plaza Mayor de Villa de Leyva
En la Plaza Mayor de Villa de Leyva

Si algo destaca en el núcleo colonial de Villa de Leyva es su enorme Plaza Mayor, ya que con una superficie totalmente empedrada de 14.000 m² pasa por ser la plaza más grande de Colombia.

Es realmente espectacular, no ya por su tamaño, sino también por las edificaciones que la circundan.

Y es que alrededor de la plaza hay numerosos edificios de interés, como la iglesia de Nuestra Señora del Rosario, la Casa del Cabildo, o la Casa-Museo Luís Alberto Acuña, por citar algunos de ellos.

En el resto del núcleo histórico de Villa de Leyva también querríamos destacar la Iglesia del Carmen, la Casa Museo Antonio Nariño o la Casa de Antonio Ricaurte y plaza de Ricaurte, entre otros puntos de interés.

Pero, en cualquier caso, vale la pena pasear sin rumbo por todas sus calles y plazas del centro histórico de Villa de Leyva, ya que se trata de un lugar extraordinario que debe ser visitado.

ALREDEDORES DE VILLA DE LEYVA. En los alrededores de Villa de Leyva son numerosos los puntos de interés a visitar o actividades a hacer (dan para teneros ocupados unos cuantos días), pero aquí sólo indicaremos los que pudimos hacer nosotros en este viaje a Colombia:

Casa Terracota. A menos de 2 km del centro de Villa de Leyva encontramos la Casa Terracota, un lugar que todavía no existía cuando visitamos esta zona en 1997, y que nos gustó mucho por su originalidad.

La Casa Terracota (Villa de Leyva)
La Casa Terracota (Villa de Leyva)

Se trata de una curiosísima y fascinante casa construida por el arquitecto local Octavio Mendoza Morales.

Sus formas son muy gaudinianas, pero la otra gran curiosidad es que la casa está hecha toda ella de arcilla, la cual ha sido cocida a trozos en un gran horno que fue construido expresamente para endurecer la arcilla y convertirla en cerámica.

Se trata, pues, de una visita muy recomendable. Merece la pena visitar con calma tanto el interior como el exterior de la casa, apreciando sus formas inspiradas en la naturaleza.

La casa está situada junto a la Vereda Monquirá, un camino sin asfaltar que sale 500 metros antes de la carretera que va de Villa de Leyva a Santa Sofia.

Se puede visitar todos los días de la semana, de 8:30 17:30. La entrada costa 15.000 COP/adulto y 8.000 COP para menores hasta los 12 años.

Parque Arqueológico de Monquirá (conocido popularmente como El Infiernito). Está situado a 5 km de Villa de Leyva y en él encontramos 30 grandes columnas de piedra (megalitos) de forma fálica y más de un centenar de columnas más pequeñas ordenadas en dos filas de este a oeste.

Parece que tiene por lo menos 2.200 años de antigüedad y que pudo ser un observatorio astronómico que indicaba el inicio de las temporadas de verano e invierno​ para las cosechas. Una arqueóloga nos dio explicaciones in situ de todo lo que estábamos viendo y la verdad es que la visita fue muy interesante.

Centro de Investigaciones Paleontológicas. Está situado junto a la carretera de Villa de Leyva a Santa Sofía (en el km 5) y es una institución privada, sin ánimo de lucro, que cuenta con una de las colecciones más completas de reptiles marinos prehistóricos de Sudamérica, así como restos de dinosaurios, mamíferos y paleoflora.

Figuras de arcilla en el Parque Principal de Ráquira
Figuras de arcilla en el Parque Principal de Ráquira

Además posee el laboratorio más avanzado de Latinoamérica en la preparación de fósiles vertebrados.

La visita guiada que hicimos, conducida por un científico del centro, fue de lo más amena e interesante y nuestra hija salió encantada.

Visita al viñedo Ain Karim. Esta bodega-viñedo cuenta con la particularidad de producir vino (la marca Marqués de Villa de Leyva) en un país tropical como Colombia, aunque a 2.110 metros de altura, por lo que cuenta con un microclima ideal.

Aunque se trata de una bodega joven, la visita a la bodega-viñedo Ain Karim nos gustó y nos pareció muy interesante.

Nosotros nos apuntamos a una visita/degustación (25.000 COP/adulto) en la que visitamos las viñas, nos explicaron el proceso de obtención y elaboración del vino y finalizó con una cata y maridaje de dos de los vinos que produce la bodega.

La bodega Ain Karim se encuentra siguiendo durante unos 700 metros una pista con destino a Sutamarchán que arranca en el km 10 de la carretera de Villa de Leyva a Santa Sofía.

Monasterio del Santo Ecce Homo.Monasterio dominico del s. XVII. Visita muy interesante y placentera por la tranquilidad del lugar. El desvío está señalizado, unos 3'5 km antes de llegar a Santa Sofía desde Villa de Leyva.

Santa Sofía. Pequeña población situada 17 km al noroeste de Villa de Leyva. No tiene demasiado interés, pero dimos una vuelta por el centro para ver la Iglesia Colonial El Carmen y también la moderna y llamativa Iglesia Parroquial Santa Rosa De Lima.

Ráquira. Está considerada como la capital artesanal de Colombia, además de poseer numerosos edificios con una pintoresca decoración exterior, siendo muy fotogénico. Se puede visitar de paso a La Candelaria.

Entrada al Monasterio de La Candelaria
Entrada al Monasterio de La Candelaria

Desierto de la Candelaria. Esta zona, situada 7 km al nordeste de Ráquira, recibe este nombre metafórico por lo apartado que está (o al menos estaba antes) de cualquier zona poblada, aunque también porque sus tierras están altamente desertificadas.

Nuestro interés en esta zona estaba en el Monasterio de la Candelaria, construido en 1661 por religiosos agustinos recoletos. Este convento conserva en su interior una importante colección de arte colonial, así como bonitos jardines jardines.

Sutamarchán. En este pueblo, a medio camino entre Villa de Leyva y Ráquira, paramos para probar las longanizas y morcillas que, al parecer, son el producto gastronómico típico de aquí.

TUNJA Y EL PUENTE DE BOYACÁ. En el trayecto en coche de Villa de Leyva a Zipaquirá paramos brevemente en la ciudad de Tunja, situada unos 38 km al este de Villa de Leyva siguiendo la ruta 60.

Tunja. Esta ciudad es la capital del departamento de Boyacá y está situada a una altura promedio de 2.720 metros sobre el nivel del mar, siendo la capital más alta de Colombia y una de las quince ciudades más altas del mundo.

Vista parcial de la plaza Bolívar de Tunja
Vista parcial de la plaza Bolívar de Tunja

Nuestra visita a Tunja fue breve no porque carezca de puntos de interés, que los tiene y muchos, sino porque ya habíamos pasado varios días en ella en nuestro anterior viaje a Colombia.

En cualquier caso nuestra recomendación es dedicar al menos un día completo a visiatar el centro histórico de la ciudad de Tunja.

Al llegar a Tunja aparcamos el coche en un parking situado a dos manzanas de la plaza Bolívar y a continuación fuimos a visitar el centro colonial de esta ciudad, viendo el interior de la Catedral, realizando una interesantísima visita guiada a la Casa del Fundador y paseando por las calles adyacentes a la plaza principal.

Tras casi tres horas de visita al centro histórico y tomar un café delicioso en el Café República (Carrera 10, nº 19-75, en el lado oeste de la Plaza Bolívar), retomamos la ruta y salimos de Tunja hacia el sur por la ruta 55.

El Puente de Boyacá
El Puente de Boyacá

Puente de Boyacá. Unos 20 km al sur de Tunja abandonamos la autovía para visitar el histórico Puente de Boyacá, un pequeño puente sobre el río Teatinos y que fue construido a principios del siglo XVIII.

Alrededor de este puente, de gran significado histórico para el pueblo colombiano, hay numerosos monumentos que conmemoran la victoria de los independentistas colombianos sobre las tropas españolas en la Batalla de Boyacá.

Esta decisiva batalla tuvo lugar aquí el 7 de agosto de 1819 y su desenlace acabó por proporcionar la independencia a Colombia.

Nuestra visita al Puente de Boyacá coincidió con la celebración del bicentenario de esta efeméride.


ZIPAQUIRÁ

Zipaquirá es una ciudad del departamento de Cundinamarca, a sólo 42 km de Bogotá y es uno de los centros de explotación de sal más importantes en Colombia.

Lo que nos llevó a esta ciudad, que visitábamos por primera vez, fue la Catedral de Sal, un recinto ubicado en el interior de una mina de sal y que un arquitecto diseñó para dar lugar a una impactante obra arquitectónica y artística.

Pero además descubrimos que Zipaquirá tiene un bonito centro colonial, donde destaca la plaza González Forero, y que fue declarado patrimonio histórico y cultural de Colombia.

Cómo llegar

Para llegar a Zipaquirá con nuestro coche salimos de Villa de Leyva y tomamos la carretera 60 hacia Tunja, la capital del departamento de Boyacá, situada unos 38 km al este.

Tras una corta visita a Tunja y el Puente de Boyacá tomamos la carretera Panamericana 55 en dirección sur para recorrer los 108 km que quedaban hasta Zipaquirá. Al llegar a la altura de Tocancipá tomamos un desvío a la derecha por la ruta 55C que en 16 km nos conduce directamente al centro de Zipaquirá.

Alojamiento en Zipaquirá

En Zipaquirá nos alojamos en el Hotel Estación Sabana (Calle 4 # 10-14, 250252 Zipaquirá), donde pagamos 189.000 COP por una noche (unos 51 €) en una habitación triple con desayuno incluido. El hotel está bien, pero no tiene ascensor y las habitaciones que dan a la calle principal pueden ser ruidosas.

Eso sí, su ubicación es inmejorable, muy cerca de la plaza principal y no muy lejos de la Catedral de Sal (15 minutos andando). Además tiene parking. Recomendable.

Cosas a ver y hacer

ZIPAQUIRÁ. Esta ciudad, del departamento de Cundinamarca, es la capital de la provincia de Sabana Centro y está ubicada unos 42 km al norte de Bogotá, por lo que también es fácilmente visitable en una excursión de un día desde la capital colombiana.

En la plaza González Forero (Zipaquirá)
En la plaza González Forero (Zipaquirá)

Fue fundada por el pueblo muisca mucho antes de la llegada de los españoles.

Centro colonial. La plaza González Forero es el epicentro de esta interesante y bonita zona de la ciudad, ya que está rodeada por numerosos edificios que han conservado su estilo colonial.

En el lado norte de la plaza destaca la Catedral Diocesana de Zipaquirá, construida entre 1760 y 1870, con su característica fachada de piedra arenisca.

También destacamos el Palacio Municipal, donde actualmente se encuentra la alcaldía, y la Administración de las Salinas con sus techos verdes de estilo republicano.

Y paseando por las calles adyacentes a la plaza pudimos ver numerosas casonas coloniales de casi 300 años de antigüedad.

Por cierto, paseando por las calles de Zipaquirá pudimos ver más de una pintura mural dedicada al corredor ciclista Egan Arley Bernal, natural de esta ciudad y que pocos meses antes había ganado el Tour de Francia 2019, convirtiéndose en el primer ciclista colombiano (y latinoamericano) en conseguirlo. Todo un orgullo para sus compatriotas, sobre todo teniendo en cuenta la gran afición por el ciclismo que hay en Colombia.

Catedral de Sal. Se trata de un recinto construido en el interior de las minas de sal de Zipaquirá, siendo actualmente el atractivo turístico más importante de Zipaquirá.

La construcción de la actual Catedral de Sal finalizó en 1995 y se hizo sobre una catedral anterior inaugurada en 1954, pero que fue cerrada por fallos estructurales que la hacían potencialmente insegura.

Este recinto subterráneo forma parte del complejo cultural Parque de la Sal, un​ espacio cultural temático dedicado a la minería, la geología y los recursos naturales. Está ubicado en el lado oeste de la población, a sólo 15 minutos andando desde el centro, aunque en la parte final toca subir hasta la entrada al complejo.

La entrada al complejo cuesta 57.000 COP/adulto y 47.000 COP para menores de 4 a 12 años. Estas tarifas son para visitantes no colombianos. El recinto abre todos los días de 9 a 17:40 (hora límite para la entrada).

En el interior de la Catedral de Sal (Zipaquirá)
En el interior de la Catedral de Sal (Zipaquirá)

Al principio del recorrido puede no parecer nada del otro mundo, aparte del ambiente místico y profundamente religioso que representa el ir siguiendo las distintos estaciones del Viacrucis.

Pero a medida que vamos avanzando crece la espectacularidad del lugar, sobre todo al llegar a una enorme nave central de ciclópeas columnas donde se encuentra el altar y una enorme cruz de 17 metros de altura. Sin palabras para describirlo!!.

Vale la pena ver un interesante documental con imágenes 3D para entender la importancia histórica de la minería de la sal en la región.

Y no os perdáis el espectacular Espejo del Agua, una piscina que crea un efecto óptico increíble.

Aunque cerca de la ciudad polaca de Cracovia ya habíamos visto las impresionantes minas de sal de Wieliczka (son Patrimonio de la Humanidad), la verdad es que ambas no son comparables por las peculiaridades propias de cada una de ellas. En cualquier caso la visita a la Catedral de Sal de Zipaquirá es del todo recomendable.


Relat d'un viatge a Colòmbia - Sònia Graupera [2009]
COLÒMBIA - Guia i relat d'un viatge a Colòmbia - Yolanda & Toni (Viatgeaddictes) [1997]